CAPÍTULO II 05🍷
—DRACO—
- Aquí tiene mi rey, son los documentos de las almas que pidió. - no respondo - Tres de ellos están dentro, los demás se arrepintieron y se han ido.
- Vete - y lo hace rápidamente sin rechistar.
Me recuesto en mi trono, y sonrió levemente, éstas noticias me habían caído de maravilla. Tres nuevas almas en mi castillo, tres nuevas almas para poder consumir mi deseo de aniquilación. Tres a quien exprimir hasta sacarles jugo. Muchas ideas de tortura pasan por mi mente y me da regocijo, pero mis pensamientos se me esfuman cuando uno de mis hombres llega y se inclina ante mi con alguna noticia más. Me agradaba saber que cumplían mis órdenes y no levantaban la vista para mirarme en símbolo de lealtad hacia mi.
Me molestaba que me mirasen a los ojos, y por ello los destruía quemandolos vivos.
- Mi señor, el chico que ha pedido que esté en el calabozo, ya no siente las torturas. ¿Que hago mi rey? - el vampiro tiembla, su voz había salido temerosa. Tenía miedo de haberme dicho algo incorrecto.
¿Para que me servía ese hechicero bueno para nada?, no pudo cumplirme misiones, no pudo derrotar algunos de mis soldados débiles. Al cabo era un estorbo más.
- Matalo.
Estoy bajando las escaleras con mis hombres. Decidí comer temprano hoy así que vamos a nuestras mesa. Al llegar al comedor todos guardaron silencio. Ninguno miraba a nuestra dirección, solo se mantenía con la mirada baja comiendo sus alimentos, sin mirar a sus lados ni de reojo.
Mariquitas
Al llegar a mi mesa Zack y Koray me acompañaron uno a cada lado de mi. La mesa ya estaba servida, ya que yo había dado la orden de que bajaría. Después de un cierto tiempo mientras disfrutamos la comida, siento una mirada pesada sobre mi, lo que me hace voltear rápidamente y me topo con una mujer hermosa de cabello castaño mirándome fijamente sin ninguna expresión en su rostro, solo me analiza.
La veo de arriba a abajo. Portaba una ropa ceñida al cuerpo, de color azul. Unos labios rellenos rosados y sus mejillas sonrojadas me atraparon. Sí era bella. Pero cuando mis ojos chocan con los suyos algo dentro de mi se mueve, y es en mi pecho. Mi corazón latió y eso me hace sorprenderme. Por primera vez en 200 años esta latiendo y eso solo significa que la he encontrado.
¿Que? ¿verdaderamente está pasando?
Mi anillo se enciende, está al tanto de todo. Me indica que tengo a mi compañera de vida cerca, mi alma, mi hembra. Es ella, esa mujer que está observandome. No sé que demonios pasaba pero no podía apartar la mirada de ella. Una atracción se apodera de mi cuerpo viéndola con lascivia, me estaba calentando y eso me enfurece, así que la paralizo con mi don. Pequeña niña ahora estaba bajo mi poder. Sentía que quería moverse, quería safarce de mí y eso solo me pareció divertido, sonreí levemente mirándola. Seguía luchando por poder hablar, o moverse pero no estaba dispuesto a ceder, sino al ver que de sus ojos había brotado una lágrima y había recorrido esa mejilla sonrojada, delicada y suave que estaba seguro de que lo era. Entonces entendí que ya había llegado al límite.
Imbecil, mil veces Imbecil.
La había hecho llorar. La acabo de encontrar y ahora ya estoy lastimadola. ¿Quién en su sano juicio hace daño a su propia alma? No se como actuar, no sé que puedo hacer, y eso solo me pone demasiado frustrado.
Decidí tranquilizarme y a mi maldita polla. Solté todo para dejarla libre de mi. Ella se voltea, así que ya no puedo deleitarme de ver su rostro.., pero hay algo que me intriga y es su aura de demonio. Es muy leve, hay algo extraño en ella, no es para nada normal en su especie.
¿Quien eres bonita?
En mi habitación, estaba recostado en mi asiento pero mis pies cruzados estaban sobre el escritorio sosteniendo con mi mano aquel anillo mirándolo. Brillaba constantemente sin dejar de parar mientras yo pensaba en ella.
La chica demonio.
Pero me parece extraño, ella solo tiene un pequeño aire a su alrededor de su especie. No vi sus alas, sus ojos no brillan en colores llamativos tan característico de ellos. No ha expuesto sus dones, pareciera que no tiene o simplemente no los quiere utilizar. Es extraña.
- Koray - lo llamo y de inmediato aparece
- Si señor - responde mi más fiel sirviente y que ahora he apreciado. Es uno de los que les permito mirarme a la cara.
- Quiero una investigación. Sobre mi alma - Sus labios se abren levemente ante lo que he confesado.
- ¿la encontró? - menciona aún sorprendido.
- Si - Confirmo asintiendo suavemente.
- ¿Está seguro mi señor?
- Mi corazón no miente
- Oh por todos los... - sonríe - Me alegro mucho por usted señor. - Carraspea. - Entonces.., la investigación es sobre su alma.
- Quiero saber todo, desde su primer día de existencia hasta hoy y todo lo que venga en adelante. Quiero saber con quien mi hembra comparte su día.
- ¿Entendido señor, algo más?
- Sí, con la llegada de mi alma necesito vigilar a todos y ponerlos a prueba. Quiero saber quienes podrían hacerle daño o si ella misma puede defenderse, quiero conocer sus debilidades. Necesito saber que avance han tenido los de la luz - suspiro pesadamente tomándome el puente de mi nariz. Me puse a pensar nuevamente en ella recordando su collar.
- ¿Paso algo señor? - levanto la mirada y lo veo.
- Mi compañera es una Luz. Su alma es pura. ¿Como pudo tocarle un alma como yo? - Esa pregunta fue más para mi que para Koray.
- Creo que, simplemente es cuestión del destino mi señor.., o de tenemos una maldita suerte - solté una leve risa a sus respuestas, el me sacaba de unos días desagradables con su compañía.
- No podría estar mas de acuerdo contigo.
Un estruendo hace temblar mi entorno haciendome saber que una tormenta ha llegado. Las tormentas del inframundo eran en ocasiones brutales para los de alma de luz. Estaba haciendo un poco de frío y eso me hizo pensar en ella.
Cuando Koray se fue me levanté de mi asiento para salir de mi habitación. Era tarde y a estas horas solo significaba que todos estaban en sus respectivas habitaciones. Caminé para ir a su habitación y verla dormir nuevamente. No me pude resistir porque su olor me llamaba, era tan delicioso.
En camino al pasillo me detuve en seco, ya que la puerta de su habitación estaba abierta. No sé como explicar lo que siento, pero algo me hizo sentir preocupado. Estoy muy desconcertado. Yo soy Draco, el inmortal mas despiadado, tirano y para nada benevolente. No doy misericordia, al que le gusta destruir y disfruta de ello.
Qué mierda me pasa.
Subi rápidamente las escaleras para llegar al techo, mi piel se descompone por una escamada negra, eso no me pasa a menos que yo lo quiera y esto se me está llendo de control. Al llegar arriba dejo que el agua me moje, mi cuerpo de pronto quiere estar en llamas, mis manos me avisan cuando se encienden. Pero cuando su aroma llega la busco rápidamente con la mirada hasta dar con ella. Camina entre el lodo, solo lleva una pijama que deja expuesta su piel. Eso hace apretar mis puños. Escucho su corazón latir con velocidad y el tiritar de sus dientes. Estaba muy enfurecido al ver que estaba pasandola mal y lo hacía apropósito, pero peor me sentí al verla caer de rodillas. Miles de pensamientos me abordaron cuando soltó aquel grito desgarrador.
Bonita, estas sufriendo.
Cuando ella cae de lado contra el suelo me quedo estático, mi cuerpo no reacciona, me quedé paralizado en mi lugar por unos minutos hasta que me lancé al suelo haciendo temblar la tierra con mi caída desde lo alto. Caminé a paso apresurado, pero verla ahí con sus cabello oscuro mojado por la lluvia, y sus párpados cerrados la tomé rápidamente en mis brazos. Estaba temblando contra mi mecho lo que me hizo maldecir.
Algo le pasaba, y sentía que en cualquier momento podría desmoronarse en mis brazos. Era pequeña y la sentía tan frágil.
Cada vez que caminaba con ella se me hacia eterno el camino, solo quería protegerla de la lluvia que para ese momento era mi mayor enemigo. Cuando crucé la entrada fui a su habitación y con toda calma la bajé hasta recostarla con suavidad en la cama. Ella no podía dormir así, mi alma tenía frío así que busqué entre sus maletas algo de ropa y accidentalmente había tirado algunas cosas. Cuando se la entregue ella la toma y me volteo rápidamente. Tenía que controlarme, porque me conozco y si la veo desnuda no me importaría la condición en la que esté para poder hacerla mía cueste lo que cueste. Un suspiro sale de sus labios y me hace voltear, viendo que esta acostada me acerco a mirarla de cerca, tan cerca de su rostro que casi nuestros labios rosan. Pasé mi lengua levemente por mis labios, quería probarla, pero sabía que era incorrecto.
Maldita sea, Draco porque pones límites, lo que es tuyo, lo es, y ya.
Cuando me agradece solo puedo guardar su dulce voz en mi pensamiento. Ella era tan hermosa en todos los sentidos que me estaba enloqueciendo. Era toda mía, mi compañera, mi hembra.
- Sufletul meu - mi alma.
Perdón, se me fue el tiempo jaja. Creo que podré actualizar el viernes sino antes. Es una posibilidad, si el trabajo me da un poco de tiempo.
Chicos la historia se va ir así de cochina, con Ortografía y faltas gramaticales. Una vez completado voy a editar. (es que no me da tiempo) espero que se entienda al menos. Y no me importaría o me ofendería si me corrigen, los quiero ❤️🤍
@VENOM_93
Itzel cruz
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro