Doy toques en la puerta de mi propia casa y espero que abran.

Un Rick despeinado me recibe y hace una mueca,algo va mal.

—Escapa ahora que puedes.

Frunzo el ceño y le doy una mirada interrrogativa.

—Papá está aquí,rápido, vete—hace un ademán de cerrar la puerta pero la pregunta de mi madre lo paraliza.

—¿Es tu hermana?

—Emmm...—Rick trata de disimular.

—A ver hazte a un lado—lo desplaza de la puerta y me encuentro
con el rostro de mamá.

Yo no soy muy parecida a mamá,ella es morena de ojos marrones y pelo oscuro,más bien mi físico lo saqué de papá que debe estar adentro esperando a darme un sermón.

—Hija ¿donde estabas? ¿Con ese chico verdad? Estaba tan asustada de que te hubiera hecho algo.

—No quisiste escucharme,sólo hablabas y hablabas,sabes muy bien que Liam no me haría nada ¿de dónde sacas eso?

—Te ha lavado el celebro,pero de volver a poner las cosas en su sitio se encargará tu padre,a situaciones desesperadas hay que buscar medidas desesperadas.

—¿Para qué lo llamas? quedamos en que no íbamos molestarle,está muy ocupado con su "nueva familia"

Dibujo comillas en el aire.

—Agatha—la profunda voz de mi padre se escucha cerca,Rick hace una mueca—entra.

Sus cejas están fruncidas como si en su cabeza no entendiera algo o estuviera realizando la solución de algo.

Paso al salón y me siento en el sofá dejándome caer,sinceramente no tengo deseos de escuchar esta mierda ahora.

Rick se sienta en el sillón con su gato,hace días no lo había visto por la casa,y las comisuras de mi boca se dibujan hacia abajo al volverlo a ver.

"Odio los gatos"

—¿Sabes a que horas tuve que viajar anoche porque tu madre me llamo preocupada?—dice cansado y de una forma severa.

Desvío mi mirada de Rick y me concentro en el hombre que dice ser mi padre.

—Iluminame—digo con voz cansina.

Ignora mi tono y me responde:

—Dos de la mañana,volé desde México hasta aquí por ti.

—Vaale ¿y ha que has venido?

—A llevarte conmigo,está claro que tu madre ya no puede contigo.

Abro mis labios sorprendida antes las medidas tan drásticas que habían tomado para mí.

—¿Qué? Mamá no puedes hacerme esto,tengo mi vida aquí,mis amigos,mi hermano—lo señalo y el levanta la mano haciendo una V con el dedo índice y el del medio.

—Leo creo que eso es demasiado—dice mi mamá.

Por un momento pensé que todo era idea suya,definitivamente no puedo ni quiero irme de aquí,no ahora ni nunca,es que no estoy preparada para dejar Pades.

—¿Segura Daniela?—mi padre se masajea la sienes,como si fuera la causante de su malestar,sólo un problema más con el cual lidiar,una carga.

—Sí,tal vez exageré un poco al realizar esa llamada—mi madre sede,sé que lo hace porque no quiero verme marchar,sólo dice esas palabras por ello.

Porque estoy seguro que aún piensa igual que antes de que yo cruzara esa puerta.

Mi padre agarra su maletín a su lado y se pone en pie.

—Pues espero que no "exageres" más,tengo problemas que solucionar—mira su reloj bastante caro que rodea su muñeca—y una esposa e hijos que atender.

El rostro de mi madre se contrae,su tristeza es palpable y Leo no se da cuenta o lo hace e igual no le importa,sin despedirse sale por la puerta principal como si ya no existiaramos,como si fueras ese pequeño rincón de su vida que siempre estorba y que le molesta.

El sollozo de mi madre se hace oír en el pequeño salón,Rick desaparece,no le gusta ver a mamá llorar, tampoco sabe que hacer cuando lo hace y sin embargo está llorando por sus decisiones,por avisarle a un hombre al cual ya no le importamos.

—Así es como querías solucionar todo,mirate ahora—muevo mi cabeza de un lado a otro con pesar.

Subo a mi cuarto y descorro las cortinas para abrir la ventana,el aire fresco me da en la cara y me alivia un poco,ya mi respiración no es tan pesada y el nudo que se creó  en mi garganta ya no molesta tanto.

Al abrir los ojos nuevamente vizualizo el paisaje que queda frente a mí.

No debo sentirme mal por ese hombre,no debo hacerlo.

La casa de al lado está iluminada,eso me recuerda que hay nuevos vecinos que vi días atrás mudarse,pero no he sabido nada de ellos,pues últimamente no paro mucho en casa.

Me doy un baño y escucho un poco de música,ya es de noche cuando mi mamá entra por la puerta de mi habitación con los ojos hinchados y la cara roja.

¿Debería abrazarla?

La miro con los ojos decaídos cuando se acerca a mí y se sienta al pie de mi cama.

—Mamá...—empiezo al ver que ella no reacciona—¿te encuentras bien?

Pregunto aunque es evidente la respuesta.

Gruesas lágrimas salen de sus ojos marrones y mi pecho se aprieta,me acerco a ella y me arrodillo para abrazarla.

—No lo llames nunca más,no lo necesitamos—su llanto es más fuerte al escuchar mis palabras.

Siempre he sabido que es una mujer frágil aparte de sobreprotectora,y no tenemos más familia además de nosotros,tampoco la necesitamos,pero a veces ella ve la carga muy pesada bajo sus hombros,no sabe que hacer y colapsa al pensar que me pasa o me puede pasar algo malo.

No debo pelearme más con ella ni dejarla sola nunca más.

Estuvo llorando hasta que se quedó dormida y fui su apoyo como tantas veces ella lo había hecho conmigo.

***

El colegio.

Es como si viera sus puertas abarrotadas de estudiantes por primera vez.

Vengo con Liam como me es costumbre.Lo veo bien,aunque las preguntas están en la punta de la lengua,pero temo incomodarlo,si hubiera ocurrido algo ya me lo hubiera dicho.

Mi cabeza parece explotar con todo esto y lo que pasa a continuación tampoco ayuda mucho.

Pues cuando estamos a punto de atravesar el umbral de la puerta que da entrada a la institución,un líquido nos cae desde arriba y nos empapa enteros,es espeso y su olor metálico me dan náuseas.

"Es sangre"