La piel se pone pegajosa debido al líquido carmín que nos baña y que ha arruinado nuestro uniforme.

Somos el centro de atención de toda la escuela y los profesores se apresuran a socorrernos y averiguar que ha pasado.

Los murmullos no se hacen esperar,los ojos me escuecen,creo que hasta llegó allí el líquido rojo,su olor es nausebundo,como a podrido.

-¿Qué ha pasado alumnos?

Se acerca la profesora de matemáticas cojeando de su pie.

-Eso mismo quisiéramos saber nosotros-responde Liam.

La profesora se dirige a los alumnos agrupados alrededor de nosotros y los que se asoma a las ventanas de los pisos de arriba.

-¿Esto les parece una broma?-nos señala.

Tomo el extremo de mi falda y lo agito un poco con la esperanza de que el exceso de sangre desaparezca un poco.

-Traten que no me entere que alumno de esta institución causó tales males pues de lo contrario serán expulsados de la institución-proclama.

Luego se dirige a nosotros y nos indica que vayamos a los vestidores,a darnos una ducha y a cambiarnos.

Es vergonzoso caminar por los pasillos así,los zapatos hacen un ruido viscoso,demasiado asqueroso e incómodo.

Se vislumbra la figura de Marcos caminando hacia nosotros,últimamente su figura aparece en todos lados,es como si pudiera teletransportarse a cada lugar que exista un problema.

Dirige su mirada a nosotros y nos pasa por un lado,cuando estaba segura que nos ignoraría,deja un papel en mi mano y lo empuño con fuerza,él sigue su camino como si nada.

Y nadie en nuestro perímetro se dio cuenta de lo ocurrido,por lo que espero a abrirlo cuando esté sola,ya que no sé de lo que quiera hablar conmigo.

Busco ropa limpia de deporte en los casilleros y me dirijo a la ducha de mujeres.

Al entrar al cubículo abro el minúsculo papel que solo contiene una frase.

"Te espero en el ginmacio después de clases"

No sé porqué lo hago,pero una fuerza mayor me impulsa a romper el papel en miles de fragmentos,que tratar de armarlo nuevamente sería demasiado trabajoso y hasta podía decir que imposible.

No tengo ni mínima idea de lo que me quiera decir,pero presiento que es algo importante por lo que opto por esperar y no apresurarme a los acontecimientos.

Entro al pequeño cubículo y abro el grifo,el agua helada cae sobre mi espalda como si fuera dagas que se incrustan profundamente en mi piel,observo como el agua de un color particular desaparece por el desagüe,mientras me siento limpia nuevamente.

Lavo bien mi cabello mientras aprieto fuerte mis labios,para que no se meta agua accidentalmente,luego de deshacerme de la sangre,procedo a enjabonarme con la astilla de jabón que hay a un lado.

Fue una mala broma,definitivamente robar todas las muestras de sangre de animal guardadas en frascos que había en el laboratorio de Biología fue creativo,debe ser alguien que nos odia lo suficiente para hacernos pasar el ridículo del año y hacerse los justicieros frente a toda la escuela.

Pero eso ya no importa,los problemas de los adolescentes con nosotros no es nuestra prioridad ahora,al menos no la mía.

Sólo espero que las bromas "pesadas" que nos hagan a partir de ahora,sean soportales.

Me envolví en la toalla al terminar y salgo dejando huellas a mi paso,me coloco unas bragas que de suerte tenía guardadas y deslizo el short corto por mi pierna derecha y luego por la izquierda.

Me acomodo la camiseta corta,donde no corrí con la misma suerte de llevar un sujetador extra, por lo que mis pezones se marcan en la fina tela.

Me recojo el cabello húmedo en una coleta alta y me coloco las zapatillas de deporte.

Pongo la ropa estropeada en una bolsa para tirarla a la basura luego.

"Lista para empezar las clases"

Inflo ambas mejillas y salgo con el mentón en alto,nunca he sentido vergüenza en este edificio y no pienso darles el gusto a esos idiotas ahora.

Siempre tengo que tener presente que una vez fui la reina de este lugar,y eso a cambiado,pues ahora soy el chisme reciente que pasa de boca en boca,mientras esté con la gente que me importa lo demás me vale verga.

Las risas y las miradas poco disimuladas no se hacen esperar por los pasillos.

-¿Qué me ven?-me dirijo a un grupo de dos chicas y tres chicos que cotillean mirándome de forma burlona-¿Se les perdió una igual o qué?

Miran hacia otro lado susurrando bajo.

Sigo con mi camino hasta las duchas de los chicos,está a un pasillo de distancia,ya que los alumnos internos se escapan a follar en las duchas del sexo contrario,por lo que idearon que si estaban a un pasillo de distancia podrían vigilarlos mejor.

Miro hacia los lados de cada pasillo a ver si hay algún profesor,pero el pasillo está despejado.

Empujo la puerta y me encuentro con un universo de pollas y culos al aire.

Mierda,se me olvidó que hoy los de fútbol tenían que entrenar temprano,por lo que para esta hora ya habrían terminado y por eso los encuentro aquí.

Tinen el día libre esos hijos de perra.

Joder,no me puedo imaginar el bochorno que pasó Liam al entrar aquí con todos estos machistas.

Los chiflidos que me lanzan no sesan,y no hacen un intento por taparse sus partes nobles,estan orgullosos de lo que portan.

"Malditos engreídos"

-¿Te perdiste rubia?-sonríe uno coqueto,debe de ser de primer año ya que su rostro no me es conocido.

Ignoro su pregunta y me enfoco en todos,tratando de no mirar de los hombros hacia abajo.

-¿Liam está aquí?

-¿Quién es?-dice uno.

-No lo conozco.

-Ni idea princesa,pero si quieres te hacemos el trabajito-suelta otro.

-Aaa al que bañaron en sangre-dice unos sorprendido al caer en cuenta de quien soy-chicos ella es la que estaba con él.

El grupo estalla en carcajadas y yo ruedo los ojos.

"Menudos imbéciles"

Salgo de allí al dar por hecho de que mi mejor amigo no se encuentra allí,mi nueva dirección es:los casilleros.

Justamente lo encuentro allí,con unos pantoles cortos y una camiseta con un logo publicitario de la Universidad,el pelo se le aplasta en la frente y las gotitas recorren su rostro.

Pelea con su casillero al no querer abrirse

-¿Qué tal?-pregunto.

-De puta madre,tenía sangre hasta en los oídos,para colmo el estúpido de Thomas estuvo burlándose todo el rato mientras me bañaba,sólo había un mínima astilla de jabón que no me sirvió para una mierda,todos riéndose por los pasillos,sus risas me martillean el cráneo y para colocar la cereza al pastel esto no quiere abrirse,pero estoy de puta madre como no.

Golpea con el puño el casillero,tanto que me sorprende que no le haga una abolladura.

-Ehhh...-Le pego en el hombro de forma juguetona-calma que la hemos tenido peores.

-No puedo calmarme-se talla el rostro y lanza las llaves con el número 56 al suelo-esto es una...

-Mierda lo sé-recojo las llaves y lo hago a un lado.

-Déjame probar a mí-coloco la llave en el agujero y cede en mi primer intento,le dejo hueco para que agarre las cosas que necesitan y cuando ya está listo se vuelve hacia mí.

Lo tomo de los hombros y lo observo directamente a los ojos.

-No merecen tu rabia esa partida de imbéciles,soportaremos si hace falta-le hablo.

-¿Y por qué soportarlo?

-Exacto hasta el más inocente tiene derecho a defenderse-concuerdo con él-de todas maneras ya mi reputación está arruinada.

Sonrío.

-Al final lo logré-sonríe con picardía-ya no tienes que cuidar tu imagen y pensar meticulosamente cual será tu próximo paso,eres libre pastelito,yo te he liberado.

-Y de qué manera lo has hecho,idiota.

Tomamos las clases correspondientes y como es costumbre no nos separamos el uno del otro,yo tratando de lidiar con su peculiar carácter que siempre está en constante cambio,tratando de ponerle un poco de azúcar a sus agrios comentarios.

Sandra no llegó hoy,estará ocupada con el nuevo visitante,debo llamarla para saber que tal todo,tomo nota mentalmente,acompaño a Liam a la salida para no levantar sospechas.

-Uff...que cabeza la mía,me olvide de algo,si quieres adelantate,yo iré después.

-Puedo esperarte-responde.

-No hace falta,también aprovecharé para preguntar algunas cosas que no me han quedado claro de la última clase.

-¿Segura?

-Si si...no te preocupes-le doy un beso en la mejilla y vuelvo dentro del edificio antes de que se ofrezca una vez más a esperarme.

Camino en contra de la corriente de estudiantes,buscando el pasillo poco habitado del gimnasio cuando encuentro la puerta cerrada,giro la perilla y está cede.

Me escabullo en su interior.

Esta vez está iluminado por una tenue luz,las gruesas cortinas tapan los ventanales,pero una de ella sólo deja una rendija de luz donde está de espaldas Marcos con libro en sus manos,lo cierra con un estruendo y lo deja en el montón,donde debió haberlo sacado.

-¿No que no querías verme?

Se gira lentamente y deja a la vista su rostro adornado por unas grandes gafas,eso me recuerda que me lleve las suyas y aún están de adorno encima de mi mesita de noche.

-Eso era antes-se acomoda las gafas mientras se acerca a mí.

-¿Antes de qué?-pregunto.

-Antes de que te involucradas en todo esto.