Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

de


Esa noche, Joel estaba en su taller, de nuevo ocupado en algunos ajustes de relojes, pero su mente no podía evitar divagar. Había algo en el aire que lo mantenía inquieto. La conversación con Suika, la pregunta de Ryusui, su propio desconcierto... todo se acumulaba en su mente como una pesadilla que no podía resolver.

De repente, un murmullo proveniente del pasillo alcanzó sus oídos. Era una conversación casual, pero las palabras se colaron en su conciencia de una manera incómoda, como un estilete afilado que se incrustaba en su mente.

—Oye, ¿no crees que Ryusui y François sean pareja? —una voz masculina dijo con tono bajo, asegurándose de que nadie más los escuchara.

Joel detuvo lo que estaba haciendo, casi sin darse cuenta. Su corazón dio un salto en su pecho, y sus dedos se cerraron sobre la herramienta que sostenía. 

"¿Ryusui y François...?" pensó, pero antes de que pudiera procesar la idea, continuaron.

—Sí, ¿no? Se conocen desde antes de la petrificación, son amo y sirviente... y llevan años de conocerse. —La otra voz era femenina, un tanto curiosa. —Sería raro si no fueran algo más, ¿no?

Joel se quedó inmóvil, sin querer moverse, como si el sonido de esas palabras pudieran detenerle el corazón. Sus pensamientos comenzaron a acelerarse y a chocar entre sí. 

¿Una pareja? 

La idea no le parecía posible, pero de alguna manera, algo en su estómago se revolvía al escucharla.

La conversación continuó, pero Joel ya no podía escucharla claramente. Las palabras estaban retumbando en su cabeza, como un eco que no dejaba de crecer. 

¿Ryusui y François... en serio?

Para Joel, esa idea no era algo con lo que pudiera lidiar fácilmente. 

"¿Por qué me molesta tanto?" se preguntó, pero no encontraba una respuesta clara. 

No tengo derecho a pensar en eso. No me corresponde. 

Pero aún así, algo dentro de él lo hacía sentirse incómodo, casi celoso, aunque no quería admitirlo.

Unos minutos pasaron, y la conversación en el pasillo se apagó. Joel trató de concentrarse en lo que estaba haciendo, pero la imagen de François y Ryusui como una pareja no dejaba de rondar por su cabeza. ¿Es eso cierto? 

¿Habían estado juntos todo este tiempo y Joel no se había dado cuenta? ¿Y por qué, de alguna manera, eso le afectaba tanto?

El reloj en su mesa emitió un pequeño sonido mientras el segundero avanzaba, pero Joel no lo escuchaba. Todo lo que podía oír era la conversación que había oído, y el retumbar de su propio corazón, acelerado por la idea que acababa de surgir. 

"¿Qué significa eso para mí?" Pensó, mordiéndose el labio inferior. Su mente no dejaba de darle vueltas a la misma pregunta.

Se quedó allí, en silencio, mirando al vacío, sintiendo como si una neblina de confusión lo envolviera. Los minutos pasaron sin que Joel lograra encontrar una respuesta clara. 

"¿Qué estoy sintiendo?" se preguntó, pero no pudo encontrar ninguna lógica detrás de esa incomodidad que lo envolvía.

Al final, Joel tomó una decisión. No podía dejar que esa conversación lo afectara más de lo que ya lo había hecho. Tenía que hablar con François, tenía que saber qué estaba pasando, aunque temía lo que pudiera descubrir. Pero algo en su interior le decía que tenía que hacerlo, que necesitaba aclarar las cosas, incluso si eso significaba enfrentarse a la verdad que, de alguna manera, le estaba aterrando.

Esa noche, se fue a dormir inquieto, con los pensamientos a mil por hora, y con una sensación extraña que no podía ignorar. Cuando cerró los ojos, lo único que podía ver era la imagen de François y Ryusui juntos, pero también sentía algo dentro de él que lo empujaba a actuar. 

"¿Qué debo hacer?" pensó, con la duda apretándole el pecho, sin poder hallar una respuesta fácil.

Al día siguiente, cuando la luz del sol comenzó a colarse por la ventana del taller, Joel se levantó temprano. Se sentía más decidido que la noche anterior, aunque la inquietud seguía allí. Tenía que hablar con François, y lo haría hoy. 

"No puedo seguir sin saber qué está pasando entre ellos, y si esto me afecta, tengo que afrontarlo." 

Pensó mientras salía del taller y se dirigía a la cocina.

El día estaba comenzando, pero para Joel, la tormenta interna que había comenzado con unas simples palabras de conversación seguía haciendo estragos en su mente.

Joel llegó a la cocina justo cuando vio a François cargando una caja pesada, claramente luchando un poco para llevarla a la mesa. Sin pensarlo, se acercó rápidamente y se ofreció a ayudar.

—Déjame, te ayudo con eso —dijo con tono firme, sin esperar respuesta. François, con una ligera sorpresa en los ojos, asintió y le pasó la caja sin objeción.

Al cargarla, Joel sintió una extraña mezcla de satisfacción y nerviosismo. La caja no era liviana, pero tampoco demasiado pesada. Sin embargo, el hecho de estar tan cerca de François, sentir la cercanía de su presencia, hizo que su corazón latiera con más rapidez de lo que le gustaría admitir. ¿Qué me está pasando? se preguntó, sintiendo la presión de la situación.

Finalmente, llegaron a la mesa, y con un pequeño esfuerzo, depositaron la caja en su lugar. François le dio una mirada de agradecimiento, una sonrisa ligera en sus labios.

—Gracias, Joel. —Su voz sonaba calmada, pero había algo en su tono que lo hacía sonar... accesible, más humano, si es que eso tenía sentido.

Joel, aunque le hubiera gustado quedarse allí, se sintió un poco incómodo con la cercanía. A pesar de la gratitud que recibía, la inseguridad de no saber si estaba tratando a François como debía lo mantenía en una especie de lucha interna. ¿Estoy haciendo lo correcto? ¿Debo actuar diferente?

—No es nada —dijo, rápidamente, restando importancia al favor que había hecho. —Lo menos que podía hacer. No soy tan fuerte como los demás, pero... hago lo que puedo.

François sonrió con una ligera inclinación de cabeza.

—A veces lo más importante no es la fuerza física, sino la voluntad de ayudar cuando se necesita. Y yo aprecio eso —respondió, aún con esa calma que le era tan característica.

Joel asintió, sintiéndose un poco mejor, pero al mismo tiempo, esa frase le dejó una sensación extraña. Como si, de alguna manera, François estuviera mirando más allá de sus palabras, como si en ese breve intercambio hubiera algo más, algo que no podía definir con claridad.

El silencio entre ellos se hizo más profundo por un momento, y Joel sintió que la oportunidad de hablar sobre las dudas que rondaban su mente se desvanecía rápidamente. No quería parecer raro ni forzar una conversación incómoda, pero al mismo tiempo, la necesidad de saber más sobre François y la relación con Ryusui le apretaba el pecho.

—François... —empezó, un poco titubeante, y se quedó pensativo por un segundo. ¿Cómo le pregunto esto sin que suene extraño?

Pero antes de que pudiera continuar, François lo miró con atención, notando la incertidumbre en su rostro.

—¿Pasa algo, Joel? —preguntó, sin cambiar su tono amable. Parecía genuinamente interesado en lo que él pudiera tener que decir.

Joel se mordió el labio inferior, indeciso. ¿Es ahora el momento? ¿Debería preguntar directamente sobre Ryusui? La idea de que François pudiera estar molesto por la simple mención de esa posibilidad lo detenía. A pesar de todo, sabía que tenía que salir de su incertidumbre.

—Bueno... —dijo finalmente, con un suspiro, como si hubiera tomado una decisión. —Es solo que... últimamente, me han estado diciendo cosas... sobre ti y Ryusui. Sobre su relación, quiero decir. La gente dice que ustedes dos han estado juntos desde hace mucho tiempo... y no sé, me dejó pensando. Me preguntaba si... si eso es cierto.

La pregunta salió sin que pudiera controlarla del todo, y al instante, Joel sintió una mezcla de nervios y expectativa, preguntándose si había hecho lo correcto. ¿Había traspasado un límite? ¿Había causado incomodidad con esa pregunta? ¿François reaccionaría de manera extraña?

François lo miró fijamente por un momento, su rostro en calma, sin mostrar sorpresa ni molestia. El silencio se extendió entre ellos, pero no de la manera incómoda que Joel esperaba. Finalmente, François soltó un leve suspiro, como si hubiera tomado una decisión en cuanto a lo que quería decir.

—Bueno... —empezó, tomando su tiempo, mientras miraba a Joel a los ojos. —Es cierto que Ryusui y yo nos conocemos desde hace mucho tiempo, pero nuestra relación es... compleja. Hemos sido compañeros, amigos y... en algunos aspectos, incluso como familia, debido a lo que hemos pasado juntos. Pero lo que las personas ven... lo que la gente interpreta... no siempre es tan sencillo como parece.

Joel escuchaba atentamente, buscando cada palabra, sin querer interrumpir. No sabía si François lo estaba guiando por un camino de entendimiento o si realmente había algo más que no quería decir.

—Entonces... ¿no son pareja? —preguntó, finalmente, con un tono suave, sin querer forzar demasiado la respuesta.

François se quedó en silencio por un momento más largo del que Joel esperaba. Parecía pensativo, como si estuviera valorando cómo responder.

—Lo que sea que la gente piense, es complicado. —François finalmente respondió, su voz más seria. —No somos pareja en el sentido convencional. Pero nuestra relación va más allá de lo que la gente podría esperar de un amo y un sirviente.

Joel asintió, intentando procesar todo lo que acababa de escuchar. Había algo en la forma en que François lo decía, algo que indicaba que tal vez había más detrás de su relación con Ryusui, pero sin importar lo que fuera, no lo diría tan fácilmente.

—Ya entiendo... —dijo Joel, sintiéndose aliviado, pero también con la sensación de que aún no había llegado a toda la verdad. Sin embargo, algo le decía que no podía presionar más.

François sonrió suavemente, como si hubiera sentido la tensión en el aire desaparecer.

—Gracias por preguntar, Joel. —dijo finalmente. —A veces es más sencillo entender las cosas cuando no se asume nada.

Joel sintió que, de alguna manera, un peso se había levantado de sus hombros, pero aún quedaba la incertidumbre. Sin embargo, al menos ahora sentía que había dado un paso hacia una respuesta, aunque incompleta. Y por primera vez en mucho tiempo, se sintió un poco más en paz con sus propios pensamientos.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro