Autora original: CYB0R6
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Un último gemido salió de los pomposos labios de la menor. Su piel sudorosa y brillante fue besada por su dulce novia.

Cuándo abrió sus ojos adaptándose nuevamente a la luz natural de la habitación pudo distinguir esa mirada amorosa de su Jichu. Su linda Jichu.

No se podía imaginar la inmensidad de cariño y respeto que la mayor tenía para ella, pero por el desborde meloso de su sonrisa atontada y esa mirada podía al menos deducir sólo una mínima parte.

―¿Qué tanto miras? Uh...― jadeó cuando sintió que la mano de su novia abandonaba "ese" lugar.

―Nada en particular.

Jisoo dejó escapar una risita para subir su mano limpia hasta el rostro de Chaeyoung y presionar entre sus dedos las blandas mejillas rojas.

―¡Awww! ¡En serio son cómo mochis de fresa!― dijo para sacar sus manos y tomar entre sus labios la carne sonrosada.

―¡Ay! ¡Jisoo! ¡Acabamos de hacerlo!

La mayor besó de forma descuidada toda su cara apretando las esquinas de sus labios haciendo una pequeña boca de patito en la menor.

―¿Y qué? Te ves linda después de hacerlo.― le aseguró con una sonrisa.

Había algo en esos grandes mofletes ruborizados y en ese hermoso cabello desordenado que la hacía enloquecer de amor, pero lo que más amaba era ese tono cereza en esa bonita carne blanda de su rostro. ¿Cómo alguien podría tener el control de no tocarlos?

―¡Chu! bebé, para...― se quejó Chaeyoung riendo cuándo la mayor empezó a acariciar sus costados y su barriga, haciéndola retorcerse por las cosquillas.

―¡Tan linda! ¿Cómo es que tengo el honor de ser tu novia? ¿Eh?― detuvo su jugueteo para pasar un mechón de cabello que manchaba la vista del perfecto y único rostro de su Youngie.―Eres tan preciosa y perfecta en todo lo que haces,  creo que salvé al presidente en alguna de mis vidas porque no me puedo imaginar que la vida me haya dado una mujer tan perfecta como tú. Te amo.

Chaeyoung escuchaba con cuidado cada dulce silaba que salía de Jisoo, y por milésima vez en todo su noviazgo se enamoró nuevamente de ella.

―Creo que yo soy la afortunada, Jichu. No me puedo imaginar una vida sin ti haciéndome feliz.

―Y pichando tus mejillas.― dijo en borma Jisoo apretando sus pómulos aún rojizos.

―Y pinchando mis malditas mejillas.

―No puedo evitarlo. Son como una bola antiestrés.— se alejó un momento para ver la mirada reporchadora de Chaeyoung haciéndola reír.―Te ves como una ardilla.

―Soy una ardilla.― le contestó Chaeyoung.—¿Cómo puedes tener energía para moverte? Me siento muerta de cansancio.

―Tengo buena condición lo puedes notar por mi físico aunque tú debes saberlo de memoria ¿no?― se burló recibiendo un manotazo en brazo.

Jisoo se salió de la cama alegando irse a higienizar, tardo unos segundos en volver al lado de Chaeyoung con sus manos limpias y bolsas grandes de dulces que su novia amaba.

―Tu estómago ruge, lo pude sentir, bebé.

Chaeyoung apretó sus labios con vergüenza y un tanto conmovida por la amabilidad y dejó a Jisoo alimentarla, de vez en cuando adulandola otra veces simplemente robándole besos dulces.

―¿Jichu?― preguntó tímida Chaeyoung aún masticando las gomitas que trajo su novia.

―¿Uhm?― dijo con desdén acariciando su cintura absorta de todo.

―¿Podemos hacerlo de nuevo? ¿Porfi?― pidió con su voz adulzada y un lindo puchero en sus labios hinchados.

―Eres más cómo un pequeño y lindo conejo ¿no lo crees?