¡Hola! Lamento la tardanza :(
Ando un poco ocupada, perdon.

Cómo seA, tomen su segundo capítulo <3

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Cada vez cuando termina alguna clase recibe unos grandes saludos de parte de sus compañeros. Lo saludan de una manera tan amistosa o amigable que les entra unas ganas de devolverle el saludo, pero mucho más amistoso.

Hoy recibió más saludos amistosos después de terminar todas sus clases. Unos estudiantes de otro grupo le habian insultado sin parar en todo el día hasta que terminaran las clases, cuando terminó las clases esos estudiantes siempre se dirigían a él para intimidarlo y que según ellos lo saludarían de una forma que no olvidará por el resto de su vida o como se lo dijeron hoy: "No te convertiras en nada".

Eso puede ser hiriente para algunos, pero para Izuku Midoriya no le importaba lo que le decían. Puede recibir todos los golpes, insultos o hasta torturas, pero con esas simples palabras no se esperó que reaccionará de otra manera.

Se supone que debe mantener su boca sellada hasta que terminen de jugar esos estudiantes con él, pero no, habló y para terminar golpeó al líder de ese pequeño grupo en la mejilla derecha.

Cuando lo había golpeado Izuku se había sorprendió de su propia acción que de alguna manera se sentía bien, pero sabía muy en el fondo que estaba mal. Él no es ese tipo de personas que resolve las cosas a golpes, y él solo lo resuelve manteniendose callado y que el destino eliga para él.

¿Pero hoy? Parece que cruzo un poco la línea, después de que el líder había recibido el golpe en su mejilla mando a sus amigos a que lo golpearan hasta que chille de dolor o cuando hasta que diga: Ten piedad.

Izuku no mencionó ni una sola palabra solo recibió más golpes, fueron un poco fuertes, pero esto no hizo que chillara y mucho menos que pida piedad. Se mantuvo callado en todo el proceso que como ni abrió la boca el líder y sus amigos deciden detenerse e iban a alejarse, pero antes le da una advertencia para así irse que según ellos volveran mañana para obtener venganza.

Todo eso ocurrió después de clases, ahora Izuku salía de los baños que recién terminó en tratar sus heridas y se dirigía a la salida del colegio. Mientras caminaba para la salida decide mirar al cielo por unos momentos que ya estaba atardeciendo, el solo no lo puede ver por los edificios que lo ocultaban, pero por lo menos puede ver los pocos rayos que daba el sol.

Por alguna razón se siente irritado. Puede que aún esté molesto por lo que había ocurrido después de clases o, ¿Será que se siente irritado por no ver al Sol?

Casi nunca se molesta por cosas tontas, solo se enoja cuando anuncian algo asombro de parte del héroe que no le gusta ver, ¿Pero esto?Parece un niño pequeño que quiere un juguete caro y no se lo dan.

Suelta un bufido y deja de observar al cielo para mirar al frente donde estaba la salida del colegio.

Debe llegar a donde su madre, quiere hablar un poco con ella para así distraerse un poco.

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Dentro de los edificios tienen las luces encendidas al igual que la luna llena que salía de su escondite. Personas con su familia entraban a sus hogares porque mañana será otro día y deben descansar. Para algunos será un largo día y para otros simplemente no tiene que hacer nada.

Izuku caminaba por ese camino que podía observar a las personas adentrandose a sus casas con la familia y hasta amigos.

Se sienta celoso.

Puede hacer lo mismo con su madre ya que es la única familia que tiene, pero le encantaría tener por lo menos un solo amigo que lo acepte tal y como es. Alguien que comparta sus mismas ideas y que sea amigable, pero parece que no hay nadie así, si seguía observando a las personas con sus amigos se sentirá más celoso y los miraría con celos. Los miraría celoso como una novia que trata de vigilar a una zorra cuando se acerca a su hombre.

Dejó de observar a esas personas para centrarse en llegar a su casa a tiempo y poder conversar a su madre.

Unos minutos después logró llegar a su hogar, pero un auto de color negro estaba estacionado al frente de su casa. Esto no se lo esperó ya que casi nunca nadie viene para visitar a su madre y solo vienen cuando sus novios están ocupados o cuando sus mejores amigas están ocupadas.

Si él fuera su madre ya las mandaría a la mierda y les diría que nunca vuelvan, pero su madre no le gusta dejar a las personas sola y si ella quiere conversar con ellas entonces debe aceptar la decisión de su madre. Lo hace porque la ama y sin ella probablemente ya estaría en alguna celda.

Dejó de mirar al auto y se dispone a entrar. Abre la puerta y entra, pero cuando entró escuchó voces que provenian en la sala. Escuchó uno, no, tres voces y hasta risas.

Cerró la puerta y a pasos lentos entró a la sala. Su madre estaba sentada con su típica ropa y al lado había una mujer de cabellos rubios puntiagudos que hablaba feliz mente con su madre.

La madre siente una presencia en la entrada de la sala y dejó de hablar con la mujer de cabellos rubios para poder dar la bienvenida a su hijo.

—Izuku, bienvenido.

El mencionado miró a su madre por unos segundos y con una sonrisa fingida dice:

—Hola mamá, no esperaba ver visitas.

Habló tratando de sonar amable, lo está intentando porque si fuera por él ya estuviera mirando a la mujer de cabellos puntiagudos con enojo. Porque él quería hablar con su madre para despegar su mente, pero parece que hoy no será posible.

—Mamá.

Una voz masculino se hizo presente haciendo que Izuku levante su mirada hacia la persona que esta sentado en un sofá y al frente estaba un televisor encendido que daba una película. Izuku miró la cara de esa tercera persona y observó cada parte de la cara del otro.

Mientras miraba, el otro hizo contacto visual con el pecoso haciendo que ambos se miren fijamente como si se estuvieran analizando.

Debe admitir que se ve bien, pero esos ojos de color carmesí lo había visto en alguna parte, posiblemente sea de un héroe que no le gusta para nada, pero puede estar equivocado y no quiere causar problemas.

Dejó de hacer contacto visual con el mayor y hablo hacia su madre nuevamente con una sonrisa fingida:

—Mamá ire a mi habitación, es un gusto ver a una de los amigos de mi madre, pero debo hacer mis deberes y estudiar.

Habló para así irse a su habitación frunciendo ambas cejas. Maldito día de mierda, él solo quiere hablar con su madre y ayudarla, pero no sé podrá. Llegó a la puerta de su habitación para abrirla, entrar y cerrarla nuevamente. Recoge unas bocanadas de aire y luego las suelta lentamente tratando de calmar su humor.

Aún se siente molesto y descansar podría ser una opción para calmarse.

Sin perder más tiempo se quita su bolso de su espalda para dirigirse a una silla y colocarla en ella. Después saca un bostezo y se dirige hacia su cama para recostarse sin importarle lo sucio o golpeado que está.

Mientras se acomoda siente sus párpados caerse y cuando estaba apunto de cerrar sus ojos para poder descansar tranquilamente unos toques en su puerta se hicieron presentes.

Izuku los ignora y cierra sus ojos, pero otros toques volvieron a sonar. Con un gruñido piensa para él mismo: ¿Acaso hoy es su mala suerte?

... puede ser.

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Capítulo Dos, ¡Listo!

—Corregido: ¿?
—¿Fallas ortograficas? Puede ser.