Algunos lugares de esta historia tendrán los nombres alterados para mayor seguridad.

Con las manos en el volante y con la radio prendida, me encontraba regresando a mi hogar después de una larga jornada laboral en un laboratorio en la que trabajo. Era una noche de invierno, donde las tinieblas no permitían que se pudiese ver completamente el camino por delante, de no ser por las luces de mi vehículo, quedaría todo casi en total oscuridad, evitando que pudiese continuar.

En la radio pasaban noticias sobre acontecimientos actuales: "Una niebla azota las zonas rurales de Argentina, el entorno se encuentra casi completamente a oscuras." Mientras tanto, desde mi coche me toca girar en una curva, curva en la que debajo de esta se encuentra un lago. Al pasar un rato la ruta pasó por un pequeño lugar boscoso, el cual al terminar de recorrerlo llegaría a mi pueblo, sin embargo, con la niebla me resultaría complicado hacerlo, pero no podía quedarme ahí. "Urgente: se informa que se encontraron 4 cadáveres en ruta x, su cuerpo se encontró mutilado, se cree que fue un animal salvaje que rondaba por la zona. Al parecer los cuerpos pertenecen a unos trabajadores que se encontraban haciendo mantenimiento en una farola" La radio estaba informando de unos cadáveres que se encontraban en una ruta cercana a la que yo estaba conduciendo, sin embargo, mientras yo esté dentro del vehículo ningún animal salvaje podrá hacerme nada.

En ese momento doblé en otra curva, esa ruta llevaba directamente a mi pueblo pero, era una ruta bastante larga, y aún me quedaba tiempo para llegar, eso me inquietaba un poco, pues me gusta andar en vehículo y pasear, pero con la situación que se estaba narrando, era más que obvio que yo querría regresar lo antes posible a casa.

Estaba a casi medio camino de regresar, cuando mi vehículo se descompuso, a lo que tomar coraje y bajar de este, armado por si acaso me encontraba con el supuesto animal salvaje que andaba matando gente en la zona. Lo primero que pensé era en llamar a una grúa, pero mi teléfono celular no tenía señal, a lo que tuve que sacar repuestos del maletero y revisar yo mismo cual era el problema.

En ese momento oigo unos pasos detrás de mí, eran pasos humanos, a lo que me doy la vuelta para observar que era lo que los provocaba, y me sorprendió ver a un joven herido acercándose a mí.

-¡Me está siguiendo! -Dijo el joven. - ¡Ayudame, quiero vivir! ¡Llevame al pueblo!

Yo miré al joven, con algo de angustia, pues no podía llevarlo ya que se averió mi vehículo, sin embargo, si lograba repararlo podía regresarlo.

-Espera, voy a intentar hacer arrancar esta chatarra, y ya va -Le dije.

-¡No hay tiempo, apurate!

En ese momento abrí el capó del coche, y vi que no había nada raro, así que volví a cerrarlo y me subí al coche, coche el cual arrancó otra vez, sin embargo, al momento de voltear a ver al joven, veo que este está siendo arrastrado por una bestia de 2.5 metros de longitud, pero, lo que vi se distaba hasta del oso más grande del mundo, era una bestia humanoide, totalmente desnuda la cual se llevó al joven hasta las sombras del bosque. En ese momento me di cuenta que no había salvación, el joven aunque seguiría vivo, era imposible salvarlo, lo único que quedaba era dejar que sea asesinado e irme, así la victima sería solo una, y no dos.

Al arrancar el vehículo, noto algo desde el espejo retrovisor, era la bestia, la cual tenía el tronco mutilado del joven que se llevó, y venía corriendo para donde yo estaba, sin embargo, el vehículo era más rápido, y no logró alcanzarme.

Esa experiencia fue una de las cosas más aterradoras que pasé en la vida, sólo esperaría que aquella bestia escondida no siga cobrándose más víctimas.