Dieciocho
Sus manos me rozaban la cadera,y mis manos estaban apoyadas en cada una de sus mejillas,su piel era suave al tacto,adictiva.
"Todo lo de él lo es"
El tiempo se detiene a nuestro alrededor,es como si todo de él fuera extraordinario,como si hubiera viajado de otro planeta completamente diferente al nuestro,porque él ese ser que sólo de mirarlo te da una vibra desconocida.
—Debemos regresar.
—Espera—le digo tomándolo del antebrazo para que se detenga—¿Ahora que somos?
—¿Te parece si hablamos de lo ocurrido mañana?
—Pero...—intento protestar pero el me interrumpe.
—Ahora debemos encargarnos de esto,no te preocupes,no volveré a alejarme,es inútil.
Relajo los hombros.
Por primera vez estoy tranquila con él,ya no huira de mí,no me alejará.
Pero igual miles de preguntas flotan a nuestro alrededor.
¿Qué es lo que siente?
¿Qué somos?
¿En realidad es bueno para mí?
¿Por qué intenta alejarse?
Lo observo mientras guarda la comida que no tocamos en una bolsa.
Cuando termina,regresa a mí nuevamente,al lugar donde aún me hallo parada e inmóvil.
Y hace algo que no me espero,levanto su mano derecha y con la punta de sus dedos me acaricia el cuello.
Justo donde una vez el dejó sus dedos marcados.
—Pequeña hada,ya eres mía—toma mechones de mi pelo y me lo coloca a ambos lados de mi cara—y mientras yo viva,nadie te va a tocar.
Promete y un cosquilleo recorre todo mi cuerpo,cada vello de mi piel se eriza y mis labios se estiran en una sonrisa.
Toma mi mano y entrelaza mis dedos con los suyos,su frialdad choca con la calidez de la mía y juntos regresamos a la estación.
Al regresar,nada ha cambiado,Liam,Sandra y Logan siguen en las mismas posiciones que lo dejamos en un profundo sueño.
—Sobrino—se escucha una voz a nuestra espalda.
Marcos y yo nos giramos al tiempo,encontrándonos con un policía de un metro ochenta y un gran saco de músculos.
—Te tomaste tu tiempo—responde Marcos sin mirarlo mucho.
—Estaba en una reunión importante—responde cruzandose de brazos.
—¿De madrugada?—Marcos arquea una ceja.
—¿Qué es esto? ¿un interrogatorio?—se burla y pasea su mirada por mí y luego por mi grupo de amigos que yacen en una posición poco decente en las sillas de metal.
—¿Quienes son?—pregunta.
—Unos...amigos—vacila cuando contesta.
—¿Tu tienes de eso?—sonríe—Hasta hoy pensaba que eras tú contra el mundo.
Le suena el teléfono en el bolsillo y desliza el dedo por la pantalla para contestar.
—¿Qué quieres?—le responde a la persona al otro lado de la línea.
"Vaya genio"
—¿Qué?—frunce el ceño y toma una expresión para nada agradable—¿Y se puede saber por qué no hicieron nada?... me importa una mierda si fue errores de abajo...trata de cuando llegue mañana que todo esté resuelto si no me voy a secar las pelotas con tu expediente y nunca más podrás ejercer.
Ya veo de donde sacó la actitud Marcos,a su tío.
—Vengan conmigo—dice antes de girarse y caminar sin cerciorarse si nosotros le seguimos.
—¿Llamo a los chicos?
—Dejalos,los pobres están muy cansados.
—Ey—me quejo—ellos también han trabajado duro en todo esto.
—Por supuesto—rueda los ojos.
Caminamos detrás del agente hasta llegar a us oficina.
—Señor Rafael llamó...
Levanta la mano derecha para que se detenga y no siga hablando.
—Ya hablé con ese incompetente,si vuelve a llamar le das este mensaje de mi parte: "Dice mi jefe que te estás buscando un boleto donde pasarás unas largas vacaciones directo a la mierda"—le ladra a la pobre chica.
La mujer vuelve a tomar aciento en su puesto sin alegar nada más.
Busco los ojos de Marcos y este se encoge de hombros sin darle mucha importancia.
Abre la puerta de su oficina y entra disparado cerrándose en nuestras propias narices.
Marcos la abre encontrándonos con Rafael sentado en su mesa revisando unos papeles.
—Rápido,no tengo cosas que hacer —se queja.
—El trato es tan bueno como siempre—lo apremia Marcos.
—¿Y a ti el ratón te comió la lengua?—se dirige a mí y yo me encojo en la silla.
—No señor—musito,jugueteando con los dedos de mis manos.
—¿Entonces?—sus ojos de un azul oscuro me taladran y juro que puedo sentir como hacen agujeros en mi piel.
—Déjala—interviene el rubio.
—¿Por qué debería? Tu a mí no me das ordenes—lo recrimina.
—Lo que sea—se descuelga la mochila y saca la bolsa transparente que envuelve el objeto.
Los ojos de Rafael se desvían hacia allí rápidamente.
—Arma homicida del asesinato en el Instituto,la encontramos en la biblioteca local y me pareció prudente traerla personalmente,aquí hay una rata.
Rafael lo toma y la detalla sin deshacerse de la bolsa.
—¿Ella lo sabe?
—Aún no—me mira.
Están hablando de mí.
—¿Aún no has considerado integrarte al cuerpo de policía? Serías muy útil por acá y ascenderías rápido.
—No me interesa.
Deja la prueba sobre la mesa y toma el teléfono marcando un número rápidamente.
—Liz localizame rápidamente a criminalistica tenemos algo importante,cien por ciento confidencial—cuelga.
—Avísame cualquier novedad,confío en ti—habla Marcos encaminandose hacia la puerta.
—Y yo en ti,confío en que harás lo mismo,y por favor si te enteras del nombre del traidor no dudes en avisarme.
Toma el picaporte y lo gira,creándose una pequeña abertura.
—¡Hey muda!—mi cabeza se gira en su dirección—no lo dejes.
Me guiña un ojo y Marcos murmura algo por lo bajo.
Sacudo a Liam por los hombros y se despierta agitado.
—Ya nos llamaron—dice con voz adormilada.
—Ya se lo entregamos,debemos irnos.
—¿Por qué no me despertaste?
—Parecías cansado.
—Debiste hacerlo—mira a Marcos de reojo.
Despierto igualmente a Sandra y Logan y salimos de la estación,Logan comiendo la hamburguesa que tomo de Marcos a pesar de sus varios intentos fallidos de decir que no tenía hambre.
Caminamos por las calles desoladas,el frío de la madrugada me eriza la piel y me froto las manos tratando de entrar en calor.
De pronto nos paramos y no se porqué.
Me giro y todos miran a Marcos,mira hacia un punto fijo sin moverse,como si pudiera ver algo que nosotros no podemos,como si en ese momento el estuviera viendo un espectro.
Camino hacia él,situándose justo delante,pero él ni se inmuta en mirarme.
—¿Marcos estas bien?—sigue sin moverse
—Infermus in terram emissus,sanguis in fluminibus current,daemones furentes ad voluptatem occidentes—comienza a hablar en una lengua antigua que reconozco como latín,luego de pronunciar la última sílaba se desploma en el suelo.
—¿Otro espectáculo?—habla Logan.
—¿Qué fue eso?—dice Sandra.
—¿Qué dijo?—pregunta Liam.
Todos tenemos un signo de interrogación estampado en la frente y por lo menos pude entender la frase que dijo que para nada es muy alentadora.
—Infermus in terram emissus,sanguis in fluminibus current,daemones furentes ad voluptatem occidentes—repito ganandone la mirada asustada de todos.
Miro a cada uno y traduzco.
—"El infierno se desata en la tierra,sangre correrá por los ríos,por demonios embravecidos que matan por placer"
Es una suerte que siempre me haya interesado el latín,de lo contrario estaríamos más perdidos de lo que estamos en estos momentos.
—Esto me está asustando,debe ser una de las bromas de Marcos e intenta asustarnos porque nos odia—murmura Sandra con una sonrisa fingida en su rostro—Vamos Marcos levantate,ya nos asustaste bastante.
—Ey—lo sacude Logan con el pie—ya deja de hacer teatro—lo recrimina.
No se mueve,sigue tendido en el piso inconsciente.Me acuclillo junto a él y le toco la frente.
—Mierda está ardiendo,Logan y Liam ayudenme a levantarlo.
Por suerte no estamos muy lejos de mi casa por lo que los dos chicos lo dejan encima de mi cama y se van,no antes de Liam advertirme que tenga cuidado con él.
Me doy una ducha y me coloco el pijama,cuando regreso aún él no ha despertado,suspiro y me acomodo a su lado.
No quise llevarlo a su casa pues no conozco a su madre y sería raro llevarlo inconciente en la madrugada.
Me recuesto de lado tocandole nuevamente en la frente,aún está caliente,su frente está perlada por gotas de sudor y su ceño está fruncido.
Como si su sueño fuera perturbador.Mis dedos se mueven solos cuando trazan un camino por sus pómulos,mejilla y barbilla y terminado delineando sus labios.
—¿Qué te ocurre?—susurro como si pudiera escucharme.
Sus espesas pestañas le hacen resaltar en su perfilado rostro,su piel pálida deja entrever las venas que adornan su piel,su cabello se le pega en la frente debido al sudor...
Su celular interrumpe mi análisis y rebusco en los bolsillos de su pantalón.
El nombre de "Adamelis" adorno la pantalla.
No conozco a nadie con ese nombre y nunca vi a una chica con él,de hecho nunca lo vi con nadie excepto por una o dos veces que lo vi discutir con un chico.
La llamada muere e insisten nuevamente.
Me acomodo en la cama.
Y la idea de responder da vueltas en mi cabeza y antes de que muera una vez más,deslizó el dedo por la pantalla.
Me mantengo en silencio dejando que la voz al otro lado de la línea sea la que hable primero.
—¿Marcos?—hace una pausa esperando por mí respuesta—¿estas ahí? Mi cabeza no deja de doler es un dolor intenso que sólo pasa cuando...—para de golpe—responde...
Me mantengo en silencio a la espera de que diga algo más,pero la mujer cuelga dejándome con más dudas y más preguntas sin respuestas que me comprimen el estómago.
Vuelvo a detallarlo,no ha se ha movido ni un centímetro y el rubio le brilla por la luz que se filtra en la ventana.
Dejo el celular en la mesita y me acuesto cerrando fuerte los ojos y obligándome a dormir,pero no pasa.
Me fijo en el reloj que cuelga en la pared,falta poco para amanecer,me recuesto dándole la espalda y no se exactamente cuando me quedo dormida.
Al abrir los ojos y observar el chico a mi lado que yace en la misma pocisión de anoche.
"Rayos"
Debo asistir a la escuela,mi mamá no aceptara que falte,salto rápidamente de la cama y sacudo a el rubio por los hombros,pero es sigue sin despertarse.
"¿Ahora que hago? ¿Le doy un beso como la bella durmiente para que despierte?"
¿Y si murió?
El aire abandona mis pulmones nada más de pensarlo,me acerco con cautela y le coloco un dedo en la nariz,su respiración pausada choca con mi piel,suspiro con alivio.
¿Qué hago?
Me paseo de un lado a otro desesperada y jalandome el cabello,en media hora debo estar lista y abajo,si tardo demasiado mi madre subirá y...corto el pensamiento de golpe al pensar que con esto si le doy la excusa suficiente para que me mande a México con mi padre.
Tomo mi celular apresuradamente,Liam me tiene que ayudar con esto.
—¿Usaste preservativo?—es lo primero que dice el castaño al otro lado de la línea.
—¿Qué? ¿De qué hablas?
—Bien olvidalo ¿qué necesitas?
—No despierta,lo llamé lo sacudí pero no despierta—las palabras se me atascan en la garganta—no sé que le pasa,sigue respirando pero...es como si estuviera en un sueño muy pesado,si mi madre lo ve aquí me mata.
—Calmemonos,esto debe tener una solución lógica
—habla pausadamente—¿sabes si padece de alguna enfermedad?
—No—digo segura—o si...no lo sé,mi cabeza es un lío en estos momentos y lo único que recuerdo que me haya dicho es que tenía una migraña muy fuerte pero nada más.
Mi amigo resopla y mis nervios van creciendo cada vez más,en cualquier momento siento que puedo lanzarme por la maldita ventana.
—Bien,preguntemosle a nuestro gran amigo Google,es siempre tiene solución estas cosas.
—¿Vas a buscar en Internet?
—Se te ocurre algo mejor—dice con cansancio—sólo espera un momento
—Bien apresurate,no tengo todo el día.
—¡Hey! Tu fuiste la que quisiste de llevartelo de trofeo a casa,de cualquier manera si las cosas se ponen feas,encierralo en el baño.
—Yo no puedo con él,me gana en peso y en altura.
—Sanguis,funera
《Sangre,muertes》
—Esta hablando nuevamente en latín—su espalda se arquea formando un arco,está delirando.
—¿Qué dice?
—Sanguis,funera.
—En español por favor.
—Sangre,muertes.
Los espasmos se hacen cada vez más pronunciados y el miedo empieza a dominarme.
Sus párpados se abren dejando a la vista unos ojos perdidos hacia el techo,su pecho vuelve a alzarse y...
—¿Agatha?—llaman al otro lado de la puerta.
"Mierda,Mierda"
Marcos voltea vomitando todo el suelo.
"Diablos"—No dejo de maldecir internamente.
—Agatha—Rick sigue insistiendo.
—¿Qué quieres?—Le digo mientras me acerco al rubio,le hecho los mechones que tiene pegados a la frente hacia atrás y lo auxilio.
Aún está atontado,mira a su alrededor como ubicándose en el lugar que se encuentra.
—¿El gato está allí dentro? No me mientas,si le hiciste algo...
—No tengo el maldito gato—le digo de malas maneras—mientras este más lejos mejor para mí.
—Okey—responde mi hermano menor—y dice mamá que bajes a desayunar que se te va a hacer tarde.
—Vale,dile que ya casi bajo—oigo pasos alejándose y Marcos deja a salir otra oliada de vómito.
—¿Estas bien?—es lo único que digo a pesar de que es demasiado obvio la respuesta.
No responde,sigue sujetandose el estómago y yace en la misma pocisión
El celular no para de sonar,debido a que lo dejé tirado cuando se puso mal.Liam debe estar histérico.
—Debes levantarte—le digo ayudandolo,da unos traspiés y lo tengo que rodear por la cintura para que no caiga junto al vómito y empeore la situación.
Lo llevo hacia el baño y tampoco es que ponga mucha resistencia.
"Pedirle matrimonio justo ahora;sería perfecto"
Me las apaño para quitarle la ropa y dejarlo sólo en boxer,el tatuaje en las costillas me llama la atención,es un búho.
Simboliza sabiduría,recuerdo que leí eso en alguna parte.
Lo meto a la ducha aún sujetandolo.
—¿Crees poder sostenerte?—sacude la cabeza y lo suelto,dejando que el chorro de agua fría logre reanimarlo.
Pero al estar treinta segundos sin mi apoyo se destabiliza y alcanza sostenerse de las baldosas,mantiene las rodillas flexionadas y apoya la frente contra la pared.
—Allí hay una toalla,buscaré algo limpio para que te cubras.
Salgo del baño dejándolo sólo.
Busco en mi armario y lo único que encuentro es un poluver grande blanco con la palabra Love y un corazón estampadas en él.
Me escabullo a la habitación del frente,Rick debe estar abajo,me encamino a donde guarda sus boxers, mamá siempre le compra la ropa grande para cuando crezca y con los boxers no debe ser la excepción.
No me equivoco y lo tomo llevándolo a mi cuarto cantando victoria.
Lo dejo todo en la esquina de mi cama,las sábanas están revueltas y debo trapear el suelo.
"Que puto lío"
—¡Aghata!—me llama mamá desde abajo.
"Hora de actuar"
Me revuelvo el cabello y me pellizco las mejillas,debo lucir enferma,emcorvo la espalda y salgo arrastrando los pies.
Mi hermano desayuna en la barra de la cocina y mamá frie unos huevos en un sartén al fuego.
—Madre—se gira para observarne,su aspecto a decaído a pesar de querer verse bien,luce triste—no me siento bien.
Se acerca a mí con la preocupación plasmada en el rostro.
—Vomité,me duele el estómago—apoyo la palma de mi mano en mi abdomen.
—¿Quieres que te lleve a la clínica?—propone y yo niego con la cabeza.
Rick me mira raro,mientras se lleva el tenedor a la boca como si supiera lo que oculto.
—Ok,llevaré a Rick a la escuela y luego vendré a cuidarte,tal vez si te preparo una sopa,mejores.
—No es necesario,mamá—respondo rápido y Rick me mira raro—puedo cuidarme sola no te preocupes,ve a trabajar tranquilo seguro que tienes clientes esperando.
—¿Segura que no es grave y que sólo te duele el estómago? Tengo que mostrar una casa en las afueras pero podría decirle a Charly que me cubra y...
—Segura mamá—la corto y le beso la frente—iré a dormir a ver si se me pasa,portate bien Rick.
Le guiño un ojo y el frunce el ceño.
Cuando subo nuevamente las escalera me encuentro al gato negro de Rick sentado delante de mi puerta,sin moverse,su pocisión da un poco de miedo y más cuando sus ojos esmeraldas reparan los míos como si quisiera llevarse mi alma.
—Shu,shu—agitó las manos para que se vaya.
Se queda quieto por un momento y luego se posa en sus cuatro patas y se va lentamente.
—Gato del demonio—digo estrellado la puerta.
—¿Qué pasa?—Pero un brinco al escuchar su voz.
—El gato de mi hermano que estaba en la puerta—le explico reparo su cuerpo,está vestido solamente con la toalla que le cuelga de las caderas de una manera sexy,vuelvo a observar el tatuaje y...
—¿Dónde está mi ropa?—vuelve a hablar y el hechizo se esfuma.
Su tono es exigente y es señal de que se está recuperando,sin duda enfermo es más dócil.
—No puedes colocarte nuevamente esa ropa,está sucia,la lavaré,mira—le señalo las prendas que elegí para él—ponte esto.
Mira el poluver en silencio y me preparo para sus palabras llenas de ácido,pero para mí sorpresa desaparece nuevamente en el baño sin decir nada.
Mientras él se cambia, yo me recojo el pelo en un moño y limpio todo el desastre.
Termino,y él aún no sale y mis sentidos se ponen en alerta cuando escucho un estruendo el sonido de vidrios resquebrajandose.
Entro al cuarto de baño y el espejo yace destrozado,Marcos está sentado en el suelo con su espalda pegada a la pared.
—Esto es un puto infierno.
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