Habían llevado al interior de la casa a Eldrich para que sus hermanos lo ayudarán a regenerarse.

—Richard, trae sangre de la bodega para que se regenere—ordena Keira

Richard corre a algún punto de la casa en búsqueda de sangre, mientras que Keira y Aiden intentan detener el sangrado.

—Necesitamos sangre para él en este momento.

—puedo darle sangre—dije

—ni lo pienses Nora—contesta de manera automática Aiden

—pero la necesita—mencionó

—tiene razón, Eldirch necesita sangre para poder regenerarse.

—sabes que es muy peligroso que ella le proporcione su sangre sabiendo que por eso aquel vampiro la está buscando y estaba empeñado en alimentarse de la sangre de Clarisa.

—no tenemos opción—responde

—Yo lo haré, mi sangre es más efectiva.

—¿efectiva? Nuestra sangre no le servirá.

—la tuya no, pero la mía si—responde

—Deja de decir estupideces, nuestra sangre no es tan funcional como la de un humano.

—decidan Eldrich se encuentra en peligro—intervengo

Aiden se acerca a Eldrich y le estira su brazo.

—muerde mi brazo y bebe mi sangre—ordena

Eldrich no estaba muy seguro de hacerlo, pero al final lo hace porque él tampoco quería beber mi sangre.

Para la sorpresa de los tres, la sangre de Aiden es más efectiva y sana aun más rápido.

—imposible, acaso eres...

—un vampiro puro, si lo soy.

—¿por qué tu familia no mencionó esto?

—sabes que es peligroso la existencia de un puro, es muy codiciada por lo fuerte que son, es por eso que mi familia me ha hecho pasar por un niño que adoptaron y que fue convertido.

—¿por eso te sacaron de la escuela? Habían dicho que te expulsaron por agredir a un estudiante.

—mentira no es, aunque no golpeé a ese estudiante, me descontrole y estuve por atacar.

En eso entra el mayor de los hermanos.

—llegas tarde, ya lo solucionamos.

—perdón por tardar pero tenemos problemas.

En eso entran los padres de Aiden y de los hermanos Collins junto a mi madre y otros dos cazadores.

—¿Qué sucedió aquí?—cuestiona Austin

Ninguno de los presentes dice nada hasta que mi madre habla.

—¿en dónde está mi hija?

—ha escapado, mi hermana se escapó—respondí

La madre de Eldirch se acerca para revisarlo, ella se percata del olor de Aiden en su hijo pero no menciona nada.

Inmediatamente tomó la bolsa de sangre que tenía Richard en sus manos y la ocultó en uno de los cojines para que mi madre no la notara.

—mi hermano fue herido por ella y tuvimos que suministrarle sangre de nuestro banco privado de sangre—explica Keira

Era obvio que los vampiros notarán que era una vil mentira y que la sangre que bebió Eldrich era de un vampiro.

—era más fácil que ella le diera sangre—menciona uno de los cazadores

—ella no puede al parecer posee una sangre peculiar, es por eso que el vampiro buscaba con desesperación a Clarisa y ahora que su sangre ya no le sirve esta buscando a Nora—menciona AIden

—si, dime madre qué es lo que posee en especial, acaso es mi tipo de sangre.

—Su tipo de sangre no tiene nada que ver, es su padre.

—¿Mi padre?

—o mejor dicho la descendencia del primer vampiro puro y la primera bruja. Ellos poseen una sangre peculiar y solo quedan muy pocos con su sangre, ni siquiera tu abuela y tu padre la tienen, Clarisa y tú eran las últimas con esa sangre.

En este punto ya no se me hacía ilógico que fuera descendiente de una bruja.

—Entonces soy una especie de vampiro.

—Claro que no, con el tiempo se fue perdiendo eso, por suerte, ahora son unos simples humanos, sin embargo, su sangre es más exquisita ya que un pura sangre es alguien sumamente poderoso.

De reojo veo a Aiden el cual se tensa ante las palabras de mi madre. Antes de que ella lo note, su padre habla para hacer que su hijo recupere la compostura.

—entonces es peligroso que ella esté aquí cuando ese vampiro la esta asechando

—¿podemos usarla como carnada para atraparlo?—sugiere uno de los cazadores

Por un segundo escuchó un gruñido que emite Aiden.

—por supuesto que no voy a exponer a mi hija a que ese monstruo le ponga un dedo encima y eso mismo va para ti Relish.

—¿desde cuándo te preocupas por mi madre? Además la idea de tu compañero es la más lógica para atraparlo.

—he dicho no voy a exponerte, buscaremos otra forma de atraparlo, así que volverás a México.

—¿Y qué hay de mi padre? Puede usarlo a mi padre para que yo vuelva.

—me da igual lo que le pase, aquí la prioridad eres tú.

—¡¿Cómo te atreves a decir eso de mi padre? Es el padre de tus hijas, sabes cuanto me dolería perderlo, no solo a mi y a la abuela. Además desde cuando te importa mi bienestar, no estuviste a los cinco años cuando me caí de las escaleras o a los once cuando me fracture el brazo cuando me caí cuando intentaba subir un árbol, cuando me accidente en la moto de mi ex novio o cuando ese vampiro que me busca estuvo por atacarme. Nunca te ha importado mi bienestar lo único que te importa es tener un sucesor, que aquí te informo que no seré la que tomará tu lugar como cazadora por que me gusta un vampiro, y no por tus caprichos voy a dejar de querer a alguien.

El lugar se llena de un completo silencio.

Al darme cuenta de que acabo de confesar a los cuatro vientos lo que siento por Aiden, mis mejillas se tornan de un color carmesí. Debido a la vergüenza salgo corriendo del lugar.

—Nora espera.

Aiden viene detrás de mí pero decido ignorarlo ya que estaba muy avergonzada por todo lo que grite hace unos segundo atrás.

No obstante, Aiden me detiene al colocar su mano en mi brazo.

—mírame—ordena

—no—respondo

—por favor hazlo.

—no, fue demasiado penoso lo que dije.

—no lo es, me alegro saber que mis sentimientos hacía ti son correspondidos.

Giro mi cabeza para poder observar. Lo que no esperaba es que al voltear fuera recibida con un beso.

Ahora mis mejillas están más sonrojadas.

—y es por eso que debo darle la razón a tu madre, es demasiado riesgoso que te quedes en Greenwolf, te prometo que iré cuando todo esto termine.

—no pienso irme y menos dejar a mi padre sabiendo que tal vez ese vampiro lo use como señuelo para atraerme a su trampa.

—le daremos protección, así que no te tienes que preocupar.

—no pienso dejarlo, por favor déjame quedarme.

—no puedo, no quiero que te pase nada—responde mientras acaricia mi mejilla

—Aiden por favor.

—sabes que lo mejor es que te vayas.

—Yo igual lo se pero no puedo dejarlo, además debo decirle que pasó con mi hermana, merece una respuesta.

—¿Estás consciente de que ella ya no puede regresar a su antigua vida?

—Lo sé pero al menos merece saber sobre su hija.

—un momento que planeas hacer.

—le diré que ella está muerta y lo único que quedará como pista es su uniforme y su guardapelo, por que alguien se lo llevo, no es así Eldrich

Aiden voltea para ver como se acerca a nosotros.

—si yo lo tome, pensé que de esa forma recordaría lo nuestro, pero no fue así—responde

—¿aún lo conservas? Si quiero intentar una vez más que la chica de la que me enamore vuelva,

—No importa que intentes que ella controle sus instintos la van a ejecutar por todo lo que hizo.

Eldirch permanece en silencio, de esa forma indica que aún está en negación ante la posible pérdida de su amada.

—pensé que lograría controlarse he estado intentando que haga eso pero ya ha atacado a tres personas.

—¿tres personas? No ha atacado a nadie más.

—no—responde

—Aun así sabes que la van a ejecutar.

—Claro que no lo permitiré, buscaré la forma de traerla de vuelta para luego escapar.

—¿a dónde? Los asesinos de leyendas están en todos lados.

—Mi idea era llevarla a mi pueblo natal.

—ya ni siquiera existe, solo son casas abandonadas que están en deterioro.

—ese es el lugar indicado, ahí no nos encontraran—afirma

—vaya iluso que eres, jovencito.

Ahora uno de los cazadores hace acto de presencia, es un hombre alto musculoso de cabello rubio largo, una tez algo bronceada y ojos color esmeralda.

Inmediatamente reconozco al hombre como mi padrastro Albert Brooks.

—Clarisa solo buscaba ser una vampira, le aterraba volverse a enfermar, es por eso que fracasó en su misión.

—¿misión?

—se supone que no debías saber esto porque si te enterabas te negarías a ser su sucesora.

—acaso no es obvio ya me negué a ser su sucesora—respondo

—Pero tú no ibas a ser la sucesora si no tu hermana.

—¡¿Qué?! ¿Cómo que Clarisa sería la sucesora de mi madre?

—tu no puedes ser por tu sangre de vampiro y bruja, una aberración si me lo preguntan.

—Mi hermana tiene la misma sangre.

—pensamos que solo tu la poseías—responde

—¿Cómo se dieron cuenta de que yo tenía aquella sangre?

—¿Por qué fracasaste en el examen de ingreso?

—Yo no recuerdo eso.

—se supone que se hace una prueba cada cierto tiempo, tu fuiste elegida para hacer la prueba con cinco años por que el plan era que se te entrenará desde una edad temprana. Cuando fue el día del examen fuiste rechazada y no solo eso, se encontró una anomalía en ti, la cual era tu sangre, por lo cual tu madre descubrió que tu padre era descendiente de esos seres.

—Dígame algo, ¿Cuál fue la última prueba de Clarisa?

—¿prueba? Clarisa ya formaba parte de los cazadores, ya que ella no presentó la anomalía en la prueba es por ello que se le dio su primera misión que era infiltrarse en Greenwolf para buscar a un vampiro, ya que se rumoraba que una de las dos familias que aún se encontraban habitando en el pueblo existía un puro el cual se debía dar caza ya que son sumamente peligrosos.

Los tres quedamos en shock ante aquella revelación. No solo porque todo este tiempo mi hermana formaba parte de los cazadores sino que también su objetivo era Aiden, aunque claro, ellos aún no tenían certeza de quién era.

—Lo que no esperábamos era que Clarisa traicionara a la organización y se convirtiera en uno de ellos.

—Entonces todo este tiempo...

—si te uso, solo quería volverse una vampira y tu no se le diste por lo cual acudió con ese vampiro y ahora que ya cumplió su objetivo ya no te necesita. Por eso eres un iluso a pesar de que seas doscientos años mayor que ella.

Mi madre sale de la casa de los Collins junto al otro cazador.

—andando debemos de ir a la sede de Vancouver, acaban de atrapar a Clarisa.

—madre ¿Qué le van a hacer a mi hermana?

—¡no me llames madre! Haz tomado tu decisión y ahora que lo se déjate de considerar que soy tu madre, para mi estas muerta al igual que Clarisa.

Sus palabras me parten el corazón, sin embargo, no se lo demuestro.

Ella se sube a un coche que se encuentra estacionado y luego mi padrastro se sube al lado del piloto.

—por el momento van a dejar en una celda hasta que se anuncie su fecha de ejecución ya que esperan que se realice junto al otro vampiro—responde el otro cazador

—andando Ignacio no debes darle explicación a los civiles.

—Discúlpeme capitana, nos vemos.

El joven sube a la parte del copiloto. Una vez los tres abordan el carro es arrancado por Albert.

Una vez que se marchan intentó retener las lágrimas pero es imposible, las palabras de mi madre son como unas dagas enterrándose una y otra vez en mi pecho. Aiden me abraza intentando consolarme.

No obstante no tengo tiempo para desahogarme como deseo ya que Eldrich interrumpe.

Me entrega el guardapelo de mi hermana envuelto en un pañuelo.

—¿por qué me lo devuelves?

—ya no la necesito, ella ya no volverá, mi amada no regresará o mejor dicho nunca existió. En unos días dejaré el uniforme en alguna parte del bosque.

—entonces ten el guardapelo.

—no quédatelo—responde

—disculpen que interrumpa este momento tan deprimente, pero deben volver a adentro para hablar de lo sucedido y de lo que se discutió mientras ustedes se encontraban afuera.

—andando, te prometo que al rato hablaremos de lo sucedió con tu madre, por ahora debo decirles que ellos ya sospechan de mí.

—¿Sospecha de ti?

—ya lo sabrás en unos momentos Richard. Me hubiera gustado llevarte a tu casa, pero no se va a poder por ahora, además estarías más segura conmigo.

—sí claro estaré más segura rodeada de vampiros—bromeo

Los cuatro entramos de regreso a la casa para hablar de la situación de Aiden.

No solo mi hermana o yo corríamos peligro sino que ahora también Aiden.