Cap. 5
Al dirigirnos a la cabaña, me siento preocupada pero molesta, tenia sentimientos encontrados, lo cual es raro ya que el único sentimiento que soy capas de sentir desde hace siglos son odio, rencor y lujuria.
Ahora camino de un lado a otro como un animal enjaulado, lo que hace crecer mi ira cada minuto que pasa. Finalmente, la puerta se abre y Jin entra a la cabaña.
Me quedo mirándolo fijamente, trae una copa con sangre.
-Odio la sangre de animal- mi molestia era notoria.
- no te puedo dar sangre humana- sus movimientos son cautelosos -pero necesito que comas, se que tienes hambre, y estas molesta.
-bueno no necesitas ser un genio para darte cuenta-
-puedo sentir lo que sientes, es parte de nuestra conexión- la ira crece aun mas, solo deseo arrancarle la cabeza -Akasha, calmate, si me arrancas la cabeza te van a despedazar sin dudarlo -como lo sabe, me estoy volviendo loca, río irónicamente -pero si lo vemos por el lado positivo- deja la copa en la mesa de centro -te amo, antes de verte, desde la primera ves que tu aroma entro por mis fosas nasales - es tan jodidamente sexi así de serio, no puedo moverme mientras se acerca a mi.
-es una tonteria- trato de darle la espalda, pero lo evita tomando con una de sus manos mi rostro, sus dedos acarician mi mejilla, mis labios.
Me besa de manera dulce y suave, permanezco sin reaccionar, metida en su abrazo y dejo que me bese.
Cuando me agarra y me lleva hacia la cama de nuevo, no trato de resistirme de ningún modo. En lugar de eso, cierro los ojos y me entrego por completo a esa sensación.
Es dulce conmigo y mi cuerpo disfruta de este placer.
Me quedo allí tumbada con los ojos cerrados mientras me desviste poco a poco. Primero me desabotona la blusa, para seguir con mi pantalon, como si desenvolviera un regalo. Sus manos son firmes y seguras; no hay rastro de torpeza ni de vacilación en sus movimientos.
Cuando termina de quitarme la ropa, se para un instante. Siento su mirada clavada en mí y por un momento me pregunto qué observa. Sé que tengo una buena figura, delgada y tonificada, con buenas curvas. Me pasa los dedos por el estómago, lo que hace que me estremezca.
Me agrada quiero que disfrute viendo mi cuerpo con la ropa interior que tengo.Su boca recorre el mismo camino que sus dedos. Me toca el abdomen con los labios calientes y húmedos y se mueve poco a poco hasta llegar al punto donde mis piernas se encuentran apretadas y unidas. Parece que eso no le gusta, por lo que me separara los muslos con brusquedad y empieza a hurgarme la entrepierna con los dedos. Gimo debido a la tosquedad de sus movimientos y trato de relajarme para no enfadarlo aún más. Comienza a moverse más despacio y sus manos se vuelven dulces de nuevo.
Noto su calida respiración en mis partes sensibles, sus labios dentro de mí, agita la lengua inquieta alrededor de mi punto sensible, me succiona y me mordisquea.
Me agarra las piernas, que están completamente
abiertas. Me retuerzo y grito, el placer es tan intenso que me olvido de todo y me centro en el calor y la tensión que siento. Me lleva cerca del clímax, pero no me deja ir más allá. Cada vez que siento que voy a tener un orgasmo, para o cambia de ritmo, logrando que enloquezca de la frustración.
-este es tu castigo por desear ver mas a tu antiguo amante que querer estar conmigo- Me descubro suplicando, rogando, mientras mi cuerpo se arquea de manera irracional a su alrededor. Cuando finalmente deja que me corra, estoy tan liberada que mi cuerpo entero se retuerce en un espasmo, estremeciéndose y retorciéndose con la intensidad de esa sensación.
Después de terminar lo iniciado, y ya los dos completamente satisfechos, el sueño nos vence, siento el pesar en mis parpados, como se van cerrando poco a poco ante los tiernos besos que Jin coloca por todo mi rostro, mientras susurra lo mucho que me ama y desea pasar su vida a mi lado, puedo sentir su felicidad, y entiendo a que se refería Namjoon con la conexión, y por este momento decido creer que podemos estar juntos, y ser felices como en este momento.
Algo perturba mi sueño, puedo notar que Jin esta igual que yo, ambos notamos algo diferente, el aroma, Jin no lo reconoce, pero yo si, conozco muy de donde proviene, puedo sentir el miedo de Jin, y mientras el toma mi mano, yo sonrió de felicidad.
Nam nos solicito ir lo mas pronto posible a su cabaña, lo cual hacíamos en ese momento, Jin continua tomando mi mano todo el camino, mientras mas nos acercamos mas crece su angustia.
Al abrir la puerta no puedo evitar soltarr la mano de Jin para correr a los brazos de ji-yong, mientras Vernon me mira con cariño y Vladimir con cierta duda.
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