─Recuerda, Sunwoo hyung, que el diablo fue un ángel antes de actuar en contra de Dios.

Una canción la cual su nombre se me es que olvidado sonaba por toda mi habitación, despertándome al instante. Tallé mis ojos con mis manos mientras un bostezo se escapaba juguetón de mis labios, era lunes y me sentía perezoso, me levanté de la cama como pude sin intenciones de acomodarla luego y me dirigí al baño, tomando mi toalla en el proceso, en ese momento realmente necesitaba una ducha para relajarme y así poder acomodar mis pensamientos, los cuales corrían y hacían desastres en mi cabeza como infantes traviesos.
Luego de que Sunghoon reconociera a Seeun aquel viernes que quedamos a ver algunas películas después de ensayar, había estado muy abrumado por todo lo que me había contado hyung acerca de mi noona.

Fue difícil digerirlo, había una parte de mí que no quería creerle a mi mayor lo que decía, pero sabía que él no tenía razones para mentirme sobre su reputación y lo que había hecho Seeun en ese tiempo.
Sin embargo, estaba repleto de dudas que me atormentaron inclusive en las mañanas y no serían respondidas hasta que tomase valor para preguntarlas a Seeun.

Al terminar de asearme, volví a mi habitación e inmediatamente fui hasta mi armario a tomar las prendas con las que me vestiría ese día: vaqueros negros ligeramente ajustados con rasgaduras en las zonas de mis muslos y rodillas, una sudadera negra sin ningún estampado y unas zapatillas deportivas del color de todo el conjunto en sí.
Una vez terminé de maquillar mis ojeras que osaban a resaltar en mi rostro, salí de mi habitación y bajé las escaleras hasta llegar al comedor, en donde encontré a Seeun desayunando tranquilamente mientras revisaba algo en su teléfono. Había estado ignorando a noona desde que Sunghoon había salido de mi hogar luego de lo que había sucedido, así que fue incómodo sentarme a comer pretendiendo que nada había pasado.

Terminé rápidamente y me retiré, siendo notado por Seeun al instante─. Hey, ddeonu, ¿Quieres que te lleve?

─No quisiera molestarla noona. ─dije, jugando torpemente con mis dedos, era una costumbre que había desarrollado cuando estaba nervioso.

─No digas estupideces, vamos, hoy no tengo clases en mi primer periodo. ─me resigné a aceptar, puesto que sabía de antemano que había perdido el autobús. Fue a buscar las llaves del auto, así que tomé mi mochila y mi copia de las llaves de la casa, caminé hasta la entrada de mi hogar y luego seguí hasta llegar al vehículo. Abrí la puerta y me subí al mismo, me coloqué el cinturón de seguridad una vez que Seeun ya se encontraba sentada en el asiento del piloto, la maquinaria del auto fue encendida y partimos.

Comparado a otros días, el cielo se encontraba pintado de un gris deprimente, amenazando que sus nubes tenían ganas de llorar, al notar como se encontraba de helada la brisa, solté alguna mala palabra al no haber tomado un paraguas antes de irme. Seeun se encontraba cantado una canción de algún grupo pop de chicas, ella tenía una voz preciosa, recordaba siempre las primeras noches que pasé en Seúl, puesto que me cantaba antes de dormir como cuando éramos niños.

No me había dado cuenta de que habíamos llegado hasta que noona se estacionó, mientras desabrochaba mi cinturón de seguridad, Seeun dejó un beso en mi frente, sacándome del trance en el que estaba, aparentemente. Fue extraño, puesto que era yo quien siempre daba aquella muestra de afecto y solo pude dedicarle una sonrisa con vergüenza, tomé mi mochila y acomodé mi teléfono celular en uno de mis bolsillos para abrir la puerta del auto, arrepintiendome al instante cuando otra pregunta se asomó por mi hombro al igual que un personaje de caricatura, haciéndome tomar una bocanada de aire para poder realizarla.

─Seeun noona, usted dijo que estudió fotografía un tiempo en Irlang, ¿Por qué decidió cambiarse de instituto? ─me pareció sentirla tensa y escuchar como soltó un suspiro.

─Tuve una especie de problema con un chico cuando estudiaba aquí, él hizo algo que no me gustó y yo también hice algo que no le debió de gustar, por lo tanto, aproveché que estaban haciendo intercambios y decidí cambiar de aires. ─respondió, sin darle gran importancia al asunto.

Pude sentir como algo hizo click en mi cabeza.

Sunghoon hyung no mentía, Seeun había sido esa chica.

Pude oír como la campana del primer periodo sonaba tan fuerte solo para llegar hasta mí, me despedí de la peli negra entre balbuceos y luego de volver a abrir la puerta, salí a pasos apresurados hasta poder llegar a mi aula antes de que lo hiciese el profesor Kang Daniel.

Fue algo corto, pero espero que les haya gustado.

─Para una próxima actualización, éste capítulo debe llegar a los 12 votos!