—No me estás cuidando bien—me reclama mientras su respiración se agita nuevamente—no me estás distrayendo como se debe.

—Marcos...

—No,no quiero tus putas excusas,quiero que pares esto.

Su puño está ensangrentado y sus manos no para de temblar,está colapsando.

—¿Qué hago? Dime como...

Su lengua se abre paso en mi boca y el sabor a menta me invade,sus manos agarran mi cara negándose a soltarme.

—Me preguntaste que somos—su aliento choca a milímetros de mis labios—somos esto,sólo tu y yo,lo que se reduce a nosotros.Por favor cumple tu  jodida promesa.

La punta de su nariz hace cosquillas en mi cuello.

Sus ojos se vuelve a encontrar con lo míos y sus manos siguen sin querer soltarme dejando un rastro de color carmesí donde toca.

—Te necesito—susurra y vuelve a apoderarse de mi boca.

Esta vez sus manos no sólo se queda en mi rostro sino que se pasean por todo mi cuerpo como si le perteneciese,como si lo hubiese recorrido miles de veces,mientras nos devoramos con hambre, con ansias.

Tal vez esperaba algo romántico de parte suya,pero creo que pedirle eso es imposible,aunque no haya caricias suaves y juramentos de amor eterno.

Lo disfruto,porque es él,él es el que me besa,él me eligió,él quiere arriesgarse y sólo quiere hacerlo conmigo,por lo que se reduce a un nosotros que abarca a mucho,que me llena y siento la maldita felicidad rosando mis dedos.

Tira de la blusa del pijama dejándome sólo en sujetador,recorriendome las piel con sus labios.

Deja caer la toalla quedando desnudo antes mis ojos,su erección se alza vigorosa ante mí,no dudo en tocarla,sintiéndolo dura ante mí tacto,la punta brilla,la boca se me seca y...

Él me levanta alzandome las piernas que rodean su cintura,encajamos de una manera tan perfecta,siento que la ropa me estorba al sentir la barrera que nos separa.

Mis bragas se mojan ante el roce y lo pensamientos que surcan mi mente al tener toda su virilidad en mi interior.

Me deja en la cama,terminando de arrancar mi ropa,sus ojos negros están aún más oscuros,en ese momento no pienso en que mamá y mi hermano puedan estar abajo,sólo quiero que me penetre lo antes posible.

Mis pechos quedan libres,y mis pezones erectos es la muestra de excitación que me abarca en este momento.

El rubio se mete uno a la boca mientras su mano desaparece en mi intimidad.

Me estimula y gimoteo ante su toque.

—Así pequeña hada—susurra en mi oído y me prende más—lo estás haciendo bien,muy bien.

Baja dejando un rastro de besos húmedos por mi abdomen hasta llegar a mi monte de Venus.

Me separa bien las piernas y siento el placer en cada parte de mi cuerpo cuando su lengua toca mi punto sensible,lame y chupa sediento mientras me estimula el clítoris.

Mis manos se hunden en su cabello exigiéndole en una orden silenciosa que no se me despegue de la entrepierna,pero lo hace a pesar de mis quejas y hunde dos dedos en mi interior.

Comienza nuevamente la tortura placentera,bajo la mirada y...dios se relame los labios como si saboriara su puto sabor favorito.

—Sabes tan bien pequeña—se muerde el labio inferior y eso me pone tan caliente—¿te gusta que te bese aquí?

Deja un beso allí que me hace retorcerme.

—Contéstame—exige dando otro utilizando su lengua que hace maravillas.

—Sí—chillo ante tanto voltaje.

¡Puto pervertido!

—¿Si qué?—lame con más vigor,haciendo que  toque el cielo con mis dedos.

—Sí me gusta.

—¿Qué soy?—sus preguntas me aceleran el corazón y desestabilizan mi paz mental.

Me besa y pruebo mi sabor de su boca,se acomoda y siento la punta de la erección en mi entrada,lista para llenarme.

—¿Qué soy?—vuelve a preguntar.

—Mi puto mundo—contesto enterrandole las uñas en sus brazos,necesito que me folle y así lo hace entrando en mí con una estocada certera donde  empieza a moverse,reafirmando una vez más que encajamos de una manera perfecta.

—¿Y cual es tu deber?—su voz es ronca.

—Cuidarte—respondo con la misma intensidad en la que siento todo esto.

Ya no es mi jodida obsesión,ya esto rebasó los límites.

Nos movemos al unísono donde los dos explotamos en un éxtasis exquisito.

Sólo despierto del sueño cuando siento su derrame chorrear por mis piernas y mis ojos se abren con asombro ante el olvido de algo tan importante.

¡Nos olvidamos del puto preservativo!

—Joder,no nos protegimos—le digo para que reaccione pero no lo hace,se acuesta a mi lado rodeandome el abdomen—Marcos ¿no me escuchaste?

—Te escuché—murmura—pero es lo menos importante ahora.

—¿Cómo que lo menos importante? Podría estas preñada.

—Te traeré una pastilla mañana,he leído todo sobre la fecundación estate tranquila y si es necesario me leeré un manual para ser buen padre.

—No es divertido—le quito el brazo y me alejo.

—Sí lo es,lo que no tienes sentido del humor,no puedes entenderlo—se acerca y vuelve a rodearme—descansamos sí,quiero soñar algo que no sea esa pesadilla y ahora creo que podré lograrlo.

Ahueca su rostro en mi cuello,su pelo me hace cosquillas en mi mejilla.

—Pero...—intento volver a entrarlo en razón.

—Shhh...cantame una canción ¿si?

—No sé cantar—aprieto los labios.

¿Marcos dulce?

¿Cuantas personalidades tiene?

—Todos sabemos,lo que pasa es que unos lo hacen peor que otros,quiero dormirme con tu voz,canta—susurra.

Su pulgar traza círculos en mi piel desnuda y eso me distrae.

Info mis mejillas.

¿En realidad me está pidiendo que cante?

—No te escucho.

Pues sí.

—No lo voy a hacer—me niego.

—Sí cantas,te contaré algo—propone.

—Te odio—sabe exactamente que decir para que no me niegue,me tiene entre sus manos.

—Me amas.

—🎶Que pena que no seas la infinitud,el tiempo desgastaste al propio tiempo,que si algo fuese alguien fueras tú,ojalá te siga escuchando en el viento🎶

Comienzo a cantar de una forma lenta para que absorba la letra.

—🎶Mi piel sigue teniendo tu necesidad,mis manos siguen buscando tu cuerpo,mi mente no sabe lo que es la paz,sigo buscando sombra en el desierto. ¿Dime quien ama de verdad? Y deja de lado los argumentos,si nos queremos ni nosotros ¿por qué regalar nuestro tormento? ¿por qué buscamos la mitad? Si estamos de sobra enteros por dentro,no quieras con el corazón tan roto,si amarte es exigerte,no te quiero🎶

—Que bella canción,gracias—susurra.

Me quedo en silencio,sólo escuchando sus respiraciones, sintiendo su tacto,que no deja el toque frío que lo caracteriza y que eriza mi piel a cada nada.

—Cuanto tenía ocho tuve mi primer episodio—dice tomando aire,aún contra mi cuello,no mueve la cabeza,sólo habla—fue en mi cumpleaños,vi la muerte de mi mejor amigo ante mis ojos,como combulsionaba en un ataque de epilepsia,como de su boca escapaba espuma y su cuerpo se retorcía aferrandose a la vida,lloré,un puto niño no merecía eso,él no lo merecía,grité,exigí,regañé a mis padres para luego suplicarles

Se me encharcan los ojos con el relato,pero él continúa,sin afán,sin prisa,relatando todo con rabia y sobre todo con dolor.

—Su respuesta siempre era la misma,aún recuerdo las palabras de mi padre,te entiendo hijo,tienes el don de ver lo que pasará,pero lastimosamente no podemos cambiarlo,es mejor así,que nadie sepa nada y que todo tome su curso.

—Estaba enojado y me encerré en mi habitación echando a todos de mi fiesta,incluido a él,no podía mirarle a la cara y no recordar la visión que se repetía una y otra vez en mi cabeza,los malestares empezaron,vomitaba,padecía de migraña y entré en depresión,no me llevan a un psicólogo porque no era normal,que contara mis cosas me tomarían por loco y me encerrarían, mis padres no querían eso,pasé mucho tiempo en cama,mes después de la fiesta,mis padres dieron la horrible noticia de que mi mejor amigo había muerto exactamente como predige ,me destrocé por dentro pero ese sólo fue el principio del calvario,adolecentes,niños,mujeres,ancianos todos terminaban por el mismo fin y opté por alejarme de todos,odié relacionarme con otros seres humanos y hacía que ellos odiaran mi presencia,deseaba ser ciego,no saber como eran las personas,porque siempre predecía cosas horribles.

—Hanny fue mi primer intento de salvación,su muerte no me dejaba dormir,veía como el asesino hundía la hoja del cuchillo en su piel,como salpicaba las paredes,lo disfrutaba,escuchaba su risa y las palabras denigrantes que le decía,vi su espalda y color de cabello pero nunca me mostró su rostro,por eso no quería que fueras a esa fiesta,no quiero que los demonios te marquen,pero ya es tarde,me acerqué a ti sabiendo que tu destino es horrible como el de todos ellos.

Un grito ahogado sale de mi garganta,todo lo que me ha dicho me ha dejada sin la capacidad de hablar,son tantas cosas que procesar,irreales,pero de alguna maneras ciertas.

—Yo...yo—las palabras se quedan atascadas en mi garganta pero mi cerebro exige que diga algo—esto es demasiado.

"Vidente"

La palabra me da vueltas en mi cabeza,su citas a ese lugar extraño,sus advertencias,sus malestares todo se acumula golpeandome al mismo tiempo y es que cuando se descubre una cosa encajan mil más haciéndote comprender todo.

Mi celular vuelve a sonar y lo único que quiero es desconectarme de todo esto es demasiado para mí.

—¿No tienes preguntas que hacer? ¿Gritos? ¿Reclamos? ¿Respuestas? Estoy preparado,anda lanza la bomba.

Miles de preguntas me carcomen por dentro,el hecho de que diga que mi futuro es un desastre no es nada alentador.

Pero no quiero hacerlo justo ahora,quiero disfrutar de la tregua que estábamos disfrutando media hora antes,quiero olvidarme de todo y descansar,hasta que la realidad vuelva a golpearme nuevamente cuando despierte.

—¿Tu idea de dormir por un rato sigue en pie?

Mi pregunta lo confunde,pero aún así asiente volviéndose a acomodar en mi pecho.

El cansancio aún se hace reflejo en mi cuerpo,las horas descansadas no fueron suficientes y mis músculos exigen más tiempo para recuperarse.

Cierro los ojos perdiendome en la nada,bloqueando todos los pensamientos que avasallan mi cabeza queriendo descansar.

—...confíe en ti...¿te justificas?...Rafael el maldito mierdero se nos viene encima...¿lo sabes? ¿Y por qué mierda no haces nada?...no soy ningún adivino barato para que me tengas a tu favor queriendo jugar a las pistolitas...busca al maldito traidor y encargate de buscar las copias...esto se va a poner feo.

Me muevo encontrándome con el lado de la cama donde estaba Marcos vacío,paso mi mirada hacia la ventana y está paseándose de aquí para allá con el celular en la mano sujetandolo con fuerza.

—¡Joder!—lanza una patada al aire y se pasa las manos por el pelo,nunca lo vi tan rabioso,al contrario,es un chico relajado.

—¿Qué  pasa?—me siento en la esquina de la cama.

—Pasa que volvimos al punto inicial,nos robaron la maldita prueba y eso sólo significa que están cerca,que están metidos en la puta policía pero Rafael no me hizo caso.

Agarra la mochila que hace en un rincón y toma sus gafas,colocando nuevamente la concentración en el celular.

—Adalis—llama a la chica de ayer.

Siento como si me clavaran un puñal en mi maldito estómago,la saliva se vuelve veneno y lo celos me corroen,donde empuño las manos.

"Calma Aghata,no sabemos quien es y de que se conocen"

—...estoy bien...si te voy explicar todo,dile a mi madre que estoy bien no se preocupe...necesito verte ya ¿donde estás?...quedate sola y espérame—cuelga.

—Necesito mi ropa,damela como esté—demanda y mi corazón se encoge en mi pecho.

Me cubro con las sábanas arrastrandola por el suelo ya que no tengo la seguridad que tiene él al andar desnudo sin ningún pudor.

Se la entrego y se la coloca rápido,toma su mochila y se dirige a la puerta,los ojos me arden y tengo ganas de desplomarme al sentirme tan sucia,tan usada.

Ni siquiera se despidió,no hubo un gracias,un beso,un te llamaré.

Nada,ese vacío me consume y me arrastra hacia la ventana,donde como la masoquista que soy veo como corre para ver a otra que sabrá Dios quien es.

Arrastrando los pies me dirijo al baño,ignoro el desastre y dejo que agua fría me ayude a no pensar,a borrar su partida a fingir que todo está bien,pero no lo está.

Nunca me había sentido así por un chico y me obligo a no llorar.

No me va a cambiar,él es un capricho,él no me puede usar cuando se le antoja,pero ni yo creo en ello, la fuerza de voluntad no es la misma cuando lo veo y menos cuando me toca.

"Joder ni con su maldita indiferencia estoy tranquila,para que me engaño"

Para colmo tengo que lidiar con lo del olvido del preservativo porque de seguro hasta se le olvidó al muy cabrón.

Me visto rápido mecánicamente como un robot.

La tripas gruñen por falta de alimento y me preparo una sopa instantánea,está en poco tiempo por lo que como viendo un programa de cocina,tomando cucharadas lentas mientras fijo mi vista en el televisor pero mi cabeza sigue en otro lado.

Enciendo mi teléfono.

Veinticuatro llamadas perdidas de Liam,nada del rubio,vuelvo  a dejar el teléfono abandonado encima del sofá mientras dejo el tazón en la mesita de centro.

Me acuesto en el sofá y tapo mi rostro con mis manos,mientras las instrucciones del chef aún se escuchan.

El maullido del gato me hace dar un brinco y justo en ese instante suena el timbre.

Miro mal al gato mientras voy a abrir.

"Lo sacaré de la casa cuando pueda,tal vez si lo abandono lejos,nadie lo note"

—¿Si?—pregunto.

Un chico queda frente a mí,no me es conocido,está enfundado en unos vaqueros rotos en las rodillas y una camiseta negra que abraza su pecho trabajado por el ejercicio pero aún así sin exagerar.

Sus cejas son espesas y negras junto con su cabello,lleva una barba de varios días aunque es joven,diría que de mi edad o dos o tres años mayor.

—Soy uno de los nuevos vecinos—se presenta—me preguntaba si podrías regalarme un poco de sal.

¿Sal?

Ha de notar mi mirada extrañada.

—Somos nuevos en el barrio y aún no nos adaptamos del todo mi hermano y yo,no alcanzamos a comprar,pero si no quieres igual lo entenderé.

—No no...enseguida te doy un poco,sólo tengo que revisar donde la esconde mi madre,pasa, puede demorar.

Dejo la puerta abierta para que se adentre a la propiedad y escucho pasos a mi espalda.

Lo observo y está mirando el sofá y el tazón que yacía tirado,apago la tele.

—No te fijes en el desorden,hoy no es mi día.

—Tranquila—es lo único que me dice.

Es bastante serio y procedo a tener un poco de conversación que me distraiga.

—Amm...¿y de donde vienen?—indago.

—Lejos—responde secamente.

No alego nada más,no me gusta entrometerme en las vidas ajenas y este chico tiene una seriedad que me abruma.

Le entrego un poco de sal y se va por  donde mismo había llegado.