La moderna Galatea
Era una tarde fría de otoño cuando Pigmalión termino su creación. Era una bella androide de peluca rubia larga hasta la cintura, ojos de cristal tintados de azul y una boca pequeña e iba completamente desnuda. Ya tenía decidido un nombre: Galatea.
Nada más verle le dedico una sonrisa,tal como él había programado. Hacia cuanto él quería, cuando élquería y como él quería sin rechistar nunca. Mi mujer ideal,pensaba satisfecho. Hasta que un día todo se malogro: Unos inspectores de Servicios Robóticos se presentaron por sorpresa antesu puerta, al parecer un mensaje anónimo les había avisado de la existencia de Galatea. Pigmalión se mostró amable y colaborativo pero en su interior maldecía al presunto chivato...o chivata;si,pensándolo bien de seguro que era una chivata, concluyo. Los inspectores en cambio se mostraron visiblemente molestos al intentar entablar una conversación con Galatea; lo único que la androide era capaz de hacer era sonreír, reír ante las gracias de su creador y atender sus caprichos, nada más. Al terminar los inspectores fueron claros y concisos: Los androides estaban legalmente reconocidos como seres vivos por lo que emplearlos única y meramente como juguetes personales podía conllevar pena de cárcel. Le darían una oportunidad para corregir las cosas, de lo contrario ya sabía lo que le esperaba . Así que no tuvo más remedio que reprogramarla. Bien,Galatea ya era capaz de mantener una conversación larga yfluida,esperaba que los inspectores estuvieran satisfechos con ello yasí fue.
Mas algo en Galatea cambio, ya no era tan complaciente como antes y cada vez cuestionaba más a Pigmalión.
El no tardo en hartarse. Pronto tuvo decidido que debía librarse de ella, preferiblemente de modo que jamás encontraran los restos. Con esa idea en mente le ofreció tener un paseo juntos en el transbordador aéreo a lo que ella acepto.
Sería muy fácil,un golpe en la cabeza, tirarla por la escotilla y ya estaría.
-¿Quieres champagne, querida? - le pregunto una vez ya a bordo.
-Por supuesto. Y luego deberíamos beber los dos juntos.
-Fantástica idea has tenido.
Si tan solo todo hubiera seguido igual....Pero ya era tarde para lamentarse pensó mientras bebía. No se dio cuenta del sabor extraño que tenía la bebida hasta que ya era demasiado tarde. Intento escupir pero no había manera por algún motivo.
-¿Qué...que demonios me has puesto en la bebida, perra?
-Poción de la verdad, Pigmalión. Lo compre a tus espaldas.
El rostro de él empalideció, la poción de la verdad era una mercancía que la colonia de Eea había creado hacía ya años y cuya función era, como delataba ya su nombre, hacerle confesar a la gente a cualquier pregunta meramente con la verdad nada más beberla.
-Sospeche enseguida al ver que de repente te mostrabas tan dulce contigo. Luego me conecte a tu ordenador en secreto y vi las búsquedas que hiciste. Cómo cremar el cuerpo de un androide. Cómo desmembrar el cuerpo de un androide. Un consejo ,la próxima vez que quieras asesinar a alguien borra mejor tu rastro.
-¿¡Que demonios quieres?¡
-¿No es ya evidente?Quiero oír de tu boca si realmente pensabas matarme y cómo. Que luego la Policía se encargue de ti.
El rió estrepitosamente, no pudoevitarlo.
-Si,maldita sea, era lo que iba a hacer, iba a tirarte por la puta escotilla, zorra de mierda.Solamente acabo de tener un pequeño cambio de planes....y es que los dos nos vayamos juntos.
Se abalanzo sobre ella,iba pensando encómo se quitaría la vida después de matarla...sin percatarse del cuchillo que ella había cogido. Así acabo la vida de Pigmalión el escultor-ingeniero.
Galatea lloró, de verás había llegado a amarle aunque fuera solamente en base a los recuerdos que tenía de cuando él la trataba bien. Si tan solo las cosas hubieran sido diferentes....
"Aunque hoy está más que claro quelo hacía porque no me veía como una igual, sino como un entretenimiento viviente. Por algo fue que cuando deje ser una esclava sin conciencia se volvió contra mí."
Las autoridades la exoneraron enseguida, la grabación que ella había realizado a escondidas dejaba claro que se trataba de un caso de legítima defensa. Ahora era libre....¿más a donde se suponía que debía ir? La casa de Pigmalión ya no era una opción.
Al final unos vecinos le ofrecieron alojamiento, habían escuchado su historia y le tenían honesta compasión. Era una familia realmente agradable y enseguida se integro pero también sabía que quedarse allí indefinidamente sería abusar de su generosidad.
Por fortuna enseguida vio la respuesta.Un precioso transbordador que estaba a la venta. Sus ahorros que le permitirían comprarlo. Mientras salía de la tienda con la compra ya realizada ya sabía que nombre le pondría.
Libertas. Libertad en latín.
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