Me encontraba acomodando algunos libros cuando la campana del establecimiento sonó.

—buenos días—saludo

Al girarme me encuentro con Aiden que trae la mano vedada.

—¿Qué te pasó?

A pesar de que tenía pocos días en conocerlo quería saber lo que le pasó.

—ayer estuve con unos amigos y me quemé mientras asábamos malvaviscos. Estaba demasiado ebrio para darme cuenta que mi mano era la que estaba en la fogata—responde

Era la forma más absurda de tener un accidente, pero no se lo dije.

—el doctor me dijo que no era nada grave en unos días estaré mejor, gracias por preguntar.

Se acerca a mí haciendo que los recuerdos de aquel sueño vuelvan una vez más.

—vengo a recoger unos libros—informa

—Así claro, muéstrame el ticket.

Me dirijo al mostrador y detrás de mí él.

Al llegar me entrega el ticket.

En la computadora revise su pedido para luego dirigir a la bodega bajo la atenta mirada de aquel chico.

—Aquí tienen su pedido, ¿algo más?

—por el momento está bien—responde—¿Qué tal tu estadía en Greenwolf?

—Aún no me acostumbro al clima frío y eso que me encanta. No obstante, en donde vivo no hace tanto frío en otoño.

—¿de dónde eres?

—de México, para ser exactos de un lugar que está cerca del mar—respondo

En lo que acomodaba los libros conversaremos.

Al parecer no era tan malo como pensaba.

Después de un rato se marchó dejándome nuevamente sola.

⋅

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Había pasado a la biblioteca para regresar el libro sobre leyendas.

Con aquel sueño ya tenía suficiente de eso.

Al llegar a la casa se encontraba vacía, al parecer mi padre aun no llegaba de trabajar.

Subo a mi habitación a dejar mis cosas.

Al pasar por la habitación de mi hermana, por la ranura de la puerta veo pasar una sombra.

Abro la puerta para ver si era mi padre que se encontraba en la plata de arriba o algún intruso, pero solo veo las cortinas lilas meciéndose con el viento.

Seguramente mi padre dejó abierta la ventana para que dejara que se ventilara.

Mañana limpiaré un poco la habitación para que no se acumule el polvo.

Me acerco para cerrar la ventana. Al ver que todo se encontraba bien, salgo del lugar para ir a mi habitación a dejar mis cosas.

Escucho como la puerta se abre para luego escuchar la voz de mi padre.

—estoy en la cocina.

Mi padre llega a donde me encuentro.

—Estoy preparando arroz y algo de carne.

—Te ayudo.

—Así de claro.

Al final mi padre terminó por ayudarme a terminar la cena.

Ahora los dos nos encontrábamos en la mesa comiendo los platillos que preparamos.

—¿Qué tal te fue en tu trabajo?

—bien, estuve acomodando libros, atendiendo clientes e hice un amigo.

—¿Quién?

—creo que se llama Aiden Relish—respondo

—no sabía que el hijo del director había vuelto.

—¿el hijo del director? Pensé que Austin Collins era el director.

—no, solo es uno de los socios y su ancestro fue uno de los fundadores. Hebert Relish es el director y también descendiente de uno de los fundadores.

Recuerdo que había más nombres en la placa de aquella foto, el cual era Eriling, sin embargo, no le tome importancia a las demás personas de la fotografía.

—no sabía que era alguien importante en el pueblo.

—El hijo menor no ha estado en Greenwolf desde que se graduó hace dos años. Al parecer se encontraba viajando por el mundo.

Yo también quisiera hacer lo mismo, pensé.

La cena continuó sin más precedentes.

Honestamente no esperaba que aquel chico que conocí en un restaurante de comida rápida perteneciera a una de las familias más importantes de este pueblo.

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Lo primero que escucho al despertar es ruido en la primera planta además de que escucho algunas voces, por lo cual bajo.

Al llegar a la sala me encuentro a mi padre con algunos policías.

Al verlo ahí me da un mal presentimiento.

—Papá ¿Qué sucede?

—al parecer encontraron a alguien en el bosque que está a las afueras del pueblo, iré a verificar si es tu hermana. Te llamaré más tarde.

Mi padre se va con los policías dejándome sola en casa.

Durante toda la mañana intento mantenerme calmada en la espera a que mi padre me llame por teléfono.

Mire mi celular para ver la hora y faltaban veinte minutos para llegar al trabajo, aún tenía tiempo para llegar, en caso de que mi padre no llamara.

Justo en ese momento mi celular empieza a sonar por lo cual rápidamente respondo.

—¿Qué pasó?

—todo en orden, la persona que encontraron muerta en el bosque no era tu hermana, aún así debemos estar atentos por cualquier noticias ya que ha habido ataques a personas.

—¿sabes que los ha causado?

—no, pero se sospecha que puede ser un animal, tal vez un oso o un lobo salvaje. Nora, no importa si es un animal o una persona pero ten cuidado cuando regreses a casa.

—por supuesto. Entonces nos vemos, me voy a marchar.

—Si yo ya estoy de camino al trabajo igualmente, hoy llevaré algo para cenar, nos vemos.

Me despedí de mi padre para ir a trabajar.

El sonido de mi estomago aclamando por comida interrumpió mis labores.

Debido a lo que sucedió en la mañana no tenía apetito de probar un bocado. Pero ahora que me encontraba más tranquila y por estar de un lado a otro en la librería me había dado hambre.

Tal vez pida algo de comer aprovechando que hoy no han venido tantas personas. En eso la campana de la entrada suena.

—sea bienvenido.

En la entrada se encuentra Aiden que trae entre sus manos una bolsa de papel.

—buenos días Nora ¿estás ocupada?

—no, justo acabo de acomodar unos libros que llegaron esta mañana. Necesitas algo.

—Vengo a desayunar contigo, salí por algo de comer ya que me encuentro solo en casa, mi padre está en el trabajo y mis hermanos se encuentran fuera de la ciudad arreglando unos asuntos.

—¿acaso no tienes nada mejor que hacer, niño rico?

—oh, al parecer supiste algo más de mi. Por el momento no, acabo de regresar de arreglar unos asuntos en Londres, digamos que mi estadía en Greenwolf es para tomar unas vacaciones y tú qué haces aquí.

—vine a ver a mi padre y a otros asuntos privados—respondo

—te refieres a lo de tu hermana. La noticia de la desaparición de tu hermana la he estado escuchando en todo el pueblo, lamentó la situación que estás pasando. Honestamente, no me puedo imaginar que mi hermana haya desaparecido.

—¿Tienes una hermana?

—Si se llama Scarlett es de tu edad, ella no vive en el Pueblo, vive en Nueva York ya que está estudiando diseño de modas. Te prometo que te la presentaré cuando venga en unos días, también a mi otro hermano. Él es el mayor de los tres. Su nombre es Derek, él se encuentra de viajes de negocios en Corea.

Aiden comienza a sacar las cosas de la bolsa, al parecer había comprado comida China.

—¿piensas quedarte a vivir en Greenwolf?

—aún no lo sé—respondo —por cierto, quiero preguntar algo, sabes algo de los Collnis.

Mi pregunta lo tomó por sorpresa.

—¿por qué lo preguntas?

—quiero pasar a saludarlos, después de todo un miembro de esa familia salía con mi hermana.

—no soy muy cercano a los hijos de la familia, pero mi padre y el padre de Eldrich son buenos amigos además de socios.

—¿Qué opinas de ellos?

—no puedo opinar mucho al respecto ya que como te lo he mencionado no soy tan cercano a ellos, pero por las pocas veces que he interactuado con el señor y la señora Collins se han mostrado como unas personas amables y educadas.

El recuerdo de las palabras de Logan, el amigo de mi hermana vuelven a mi.

—sabes si sus antepasados cazaban animales en estos bosques.

—¿Por qué lo dices?

—cuando fui a Santa Mónica un joven mencionó eso.

—¿Te refieres a Logan Walker?

—creo que sí.

—Su familia y los Collins han estado en disputa por una cuestión de territorio desde hace varias generaciones. Varias veces se ha discutido en el consejo.

Al escuchar la palabra consejo, vuelven los recuerdos de aquel sueño. En aquel sueño, Aiden le había dicho algo relacionado con un consejo.

—¿consejo? ¿Cuál consejo?

—El consejo ciudadano, está integrado por algunos de los descendientes de los fundadores, algunos ciudadanos y algunos habitantes de la reserva.

Continuamos platicando de otros temas, mientras terminamos de desayunar. Cuando terminamos de comer, Aiden se fue del local.

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Luego de haber regresado a casa y haber comido algo, procedí a limpiar la habitación de mi hermana.

A pesar de que ya había entrado dos veces a la habitación me sentía nostálgica por estar en un lugar en el que Clarisa pasó mayor tiempo.

Comencé a sacudir los muebles y la cama para quitar la acumulación de polvo.

Cuando algo llama mi atención.

Recuerdo que en el tocador había un guardapelos en forma de corazón que seguramente le regalo Eldrich a mi hermana.

Lo busco por todos lados pero no hay rastros de aquel objeto.

E incluso noto que en el armario se encuentran faltan algunas cosas ya que hay un revoltijo.

Uno pensaría que fue causado por mi hermana, sin embargo, ella siempre ha sido ordenada.

Intento arreglar un poco el desorden del armario, en eso me encuentro con una libreta de color café.

La abro para ver que es el diario de mi hermana.

Tal vez esto pueda darme una pista de lo que sucedió con ella.

Escucho la puerta que se abre la puerta principal para luego escuchar a mi padre.

Tomó el diario y lo llevó a mi habitación, más tarde lo leería.