En septiembre 2017, Estados Unidos evacuó a parte del personal y a todas las familias de su Embajada en Cuba, debido a evidencias de un extraño ataque sónico. Desde hacía un año, 26 empleados de la embajada americana y 13 de la canadiense habían sufrido mareos, nauseas, dolor de cabeza y confusión mental debido a un sonido persistente de origen desconocido en sus casas o la habitación de su hotel.

Inmediatamente, los medios especularon con la posibilidad de que los agentes cubanos estuviesen usando algún tipo de arma sónica desconocida.

Los médicos que estudiaron a las víctimas detectaron contusiones en el conducto auditivo, pero sin signos de haber sufrido contusión externa. Es decir, no estaban fingiendo, pero tampoco se habían dado ningún golpe.

El gobierno cubano negó haber atacado la embajada y la CIA reconocía que no conocía ningún arma que pueda causar dichos efectos.

Un par de empleados pudieron grabar los sonidos, y tras analizarlos los expertos concluyeron que eran... el canto del grillo antillano de la especie nurogryllus celerinictus, que es especialmente fuerte y molesto

Sin embargo el caso no se da por cerrado porque otras víctimas aseguran que no oyeron ningún sonido mientras sufrían el ataque, y se han producido un par de casos similares en 2018, en China.