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Tres


La secion fotográfica con temática de estampados fue una de las favoritas de el doncel. El estampado y el cuero le quedaba para morirse, todos están seguros de eso.

El fotógrafo no tenía que decirle cómo colocarse, pues el chico sabía como debía posar y como moverse.

Todos en el gran lugar donde se tomaban las fotografías habían dicho que era una Zendaya de Asia, y se podía decir que tenían razón.

Zendaya, es una gran modelo que siempre deja en alto aquella marca que modelaba y Taehyung si que quería ser como ella. Quizás le faltaban años de experiencia pero eso es lo de menos si existe motivación en su corazón.

Después de largas horas posando a la puerta principal de el gran salón llego una gran motivación para el pelinegro. Jungkook había entrado a el lugar a ver como iba todo según lo que el había dicho cuando le preguntaron, pero en realidad iba a ver a el modelo.

Con las dos manos en los bolsillos de sus pantalones negros que hacen juego con su traje bien arreglado, Jungkook se comía con la mirada al pobre modelo que bajo a aquella atenta observación se ponía nervioso.

Jeon se movió a la gran pantalla donde aparecían las fotografías tomadas y de lo hermosas que estaban ni arreglos necesitarían.

El doncel estaba hermoso con esa camisa blanca que hacía contraste con aquel abrigo con estampado de leopardo, y lo que más excitaba era ese lindo piercing falso en su labio.

Escuchar los halagos de parte de él fotogro hacia el chico enojaban un poco a Jungkook, pero Taehyung se los merecía.

Merecía toda la puta atención que todos le daban en el lugar, olvidándose de que el Jefe estaba en la habitación.

-Señor, que gusto verlo- dijo una de sus empleadas que estaban en el salón y era la encargada de el maquillaje de el doncel. -Es un gran modelo- volvió a decir en un susurro viendo las mismas fotos que veía Jeon.

Jungkook no respondió, estaba hipnotizo obsenvardo a el chico y ni hablar de aquellas poses comprometedoras que lo hacían querer sacar a todos de el salón y quedar solo con el doncel y hacerlo suyo sobre el mismo sillón en el que posaba y controlarlo como plasca.

Para alejar aquellos pensamientos fetichistas, sacudió un poco su pelo, acomodando lo después y así sin decir nada marcharse.

Luego de unos minutos el trabajo terminó y Taehyung solo podía agradecer que haci fuera.

-En la semana haremos unas fotos grupales con unos modelos más- dijo el fotógrafo desmontando todo.

-Claro- dijo Taehyung parándose de donde estaba sentado.

El doncel salió de el lugar después de quitarse solo la chaqueta y dejarla donde estaba los demás cambios de ropa.

Estaba tan cansado que dormiría una o dos horas en el cómodo sillón de su camerino y pensar en eso era como ver el paraíso.

Al entrar al lugar muy iluminado que se hacía llamar su espacio privado, se sentó en unas de las sillas que estaban al frente de el gran espejo para desmaquillarse un poco y quitarse el apretado piercing de su labio, pero cuando miro por el espejo vio a el hombre que estaba sentada en el sillón mirándolo atentamente.

-¡No puede ser!- grito parándose y poniéndose de frente a Jungkook que estaba muy tranquilo en el sillón. Jeon tenía las piernas cruzadas con los brazos en el sillón y con esa simple pose tan elegante y ese pulcro traje negro como la noche, se veía tan sexy que debilitaba al pobre doncel. -Señor, no sabía que estaba aqui- sin poder respirar Taehyung se acomodó en el estante donde estaban todo los productos de belleza y se recostó de el colocando una mano en su pecho y otra al lado de su muslo.

-Estaba viendo las fotografías de hace un momento, y dejame decirte que me impresionaron más de lo debido- dijo Jeon levantandose. -Te ves muy caliente haciendo hasta las cosas más simples- volvió a decir acercándose en sobre manera a el chico.

Taehyung tubo que levantar la mirada para ver a el hombre pues estaba muy cerca y por estar sentado en el estante estaban en diferencia de altura. En aquella pose sen sentía inferior a aquel hombre, pero si se trataba de Jeon no importaba en lo absoluto.

-Al parecer me a estado observando mucho si sabe que haciendo cosas simples me veo sexy- dijo Kim en un susurro.

Jeon llevo un dedo a su labio donde estaba la argolla, Taehyung solo pudo cerrar los ojos por lo bien que se sentía aquella sensación.

-Sabes que si- el castaño si alejar la mirada de los labios ajenos que se veían exquisitos y deseables, le hacían querer aprovecharse e irrumpir en ellos y en busca de una invitación movio levemente el labio inferior hacia abajo para luego subir la mirada a los ojos azules que tanto le gustaban para que le diera el permiso de besarlo.

Taehyung no tubo que decir nada con palabras, pues el castaño sentía lo que el otro quería y sin decir más bajo la mano a la mandíbula de el doncel, apretando levemente, mientras lo besaba de forma brusca y dominante.

Jungkook bajó una mano a los muslos de el pelinegro, apretando y separando para pararse entre ellos y tener más cercanía. El beso en cada segundo que pasaba se hacía más brusco y ni tirando algunos productos de el estante a el suelo se separaban.

Taehyung se acomodó más donde estaba sentado y enrredo sus muslos a las caderas de Jeon, mientras con sus manos acariciaba sus mejillas, su cabello y párate de su cuello.

Ese había sido el más candente beso que le habían dado en su puta vida, y quizás estaba siendo el mejor.

El castaño se separó un momento para respirar y Taehyung aprovechó para quitarse el piercing que le molestaba en sobre manera desde un buen rato, pero quien era el para romper el beso que había esperado por semanas, solo por que el tonto arete le molestaba.

-Me contuve mucho por hacer esto- dijo el castaño acariciando los muslos de el doncel que todavia estaban atrapandolo cerca de el pelinegro.

-Ya me di cuanta- respondió sonriendo, mientras arreglaba su cabello que seguramente era un desastre.

-Tengo que irme. Solo vine a decirte que en dos días debes ir a nueva York a una sección de foto para una revista famosa- Jungkook lo vio abrir los ojos en grande, pues era su primera secion para una revista de modas.

-¿Ire yo solo?.

-Iras con dos guardaespaldas y Nicole que es la traductora de los modelos cuando van a eventos fuera del país- termino de decir viendo a el doncel hacer un puchero al que beso. -Me tengo que ir.

Y con eso se fue, dejando a el pelinegro en las nubes.

La llegada a Nueva York había sido una locura para el pobre doncel que miraba hasta los árboles con ojos de impacto y su boca en una gran "O".

Y ni hablar de el hotel en el que se habían quedado. Las habitaciones parecían paraísos y las camas fueron como hechas de nubes, pues durmió de lo más cómodo en ella.

No había tenido tiempo de recorrer la ciudad o simplemente el hotel pues a fin de cuenta iba a trabajar, pero daba por sentado que en uno de esos días tenía que visitar por lo menos un museo de Nueva York.

Los museos de Nueva York son increíbles, y el se moría por conocer por lo menos uno.

Reaccionando otra vez a un gran edificio que se encontraba por donde pasaba, llamó la atención de la chica pelinegra a su lado.

-¿Nunca habías salido de corea, verdad?- pregunto Nicole que estaba a su lado en el auto.

-¿Se nota mucho?- dijo, mientras se acomodaba en el asiento.

-Un poco- respondió la chica con una sonrisa.

Al llegar a el gran lugar donde tomarían las fotos se sorprendió en sobre manera pues no sabía que las fotos serían tomadas al aire libre.

Jungkook no le informo nada.

No era cómo si hubiera podido, si su boca estaba estampada a la de el pelinegro por el mayor tiempo en el que estuvieron en su camerino.

-Hola chicos, soy Park Jimin y les daré una guía de el lugar y responderé preguntas que quieran hacerme- dijo un chico que reverencio hacia ellos con mucha amabilidad y gran sonrisa. -Disculpen si no entiendo bien o si termino hablándoles en Inglés, soy coreano por mis padres, pero nunca fui a corea así que no soy muy conocedor de el idioma y la cultura- se disculpo con otra reverencia.

-Hola Jimin, soy Taehyung, es un gusto conocerte- dijo el doncel dándole una reverencia y estendiondo su mano que estrecho aquel doncel rubio de baja estatura.

El doncel pelirrubio le mostró todos los lugares donde tomarían fotos, la gran casa de el lugar le hizo querer casarse, tener 5 hijos y mudarse a esa gran casa de campo.

Todos los atuendos y materias que utilizarían eran hermosos a sus ojos. Taehyung estaba encantado con todo lo que veía y estaba emocionado por la iniciar la secion.

Conocer a las personas con las que trabajaría fue de lo más abrumador por no entender de lo que hablaban, Nicole tubo que traducirlo todo lo que decían y estaba más que agradecida con ella.

El trabajo había iniciado, y cuando se colocó el primer outfits recibió muchos halagos de todos los presentes y miradas coquetas de parte de él asistente de el fotógrafo y quizas el chico parecía de algunos 5 años menor que el, pero un poco de diversión a el ambiente no le haría daño a nadie.

Las horas habían transcurridos con éxito y las fotos habían salido de maravilla.

Había nacido para eso.

-Sir Kim...- El fotógrafo llamó su atención y el supo que le hablaban a él por la mensión de su apellido. -We are done for today- dijo el hombre con una gran sonrisa a la que el respondió con otra en lo que Nicole le traducía lo que había dicho.

~Señor Kim... hemos terminado por hoy~

Taehyung solo asintió llendo con la maquinista para quitarse todo el maquillaje y el atuendo.

-Oh sir Jeon, what a pleasure to see you here- el doncel había escuchado a lo lejos pero no presto atención hasta que Nicole le informó que el señor Jeon se encontraba en el lugar.

~Oh, señor Jeon, que placer verte por aquí~

El pelinegro no podía con tanta felicidad al saber que aquel hombre apuesto y elegante que tanto le encendía estaba en el mismo lugar estaba el.

Luego de todos ir a saludar a Jungkook, quien solo miraba a Taehyung desde la distancia pues ninguno de los dos se acercó a el otro para saludarse, ya que cada uno estaba ocupado con sus cosas.

El castaño se encontraba hablando con los encargados de como había transcurrido todo con su modelo, esperando el momento de que el hombre se calle para hablar con el doncel y quien sabe hacer otras cosas con su boca y por su parte Taehyung estaba ocupado con la maquilladora que duraba una eternidad en desmaquillarlo.

La mujer terminó por fin de su labor y cuando el chico se levantó de la silla casi cayendose por ir a encontrarse con el hombresote de 36 años que lo miraba con deseo desde el otro extreno del salón, pero su caminar fue interrumpido por el asistente de el fotógrafo, Alias el miraditas.

-Excuse me, you can give me your number?- pregunto el chico con su teléfono en manos.

~Disculpe, me puede dar tu número?~

Taehyung sin entender miro a Nicole que nunca se despegó de su lado para que le traducirá.

-Te pidió el número telefónico- dijo la chica.

-Oh, eres un chico muy rapido- dijo con una sonrisa viendo de soslayo a Jungkook que observaba todo sin parpadear y con el gesto de tocar la parte interior de su mejilla.

¿Por qué no jugar un poco?.

Nicole traducido lo que había dicho el doncel y el chico solo bajo la cabeza sonriendo para luego responder:

-I'm fast when I like something, I don't like to lose opportunities.
Soy rapido cuando algo me gusta, no me gusta perder oportunidades

~Soy rápido cuando me gusta algo, no me gusta perder oportunidades~

La pelinegra tradujo otra vez y Taehyung volvió a sonreír en sobre manera como si el chico hubiera dicho un gran chiste.

Quizás el chico no tenía oportunidad, pero la conversación con Jeon viéndola se estaba poniendo entretenida.

-Te lo dare- dijo estendiedo la mano para tomar el teléfono celular de el chico y anotar el numero, y quizás lo puso mal por los nervios de estar en bajo los temibles ojos de el castaño, pero quizás haiga un buen castigo después.

-Thank you- dijo el chico marchándose al instante.

~Gracias~

Al levantar la mirada a donde estaba Jeon solo vio a personas caminando aquí y allá pero de el nada.

Jeon se había marchado después de lo que había visto, aguantando las ganas de querer romperle la cara a el chico entrometido.

Acaso no sabía que estaba en horario laboral, para estar pidiendo numerito como si esta en el parque en una linda tarde.

Y hay estaba Taehyung dandoselo muy plácidamente con una gran sonrisa.

No sabía cuál de los dos lo enojaban más.

Al llegar a la suites de el hotel en donde se hospedó, que justamente era en el que estaba Taehyung, "por que claro si fue a Nueva York para ver a el pelinegro quedarse en el mismo lugar era la mejor opción" saco su teléfono para contactar a el pelinegro.

Y si, quizás fue muy duro al pedirle que cuando llegara a el hotel moviera su gran trasero a su habitación, pero en ese momento no estaba para amabilidades.

Taehyung sonrió al recibir el mensaje y al llegar a el hotel espero quedar completamente solo para pedir una llave de la suites de Jeon justo como el lo había ordenado en su mensaje de texto.

Y quizás la orden fue muy dura, pero le estaba gustando eso.

Al llegar a la habitación entró y al dirigirse a la gran sala de el lugar vio a Jeon sentado comodamente en los muebles tipo "L", estaba tomando vino de su copa y sin levantar la mirada removió el liquido de la copa de la forma más elegante posible para luego decir:

-Asi que un desconocido te pide el número y tu de buen samaritano se lo das- dijo el castaño levantado la mirada a Taehyung que estaba parado en medio de el living.

-En realidad le di uno falso- respondió elevando un poco los hombros restándole importancia.

-Pudiste decir simplemente que no, pero al parecer querías ponerme celoso, ¿o me equivoco?- Jeon persiguió con la mirada a el pelinegro que estaba dándole la vuelta a el sofá para sentarse en el.

-Esta donde y como quiero que esté- dijo mientras tomaba la botella de vino que había en la pequeña mesa frente a el y dándole un trago para luego sonreír con malicia.

-¿Por eso dejaste la nota en mi oficina pidiéndome explícitamente que no te dejara solo en Nueva York?- Jeon sonrió por como lo estaban manejando y el hasta justo ese momento se dio cuenta.

Taehyung le guiño el ojo mientras seguía bebiendo de la botella.

-Ya que está aquí hay que divertirnos. Su habitación tiene una gran piscina ¿Por qué no disfrutamos de ella?- dijo Taehyung mirando por el gran ventanal donde estaba la piscina.

-Claro- solo respondió eso bebiendo todo el líquido de su copa.

El doncel fue a su habitación con una gran sonrisa a buscar un traje de baño; Por que si, tenía unos cuantos que había empacado por si se daba la ocacion.

Al volver encontró a Jungkook recostado en una silla de playa plegable con unos lentes oscuros, pantalones de baño rojos y sin nada en la parte superior.

Parecía sacado de la película Baywatch, con esos músculos que parecen una creación única en el universo.

Taehyung estaba que votaba la baba al ver esos músculos de infierno y aquellos tatuajes que nunca pudo ver por las largas camisas que Jeon usaba.

Sin decir nada o acercarse se quitó las sandalias y cuando iba a quitarse la gran camisa blanca que tenía cubriendo parte de su cuerpo; Pues sus largas y tonificada piernas quedaban a la vista, Jeon levantó la mirada que tenía sumergida en su teléfono celular, para ver los movimientos de el chico.

Al quedar expuesto con solo el traje de baño negro con transparencia, el pelinegro se sentó en la orilla de la piscina con sus pies en ella para acostumbrarse a la temperatura del agua.

Luego de unos minutos Jungkook dejó sus lentes y su teléfono en la silla y se sumergió en el agua nadando hasta donde estaba el doncel. Cuando subió a la superficie se llevó el pelo hacia atrás con una sola mano bajo la atenta mirada de el pelinegro que solo pudo soltar una sonrisa nasal y mirar hacia otro lado.

Ese tonto hombre de 36 años lo estaba volviendo loco.

Jungkook aprovechó que el chico no estaba mirando, lo atrajo por la cintura con uno de sus brazos, para sumergirse los dos juntos.

-¡Estupido, no se nadar!- dijo el doncel luego de ser sacado de el fondo de el agua.

-A donde tan insolente, kim- dijo Jungkook con una sonrisa mientras cargaba mejor a el doncel que inmediatamente enrredo sus piernas en su cadera para no caerse, pues el lugar donde estaban era muy hondo.

-Llevame a la orilla- dijo el pelinegro enojado.

-Ganatelo.

-Tengo miedo de que me sueltes, llévame a la orilla por favor- pidió otra vez en un susurro.

-No te voy a dejar caer- dijo el castaño tomando de el cuello a el doncel para atraerlo hacia el y besarlo.

El beso fue despacio a diferencia de el primero que que habían dado en el camerino de Taehyung, pero no importara el ritmo, los labios de el doncel lo estaban matando con tanta suavidad y aquel sabor a frambuesas de su bálsamo.

Jungkook poco a poco se abría espacio en la boca de el contrario, buscando sentir la chispa que solo sentía cuando besaba aquel niñito coqueto de ojos azules.

Al terminar el beso el castaño hizo amagos de que dejaría caer a el doncel, quien patalio y golpeó a Jungkook por su actitud repentina.

Después de besos y caricias en la piscina y fuera de ella, la noche calló y el frio se volvió tan intenso que tuvieron que salir de la piscina y entrar a la casa para calentarse.

La cosa estaba en como se calentarian.

Jeon no dejó ni respirar a el pobre Taehyung, pues quería comerle la boca en cada rincón de la suites en la que estaban.

-Eres tan caliente- dijo Jeon en un susurro cerca de la boca de Taehyung, mientras le acariciaba los muslos y las nalgas tan descaradamente como era debido. -Caeré en una obsesión con tus labio.

Taehyung solo sonrió volviendo a besarlo alocadamente siendo guiado por el castaño hasta la gran cama en la que aterrizó. Jungkook se colocó sobre el cuerpo delgado de el doncel para seguir besandolo con demencia.

Las caricias, beso y palabras llenas de deseo fueron subiendo de intensidad y Jungkook solo quería conocer cada parte de la piel de aquel doncel de sonrisa cuadrada y mirada coqueta.

Jeon quería ser doctor, para hacerle un buen examen físico a el pelinegro.

Los gemidos de Taehyung lo hacían querer y desear más a el chico y sus manos traviesas se estaban encargando de darle lo que quería a gritos. Jeon acaricio y estampó sus uñas en cada parte que más le gustaban y quizás dejé unas marcas rojas en sus muslos y costilla, pero a nadie la importaba eso.

-A puesto que el chiquillo de la secion de fotos no te tocaría así...- el castaño se separó un poco para luego besar el cuello de el doncel y ponerlo a retorcerse bajo el. -Y mucho menos te besarla asi- termino de decir, mientras desataba las agujetas de la parte superior de el traje de baño a Taehyung.

-Nadie lo haría mejor que tú.

Taehyung vio a Jeon posarse sobre el sin aplastarlo, inrrumpiendo entre sus piernas y bajando lentamente a su pecho. Jeon empezó besando sus hombros bajando a su tórax y finalmente sus pezones.

Taehyung sentía que moriría en ese mismo momento.

Nadie lo había hecho sentir lo que el señor Jeon había hecho en tan solo semanas, y eso lo estaba poniendo tan dependiente de el, tan jodidamente necesitado por el.

El castaño devoró cada pezon como si no hubiera un mañana siendo motivado por los lindos gemidos de el doncel. Acariciando son suavidad por sobre la última prenda de el bañador de Taehyung, el caliente de su cavidad y de su pene lo está haciendo delirar y de un tirón se lo quitó y lo dejó a su total disposición.

Acaricio sin barreras las partes intimas de el doncel, empezando por el Delgado pene que manoseo con desacaro, bajando a su cavidad.

Taehyung era un mar de gemidos pero al sentir los dedos de Jeon intentar irrumpir en su interior lo hizo recordar su desastroso pasado al que tanto le corría. En un movimiento rápido quito a el castaño que estaba arriaba de el, bajándose de la cama lo más rápido que pudo, con lágrimas en los ojos y tropezando en cada paso que daba corrió al baño de la habitación.

-Taehyung, ¿Estas bien?- pregunto Jeon tocando en la puerta.

-P-pense que había olvidado todo, pero no se a ido- dijo Taehyung llorando por los abrumadores recuerdos.

-¿Que no se ha ido?.

-Los recuerdos de aquel bastardo tocandome- respondió el doncel con puro odio en su voz. Jungkook no sabía de quién hablaba, quizás choi u otro infeliz, lo que estaba claro era que no me decía estar vivo y el esta dispuesto a llevarlo el mismo al otro mundo.

-Por qué no sales y hablamos- el castaño intentó estar lo más calmado posible pues el chico nesecitaba un hombro en el cuel llorar y el estaba dispuesto a serlo. -Por favor, déjame consolarte Taehyung- volvió a pedir al ya no escuchar a nadie de el otro lado de la puerta.

Luego de un momento el seguro de la puerta fue quitado y Taehyung salió con lo ojos rojos y con los brazos tratando de cubrir su cuerpo como si fuera la cosa más horrenda de el universo. El castaño buscó una de las grandes sabanas de seda de la cama y la colocó por sobre sus hombros.

-Eres perfecto, no debes avergonzarte de tu hermoso cuerpo- dijo Jeon peinando los cabellos negro de Taehyung para luego tomarlo de la mano y llevarlo a la orilla de la cama para hablar o simplemente estar en silencio.

No importaba si hacía como no existiera, para Jungkook estar a su lado era suficiente.

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Así imaginé
a jungkook
en el camerino
de taehyung...
😋

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