•2•
JiMin toqueteaba la cintura
de JungKook, bajando y subiendo
hasta colocarlas en su lugar
inicial, ínterin este mantenía sus
manos en la cabeza del mas alto,
revolviéndole el pelo, apretando
más sus piernas alrededor de JiMin. Lo único que se oía en aquella habitación eran chasquidos y besuqueos. Agradecían de que ya había terminado la función y todos
se hayan marchado hasta sus casas-
-JungKook te olvidaste tu mochila en el mostrad-
Yoongi estaba entrando con sus
pertenencias en mano, se quedó
inmóvil hacia la sesión de besos de aquellos dos. JungKook abrió los ojos de golpe mientras desenredaba sus piernas de la cintura de JiMin.
En cuanto el mayor solo sonreía
metido en el espacio del cuello y el
hombro del más bajo.
-¡Yoongi! Oh Dios, lo siento tanto, y-yo..
-¿Desde cuando eres religioso -Susurró JiMin aspirando un
poco más el increíble aroma de ese Omega que lo traía loco.
-Está bien Koo, yo solo...-
Carraspeó un poco mientras
rascaba su nuca y dejaba el bolso a un lado de la puerta, en una mesita en donde se encontraba el bolso de JiMin.- dejo esto aquí y... sigan con lo suyo, solo... cierren cuando salgan. Adiós, buenas noches.
El rubio salió casi corriendo de la
habitación.
JiMin reía en silencio mientras abrazaba más al ojiazul. Este se
permitió reír mientras le pellizcaba uno de los bíceps formados, y apoyaba su cabeza en el pecho, Llegaba a ver su mariposa tatuada al tener la camisa a medio desabrochar.
-¡Dijiste que no había nadie!-
Chilló. El más grande soltó una risa más grave y fuerte.- Por favor, ¿Que quieres? ¿Que nos agarren a medio follar?
-No es mala idea...- Recibió un
golpe más fuerte en el pecho que
lo hizo soltar un suspiro de risa.-Ya, vamos... ¿O quieres seguir? La verdad que no tengo problema-
-Ya cállate. Demasiada vergüenza
por hoy, tengo que ir a mi departamento.
-Bueno en ese caso, te acompaño.
-Ni de broma-- Fue lo último que
dijo antes de empujar al rizado,
le dió un piquito en los labios y
comenzó a caminar hacia la salida con su mochila ya su espalda.
JiMin se quedó un rato más con la
espalda pegada a la pared, sentía
una punzada en su entrepierna,
bajó la mirada y.. mierda.
-No calientes la comida si no te la vas a comer.-bufó, agarró su bolso y salió de aquella sala de maquillaje.
•♡•
Iba caminando por las calles oscuras y templadas de Londres, con sus auriculares reproduciendo "Feeling Good- Michael Bubble" mientras movía sus caderas y sus brazos, Se sentía como si estuviese en una película de los 60s, que las miradas de todos estuviesen sobre él. Todo iba bien en su mente hasta que...
Se chocó con un poste.
-¡Mierda!-gritó bajito frotándose
su frente.
Miro el poste frente a él-Puto
palo.-Lo pateó y siguió caminando
como si nada.-¿Quien carajos
pone un barrote en medio de la
vereda?
En realidad el poste no estaba en el medio, de encontraba en su lugar, al lado del borde de la calle. Pero su orgullo no se permitiría aceptar eso.
Entró al pasillo de su
departamento, saludando a la
viejita de al lado. Que se dedicaba a hablar sola con sus plantas... no la juzgaba, él hablaba con su hurón.
Metió la mano en el bolsillo de su
campera, hrgueteando sobre todas las cosas que guardaba ahí. Sacó dos cosas, sus llaves y.. el anillo de JiMin.
Suspiró mientras metía la argolla
devuelta adentro y metía la llave a
la cerradura.
Entró a su zona de comfort, cerró
la puerta con seguro, tiró la
mochila al costado de la puerta y se desparramó por el sillón sacando su celular. Sonó apenas se activó el internet.
Mensaje de Jinie✨:
Cierra la puerta la próxima vez
¿De qué hablas?.-.
Por si no te enteras, el rubio ese que lo has visto más de 80 veces, es mi novio, ¿te crees que no me contaría?
Ya perdón, tienes razón, cambiando de tema... ¿vendrás a verme?
Seguramente mañana, enano
:) Descansa.
Buenas noches bombón
Ugh
Sonrió al ver el último mensaje,
dejó el celular en el sofá. Fue hasta su habitación, no muy grande.
Le bastaba sólo con una cama de
una plaza y media, un estante con
varios libros, el armario que tenía
una gran cantidad de zapatillas,
un escritorio pequeño que tenía un retrato de su madre y él... Suspiró ante el recuerdo de ella, puso sus dedos en su boca, dio un beso casto y pegó sus dedos a la foto, en forma de cariño. La extrañaba.
Se sacó la gabardina negra y se
dirigió hasta donde estaba su pequeña mascota.
-Hola mi bebé, ¿Cómo estás mi vida?- Lo agarró entre sus manos y le dió mimos hasta sentir su naricita en su cuello, acurrucándose. Rió en suspiros y dejó al pequeño animal en la cama.
Se encaminó hasta el baño, se dió una ducha disfrutando de las caricias que se proporcionaba en su cabeza. Una vez terminado, se cepilló los dientes y se vistió con el pijama.
Buscó un vaso de agua en la cocina, y la comida de su hurón. Se guió de regreso a su pieza y se sentó con la computadora en su regazo.
Comenzó a ver videos de moda, para dar ideas en su trabajo para una próxima presentación. Miraba a las hermosas modelos, se sintió un poco incómodo al ver que no había muchos hombres omegas, se había acostumbrado a ello, no era muy normal ver a un chico de su clase. A veces lo hacía sentir especial y otras... raro.
Se bloqueó a pensar en esas cosas.
Guardó su portátil en la funda, vació el líquido del vaso y se dió vuelta con la intención de dormir.
Pero de todas formas, ese
sentimiento extraño de sentirse
menos, seguía presente.
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