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El bello final de un triste inicio

La vida no es como lo vemos en las películas de amor, se enamoran, viven su vida muy felices, afrontan los problemas y siguen su vida sin ningún problema. A veces deseamos que sea así, pero lamentablemente ésta es nuestra cruda realidad. Engaños, inseguridades, peleas, decepciones, corazones y sueños rotos.
Y eso Jimin lo aprendió de la peor forma, al ver cómo su novio Yoongi, cambió repentinamente su actitud. Pasando de ser un novio atento, caballeroso, amable y comprensivo, a un hombre molesto, egoísta, desconsiderado, ya le daba igual su relación. Lo peor de todo esta situación, era que estaban en planes de casarse, pero Jimin ya no estaba seguro de eso.

Regresemos 10 años atrás...

Park Jimin era un chico de una gran belleza, amable, talentoso y muy inteligente; el chico ideal de toda persona. Él practicaba danza contemporánea y patinaje, sus dos cosas favoritas.
Era muy centrado y planificador con sus cosas, por lo tanto, él no se veía en un relación tan pronto, pero eso cambiaría pronto.

—Jimin —se acercó una chica de cabellos de castaños y mechas color lila.

—¿Qué pasó Jia? —cerró su casillero.

—¿Me acompañas a ver el juego de básquet? Por fa —le hizo ojitos de cachorro.

—Dejame adivinar, va a jugar Jeon —se cruzó de brazos.

—Si —se emocionó al escuchar ese nombre.

—¿Por qué mejor no le dices lo que sientes y ya? Así sabrás si te corresponde o no y será menos doloroso después —sugirió.

—Ni hablar, tengo algo llamado orgullo —se defendió.

—Y por culpa de ese orgullo te quedarás soltera —se empezó a reír.

—Ahora te aguantas —lo tomó del brazo y se fueron a la cancha de la universidad.

Al llegar, había mucha gente, por lo que no les quedó de otra más que sentarse hasta arriba. Jimin solo bufó, no porque no le gustara el deporte, sino porque los jugadores se creían mucho solo por ser muy buenos jugando. A excepción de 3 chicos, Kim Namjoon, Jeon Jungkook y Kim Taehyung.
En ese momento, Jimin cruzó miradas con Min Yoongi, líder del equipo y todo un egocéntrico, creyendo que el mundo gira al rededor de él y que todos van a cumplir sus caprichos solo por ser guapo y atlético. Al mirarse, sintieron una conexión, pero ninguno pudo explicar esa sensación.
El partido empezó de forma reñida, pues estaban en semifinales de un torneo nacional, eran los Silver Tigers —equipo de la universidad en dónde iban Jimin y Jia—, y los Black Dragons —equipo de la universidad rival—.

Metieron al partido a Jungkook y a Taehyung, quienes siguieron las indicaciones de Min. Los Black Dragons no se las dejaron fácil, por lo que se esforzaron aún más los Silver Tigers. Después de cierto tiempo, ganaron los Tigers.
Lo que provocó gritos de euforia por parte de los alumnos de la universidad Si Hee.
Jia y Jimin bajaron de las gradas para acercarse a los jugadores, pues Kim Namjoon era el hermano mayor de Jia.

—¡Hermano, estuviste genial! —la castaña abrazó al más alto.

—¿Y no dirás nada de nosotros pequeña diablilla? —Jungkook la miró y Tae solo se empezó a reír de la situación.

—Ustedes también estuvieron geniales postes de luz —se burló.

—Ella quiere un castigo, ¿verdad? —sugirió Jeon, por lo que tomó desprevenida a la chica.

—Ya Jungkook, la vas a traumar con tus locuras —comentó Taehyung, para luego ver a Jimin.

Éste le dedicó una sonrisa sincera al rubio, consecuencia de eso fue que él pequeño rubio se le habían puesto rosadas sus mejillas. A pesar de que no tenía en mente tener una relación con alguien, si tenía un tipo de chico; y ese era Kim Taehyung.

—Después de clases vayamos a algún lado para celebrar ésta victoria, ¿qué dicen? —había propuesto el pelinegro mayor.

—No suena mal la idea de Tae, que dicen chicos, ¿vienen? —el castaño ve a su hermana y a su amigo.

—Yo me apunto —Jia respondió sin vacilar.

—Bueno, también yo, me hace falta tomar un descanso de los estudios —comentó el rubio.

El grupo de amigos se fue del lugar, sin saber que un chico de cabellos blancos los veía como se alejaban. ¿Por qué sintió esa sensación al ver al rubio? Después de todo, no se conocían y no eran cercanos.

—¡Yoongi! —se acercó corriendo una chica esbelta y de cabellos rubios—. ¡Estuviste genial amor! —lo abraza.

Así es, Min Yoongi tenía novia. Isabella Lee, una de las chicas más codiciadas por toda la universidad. A pesar de que Yoongi había sido el líder del equipo, nunca entabló conversación con los tres chicos que vió irse. Pues consideró que no estaban a su altura.

—Vamos a comer algo amor —había propuesto su novia.

—Claro —respondió sin poner objeción.

Durante las clases, Jimin se había puesto a pensar el por qué sintió escalofríos al topar miradas con Min, ya que fue algo raro ese sentimiento.

—Joven Park —el profesor lo sacó de sus pensamientos—, ¿está poniendo atención?

—Sí profesor —el maestro se dio la vuelta y siguió explicando el problema. Soltó un leve suspiro. Definitivamente sintió un poco curiosidad sobre Min Yoongi.

Al terminar las clases, se encontró por los pasillos a su amiga de la infancia, y la chica indicada para que le diera información sobre ese chico.

—¡Ariadne! —la chica miró hacia en dónde estaba Jimin.

—¡Mimi! —lo abrazó—. ¿Qué pasó? ¿Cómo estuvo el partido?

—Estuvo bien, no me quejo. Oye, ¿podrás ir a mi casa en la tarde? ¿Cómo a las 6? —miró a su amiga.

—Mmm, sí, ¿por?

—Es que quiero hablar de un tema serio contigo —se limitó a responder.

—Cualquier cosa que te hayan dicho, yo no fui —ambos se rieron.

—Bueno, nos vemos al rato —se alejó.

Terminaron las clases y el grupo de amigos esperó a Jimin, ya que él era el único que faltaba.

—Por fin, estábamos a punto de abandonarte —se burló Jia.

—Eres muy cruel —hizo su drama.

Todos fueron a su cafetería de siempre, las charlas siempre iban de como se quejaba la menor del grupo por culpa de su salón, comentarios y opiniones acerca de las técnicas de juego, ayuda y consejos acerca de las materias, entre otras cosas.

—Se me antojó ahora un pastel de chocolate —comentó la chica.

—A mí un pay de fresa —le siguió Tae.

—Yo quiero unos hot cakes —habló Jungkook.

—Pidan lo, eso sí, veremos al final quienes pagan —se empezó a reír Namjoon.

—¡Eso no es justo! —se quejó Jimin.

—Conste que estamos siendo generosos, porque lo van a pagar dos de nosotros —respondió el mayor del grupo.

—¿Y cómo le vamos a hacer? —Jungkook miró al mayor.

—De la forma civilizada e infalible. Piedra, papel o tijera —sugirió Jia.

Quisieron o no, así lo hicieron. Perdiendo Taehyung y Jimin, a regañadientes el rubio fue con Tae a pagar.
En lo que hacían el pago, hubo un corto momento de silencio.

—¿Y cuándo será su siguiente competencia? —preguntó de la nada el pelinegro, sorprendiendo al pequeño rubio.

—¿Qué? —tardó en captar su pregunta—. Ah, el torneo. Sí, pues... Va a ser dentro de dos semanas. A todo esto, ¿cómo supiste? —lo miró.

Le dio gracia la reacción del rubio. —Jia me comentó, se veía muy emocionada por ello.

—Oh, sí. Y no dudo su emoción, pues siempre ha querido participar en un torneo así, y es que no es cualquier torneo Tae, es el estatal —explicó—. Si somos elegidos y seguimos con nuestro esfuerzo, las probabilidades de que nos elijan para los próximos juegos Olímpicos son altas —comentó con emoción, emoción que le encantó ver al pelinegro.

* * *

—Ahora si, ¿dime de qué se trata el tema? —se sentó la pelinegra en la cama de Jimin.

—Bien, ¿qué sabes acerca de Min Yoongi? —preguntó.

—¿Él líder del equipo de básquet? —Jimin asintió—. ¿A qué se debe eso? —miró a su amigo.

Suspiró. —Me vas a llamar loco o algo por el estilo, pero, ese día en el partido, cruzamos miradas por descuido y sentí un tipo de escalofrío. Y no sé si tomarlo como algo bueno o algo malo —explicó.

—Ok, eso sí que es raro. Y más porque él se le conoce por ser todo lo contrario a un chico extrovertido y simpático —expresó su amiga.

—Pero yo tampoco soy extrovertido —se excusó.

—¡Ay por favor Park! Bien, a lo mejor no eres muy extrovertido, pero las personas siempre se acercan a ti para entablar una conversación o para preguntarte algo, y de ahí fluye todo —le empezó a explicar.

—Bueno, en ese tienes razón —lo pensó por un momento.

—¿Ves? Eso es debido a tu aura, es agradable, él ni siquiera tiene un aura agradable, por más que se le acerquen; él mismo los aleja —se cruzó de brazos.

—Ya entendí, pero aún así, quiero saber más sobre él, saber con quién estoy tratando —miró a su amiga.

Soltó un suspiro en ese momento. —Bien, él obviamente es el líder del equipo de básquet, como ya te dije, no es una pera en dulce, sus comentarios suelen ser pesados y a veces hirientes. Por si no lo sabes debido a que a veces estás en otro mundo, tiene novia.

—¿Tiene novia? —la miró incrédulamente.

—Obvio, toda la universidad lo sabe, bueno, ahora sí toda —lo miró burlonamente.

—Si, burlate todo lo que quieras —se molestó.

—Ya, ya, sigamos. A él la verdad, no le ha gustado tener una responsabilidad amorosa.

—¿Y entonces por qué tiene novia?

—Esa es una excelente pregunta. Porque no sé —Jimin vio a su amiga con una mala cara—. ¿Qué? Lo que sé es lo que me han dicho varios alumnos, no porque le haya preguntado, será mi compañero, pero no le hablo.

—Sigue.

—La verdad no sé porque tiene novia, y como es que sigue con ella, porque ha tenido otras relaciones amorosas con otras personas y siempre duran poco, debido a que él no tiene un compromiso para mantener a flote una relación. Por lo que sé y saben los demás, es que Isabella ha sido su relación más duradera.

—¿Algo que deba saber para no caer ante él? ¿Trucos o algo?

—Bueno, dicen que te empieza a coquetear, a halagar, a ser atento, entre otras cosas que no recuerdo bien, pero cuando ya caíste en su trampa, boom, te deja —le explicó—. Así que ten mucho cuidado Mimi.

—Lo haré Ari, no te preocupes. Solo me causó curiosidad, por lo que te conté. Así que tomaremos mis escalofríos como algo malo —ambos asintieron.

* * *

Al día siguiente, todo el transcurso del día siguió normal. El rubio y la castaña hicieron sus pláticas habituales. Cuando vieron que Taehyung y Ariadne estaban hablando cerca de su salón.

Y no era novedad, hace unas semanas los empezaron a ver hablando, al punto de que se empezaron a crear rumores de que ellos dos eran pareja. Y como negarlo si ambos hacían excelente pareja.

A Jimin le causó curiosidad. ¿Cómo es que se conocieron? ¿Desde cuándo?

Por otro lado, mientras Tae y Ari hablaban, llegó cierto peliblanco a irrumpir su plática.

—Vaya, veo que ya conseguiste pareja Kim, y sí que es una belleza —se burló.

—Agh, ¿ahora qué quieres Min? ¿Dónde está tu novia? Cómo veo que siempre andas pegado a ella como una garrapata, me sorprende que estés solo —Ari se defendió.

—¡No insultes a mi novia! —reclamó.

—¿Y quién dijo que insulté a tu novia? —mostró una sonrisa victoriosa.

—Esto no se va a quedar así D'angelo —se retiró del pasillo muy molesto.

—Estoy pensando seriamente en cambiarme el apellido —bufó al ver cómo Min desaparecía entre la multitud.

—Pero si no se escucha mal, señorita D'angelo —ambos se empezaron a reír.

—Lo tomaré en cuenta.

—¿Así que eres amiga de Jimin? —la miró de reojo.

—Así es —sonrió.

—¿Y cómo se conocieron? —empezaron a caminar.

—En un campamento de verano en Canadá. Obvio soy unos meses más grande que él, pero nos tocó en el mismo grupo. Recuerdo bien que la primer vez que hicimos contacto fue cuando lo defendí de unos compañeros bullies. Empezamos a hablar y boom, amigos —explicó.

—Vaya, bonita forma de conocerse —admitió.

—Lo sé.

—¿Quieres venir el próximo sábado a una reunión? Tranquila, solo vamos a ser mis amigos, Jimin, su amiga y yo —propuso.

—Bueno, no estaría mal —lo pensó por un momento—. Bien, acepto.

—Entonces nos vemos el sábado. Bueno, me retiro, tengo que ir con los chicos ya que nos llamó el entrenador.

—Sí, no te preocupes, nos vemos al rato.

—Vaya, así que la hermosa D'angelo tiene pareja —la tranquilidad de Ari sé esfumó cuando escuchó la voz de Yoongi.

—¿Qué carajos quieres? Y ve al grano —se dio la vuelta y lo miró con una seriedad.

—Vaya, directa, tal y como me gustan —se burló—. Es una pena que no hayas querido ser mi novia, Ariadne.

—Y bien que me salvé de serlo, detesto a las personas cómo tú —lo miró con desprecio.

—Sería una pena que un chico como yo, se acercara a un chico como tu amigo Park —se rió al ver cómo la expresión de Ariadne cambió.

—No te atrevas —su expresión se volvió sombría. Pues ella quería a Jimin como si fuera su hermano.

—Entonces se mi novia.

—¿Isabella? ¿Qué pasará con ella?

—Oh, ¿ella? Tranquila, la terminaré para estar contigo —le entregó una flor.

La pelinegra tomó la flor, para luego ir cortando los pétalos.

—Que te quede claro algo Min Yoongi, no porque seas el líder del equipo y guapo, signifique que todos caigan a tus pies. Yo no seré una más de tus trofeos, y sí te llegas a acercar a mi amigo —se acercó más a él y le empezó a susurrar—. Te haré la vida imposible, eso ten lo en cuenta.

Ariadne se fue a su otra clase.

—Acabas de arruinar la vida de tu amigo —se marchó muy molesto.

La ojiverde sabía muy bien que Yoongi era de cuidado, él era capaz de todo por salir triunfante ante sus objetivos.

El sábado todos los amigos se la pasaron muy bien juntos. Entre risas y karaoke, todo fue genial. Ari y Jimin salieron de la casa de Namjoon, para conversar un poco.

—Ari, tengo una pregunta.

—¿Qué pasó Mimi? —miró a su amigo.

—¿Te gusta Taehyung? —preguntó con curiosidad.

La pregunta sorprendió a Ariadne, que provocó la risa de la pelinegra.

—No Mimi, ¿a qué se debe esa pregunta? —esperaba su respuesta.

—Ah, lo que pasa es que la otra vez Jia y yo los vimos en los pasillos platicando, y pues también iniciaron los rumores de que eran pareja —su voz sonó algo decaída.

—Oh, pues no, no me gusta. Debo admitirlo, es un chico atento y si, prácticamente es mi tipo, pero ahorita no quiero una relación, suficiente con que mis papás anden con el tema de las relaciones para beneficiar a la empresa de la familia —se cruzó de brazos.

—Entonces, ¿cómo se conocieron? —la curiosidad no dejó a Jimin en paz.

—Pues es raro, porque somos compañeros de la facultad, y lo más gracioso es que hasta somos compañeros de salón, pero jamás nos habíamos hablado ni visto.

—Así como eres de centrada en los estudios, cómo te vas a dar cuenta —ambos se rieron.

—Escuchaba que pasaban lista, pero ni volteaba a ver quienes eran. Hasta hace unas semanas, ya que me tocó hacer un trabajo con él —le dedicó una sonrisa al rubio.

—¿Entonces se conocieron porque deben de hacer un proyecto? —su amiga asintió.

* * *

Habían pasado tres semanas, y en esas tres semanas pasaron algunas cosas, como la ruptura de Isa y Yoongi, noticia que sorprendió, pues su relación duró tres años; más que otras relaciones que haya tenido el peliblanco. Ari, al escuchar eso, estuvo muy al pendiente de su amigo rubio, y le contó lo que sucedía, así que ambos estarían pendientes de ello.

Todos andaban como locos por las competencias de cada deporte, Jia y Jimin salían tarde por los entrenamientos, pero Ari se había ofrecido para recogerlos y dejarlos en casa; acción que los dos jóvenes agradecieron.

—¿Y si los van a elegir para participar? —los miró.

—Así es, de hecho el entrenador ya nos avisó, pero lo hará oficial dentro de dos días —comentó Jia.

—¡Que bueno! Me alegro por ustedes, la verdad se lo merecen —les dedicó una sonrisa—. Cierto, dentro de una semana no podré venir a recogerlos —les informó.

—¿Por qué? —preguntó el rubio.

—Lo qué sucede que voy a ir a Estados Unidos con mi papá para que me vayan conociendo en la empresa, después de todo soy la heredera de su empresa —explicó.

—No se me hace justo que te pongan ese peso aún siendo joven —bufó Jia.

—Lo sé, pero de hecho llegamos a un acuerdo, así que no tengo problema —se cruzó de brazos.

—Por cierto, ¿cómo les fue en el proyecto en el que estaban trabajando tú y Tae —miró a su amiga.

—Nos fue muy bien, un 100 perfecto, a pesar de los desacuerdos que tuvimos, se encontró la solución —respondió.

Los días pasaron con tranquilidad, y con la rutina de siempre, escuela, los entrenamientos y el transporte. A veces quedaban de acuerdo en quién recogería a los jóvenes patinadores, y se reunían en la casa de alguno de los integrantes, incluyendo a Ariadne, pues tuvo una buena relación con los chicos, haciendo que Jia ya no fuera la única chica del grupito.
Llegó el día en que Ari se tuvo que ir a Estados Unidos, todos la fueron a despedir. Ella le pidió al resto de los chicos que cuidarán a Jimin y que se aseguraran de que Yoongi no se acercara a él. No dudaba de la habilidad de Jimin para defenderse, pero sabía que Min era astuto cuál zorro para conseguir su objetivo.

Un descuido, solo un descuido hubo para que Yoongi viera su oportunidad, oportunidad que cambiaría el transcurso de sus vidas probablemente. Pues un martes de lluvia, Nam se le olvidó que debía ir por los chicos Ji —apodo que se les dio por la inicial de Jimin y Jia, idea burlesca de Jungkook—, así que estuvieron esperando por unos minutos.

—Carajo —susurró Jia mientras buscaba algo en su bolso.

—¿Qué pasó Ji?

—Olvidé mi celular en el casillero mientras me estaba cambiando. Voy por él, ¿vienes conmigo? —miró a su amigo.

—Ve, yo te espero, a lo mejor ya viene Nam, y sino nos ve, va a pensar que nos fuimos.

—Bien, no me tardo —entró corriendo a la instalación.

Después de que ella entró, a los pocos segundos salió un peliblanco con su bolso de entrenamiento. Yoongi se sorprendió de ver al rubio, pues no esperaba encontrarlo solo y sin sus amigos que casi estaban todo el día con él.

—Y según decían que no iba a llover, por favor —bufó, asustando a Jimin.

—Rayos, casi me matas de un infarto —lo miró de mala manera.

—Si, lo que sea —respondió sin importancia—. Pero parece que va a llover más fuerte —sacó su paraguas y se lo entregó de la nada.

—¿Y eso a qué se debe? —lo miró de manera dudosa.

—Supongo que estás esperando a alguien que probablemente se esté tardando en llegar —en eso se estacionó un auto, dejando ver a una mujer bella. El peliblanco se subió y el auto arrancó, dejando a un rubio muy confundido.

—¡Ay Namu! ¿Cómo se te olvidó? —salió Jia, quién estaba hablando con Nam por el celular—. Si, si, te vamos a esperar, pero si nos resfriamos, será tu culpa —colgó—. ¿Tú cómo conseguiste un paraguas si no tenías?

—No me lo creerías —se empezó a reír.

A los pocos minutos, llegó Nam con el auto de su padre. Jimin le dijo a Jia que le contaría lo que pasó cuando ella entró a buscar su celular.

Ari llamó y les dijo que se iba a quedar en el extranjero un mes, pues al parecer salió un imprevisto en la empresa que maneja su padre, y tenían que arreglar el asunto.

Ese mes bastó para que poco a poco empezaran a entablar una conversación el peliblanco con el rubio. Pues Jimin se acercó a Yoongi para darle su paraguas, acción que sorprendió a medio alumnado presente en los pasillos. Los chicos ya estaban al tanto de lo sucedido, así que no les sorprendió.

Otro día, Min fue a la pista de patinaje, se sentó en las gradas y observó como Jimin se destacaba del resto en el patinaje. Lo cuál le sorprendió, no pensó que Jimin fuera tan hábil en ese deporte.

Se acercó Nam y se sentó a su lado. —¿Y esa sorpresa de qué el líder del equipo esté aquí?

—No molestes.

—Hay que ser honestos, nunca vienes por aquí —lo miró.

—¿Y a qué se debe el que me hables? —miró a Nam.

—Vi la oportunidad, pues nunca nos acercamos por dos razones, uno, era tu novia, y dos, siempre alejabas a quién trataba de entablar una conversación —respondió el castaño.

Suspiró. —Buen punto.

Vieron como Jia y Jimin hicieron una acrobacia a la par. Escuchándose un "uuh" por parte de sus compañeros.

—¿Es su novia?

Nam echó a reír, provocando una expresión molesta en el peliblanco.

—Perdón, me dio algo de risa porque eres la primera persona que me pregunta si son novios.

—Entonces supongo que no lo son.

—Es correcto, ellos solo son amigos —respondió.

Yoongi solo asintió ante la respuesta del castaño.

Una vez que salieron del entrenamiento, Yoongi y Nam se acercaron a ellos.

—Hola Namu —se acercó a abrazarlo.

—Hola pulga —se empezaron a reír—. Ah, Yoongi, te presento a mi hermana Jia, Jia, Min Yoongi, el líder del equipo de básquet.

—¿Es tú hermana? —preguntó de manera incrédula.

—No, soy su prima —respondió de forma irónica.

—Ya entendí —se río—. Me agrada su actitud.

—Bueno, vamos a tomar algo, se me antojó un frappé. ¿Gustas venir Min? —miró al susodicho.

—Sí, total, no tengo nada que hacer, las últimas clases se cancelaron de último momento.

A pesar de que saben cosas de él, pero fue por rumores. Decidieron darle una oportunidad, fue algo complicado aceptar por lo sucedido con Ariadne. Ella también dudó en aceptar, pero Jimin la logró convencer, aún así, la pelinegra le pidió a Jimin que tuviera cuidado con el peliblanco.

Las salidas entre Jimin y Yoongi cada vez fueron más constantes. Las primeras salidas fueron entre todos los amigos de Jimin, y poco a poco fueron saliendo ellos dos nada más. Yoongi vio como era su forma de ser de Jimin, y empezaba a sentir algo, una sensación que no siquiera sintió con Isabella.

—Oye —llamó la atención del peliblanco.

—¿Qué sucede Park? —lo miró. Y sí, ambos se llamaban por sus apellidos, pues no se sentían aún en confianza para llamarse por sus nombres.

—Quiero saber si te gustaría ir al torneo estatal de patinaje.

—¿Es para el que tú y Kim han estado entrenando?

—Así es.

—Mmm, pues...no tengo nada que hacer ese día... Ok, estaré ahí —lo miró.

—Ok, entonces te veré allá. Nos vemos, tengo que ir al parque, le prometí a Ariadne que nos veríamos —se levantó de su asiento.

—Ok, nos vemos.

Jimin llegó al punto de reunión en dónde se vería con Ari. Ella venía con un conjunto de ropa deportiva color vino y unos tenis a juego.

—Ya estoy aquí —se acercó a ella cansado—. ¿Qué pasó Ari?

—¿Vienes de correr un maratón? —se burló.

—Lo que pasa es que fuimos a tomar una bebida Yoongi y yo —respondió con algo de dificultad.

—Oh —se limitó a decir—. Bueno, aquí tienes —le mostró una bolsa.

—¿Y esto? —tomó la bolsa y la abrió—. ¡No es cierto!

—Así es, estando allá los vi y... Bueno, me acordé de ti —se limitó a reír ante la expresión de su rubio amigo.

Al sacar la envoltura, vio un par te patines para hielo, y del diseño y marca favorita. Pues era de una marca de uno de sus patinadores favoritos, y jamás para de hablar de ellos, desde que Ari lo metió al mundo del patinaje.

—Muchas gracias Ari —se lanzó a darle un abrazo.

—Me alegro que te hayan gustado Mochi —le correspondió el abrazo.

Por fin ve la luz el primer capítulo. La neta me lleno de historias porque quiero, y no aprendo dios mío. Me voy a dar un tiro por no aprender. Espero no tardarme con el otro capítulo.

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