Mi molestia es notoria, demasiado para mi gusto diría yo, con que descaro se interpone entre Jin y yo, cuando lo tuve que quitar de encima del licano y pedir que se retire para poder dialogar con mi hermano.

Debo de aceptar que no se si mi molestia es por lo que presencié o ver la sonrisa burlona de mi hermano después de aclarar que el licano solo es para divertirse mientras nos retiramos.

No puedo evitar hacer una evaluación de mi, de mi pasado, de mi presente, porque permiti ser marcada, ser tomada, ser tratada como un objeto, en que momento pase a ser el juguete cuando yo era la que jugaba, pero se muy bien la respuesta, me perdí en ese bello rostro, es esos ojos, el dia del accidente fue cuando perdí, y no por que no tuviera de otra, porque así lo decidí.

Al encontrar la mirada de Ji-yong veo su comprensión y amor, al fin sabemos que fui yo la que decidió y que el esta para mi, para apoyarme en lo que yo decida que es lo mejor para mi.

-Muchas gracias por su ayuda- Nam no puede evitar mirarme con descontento mientras de su agradecimiento.

Al momento de dirigirnos a la salida tengo que tomar toda mi voluntad para no regresar a verlo, sabia que si lo veía me quedaría a su lado, no podre irme, asi que mi atencion estaba dirigida a Jeonghan.

Ya en la camioneta la tensión es notoria, al darme cuenta que Jeonghan quiere tomar mi mano la retiro inmediatamente.

El camino fue largo, y mas por el hecho de que Jeonghan intentaba acercarce a mi cada que tenia oportunidad.

Mi decisión realmente es la correcta, no lo se, lo que se es que es lo que quiero y por lo que veré a Vladimir.

Lo que vino después fue lo peor, al encuentro de Vladimir, claramente no fuimos bien recibidos, principalmente yo, en privado las cosas no mejoran, pues mientras el defiende su posición sobre la boda, yo defiendo la mía.

No puedo negar que tiene buenas razones para casarme con Jeonghan, todo es por el bien del clan, pero donde quedo yo, hasta la eternidad es mucho para estar con alguien que no se ama.

Y ese palabra, esa simple palabra, amor, fue lo que termino con la paciencia de Vladimir, pues mientras me destruía con su mirada me recordaba que nosotros estábamos libres de esas tonterías llamadas sentimientos, no podía ser posible que alguien de la realeza creyera en esas tonterías.

Mientras el seguía explicando el porque era una ridiculez, lo entendí, y con miedo a la respuesta, con miedo a terminar con mi felicidad, la imagen de la familia que cree, me atrevo a preguntar -que somos Ji-yong y yo para ti? Sientes algo por nosotros?-

-Lo único que busco el el bienestar de los clanes a mi cuidado, y ustedes están conmigo para eso, para cuando sea necesario usarlos- la serenidad en su voz es lo mas doloroso, pero esto lo facilita mas.

-Renuncio a ti, al titulo que me diste, quiero el destierro- su fría mirada esta sobre la mía.

-Prefieres el destierro antes que la boda- solo puedo asentir ante sus palabras, deseo que se detenga, que me elija, que prefiera verme feliz y a su lado.

-De acuerdo, vete inmediatamente, tienes hasta el anochecer para salir de nuestro territorio- al decir eso me alejo lo mas pronto posible.

Soy libre de hacer lo que deseo, a pesar de sentir felicidad no puedo dejar de pensar en lo que dejo. Mientras sigo mi camino en uno de los carros que tenia a mi disposición, llega a mi el deseo de regresar, Ji-yong, Vernon, pero no puedo, y si algo me da la fuerza de no mirar atrás, es el recuerdo de esa sonrisa, esos besos y caricias.