3. Leyendas
Al final la dirección que veía en la nota era la biblioteca del pueblo.
Luego de haber estado en mi primer día de trabajo, me dirigí a la dirección indicada. Lo que no me esperaba es que me llevara a un sitio público.
Me adentre al edificio que al igual que la mayoría de los edificios y casas en este pueblo tenían una arquitectura antigua. Es como si dos épocas se mezclaran.
Lo antiguo y lo moderno abundaban en el pueblo. Lugares que quedaron atrapados en el tiempo junto a jóvenes pasando con sus celulares o con sus automóviles último modelo.
El lugar se encontraba tan solo un par de adolescentes estudiando o pasando el rato leyendo con un absoluto silencio que perturbaba.
Continúe avanzando sin un lugar al que ir ya que la carta solo me indicaba que viniera a este lugar a cierta hora. Así que aproveché para buscar algún libro que pudiera llevarme a casa.
—buenos días—saludo a la bibliotecaria
—¿Eres Nora Galindo?
La mención de mi nombre me tomó por sorpresa ya que no esperaba que me conociera.
—¿La conozco?
—¿Eres Nora?—vuelve a repetir
—sí claro—respondo confundida
—Un chico me pidió que te llevará a los archivos de la historia del pueblo, al parecer tú y él harán trabajo en equipo.
No entiendo de lo que me habla, aun así no le aclaro que todo eso era una mentira. Yo no conocía a nadie en este pueblo más que a mi padre y las tres amigas de mi hermana que conocí ayer. Además ni siquiera estudiaba en Santa Mónica o en la escuela pública que se encontraba cerca de mi trabajo.
—Así claro, muchas gracias por la molestia.
La mujer me dirige hasta un pasillo que está solo en donde se encuentran varios archivos y un estante con libros.
—De este lado se encuentran los libros de historia del mundo y del país y a la izquierda se encuentran los del pueblo, aunque la mayoría son leyendas—explica —puedes quedarte a investigar hasta las siete lo que quieras de tu tarea pero no puedes llevarte los archivos.
Con aquella instrucciones la biblioteca vuelve a su puesto dejándome sola.
Contempló el lugar sin saber que debo hacer aquí. Cuando un estruendo detrás de mí se escucha.
Me doy la vuelta para encontrar un libro sobre leyendas locales.
¿acaso esto es lo que quería que leyera?
Un segundo estruendo se escucha a mis espaldas, haciendo que me volviera a voltear encontrando un libro de la fundación del Pueblo.
¿Qué es lo que quería la persona que me trajo hasta aquí'
Recojo los dos libros que se encuentran en el piso y los traigo conmigo a una de las mesas que se encuentran en el lugar.
He estado en este lugar durante dos horas aprendiendo cada detalle de la historia de este lugar.
Antes de su fundación existía una aldea de nativos los cuales convivían con lobos e incluso se creía que podían transformar en enormes lobos con el fin de proteger sus tierras y cazar fácilmente a otros animales del bosque. Sin embargo la idea de que sean un una especie de Nahuales o cambia formas como se les conoce usualmente era una simple leyenda. Ya que los primeros nativos tenían como animales domésticos a los lobos.
Algunos años después, de manera misteriosa, dejaron su asentamiento para vivir en lo alto de la montaña. Algo que casualmente dio con la llegada de los fundadores del pueblo. Y al igual que la fotografía que vi en la escuela, la foto del ancestro del patriarca de los Collins se encontraba una foto de una pintura que se le realizó a los fundadores, la cual fue pintada en el año 1518. O todos los primogénitos se parecen entre sí o eran la misma persona, solo que en diferentes épocas.
Además la foto que encontré en internet de él, era de un evento de caridad ya que ninguno de los miembros de la familia tenía otra foto en solitario en otro evento o en redes sociales. Ni siquiera había encontrado a ninguno de los hijos en los contactos de mi hermana en su perfil.
Es como si quisieran pasar desapercibidos, pero ¿por qué? ¿por seguridad? ¿no les gustan las fotografías? O había algo más.
Otro detalles es que las tres imágenes en las que aparecían eran de diferentes épocas. Es como si quisieran dejar su huella en este pueblo.
En eso recuerdo las palabras de Logan sobre su opinión sobre los Collins.
Busco en varios libros acerca de la caza de animales pero no hay nada más que un evento de pascua que se realizó en 1900 y eran con conejos.
No me agradaba la idea de que aquellos animales fueran tratados de esa forma pero eran otras épocas.
Retomando el tema. No había mención alguna de que casaran lobos para usar sus pieles. Ni siquiera el pueblo se dedicaba a eso ni antes ni en la actualidad.
Greenwolf aparte de que su economía se basaba en el turismo, en los eventos deportes de nieve, la pesca y en la extracción de miel de maple.
Algo llama mi atención en los libros que dejé abierto.
En el libro se relata la leyenda de varias criaturas con apariencias de humanos pero que en realidad fueron unos monstruos que atacaron al asentamiento que se encontraba en este lugar, del cual hubo cientos de muertos ante el ataque de esos falsos humanos y entre ellos se menciona a un hombre con rasgos similares al fundador del pueblo.
Mi celular comienza a sonar provocando un susto.
Inmediatamente lo sacó de mi mochila para que no me regañen.
—-bueno—digo en voz baja
—¿Dónde estás? ya es tarde.
—me encuentro en la biblioteca, ya voy para allá.
Tomo mis cosas y dejó los libros en su lugar, el único que me llevo a casa es el de leyendas de pueblo para leerlo con más tranquilidad.
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Al llegar a mi casa mi padre se encontraba en la sala esperando.
Me sentía culpable por no avisarle que llegaría tarde a casa.
Mi idea era solo quedarme una hora en la biblioteca, pero perdí la noción del tiempo. Cuando me di cuenta ya era demasiado tarde.
—perdón por no avisarte pero pase a la biblioteca a buscar unos libros.
—Está bien, pero por favor avísame que llegaras tarde.
—si claro, esta vez no me di cuenta del transcurso de las horas, mi idea era estar un rato.
—me alegro que ya estés de vuelta en casa, ahora iré a calentar la cena.
Se levanta del sofá y se dirige a la cocina.
Me sentía culpable por asustarlo de esa forma, ya tenía suficiente con que mi hermana se encontraba desaparecida.
En lo que la cena se calienta voy a mi habitación a dejar mis cosas.
Tras haber cenado y tomado un baño me dirijo a mi habitación para descansar.
Lo primero que encuentro es el libro que deje en la mesita de noche.
Lo tomo y comienzo a leerlo.
Me cuestionaba si aquel libro sobre leyendas estaba relacionado con mi investigación a aquella familia.
Abro los ojos al escuchar un ruido proveniente de la habitación de al lado. Pero decido ignorarlo, sin embargo, nuevamente se escucha un segundo ruido.
Ahora reconozco el ruido de donde provienen, era de la habitación que le pertenecía a mi hermana.
Tomo mi celular para ver la hora. En la pantalla indica que son la dos de la mañana, por lo cual deduzco que es imposible que mi padre sea el causante de aquello ruidos. Además de que él tenía el sueño pesado, por lo cual no se levantaría en toda la noche y mucho menos escucharía los ruidos.
Me levanto y me dirijo a su habitación para ver que no se haya metido un animal o peor aún, un ladrón.
Me acerco sigilosamente hacia la puerta.
Lo que no esperaba es toparme con mi hermana y a lado otro jovén que no logro verle el rostro debido a la oscuridad.
—¿Clarisa?
Retrocedo al percatarme que ahora se encuentra frente a mi.
—¿Clarisa?
Ella no responde nada, tan solo permanece en silencio observando con aquellos ojos rojos, ¿rojos?
—no le hagas daño—menciona su acompañante
Mi hermana tan solo se limita a esbozar una sonrisa en la que muestra un par de colmillos.
—tú no eres mi hermana ¿Qué le hiciste?
Una vez más no responde tan solo levanta su mano y la acerca a mi, intento retroceder pero ella me sujeta.
Su uñas que ahora parecen más garras son enterradas en mis mejillas. El olor metálico llega a mi nariz.
—Clarisa no, detente.
Estaba por gritar pero una tercera persona aparece por la ventana y llega a una velocidad impresionante en nuestra dirección.
Lo que supuestamente es mi hermana es lanzada hacia el otro extremo de la pared.
Por un momento juro ver a Aiden, el chico con el que conversé en la parada de autobús y que me tope en el restaurante de comida rápida. Pero es imposible que sea él.
—Llévatela o tendrás problemas con el consejo.
El desconocido emerge de la oscuridad de la habitación, revelando que es Eldrich, el novio de Clarisa.
Él la toma y la lleva hasta la ventana para luego saltar. Intento ir para ver si están bien porque una caída de esa altura puede dejarte con heridas o un brazo roto. Sin embargo, soy detenida.
—no puedes ir, además estás herida.
Llevo mi mano hasta mi mejilla. Las yemas de mis dedos se manchan de sangre.
—Perdóname por el atrevimiento pero de esa forma haré que sane tu herida.
Doy un respingo al sentir su lengua pasar por mi mejilla.
—¿Qué haces?
—curándote—responde —listo, tan solo quedara rojo,
—¿Qué eres? ¿Qué es lo que tiene a mi hermana?
—Aún no es tiempo.
—¿Cómo qué tiempo?
No obtengo respuesta.
Él saca un frasco morado con algún líquido.
—Perdóname.
No entiendo que va hacer o por que se disculpa, pero de repente un olor extraño llega a mis fosas nasales. Intento cubrirme ya que comienzo a sentirme mareada. Acaso es un somnífero.
Todo a mi alrededor se vuelve oscuro.
Me levanto de golpe.
¿Qué había sido eso? ¿un sueño? O ¿fue real?
Me levanto de la cama y corro a la habitación de mi hermana.
No hay rastros de pelea o que falte algo, todo está tal cual lo dejó ella el día que desapareció.
—creo que todo fue un sueño—murmuró
Estoy por salir de la habitación cuando al pasar por el espejo noto que mi mejilla se encuentra enrojecida.
Me acerco al espejo para ver mejor,
El recuerdo de aquel sueño vuelve a mi memoria.
¿y si no fue un sueño? Seguramente me pico un mosco.
—Nora ya está el desayuno.
—si ya voy papá—respondo
Al final no le tomo importancia aquel detalle, lo más seguro es que me pico un mosco y todo lo que sucedió anoche fue simplemente un sueño.
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