Un Pedacito de mi alma
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Faltaba poco para el baile que tendría la Mansión, el salón principal estaba siendo preparado para dicha celebración, Kate iba siempre a supervisar los preparativos, pero esta tarde tenía una pequeña reunión en los hermosos jardines del lugar junto a sus amigos más cercanos.
Un día de campo con mantel de estampados a cuadros en tono rojizo, una cesta con todo lo necesario, Emilico ponía algunos platos sobre este, Shirley y Rum preparaban el té, ahora ella se encontraba mejor de salud disfrutando con todos incluso con Oliver.
Patrick sostenía a su hijo y John a la suya mientras les enseñaban como caían las hojas de los árboles.
—Este será el primer baile de los bebés. —Comenta Shaun.
—Si, ya verán el hermoso vestido que llevará la princesita de papi John. —Dijo mientras alzaba a Hope.
—Emilico confeccionó el traje de Matthew.
—Estará hecho un príncipe, ¿no han pensado en comprometerlos? —Comenta Ricky, ellos dos niegan. Oliver se acerca para impartir su opinión.
—No es una mala idea si se lo ponen a pensar, crecerán juntos, en un momento determinado su amistad se convertirá en amor ¿no lo creen así?
Patrick miró a John y le preguntó. —¿Estaría John de acuerdo?
—No tan rápido caballeros, Hope debe decidir por ella misma si quiere un compromiso con Matthew. ¿No hermosa? —La acerca a Matt —¿Quieres a Matty? —Ella estaba ahora incómoda, miraba a todos lados menos a donde apuntaba John.
Se le acercaron todos para ver que ocurría, que a contrario de Matthew él si miraba en la dirección que le indicaban. A Oliver le brillaron sus gafas pues vio potencial de estudio a Hope. —John no tiene dificultades visuales ¿no es así?
—Si, John ve bien y Kate de la misma forma.
—Interesante, Shaun posee una baja visión, somos pocos los que usamos gafas pues nuestra visión es igual, humano - sombra, ustedes son únicos en que uno si y el otro no tiene ese problema visual.
Hope ante tanto parloteo comenzó a llorar, sonido que llegó a Kate la cual se levantó. —¡¿Qué está pasando ahí?! —Todos ellos voltearon con temor pues Kate se aproximaba hacia ellos, su cabello se transformó en varias manos que se estiraron para golpearlos a cada uno, excepto a Patrick el cual protegió a su hijo de cualquier castigo.
—Ay, amor hace rato que no sentía esa furia contra John. —Kate tomó a Hope y se la llevó consigo.
Todas las chicas se reunieron para verla, Kate dijo. —Es mejor que llore un rato.
—¡Que linda tu nena Kate!
—¿Louise no desea uno también?
—No, Louise está bien así.
Lou miró a su ama, no deseaba uno pero ella si y no lo había logrado hasta el momento. Hope se fue calmando y ellos se acercaron para dar inicio al día de campo. Patrick dejó solo un momento a Matthew sentado, tomó posición de gateo para irse a los postres, pero no le dejaron tomar ninguno.
—No, aún no es tiempo, pequeñín. —dijo Patrick, Emilico le trajo su comida especialmente preparada para él.
Ellos disfrutaron del momento, Rum miró a Oliver fijamente y este se dio cuenta de ello y volteó en su dirección, ella se sobresaltó y volvió a lo suyo, la notaba algo diferente desde el día en que se enfermó.
—Oliver lo sabe, espera que le proponga matrimonio ¿no? —Pensó, ya estaba muy próximo a tener todo listo para la propuesta oficial.
—La Casa de las Sombras, una maravilla a la vista de cualquier visitante. Siempre soñé con este día en que lograra entrar, tantos meses de planes y ahora es nuestro momento, nadie debe interponerse ahora en nuestro camino.
—¿Qué hacemos con ellos dos?
—Nos deshacemos de ambos y ocuparemos sus lugares. —Tomaron sus vestimentas con el velo que cubría sus rostros y se vistieron, ambos vigilantes estaban inconscientes, les vendaron y amarraron de manos y pies para luego encerrarlos en un cuartucho.
Entraron al lugar, no podían hablar entre ellos, solo si no había nadie cerca. Estuvieron recorriendo el sitio, marcando salas, pasillos y habitaciones, de paso se enteraron del baile nocturno, oportunidad perfecta para robar objetos valiosos de la mansión.
Al cruzarse con los nobles estos no tenían rostros, ambos se quedaron petrificados por unos instantes pero no debían sospechar que ellos se colaron dentro.
Cuando estuvieron solos uno le preguntó a su compañero. —¿Qué son esas cosas?
—Lo que rumoreaban en el pueblo ¿no eran broma? Es espantoso, ahora entiendo por qué nunca salen de este sitio.
En ese sitio precisamente hoy se llevaría a cabo el tan esperado baile que organizó Kate. Había mucho movimiento aquella tarde, Kate y Emilico estaban revisando todo.
—Las copas deberán ir en esa mesa.
—Si, señora.
—¿Qué le parece si ponemos las sillas aquí? —Preguntó Emilico pues le encantaba organizar y decorar.
—Perfecto, muevan esas sillas y pónganlas de este lado.
Todo estaba quedando maravilloso con las decoraciones, las flores eran esplendorosas y de colores muy vistosos.
Emilico se retiró antes, se dirigió a su habitación donde Patrick la recibió pues tenía una pequeña sorpresa. —Tengo un presente para la más hermosa de las flores.
—¿Qué es, amor?
Le entrega una cajita y ella la destapa descubriendo un nuevo relicario. —Para que lo luzcas esta noche.
—Muchas gracias, tan lindo mi Patico. —Lo abre y ve las fotografías de ellos dos y la de su hijo. —¡Está precioso!
Patrick lo toma y lo cierra para mostrarle las iniciales de los tres P un corazón en medio y una E, en la parte de atrás una M. Emilico lo aprecia con su corazón.
La fiesta iniciaba a las ocho, todos estaban preparándose para la fiesta, Louise iba caminando hacia su habitación, ve a un par de sirvientes saliendo de una sala y les llama —¡Oigan!
Ellos se voltean y la ven, estaba desprendiendo un extraño humo negro de su cabeza, ambos estaban temiendo por sus vidas, pero deciden aparentar tranquilidad.
—Louise necesita una copa, por favor vayan a esa habitación y consíganlo, Louise está alterada.
No dijeron nada y entraron a servir la copa. —Maldita bruja ¿Quién se cree que es para dar ordenes?
—¿Una noble?
—¡Tu cállate!
—Este lugar es horrible, quiero irme.
—No hasta que hayamos tomado un buen botín.
Louise desesperada entra al lugar exigiendo su copa, uno de ellos se la ofrece calmándola y se retiran lo más rápido posible.
Todos estaban tan ocupados y concentrados en prepararse para el baile que ellos pasaron totalmente desapercibidos y se dedicaron a familiarizarse con el lugar. La noche había caído, los sirvientes estaban listos para servir a la familia, la vigilancia era escasa en ese momento, los residentes estaban dirigiéndose con esplendor por los pasillo con sus mejores galas, Kate y John se apersonaron con su pequeña, había un agradable ambiente musical, los nobles deleitarían sus oídos con la armoniosa sinfonía. Sara y Mia se acercaron a Kate y a John.
—Buenas noches querida Kate, John. —Este hizo un gesto de saludo con su cabeza.
—Kate, John irá a saludar a los demás, con permiso. —John les dejó para que hablaran.
Ambas miraron a la pequeña Hope, Sara inició la conversación. —Que elegante tu vestido Kate y tu bebé está muy encantadora.
—Si, gracias, deberías visitarnos más seguido, vivimos en el mismo lugar.
—Quizás alguna vez, los bebés no son el fuerte de Sara.
—¿Sara no la quiere cargar? — Pregunta Kate, Sara se negó sin embargo Mia se la pidió.
—¿Me la presta?
—Por supuesto. —Hope es aún muy pequeña y estaba de lo más tranquila, no era un problema para Mia.
Otras chicas llegaron a ver a la niña, Matilda y Mattie sonrieron al verla y también se ofrecieron a tomarla en brazos. Stella miró a la niña, quería participar como las demás, Candy estaba solo como espectadora.
En otra parte de salón Laurel tomaba unos bocadillos de la mesa mientras Lulu tenía los ojos puestos en Oliver y Rum. —Debió dejarlo cuando le dije. —Suspiró con algo de molestia.
—¿No te gusta a ti Oliver?
—¡¿Qué dice señorita Laurel?! Claro que no, lo detesto. —Ambas miraron a un lado de la mesa a Anna que de igual forma los miraba, se estaba esa noche refugiando en la bebida y ya hasta hipo tenía.
—Anna debería ser la que ocupe... ese lugar. Anna no puede interferir en esa relación. —Dejó la copa vacía y tomó otra para ahogar su tristeza, al menos Nancy si estaba con Ollie, pero seguía sintiéndose muy mal por la relación de su ama con Oliver, siempre le cuidaba y estaba atenta a él y una humana había captado su interés
Oliver tenía a Rum llevada del brazo presumiendo su relación. —Oliver está tan feliz de que estés a su lado, estás radiante.
—N-no es para tanto, tu también luces muy elegante.
—Oliver te lo agradece encanto.
Por la puerta cruzaron Emilico, Patrick, Matthew, Ricky y Lou, habían llegado por fin, atrayendo las miradas de los invitados ya que habían entrado de apuro, Lou estaba arreglando al niño que sostenía Emilico y entre Patrick y Ricky se estaban dando sus retoques de último momento, cuando prestaron atención al frente se avergonzaron un poco, tenían que estar un poco antes pero tuvieron pequeñas dificultades.
De inmediato hicieron como si nada y se adentraron al salón, Emilico y Lou también llevaban sus hermosos vestidos.
Matilda le saltó. —¡Que lindo! ¿Le dejas a Matilda sostenerlo?
—Claro. —Se lo pasó, mientras Mattie tenía a Hope. —¿Puedo bailar con él toda la noche?
—Seguro que si, pero debe estar en la cama a las diez, Patrick se quedará un rato más, yo me iré antes.
—Bueno, al menos una pieza bailaremos, son tan lindos ¿Matilda puede tener uno?
Emilico no sabía que contestar, pues esto era resultado de ella y Patrick, o sea Humano y Sombra. —Bueno, este...
Louise estaba admirando a Lou. —¡Que encantadora Lou! Estaban tardando.
—Perdón, pasamos por Emilico y Patrick pero aún batallaban con Matthew, ya sabe cambio de pañales de último momento.
—Bueno ya están aquí, Shaun está allá en las mesas, vengan. —Louise les guio hasta el lugar, Shaun les saludó.
—Buenas noches ¿Desean una copa de champán?
—Yo si, ¿Y tú, Lou? —Preguntó Ricky ella asintió y Shaun les pasó a los dos una copa, luego tomó una para Louise y para él.
—Pronto iniciaremos el baile, ¿no es emocionante? así que... —Los cuatro chocaron las copas para brindar y beber.
Kate miró a Emilico que estaba un poco nerviosa pues no sabía como explicarle a Matilda, miró la hora así que llegó salvándola de dar una explicación algo compleja, pues ya que estaban todos había que abrir el baile.
—¿Están listos? —John se acercó para tomar la mano de Kate y llevársela, Patrick había solo escuchado la conversación y estaba algo incómodo, ahora él y Emilico de la misma forma irían al centro.
—¿Lista amor?
—Claro.
Todos los que ya tenían pareja estaban acomodándose. Oscar y Oskar llegaron para bailar con Matilda y Mattie.
—¿No piensa Matilda bailar?
—¡¿Eh?!... —Miró lo que ambas tenían en brazos. —Esto... ¿No quiere Oscar tener uno? están lindos y pequeños.
—No gracias, son pequeños mancha pañales, Oscar no está para ello.
—Bueno... —Matilda miró a la persona más próxima, Sara en este caso y se los dejó sin más. —Te los encarga. Gracias.
El hollín empezó a salir y más cuando Matt le tiró de su cabello haciéndola quejar de dolor. —Pequeño mocoso. ¿Por qué sus madres no se hacen cargo?
Mia los tomó a los dos. —Me encargaré de ellos, usted puede ir a bailar.
—Bien, bebés tenían que ser. Igual de molestos que sus madres. —Se fue a buscar a Edward para unirse al baile.
Camille muy amablemente se acercó y le preguntó a Mia. —¿No piensa ir a bailar?
—No, cuidaré a los bebés.
—Puedo hacerle compañía, la niña Hope es también mi responsabilidad.
Mia le pasó a Hope así que ambas fueron a tomar asiento para cuidar de ellos.
Todos estaban divirtiéndose en el baile, mientras los dos hombres recorrían las habitaciones en busca de cosas de valor, les era un poco difícil ya que muchos ocultaban sus pertenencias muy bien, algunas habitaciones estaban bajo llave, también uno que otro vigilante al cual burlar, descansaron un poco. —La fiesta seguirá de largo, así es la vida de los nobles cuando festejan.
—Yo solo quiero salir pronto de este terrible lugar, si nos atrapan nos asesinarán.
—Es un riesgo que voy a correr.
Anna salió antes de lo previsto estaba caminando de un lado hacia el otro, Lydia se acercó a ella para sostenerla al igual que Liddy. —¿Se encuentra bien Anna?
La sombra solo levantó la vista y dejó escapar una risa. —Que gracioso has dos de ustedes.
—No estás bien claramente, te llevaremos a descansar.
—¿Por qué las paredes y el piso se mueven? —Siguió riendo tontamente por el alcohol ingerido.
—No son las paredes señorita, es su cabeza. —Comentó Liddy, ambas intentaban llevarla pero les hacía perder el equilibrio a las dos así que Jeremiah y Jeremy se ofrecieron a brindarles ayuda pues debía llegar a su habitación sana y salva.
Nancy, Ollie, Oliver y Rum estaban conversando, Nancy no tenía nada en contra de Rum, pero sentía la tristeza de su ama. Sonriente alabó el vestido que traía puesto Rum. —Luces muy hermosa.
—M-muchas gracias, lo hicimos entre mi ama y yo.
—Que talentosa. —Se acercó a ella para decirle algo. —Sobre la señorita Anna, discúlpala a ella y a mi también por las malas caras, solo estaba enojada porque le gusta el maestro Oliver y él se fijó en ti.
—Perdón no quería que esto pasara.
—Chicas ¿Qué tanto hablan? —Preguntó Oliver, Ollie estaba intrigado también, pero ellas no dijeron nada y solo sonrieron con algo de complicidad.
Barbara veía sentada a los que bailaban, parecía una muñeca, solo que algo melancólica, miró a Barbie la cual hablaba feliz con Ben. Al volver la mirada tiene una copa enfrente y eso la hace sobresaltar un poco.
—Aquí tiene Bárbara.
—Gracias, Benjamin, es lo que necesitaba.
—Solo no se vaya a poner como Anna. —Meneó un poco la copa antes de dársela.
Bárbara sonrió y se la arrebató. —Bárbara sabe controlarse, nunca fue necesario refugiarse en este tipo de cosas, además solo es una fiesta, aunque Bárbara sabe lo que es perder al amor de tu vida.
Emilico se acercó a la mesa para comer un poco antes de retirarse, el tiempo había volado para ella y ya sentía algo de incomodidad en los pies, bailó varias piezas con Patrick y entre los dos bailaron con su hijo para luego prestárselo a Matilda. Patrick se acercó a Emilico para decirle que los chicos y él iban a jugar cartas a otro lugar.
—Los veo a rato mi amor.
—Si.
Matilda le trajo al niño viendo que era hora de ir a descansar. —Matilda se divirtió bailando con este niño tan precioso.
—Gracias por cuidarlo. Es momento de que se vaya a dormir. —Emilico lo toma, Kate se quedaría, Camille se haría cargo de llevarse a Hope y junto a Emilico se retiraron del sitio.
Emilico se acercaba a su habitación, le deseó una bonita noche a Camille, esta a su vez de igual forma. —Que descanse mi señora.
Entra a la habitación de su hijo y enciende las luces del lugar, deja al pequeño sobre la cuna y va a buscar su ropa de dormir para que estuviese cómodo, jugó con él mientras le cambiaba, el collar que llevaba en el cuello durante la fiesta era atractivo para él, con sus manitas trataba de tomarlo.
Sabía que tenía algo de hambre, preparó un biberón para darle, se sentó con él y mientras lo alimentaba le cantaba una dulce nana para que fuese conciliando el sueño.
Al cabo de un rato lo meció, aún no se dormía pero pronto lo haría, lo dejó sobre la cuna y besó su frente, Matthew teniendo al alcance el collar lo tomó y este se soltó, Emilico no se dio cuenta de ello, fue a la cómoda donde reposaba el musical que le obsequió Aileen y lo puso para ayudarlo a dormir.
Estaba cansada del largo día, Patrick no llegaría hasta al rato, cerró la puerta y se dirigió a su habitación. —Hora de tomar un baño. —se fue al cuarto de baño y se retiró el pesado vestido, tomó su bata para cubrirse mientras la tina se llenaba, cuando por fin estuvo lista se sumergió en el agua caliente, se quedó dormida con la agradable temperatura del agua.
La Mansión ahora estaba tranquila, los miembros estaban jugando partidas de cartas apostando y bebiendo, se podía sentir el humo de los tabacos que algunos fumaban. Rum se cubrió la boca y la nariz, pues había decidido ir con sus amigos pero muchos empezaron a parecer locomotoras vivientes con el humo proveniente de los tabacos.
Tosió un poco. —Creo que me retiro, no es mi ambiente.
—Te acompaño Rum. —Dijo Shirley, Lou de la misma manera, solo fue hacia Ricky para avisarle que estaría en la habitación, Louise se iría también con el grupo.
Kate se quedó haciéndoles compañía, además no iba dejar solo a John y volverían juntos.
Los dos hombre infiltrados planeaban salir, algunas habitaciones tenían seguro, otras no y llegaron a su última parada. —Deberíamos retirarnos, tengo miedo de que nos descubran.
—No sé por qué estás conmigo si esto te asusta. Arriesgo todo en esto, esos seres monstruosos se hacen pasar por nobles, debería de incendiar este sitio luego de escapar. —Giró la perilla y entró a una amplia y linda habitación seguido de su compañero que cerró la puerta para no ser descubiertos, fue atraído por el sonido de un hermoso musical, brillaba tanto que deslumbró sus ojos por como estaba construido, recorrieron el sitio, todo perfectamente decorado y detallado con sumo cuidado, los muebles hechos de buena madera de roble, habían piezas de oro, plata y bronce con piedras preciosas . —No escatimaron en gastos para este sito ¿eh?
—Totalmente.
Recorrió con la mirada para ver que podía llevarse con sigo hasta que se acercó a la cuna que resguardaba un hermoso bebé que estaba dormido. —¡Mira esto! —dijo a su compañero que apartó la mirada para ver lo que señalaba. —Esto no lo merecen aquellas criaturas monstruosas. —Lo tomó pues ya había pensado en quién le daría un buen dinero por él.
—No lo hagas, hay cosas más valiosas que esto, no nos beneficiará robarlo.
—Lindura ¿Qué haces en un lugar como este? —Matthew estaba tranquilo, agotado por el baile y entre sus manos estaba el collar de su madre que aún no soltaba. Tomó una manta para cubrirlo, le entregó la bolsita de bebé a su compañero que vio sobre una mesa.
Debían abandonar el lugar cuanto antes y evadir a los vigilantes aprovechando la fiesta y que la seguridad estaba vulnerable en ese momento de la noche.
Trataron de buscar una manera de salir, una sirvienta iba distraída y algo molesta, había salido de su encerramiento el día de ayer y por eso maldecía, por casualidades del destino ellos se cruzaron en su camino, ella pegó un grito y rápidamente el que tenía las manos libres la silenció y amenazó con un cuchillo. —Si nos dices como salir te dejaremos ir.
Ella aterrada asintió, él hombre la liberó ella miró lo que el otro tenía en sus brazos. —¿Qué hace con eso?
—¡Silencio!
Ella, no dijo más y al ver que secuestraban al pequeño solo les pidió que le siguieran ya que sabía guiarlos a la salida. Sonrió mientras los llevaba, finalmente disfrutaría de su venganza y se desharía de ese molesto niño que le recordaba que Ricky no podía ser padre en cambio su sombra si.
Emilico se estaba terminando de vestir con su pijama, así que salió a buscar a su hijo para traerlo consigo como todas las noches, al ingresar la vio algo desordenada así que empezó a poner todo en su sitio, la música se había detenido hace rato ya. Se asomó hacia la ventana viendo que el clima se preparaba para llover durante la noche. —Esta noche hará más frío de lo normal. —Dijo mientras acomodaba las cortinas y se iba por una manta al armario. Cuando se acercó a la cuna su linda sonrisa se borró al ver el espacio vacío, su pequeño no estaba, imposible que desapareciera si aún no caminaba, una gota fría recorrió su frente, todo su mundo se comenzaba a desplomar sobre sus hombros, su corazón latía con fuerza, sus manos y piernas temblaron por los nervios que empezaba a sentir, la desesperación invadió su cuerpo, pero tomó valor para salir corriendo y pedir ayuda.
Por suerte venía Patrick en compañía de Ricky, ambos vieron lo desesperada que estaba, sus ojos brillantes derramando lágrimas de dolor
—¡¿Que ha pasado?! —Preguntó Patrick a la vez que sostenía sus brazos pues parecía no tener la fuerza para estar de pie.
Ella le contó lo que pasó y ambos abrieron los ojos por la sorpresa, Patrick sintió que todo se venía abajo pero aún había tiempo.
—Avisemos a Kate. —Sugirió Ricky ya que él estaba encariñado con ese pequeño al igual que Lou.
Kate estaba en su habitación cambiándose, John habían mandado a volar los zapatos, estaba con las calcetas puestas ya que le dolían sus pies, se encontraba recostado sobre la cama.
Su tranquilidad fue interrumpida por los duros e insistentes golpes a su puerta, Kate se apresuró a abrir, viendo el sufrimiento en cada uno, más en Emilico que estaba con lágrimas en los ojos.
Tan pronto como lo supo mandó a dispersar la voz lo más rápido posible, la campana de alerta sonó, lo único que podía ser era que intrusos se infiltraron a la Mansión.
Algunos solo se asomaron fuera de sus habitaciones para ver que pasaba, muchas sirvientas y sirvientes iban de lado a otro avisando de que intrusos habían entrado. Shaun estaba preocupado. —¿Qué habrá pasado? Iré a ver. —Dijo ya que estaba con Louise y ella no se iba a quedar con la curiosidad.
—¡No dejes a Louise!
Shirley y Rum se habían levantado de sus camas por el alboroto, un sirviente les preguntó si nada les faltaba pero ellas no sabían si les robaron algo de sus pertenencias.
Lou fue directo a buscar a Ricky ya que estaba asustada pues él debió de llegar a dormir hace rato ya.
El grupo más cercano se reunió donde estaba Kate, Emilico era un mar de lágrimas, Patrick estaba a su lado muy preocupado por ella y por su pequeño que había desaparecido.
Lou se acercó a Ricky. —Mi amor ¿Qué pasó?
—Secuestraron a Matthew.
Ella se sintió mal por su amiga. Shaun se preguntaba. —¿Quién tiene el corazón tan duro como para separar a un bebé de su madre?
Kate los hizo acercarse para pensar y discutir algún plan y esperar a que encontraran a los culpables, Emilico se tranquilizó pero se quedó un poco apartada de ellos, estaba sufriendo por lo que estuviera pasando con su hijo. Ella solo miró a todos sus amigos, las voces se hacían ininteligibles, el desesperante momento la abrumaba, el sonido se hizo sordo y debido a la sofocante situación pronto perdió el conocimiento alarmando a sus amigos.
Patrick la logró apañar entre sus brazos, la hicieron recostar en el sofá más próximo.
—Por favor denme espacio, necesita respirar. —pidió Kate que estaba intentando reanimar a Emilico.
En ese lapso Elaine los había visto alejarse, la noche estaba helada debido a la lluvia que se avecinaba, el viento movía su atuendo y sus cabellos, con su mano apartó algunos mechones y los acomodó tras su oreja, luego se apresuró a entrar sabiendo que eso sería un revuelo dentro de la Mansión, aún así actuó como los demás, fingiendo su preocupación y ocultando la verdad.
Patrick llevó a Emilico cargando hasta la habitación en compañía de Ricky, Lou, Shirley y Rum pues Kate estaba recibiendo los reportes de algunas Sombras y Humanos a las que le faltaban joyería y artículos valiosos.
—Que angustia. —Dijo Rum, acompañaba a su amiga en su dolor, se imaginaba lo que era perder un hijo y le dolía en lo más profundo del alma.
Lou y Ricky no podían hacer mucho, a esa hora de la noche y con la lluvia encima, los fuertes vientos azotaban los ventanales, Patrick solo esperaba que ella reaccionara pero fue algo tan fuerte que podría afectar a su segundo bebé. Prefirió dejarla dormir.
Las chicas se quedaron a su cuidado, Patrick salió de la habitación seguido de Ricky, al cerrar la puerta no lo soportó, fue fuerte por ella pero ya no podía seguir reteniendo ese dolor tan inmenso, abrazó a Ricky con fuerza y dejó que las lágrimas cayeran. —Ricky, Patrick no debió quedarse, tenía que acompañarlos, tal vez así... no hubiese pasado esto.
—Tranquilo mi señor, no es culpa de nadie, ellos entraron sin que nos diésemos cuenta, que bajeza llevarse a un pequeño bebé. —Ricky lo abrazó para darle consuelo. —Me ofrezco para una búsqueda.
—Gracias... Patrick no quiere imaginar que le puedan hacer a su pequeño, apenas cumplió siete meses, es muy dependiente de nosotros.
Los hombres sabían que les buscarían, así que se prepararon para salir de Mirrorside y de la Isla del Hollín cuanto antes. Matthew estaba sintiendo inseguridad, su madre y padre no estaban así que el temor se apoderó de él y comenzó a llorar. Ellos le intentaron calmar. El tren saldría a primera hora, ellos se resguardaron de la lluvia en su alojamiento, afortunadamente no hizo más escándalo pues estaba algo cansado nuevamente, el hombre viendo el collar en sus manos lo tomó y se lo guardó.
Prepararon las cosas para abandonar el lugar y salir cuando la lluvia parara.
—Una búsqueda comenzará antes de que salga el sol, los sirvientes están preparando provisiones para los que saldrán de la mansión. —Dijo John. —Gerald y Aileen se ofrecieron para participar, Shaun estaba pensando por donde comenzar, Ricky se unió, Dan y Oskar de igual manera.
—Quiero participar. —Se ofreció Mattie pues le parecía encantador el pequeño.
—Perfecto, todos pueden ir preparándose.
Hubieron más personas uniéndose a la búsqueda para traerlo a los brazos de su madre que en estos momentos descansaba, aun así la angustia no desaparecía de su rostro.
Oliver fue en busca de Rum, ella muy triste se acercó a él en cuanto lo vio. —Es muy triste que personas así hagan eso. Si me pasara a mi...
—Tranquila, ya verás que esto pasará y lo tendremos de vuelta en casa, Oliver puede entender lo que está pasando Patrick y Emilico, ella es sensible y se preocupa por su familia. Rum cariño no te preocupes, cuando nos casemos y tengamos a nuestros hijos los cuidaremos mucho, las cosas pasan de esta manera lastimosamente. Misterioso es el destino de cada ser viviente que habita este mundo. —Dijo mientras la abrazaba.
Camille se hizo cargo de Hope, todo lo que se formó en la noche la asustó, por suerte nadie se acercó a la habitación, Hope descansaba plácidamente entre todo el caos del lugar.
Aquellos hombres tomaron el primer tren que salió, se hicieron cargo para mantenerlo calmado y si preguntaban por ese niño mentían descaradamente diciendo que era el hijo de uno de ellos, solo que su madre había fallecido y lo llevaban a vivir con sus abuelos.
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Continuará...
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