Antes de comenzar a leer el diario de mi hermana decidí ir a visitar a Logan para cuestionarlo porque había tomado el diario y luego devuelto. Para luego ir a la casa de los Collins en busca de más pistas.

No tenía la mejor condición para subir hasta la parte más alta de la montaña en donde se encontraba un par de residencias pertenecientes a los descendientes que habitaron este lugar antes de que se fundara Greenwolf.

Me detengo por unos breves segundos para descansar.

—¿Qué haces aquí?

Salto del susto al escuchar tras de mí la voz del amigo de mi hermana.

—no me asustes así, pensé que estaba sola.

—repito ¿Qué haces aquí?

—¿acaso no puedo entrar a su zona residencial?

—puedes ir solo que es peligroso que vengas sola, hay muchos lobos en la zona, me hubieras mandado un mensaje para ir por ti.

—No es necesario, no tomaré mucho tiempo en este lugar. Necesito preguntar por qué te robaste el diario de mi hermana y luego lo devolviste.

—¿Cómo sabes que fui yo?

—Eres el único que entró a mi casa el día que desapareció y cuando regresó las cámaras de seguridad no tenían grabaciones del lapso que tuviste en mi casa. Ahora me dirás por qué me la devolviste o tendré que llamar a la policía por allanamiento de morada.

—no te atreverías.

—claro que lo haría—respondo

—esta bien, te la devolví por que ya estás al tanto de lo que pasa en este pueblo—respondió

—¿Solo por eso me la devolviste?

—si, debes saber que le hizo es un monstruo a Clarisa.

Estoy por preguntarle a que se refiere cuando alguien llama a Logan.

Eran varios jóvenes y chicas reunidos cerca de una pradera esperándolo.

—Logan es hora de irnos, debemos patrullar la zona—dice una chica de cabellos azabache y tez morena

—Claro, voy en un momento—responde—ahora vete a casa, no puedo llevarte.

—no pensaba andar mucho tiempo por acá, debo volver a casa a preparar la cena—miento

—Bien, nos vemos.

Entre el grupo de adolescentes siento la mirada de uno de ellos puestas en mi persona, alzo la mirada para encontrarme a un chico de cabellos negros rizados, tez morena y con una cicatriz que atravesaba en medio de su rostro.

Él al notar que es descubierto desvía la mirada para luego caminar hacia las montañas.

Una vez perdido de vista, decido pasar a mi siguiente ruta que era la casa de los Collins.

La propiedad no estaba lejos de la casa de Logan por lo cual no tardó mucho en llegar.

Al llegar no noto la presencia de los miembros de la familia.

La casa era de tres pisos con una arquitectura más moderna a diferencia de las casas del pueblo que eran casas antiguas.

Me debato en entrar, si lo hacía, haría lo mismo que hizo Logan o esos desconocidos cuando entraron a mi casa, pero necesitaba respuestas.

Quería saber si mi hermana se encontraba en alguna de las habitaciones.

Al final decidí meterme a la propiedad, era más mi deseo por obtener respuestas que respetar las leyes.

Busco por la entrada la llave, usualmente en Canadá y países con un poco más de seguridad se dejaban las llaves en alguna maceta o debajo de un tapete. A diferencia de mi país que debías dejar aseguradas las puertas de tu casa para evitar gente no deseada.

Logró encontrar la llave en una maceta que estaba colgada en un árbol que estaba cerca de la entrada.

La tomó para ingresarla a la puerta. Al abrir lo primero que me recibe es un lugar que detona ostentosidad.

En la entrada se encuentran algunas pinturas que seguro cuestan una fortuna, el piso está alfombrado con una alfombra color beige y el candelabro que se encuentra en la parte del techo es de oro.

Comienzo a caminar topándome con algunas fotos de los miembros de la familia, sin embargo todas son recientes, no hay ningún retrato de los hijos de niños o de la foto de bodas del matrimonio.

Me dejo de fijar en los detalles de la casa, no vine a chismosear sus cosas de valor, si no a buscar a mi hermana.

Busco en cada una de las habitaciones algún rastro de mi hermana, pero no hay nada. E incluso bajó al sótano en búsqueda de algún cuarto secreto e incluso llegó a gritar el nombre de mi hermana, sin embargo, no obtengo ninguna respuesta.

La casa se encuentra vacía, no hay rastros de los miembros de la familia y mucho menos de Clarisa.

El único lugar que me falta es la habitación de Eldrich.

La abro y todo está perfectamente limpio como si no se hubiera ido, incluso noto que la cama fue recientemente tendida.

Me acerco a la mesita de noche en donde encuentro una fotografía en la que se encuentra él y mi hermana, al parecer se encuentran celebrando el cumpleaños número dieciséis de mi hermana.

Sonrió al verla que se encontraba sonriendo en aquella fotografía.

Tomo otro cuadro en el que está igualmente ambos solo que esta vez se encuentran en algún lugar de la escuela ya que portan el uniforme que era de color verde. Ambos se encuentran mirando a la cámara.

Dejo la fotografía y continuo con mi búsqueda.

Abro el armario para ver si no hay una compuerta que me lleve a un cuarto secreto pero quedó impactada al ver ropa de mujer colgada, pero no cualquiera, eran prendas de mi hermana, entre ellas el uniforme con el que se encontraba el día que desapareció. Quedó aún más aterrada al ver que la blusa blanca trae algunas manchas de sangre que intentaron ser sacadas, al igual que el saco verde que se encuentra colgado en otro gancho. En la parte del cuello se encuentra una mancha oscura que inmediatamente deduzco que es sangre.

Estoy por tomar la prenda para llevarla a las autoridades cuando el aullido de un lobo me pone en alerta.

Lo mismo sucedió en aquella ocasión, solo que esa vez fue para ahuyentar a las personas o criaturas que se metieron a mi casa. Sin embargo, algo me decía que este aullido fue para advertirme que algo se acercaba. Cierro la puerta del armario y corro hasta la salida.

Comienzo a correr por el bosque como si fuera perseguida, hasta que eso se vuelve realidad al sentir una presencia detrás de mí siguiendo.

Por más que corro no logro perderlo, seguro es aquel lobo.

Para mi desgracia tropiezo con la raíz de un árbol y comienzo a rodar hasta impactar con el tronco de un árbol.

Suelto un quejido debido al dolor que sentía al impactar con el árbol.

Intento levantarme, pero el dolor me lo impide.

El lobo se acerca a mi quedando frente a frente.

Me congelo esperando a que me ataque pero no se mueven, solo se queda mirando fijamente.

El lobo por alguna razón se me hace familiar.

Su pelaje era de un color oscuro, sus ojos de color gris y una cicatriz que atravesaba parte de su cara.

—por favor no me hagas daño—dije

Era obvio que no obtendría respuesta de él. Pero, grande es mi sorpresa es cuando gira su cabeza de un lado a otro como respondiendo que no me hará nada.

A lo lejos escucho un carro acercándose, me giro a dónde proviene el sonido. A lo lejos se encuentra el camino que va a la residencia de los Collins.

En eso un auto pasa en esa dirección.

Estoy segura que ese carro pertenece a alguno de los miembros de esa familia.

—¿Intentaste advertirme?

La única respuesta que obtengo de su parte es que se agacha indicando de esa forma que me suba a su lomo.

De manera cautelosa me acerco esperando que no sea una trampa.

El enorme lobo se mantiene quieto esperando que me suba.

Una vez montado en su espalda se alza y comienza a correr entre los árboles.

Me sujeto para no caer en medio de nuestra huida porque algo me dice que estamos escapando.

Estamos al otro lado de la residencia de los collins para ser exactos en la entrada del pueblo.

—muchas gracias por ayudarme—digo

Esta vez no hay respuesta solo se gira y corre nuevamente al bosque.

Ahora me encuentro en la nada y a punto de oscurecer, si me voy caminando seguro llegaré tarde a casa y eso iba a preocupar a mi padre, por lo cual sin más opción debo llamar a Aiden para que venga por mi.

Saco mi celular y busco entre mis contactos su número.

—Aiden ¿me harías un favor? ¿vendrías por mí a la entrada del pueblo?