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•13•

—¿YoonGi?

—¡JiMin! ¿Cómo está JungKook? ¿Despertó? ¿Ya comió? ¿El cachorro está bien?

—Bueno, calla ya. Si está bien, todavía no despierta, pero no es nada grave. ¿Dónde está Hwasa?— El Alfa miraba para el lado contrario, en el lugar de los asientos.

—Seguramente follando, ¿Por?— Lo dijo tan tranquilo mirando sus uñas que JiMin casi se disloca el cuello cuando lo miró de frente.

—¿Qué?

—Conoció a una tal Caire o algo así, y cayó más rápido que yo cuando vi a Jin.

—Oh. Pero no podemos quedarnos aquí, tenemos que irnos. Yo me iré con JungKook y TaeHyung a su departamento, y ustedes van al apartamento de al lado.

—Ajá, ahora dile eso a Hwasa.

El rizado rodó los ojos.— Búscala, y ve para la enfermería cuando estén juntos. Yo volveré con Kook.

—Bueno, si veo algo que no quería, va a ser tu culpa.

El Alfa ya ni lo escuchaba, estaba dando paso para atrás.

—¡Por fin no me gruñes, eso es un buen comienzo!

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TaeHyung estaba mirando fijamente a JungKook, viendo cada uno de sus respiraciones, observando algún movimiento de indicio de que despertará.

Y pasó.

Movió uno de sus dedos de las manos, empezó a pestañear pero sin abrir los ojos, levantó la mano y se tapó el rostro, la luz lo estaba matando.

—¡JungKook! Soy yo, TaeHyung. No hagas mucho esfuerzo, ya podrás levantarte todo, tu esposo ya vendrá.

Louis sonrió al escuchar eso, pero sentía un frío en todo su estómago, cuando abrió sus ojitos vio que estaba semidesnudo.

Por instinto se tapó todo con sus manitas pequeñas. TaeHyung abrió la boca en forma de "o" y fue a buscar una bata al fondo.

JiMin ingresó por la puerta, y cuando vio a su pequeño tapándose, casi se tropieza.

—¡Omega! ¿Estas bien? ¿Pasó algo?

—A-Alfa.— Estiró sus manos hasta la cara del mayor, lo apretó contra si en un abrazo tembloroso.— ¿Dónde estoy y p-por qué estoy casi desnudo?

—Oh pequeño. No pasa nada, fue solo un idiota inservible que ya obtuvo su merecido, pero igual debemos irnos.

—¿A dónde?                

—A la casa de TaeHyung.

—¿TaeHyung? ¿El recibidor del hotel?

—Si. Yo te cuidaré, él solo nos brindará casa y comida.

—Toma la bata.— El chico apareció con un pedazo de tela en manos.— Hola otra vez.

Cuando el muchacho intentó acercarse, recibió un manotazo y una mirada intimidante del Alfa. Le quitó la bata de las manos y ayudó a su Omega a colocársela.

TaeHyung lo miró con el ceño fruncido y con los brazos cruzados, con su cadera de costado mirándolo fijamente y de mala gana.

—No podremos convivir si te la pasaras gruñéndome con perro.

JungKook rió y JiMin se echó para atrás en su silla.

—¿Qué le hiciste al Alfa que me tocó?

—Lo maté.

—Oh... Espera, ¡¿Qué?!— El castaño abrió los ojos exageradamente, mirando al Alfa que siempre lo mimaba por las noches y las mañanas.

—Lo asesiné, ¿Quieres que te lo explique con dibujitos?

—¡JiMin! ¡Te pueden meter preso por eso!

—Oh no, tranquilo. Es normal aquí. Una vez que vuelvan a Londres, será como si nada. Pero hay que tener cuidado de que Piaret no sepa quien atacó a Gonzalo.

JungKook miró de vuelta a su Alfa que estaba frotándose contra su hombro, no prestaba atención a la charla solo estaba en busca de mimitos. Y eso hizo.

Empezó a tocarle su cabello, acariciando los pelitos cortos de la nuca, enredando su dedo en los rulitos pequeños que se formaban. Éste ronroneó a gusto.

TaeHyung comenzó a sentirse mal tercio, así que avisó que iría afuera a tomar un poco de aire. Louis siguió acariciando todo el cuello del mayor, subiendo hasta su cabellera y bajando hasta sus omoplatos.

—¿Estás mejor bebé?

—Si, creo que por el susto me desmayé.

—Casi me da un paro cuando te vi sin moverte.

—Pero ahora estoy bien Alfa, mejor ya que estoy contigo y el cachorro en mi vientre.

—¿Cuando comenzará a notarse? Quiero verte así.

—En el tercer mes, por ahí. Pero estaré más gordo, y seguramente tendré estrías por todos lados.

—No me importa. Tú ya eres bello con cualquier cosa que tengas.— Se separó del pecho del Omega y agarró los pómulos entre sus manos, le dio un corto beso antes de repartirle varios por todo su rostro. Sacándole risitas al menor. Por último bajó hasta su pancita y le levantó un poco la bata, besó el vientre y le susurró cosas que JungKook no llegaba a escuchar.— Dice que eres precioso, y que serás la mejor mamá del mundo.

El castaño se le aguaron los ojos y atrajo a su Alfa más cerca. Éste subió su rodilla a la camilla y comenzó a besarlo lentamente sin apuros. Disfrutando de la tibia boca del contrario.

—¡Recién despierta y ya quieren hacerle un hermanito a su cachorro!— YoonGi y Hwasa estaban entrado a la unidad médica con sus valijas ya en mano.
                                          
JungKook quebró el beso y se escondió en el pecho del Alfa, que estaba bajando su rodilla y acomodándose para tapar a su Omega y ver a los traidores que les jodían siempre sus momentos íntimos.

—Hola Kook.— Saludó la morocha acercándose al castaño, mirando al Alfa que veía cada uno de los pasos. Le sacó la lengua y abrazó a su amigo. El rizado desvió su vista para no gruñir.

—Veo que ya están todos aquí— TaeHyung estaba entrando con un cigarro detrás de su oreja.—, cuando quieran, me avisan y nos vamos.

Todos asintieron y empezaron a agarrar sus pertenencias, ayudaron a Louis a poder levantarse. Por suerte no tenía molestias al caminar.

•❅──────✧✦✧──────❅•


Cuando llegaron al departamento, YoonGi y Hwasa se despidieron en la entrada del apart, mientras que la pareja y TaeHyung, estaban entrando al hogar de éste.

—Cualquier incomodidad que tengan, avísenme y lo trato de solucionar. Su habitación es la de arriba, hay una cama matrimonial. Yo dormiré aquí abajo.

—Oh. Gracias TaeHyung, si quieres podemos dormir aquí.

—No, no, esta bien no te preocupes. Sientanse cómodos, allí está la cocina, a lado el comedor, arriba hay un baño y aquí también hay uno más chico. Este es el living o sala de estar, como le digan.— Indicó todas las partes del departamento y se dio vuelta para ver a los invitados.— Espero que sea de su agrado. Solo pido que no tengan sexo. Perdón si es algo muy importante para ustedes pero por favor.

A JungKook se le encendieron las mejillas y JiMin se les formaron un par de hoyuelos.— No pasa nada, estamos bien.

—Gracias. Pueden subir si quieren. Recién es mediodía, yo les aviso, cualquier cosa está la heladera. Tiene un par de cosas.

Los dos asintieron y fueron hasta su respectiva habitación. No era algo inmenso, pero tenía su agradable espacio. Contaba con un armario chico marrón de madera, una cama de dos personas con un afelpado blanco, su piso era de madera oscura que hacía resonar cuando pisaban. Colgaba una lámpara común y de buena luz.

JungKook directamente se tiró a la cama, por fin una normal. Se le levantó un poco el buzo verde que era de Harry. Se había vestido antes de salir.

El Alfa aprovechó a apretar esas curvas apetitosas, subiendo y bajando hasta sus glúteos y de vez en cuando apretándolos.

—Dijo que no podemos tener relaciones.

—Diji qui ni pidimis tinir rilicionis.— Imitó la voz chillona de Louis e hizo que éste apartara las manos del Alfa y se metiera abajo de las sábanas.

—Te iba a proponer hacerlo en silencio. Ahora por burlarte, te jodes.

JiMin no lo permitió. Se abalanzó al ojiazul y comenzó a besarlo, peleando para ver quien ganaba.

Como siempre, el más grande resultaba victorioso.

—Te amo pequeño.

—Yo más Harold.

—No me llames así.

—Ok, Harold.

Otra vez, peleas de cosquillas.

—¡Bandera blanca! ¡Bandera de rendición! Tu ganas.— JungKook lo miró con adoración unos segundos.— Ya bésame.

Y JiMin no podía oponerse a eso.

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