Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

36★

     — ¿Que te ha pasado con esa chica? — preguntó Robert riéndose, mientras se ponían de nuevo los pantalones.

     — Nada... La chica no me ha hecho nada pero… era tirarla a ella o a Abril, y eso prefiero dejártelo a ti.

     — Pues eso no va a pasar.

     — Y ¿se puede saber que ha pasado está vez? Lleva el colgante pero … está claro que no os reconciliasteis. 

      Robert se rascó la cabeza pensando si contárselo y se riera de él por terminar en la cama o dejarlo pasar. Sin embargo eso llevaba tiempo quemándole y tenía que contárselo a alguien.

— ¡Rob! ¡Vuelve a tierra!

    — ¿eh?

     — ¿Que coño piensas? Te has quedado en tu mundo —. Dijo pasando una mano por delante de su cara para llamar su atención.

     — Nada... Lo de siempre, ya sabes... No te voy a contar nada que no sepas.

     — Ya... Vas a acabar con mi paciencia, y terminaré matando a alguien por tu culpa. — presagió arrepentido de lo sucedido minutos antes.

     — Pasó que … Nos…nos volvimos a acostar.

    — Joder … y esta vez ¿quién mandó a la mierda a quien?

     — No… no fue eso. Fue… la dije que la… que la quería pero… se acabó. La quiero y me quiere, pero es lo mejor. Por muy difícil que sea. No me escuchará nunca y yo no puedo seguir así.

     — Pero evitándola no vas a arreglar nada.

     — ¿Y que hago?

     Bruno se encogió de hombros. Llegados a este punto no tenía ni puta idea de cómo ayudarlo. Sabía que Robert deseaba quedarse, e intentar pasar un rato normal con ella. La echaba de menos. Echaba de menos besarla y abrazarla, pero lo que mas echaba de menos, era simplemente tenerla cerca.

   
      — Pues no se que puedes hacer, pero yo tengo hambre.  — dijo Bruno revolviendo su pelo para secarlo.

    — Ya se... Yo rapto a Abril y tu tiras a la piscina a su amiga o te la tiras a ella. Eso ya es cosa tuya.

     — Si, bueno... Sería una opción. También, si dejaras de ser capullo, a lo mejor tendría alguna posibilidad.  Creo que me debes un esfuerzo, pero conociéndote, creo que lo mejor es que nos vayamos.—Sonrió desilusionado

     —  ¿Las pregunto si les apetece pizza? Pero si dicen que no, nos vamos ¿OK? Intentaré estar calladito —. Se burló Robert.

     Bruno, se lo piensa un momento y accedió. — OK, pero por favor contrólate.


    — Voy a matarte, lo sabes ¿verdad? Ahora ese gilipollas se pensara que me gusta. — Se quejó Auri, sabiendo que ya no podrían escucharla.

     — Fue sin querer... Lo siento. No quería decirlo tan alto — se disculpó poniendo morritos, y cara de cachorrito. — Vale... Mátame... Pero no me has contestado. ¿Te gusta? — repitió mirando hacia el interior asegurándose de que no nos oyen esta vez.

     — Eh...no... A ver... Es... Mono... Pero... También es mono Chris Hemsworth y no me gusta.

— Ya... Pero...¡Se te nota demasiado! Esta muy bueno, lo reconozco. Es normal que te guste. Sonríes cada vez que pasa. Así que no intentes disimular conmigo. Pero en serio, ten cuidado, ese chico solo busca sexo.

     Aurora levantó una ceja, poniendo su mejor cara de póker.

     — Que no soy ciega... El chico está muy bien. — afirmó quitándole importancia. —pero que este muy bueno, no significa que me guste. No es mi tipo. — Suspiró aliviada después de soltar ese discurso, que ni ella se había creído.

     — Pues entonces… si no te gusta, no hay nada que temer, porque ahí vienen de nuevo.— resopló.

    Aurora se dio la vuelta y les miró. Llevaban la ropa puesta, pero si no pensaban bañarse ¿que hacían de nuevo allí.?

     — ¿Os apetece una pizza? — Preguntó Robert, con un tono bastante amigable.

     Las chicas se miraron, preguntándose que hacer. La morena se encogió de hombros, dejándola decidir a Abril, que parecía  tenerlo claro. Miró a Robert, que la sonreía a la espera de una contestación. “ tal vez era momento de intentar algo nuevo y dejar de esconderse y pelear contra sus sentimientos.”

     — Ok, pero extra de queso —. Respondió sonriéndole.

     — ¡Ok! Extra de queso para la princesa. — aceptó Robert la petición, guiñándole un ojo, imitando a su amigo.

     Abril le sacó la lengua, y sin caer en su provocación le devolvió la sonrisa. Viniendo de él, no le sonaba tan mal.

     — ¿Y la otra princesa tiene alguna petición? — preguntó Bruno a Aurora con una sonrisa seductora.

     Aurora arqueó una ceja y le miró de arriba abajo, poniendo también una seductora sonrisa mientras clavaba con delicadeza sus blancos dientes en su labio inferior, tratando de ser tan seductora como él.

     — Si, solo una. Que cierres ese bocaza, que calladito estás más guapo.— dijo cambiando la expresión de su cara.— Ahora entiendo porqué Abril me dijo que nunca repetías chica y no es porque seas un Don Juan, es que eres tan… idiota que ninguna quiere repetir contigo ¿Verdad?— respondió burlándose de él

     Bruno levantó ambas cejas quedandose sin palabras, que le llamara idiota, podría esperarlo de Abril, incluso de ella, pero por algún extraño motivo le que Aurora le hablara así le gustó.

    — Si, posiblemente sea eso. — contestó al fin tratando de no inmutarse demasiado. 

     “¿Por qué no funcionaba esa sonrisa con ella? Claramente no lo iba a tener fácil con esta chica. Se sentó en uno de los sofás del porche, y Robert fue al otro, obligando a las chicas a elegir entre ambos. Ellas se miraron y Auri tomó asiento junto a Bruno, con cara de aburrimiento, dejándole claro, que solo era para hacer un favor a los chicos.

    Por un momento, el silencio entre los cuatro se tornó incómodo. Hasta Bruno decidió abrir la boca con lo primero que se le ocurrió.

     — ¿Has llevado el coche al taller? — preguntó a Aurora que le miró incómoda.

    — ¿Y por qué debería de hacerlo?

     Bruno alzó las cejas, sorprendido por la molestia de la chica.

    — Hacía un ruido raro cuando arrancaste el otro día. Puedo echarle un ojo si quieres — se ofreció.

     — Ya… ese ruido… No hace falta, gracias. Ya pedí cita en el taller para la semana que viene.— mintió. Era consciente del ruido que hacía, pero ese mes no podía permitirse un gasto más, tendría que esperar para ello.

    Llegó la pizza, extra de queso como habían pedido. “Seria genial si consiguiéramos pasar un rato sin discutir» pensó Robert, procurando no mirarla ni hablar demasiado. No quería meter la pata y volver a lo de siempre. Volver a los reproches o lo que era peor, volver a simular que solo era sexo.

     Bruno volvió a hablar, pero daba igual lo que dijera, Aurora se había perdido mirando los labios de Bruno, manchados de tomate. "Dan ganas de..." Sin darse cuenta, mordió descaradamente su labio, a lo que Bruno le respondió con una sonrisa interrogante.

     — Anda, ¡límpiate! pareces un payaso. — Dijo tendiéndole la servilleta y apartando la mirada.


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro