Sonidos insoportables.

-Ya, unos minutitos más.

Se apagó y empezó a vibrar.

JungKook se removió en su cama, ya le estaba molestando la luz tranquila que se asomaba por la ventana. Tomó sus sabanas y se tapó entero, rogando de que no sonara otra vez la maldita alarma.

Volvió a retomar sus jodidos pitidos.

Gruñó por lo bajo, se levantó de
mala gana y apagó definitivamente el despertador de su celular.
Frotó con sus manitas los ojitos
y bostezaba mientras se estiraba
haciendo sonar los huesos de su
espalda, cuello y piernas.

Se quedó mirando un punto fijo en la habitación hasta que reaccionó que debía ir al lugar de modelaje, para probar la nueva... lenceria.

Asumía que tenía vergüenza
de mostrar su cuerpo tan al
descubierto. Por otra parte, queria
enseñar su belleza de pie a cabeza.
Pero sin dudas se quedaba con la
primera parte.

Llevaba como cuatro años
modelando, de todo tipo y de
diferentes marcas. Sobre todo
en Gucci, ya que su Diseñador se
dedicaba más hacia esa marca.
Hablando de él, recordó que tenía
su anillo... se lo daría hoy.

En la siguiente función de lencería, sería con la presencia de varias modelos Omegas de la empresa de Victoria Secret.

A él le había tocado un lindo
conjunto negro. Solo faltaba elegir
cuál le gustaba más de todo los
tipos, con medias o sin, con corset
o no. No le gustaba decidir, pero
en ese caso prefería mil veces usar otra cosa que no sea ropa interior. ¡Encima con alas! Ni loco.

Mientras su mente vagaba en
su decisión, se dedicó a hacer su
rutina normal de la mañana; ir al
baño, cepillar sus dientes, tomar
una ducha, pasar crema y por
úútimo desayunar.

Ya al haber acabado con lo que
tenía que hacer, fue hasta su cuarto y se visitó.

Jeans rotos y holgados de un color
claro, una camisa blanca que
encima de ella se puso un chandal* verde, unas zapatillas blancas comunes y un abrigo marrón oscuro con capucha afelpada.

*¿Les jode si utilizo "buzo" en vez de "chandal"?

Peinó un poco su cabello, y cogió
sus llaves arriba de la encimera.
Vio a su hurón recién despertado,
arrimó un poco la puertay se
inclinó para depositarle un besito
en la cabecita de su animal.

-Adiós Tom. Te veo en la noche.

Cerró la puerta y caminó por el
pasillo hasta el ascensor.

[◇]

- Hola Kook.–Saludó aquel Alfa
arrogante pero de bueno corazón.

Dio vuelta sobre sus pies para
encontrase con el rizado que lo
miraba con una de sus comisuras
hacia arriba.

-Hola Alfa.

JiMin se quedó quieto, de la nada
su pecho empezó a subir y bajar
descontroladamente, sus pupilas ya no estaban con ese verde brilloso, ahora solo se distinguía un color negro. JungKook sonrió pícaro y volvió a retomar su camino hacia la entrada trasera de los camerinos.

Cuando quiso apoyar su mano
en el pomo de la puerta, sintió
como era acorralado contra la
pared más cercana, un gemido
agudo salió desde lo más profundo de su garganta al sentir al Alfa enterrado en su fuente de aroma.
Olisqueándolo a gusto mientras
tomaba firmemnente su cintura.
JungKook se dejó llevar y empezó a subir sus manos hasta el cuello
del más alto, comenzando a dar
caricias suaves y uno que otro
apretón. Mierda, sintió su entrada
expulsar un poco de lubricante cuando  JiMin lamió en la parte donde se marca a un Omega como Suyo.

-Aquí n-no- Tartamudeó el
ojiazul al sentir las grandes manos de JiMin en su parte baja.

-Vayamos a mi camerino personal. - Fue lo único que dijo antes de levantarlo haciendo que el Omega enredara sus piernas en la cintura del mayor.

No había nadie en la sala principal, es decir, eran las 7:00 am, todos llegaban más o menos a las 8:00.

Entraron al set del diseñador y
se chocaron con uno que otro
perchero lleno de vestidos, trajes y ropa común.

Llegó hasta el tocador, corriendo
todo con el brazo para dejar al
lindo Omega cómodo, en ningún
momento dejándolo de besarlo con lujuria.

JiMin bajó un poco el tono de
brusquedad con el que estaba
tratándolo. Comenzó sacándole el
ancho abrigo sin ningún apuro. El
más bajo se dedicó a mirarlo como sus manos temblorosas pasaban por todo su cuerpo, siempre era asi, como si fuese la primera vez que el Alfa lo tocaba, lo trataba con sumo cuidado, como si pintara una línea fina en un cuadro.

Una vez haberle quitado los
abrigos, comenzó a quitarse el
suyo, el amante solo parpadeaba
lento mirando el cuerpo del
contrario. Sus hombros anchos
pero no bestiales, más bien por su
cuerpo natural de Alfa, sus bíceps
marcados y repletos de tatuajes, su abdomen plano que lo adornaba una hermosa mariposa en tinta negra, sus enormes manos con varios anillos, adoraba saber que esas mismas lo agarraban de su cintura.

-No tenemos mucho tiempo.-
Avisó JungKook al ver la demora del otro y visualizar el reloj colgado en la pared.

-Que adelantado, quiero gozarte y
admirarte, Omega.

Eso bastó para que JungKook volviera a su trance para besarlo, en momentos que JiMin abría su boca, éste introducía su lengua y recorría la templada cavidad bucal.
El aroma del Alfa se volvía más
denso, ese olor a café recién hecho
mezclado, a libro nuevo y al que
flota después de la lluvia.

JiMin besaba el pecho del Omega,
sacándole unos dulces gemidos
de los labios finos. Pasaba sus
manos por la pancita plana,
bufó imaginándose un cachorro
suyo dentro del ojiazul. Nunca
discutieron sobre el tema, ni de que eran en realidad. Sabían que tenían que hacerlo, pero siempre que lo intentaban... ocurrían estas cosas.

JungKook ronrone a gusto, encorvando su espalda, trataba
de juntarse más con el Alfa, lo
necesitaba. Llevó una mano al
bulto del más alto y éste gruñó en
respuesta.

-Ni disfrutar tranquilo se puede.-Se quejó el rizado en forma de burla. El otro solo rió y unió una vez más sus bocas antes de bajarse del tocador para ir poco a poco agachándose hasta estar en frente de los pantalones del contrario.

Miró hacia arriba en espera de
una aprobación para seguir con su trabajo.

-Hazlo bebé. Todo tuyo.