Ji-yong decide ir a buscar a su hermana, junto a su prometido y parte de su guardia, no era por el hecho de que no pudiera enfrentar a cualquiera, ya que poseía una fuerza mayor a la de su hermana, simplemente no le gustaba ensuciar su ropa.

El camino fue eterno, si bien no sabia lo que ocurría, tenia que ser grave para que Akasha se fuera de esa manera.

Entrando a la reserva de los licanos noto el olor a sangre, sangre de licanos, afortunadamente no había de su hermana.

Al llegar de donde el olor provenía pudo notar como licanos que no pertenecían a la manada de Nam se retiraban rápidamente en dirección contraria a la suya. Jin y Nam son los únicos en regresar a su forma humana, los demás de la manada continúan en guardia, Jin lanzándose sobre los brazos de mi hermana, la mirada que se dedican es una imagen hermosa a los ojos de Ji-yong.

-buena noche- interrumpe Yeonghan, Jin continua aferrandose a ella -lamentamos el haber interrumpido, pero vengo por mi prometida.

Ji-yong le ordena a la guardia el ir a buscar a los licanos que atacaron.

Cuando Ji-yong se coloca frente a Nam, puedo notar como un lobo blanco como la nieve pero con ojos de gato se coloca al lado del lider.

Conversa con el lider sobre lo ocurrido y el porque de la pelea por el territorio. Algo dentro le obliga a mirar repedidas ocaciones al lobo blanco, estaba ipnotisado ante la bellesa del licano, pero eso no era el porque de su interes, era algo mas, mientras intenta averiguar el porque de su atraccion, Nam interrumpe para agradece la intervencion, ya que aunque ellos son mas fuertes al superarlos por número no sabían si ganarían.

Nam los invito a una reunión, de camino a la aldea, Ji-yong no sabia como definir la sensación que le causaba el licano cada que accidentalmente su cola rosa su mano.

De lo único que estaba seguro era que quería que el licano regresara a su forma humana y clavar sus dientes donde mas se le permitiera, imaginaba como seria el sabor de su sangre, como serian sus piernas, deseaba tomarlo.

Al llegar a la aldea el licano blanco se transforma dando paso a un hombre de complexión similar a Ji-yong, pero de piel mas blanca, los demás lo siguen.

Ji-yong, sentía que perdía el control que quedaba en el, si bien el licano era mejor de lo que se había imaginado, su imaginación lo estaba matando, ya que podría asegurar que el licano le dirigía miradas tan intensas como las que el le otorgaba.

Durante el festejo Nam presentaba a los demas, Ji-yong hace lo mismo, Yonngi, muy lindo nombre, adecuado para el, no pudo evitar pensar, muy a su pesar presebto a Yeonghan como el prometido de Akasha, podría decirse que el momento es incomodo, pero sobrepasa la incomodidad, el podia ver la marca de Akasha, y muchos sabian de su union, así que la molestia y reclamos no tardo en aparecer.

Por mas que Nam y los ancianos explicaban el porque ella no podía estar con nadie mas, Ji-yong y Yeonghan se negaban a dialogar sobre romper el compromiso, y nuevamente su decisión fue llevarla, escucho como los ancianos decían cual peligroso era, que ambos sufrirán, pero por mas que deseara romper el compromiso, el no tenia el poder, sin menciones los problemas políticos que esto traería.

Ji-yong desea salir de ahí y tomar a Yoongi entre sus brazos y el licano no ayudaba a calmar ese deseo, ya que ahora estaba seguro que si lo miraba con deseo. Yoongi le dice algo a Nam, el cual no puede ocultar su sorpresa, para después solicitar hablar a solas con Ji-yong.

Al acercarse a Ji-yong el licano no puede evitar inhalar profundamente, nuevamente la mirada de deseo, ya no lo puede resistir, dirigiéndose rápidamente a donde fuera lejos de Yoongi.

Cuando al fin cree poder calmarse, puede sentir como una calida mano lo jala, -Yoongi-.

Cuando ya se encuentran solos en la cabaña, impregnada por el olor del Yoongi, Ji-yong ya no lo puede resistir, viendo ese delgado cuerpo de espalda, que a su mirada se ve tan frágil. Rápidamente se lanza hacia el, tomando al licano de los hombros, volteando lo violentamente hacia el mientras lo acorrala contra la pared.

Por mas que intenta detener sus impulsos, no lo logra, tomando al pálido chico del rostro, acariciando sus delicados rasgos, guardando cada detalle en su memoria -que me has hecho- dice sin mirando sus tersos labios, deseando probarlos.

Tomando por sorpresa a Ji-yong el licano toma sus labios, primero en un rose gentil. Pero para Ji-yong no es suficiente, desea mas, desea hacerlo completamente suyo, dirige nuevamente sus labios al licano, para tomarlos con pasión, con necesidad. Las manos ágiles de Yoongi se adentraron entre sus camisas, tocando su fria y tersa piel.

Cuando estaba apuntó de pasar a mas, Akasha los sorprendió abriendo la puerta, para llevarse a su hermano fuera de las manos de ese licano.

Regreso al territorio los pensamientos de Ji-yong estaban en su herma, que planeaba Akasha, realmente se casaría con Jeonghan, si ella tomaba esa decisión para el también seria el fin con el licano blanco.

El licano blanco, Yoongi, claramente provocaba reacciones en el, no podía borrar de sus pensamientos el rostro del joven, esa mirada gatuna, su suave y blanca piel y sus labios, esos delgados labios que habían marcado el inicio de su perdición.

Si bien era una situación tensa, no podía dejar de lado lo cómico, los dos hijos del gran Vladimir enredados con licanos, si bien su padre era inmortal Ji-yong estaba seguro que con esta noticia perdería vida.

A diferencia de Akasha, el es mas analítico, difícilmente se permitía dejarse llevar, por lo mismo conocía mas a su padre. Mientras su hermana tenia la imagen del padre recto pero protector, el sabia que solo veía por su bienestar y todo lo demás era reemplazable, incluyendo ellos.

Llegando a su destino decidió ir a su recámara, intentar que un buen baño caliente le ayuda a aclarar la mente no es tan mala idea. O eso creyó hasta que la sensación del agua caliente en su cuerpo le recordó las caricias de Yoon. Y si algo aclaro fue el deseo de tener lo completamente, morder su blanca piel, probar su sangre, hacerlo tan suyo que no deseara tener a alguien mas que no fuera el.

Mientras se encargaba del enorme problema entre sus piernas, que le había causado el pensamiento hacia Yoongi, pudo sentir que algo estaba mal, la presencia de Akasha se desvanecia, pero tenia tanta necesidad que su decisión fue terminar lo iniciado, no era que no se preocupara por ella, simplemente era que sabia hacia donde se dirigía.

Al salir de su recámara al primer lugar que se dirigió fue al estudio de Vladimir, el cual intentaba mostrarse tranquilo, pero su mirada reflejaba la furia que guardaba para sus adentros.

Al terminar Vladimir de contarle lo ocurrido con su hermana, esperaba que Ji-yong se pusiera de su lado y trajera a su hermana de vuelta, para su sorpresa no fue asi, ya que Ji-yong dirigiéndose a la salida decidió exiliarse para ir con su hermana en busca de lo que fuera que tenia con el licano.

Al llegar lo primero era ayudar a su hermana, su sufrimiento era visible. Una ves que se aseguro que su hermana estaba en brazos de su amado, el se dirigió a los en busca del suyo.

Al llegar y abrir la cabaña de Yoongi y encontrar su mira no se negó al impulso de despojarse de sus ropas, mientras la atenta mirada del licano lo recorría sin perder detalle.

Al llegar Ji-yong a su lado arranco despojo a Yoongi de sus ropas para dejarse llevar por el deseo que desde el primer día que lo vio creció en el.

La unión de ambos fue salvaje, ninguno de los dos se preocupo por no lastimar al otro, asi fue las dos ocasiones en esa misma noche. El primero en ser llenado fue Yoongi al igual que fue el primero en recibir una marca en el cuello, para el licano fue una experiencia inigualable, a pesar de saber que esta se quitaría en minutos, el segundo en ser mar ado fue Ji-yong.

Recostados en el piso, Yoongi con su cabeza en el pecho de Ji-yong, y su mano acariciando su abdomen, le explicaba el significado de la marca, y prometía estar a su lado hasta que la muerte les permitiera.

Algo era diferente en su relación, a comparación del resto, ya que por mas que pasaran los años, buscaban cualquier momento, todos los días a todas horas, para poseer se el uno al otro.