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La promesa del ayer

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Las cosas en la mansión marchaban con normalidad gracias a que Kate había tomado el control de la misma.
Emilico se encontraba en una habitación frente a la ventana mirando el atardecer, la puerta se abre, ella voltea y sonríe al ver a su prometido entrar.
—No puedo creer que por fin sea mañana. —Dice ella, él se acerca y rodea su cintura con sus brazos para de igual manera admirar el ocaso junto al amor de su vida.
—La espera valió todo el sacrificio que hicimos por obtener la libertad.
Ella se giró para verlo, sonrió enternecida, siempre tuvo su apoyo incondicional, detalles a montón y su amor, el más puro y sincero amor.
—Patrick, te amo. —se acercó para besarlo, él correspondió dulcemente.

Decidieron volver juntos, ya que sería agotador el día de mañana y querían descansar para soportar el ajetreo; por donde pasaban los demás los felicitaban ya que la boda de ambos estaba a unas horas de celebrarse. Llegaron a la habitación de ella y Patrick se despidió de un beso en la mano. —Que duermas bien esta noche, mi amada Emilico.
—Que descanses mi cielo, estoy ansiando que llegue mañana. —Ella entra a su habitación, dentro se encontraba su vestido expuesto sobre un maniquí, se miró al espejo, no podía creer que uniría su vida al lado de un hombre maravilloso, había diferencias pero ambos decidieron llevar su amor sin importar lo que los demás dijeran.

La puerta sonó ya que alguien llamaba, ella habló en voz alta para que pasara la persona, Kate entró en compañía de Lou, ambas venían para entregar una prenda antes del evento. —Emilico esto es para ti, lo escogimos entre las chicas. —dijo Kate mientras dejaba la caja sobre la cama, la rubia se acercó para retirar el listón y levantar la tapa. La prenda era tan delicada y hermosa, la levantó para observarla.
—Es muy preciosa, amo el bordado y los encajes, gracias a todas.
—Patrick seguramente quedará impactado cuando te vea mañana por la noche. —Comentó Lou, Emilico solo se ruborizó ya que de verdad estaba nerviosa del cómo sería su primera noche. —Mi corazón late muy fuerte, no sé que haré.
—Tu tranquila, relájate y confía en Patrick, cuando estén en confianza todo fluirá solo y tus nervios se irán. —dijo Kate ya que aquella experiencia la tuvo hace algunos años.
—Si, será una noche especial tú solo disfruta que como esas habrá muchas más. —Comenta Lou.

Emilico abrazó su prenda contra su cuerpo y se miró en el espejo, recordó cuando supo como venían los niños al mundo, una verdad para la cual no estaba preparada. Justo tenía 15 años en ese momento y el tema salto entre sus amigos y ella mencionó que esperaba sus hijos llegaran con bien mientras eran traídos por la cigüeña.

Flashback

Todos al escuchar lo que dijo la miraron un momento, ella se sintió nerviosa ya que la miradas de todos estaban sobre ella. —¿Dije algo malo?
En este tiempo Kate, Lou y Patrick no tuvieron el valor de decirle la verdad para mantenerla alejada de las prácticas del mundo adulto y prevalecer su inocencia.
—¿En serio crees que así llegan? —preguntó Louise a Emilico, todos estaban tensos con la situación.
—¿Qué no es así? —miro a cada uno de los presentes y solo apartaban la mirada algo incómodos.
—No niña, ya crece. —continuó Louise, era molesto que de esa forma le revelara a Emilico algo que despertaría su curiosidad de saber.
La rubia miró a Patrick en busca de respuestas mas éste estaba tenso y estaba sintiendo un fuerte ardor en sus mejillas, luego buscó en Kate algo de apoyo pero no dijo nada.

Viendo que todos lo sabían menos ella sintió un poco de vergüenza, pero curiosidad ¿Qué tan grave era que lo supiera? Si ya todos lo sabían y nadie le dijo en estos años la verdad. Se retiró corriendo, todos se levantaron, Patrick y Kate fueron tras ella.
—Pobre, aún es una nena. —comenta Louise de forma burlona.
—¡Cállate! apuesto que tú no has hecho nada de nada y hablas de esa forma de Emilico. —dijo John molesto por la actitud. Shaun reflejaba lo mismo que su amo.

Emilico se había refugiado en la biblioteca, Patrick la encontró cabizbaja y pensativa frente a la ventana. —Al fin te encuentro mi amor. Eres veloz, te perdí el rastro.
—¿Lo sabías?
—Si, no es algo de lo que quería saber, me enteré hace años, no soy bueno hablando de esto, no es fácil... —Kate abre la puerta despacio.
—Patrick ¿me dejas a solas con Emilico?
Patrick asintió, puso su mano sobre el hombro de ella, la acercó y besó su frente. —Quién mejor que ella para decirte todo. La dejo en tus manos. —Patrick sale del lugar dejando a Emilico en manos de Kate.

—Toma asiento Emilico. No pensé que este momento llegaría.
—De acuerdo. —respondió, se sentó esperando que aclararan sus dudas.
Kate con paciencia contó paso a paso como llegaban los niños al mundo de forma educativa para la rubia y confesó que el año anterior había estado con John por primera vez. Emilico se sonrojó y ahora entendía por que todos estaban incómodos al hablarle un poco del tema.
—Lo siento, creo que no debí indagar en el asunto.
—Creo que era el momento, sueñas con formar una familia y no tienes aún el conocimiento y admiro a Patrick por no decirte nada al respecto, los chicos suelen ser más insistentes en pedir la prueba de amor y algunas chicas caen fácilmente buscando que las amen, más ellos buscan diversión.
—¿Diversión? pensé que solo era para traer al mundo bebés.
—Si, pero ya me entenderás cuando te pase, te he reservado la mejor parte como sorpresa. Lo he hecho varias veces con John pero aún no queremos tener hijos y ya será luego de nuestra boda. Hice mal, debía esperar pero cedí ante el deseo.
Emilico trataba de entender pero aún no sabía cómo sentirse al respecto con la información, no estaba preparada pues en su primera noche no solo serían besos y caricias como pensaba, sería la primera vez que ellos dos se vieran sin sus atuendos y ahora estaba nerviosa. Después de casarse sus hijos llegarían así que debía esperar y no apresurarse.

Fin de flashback

Ahora era una joven que había madurado, amaba a Patrick con su ser y quería saber si en verdad podía nacer un bebé entre un humano y una sombra. Después de todo eran similares.

Patrick en su habitación no dejaba de caminar de un lado a otro, estaba preocupado por la noche de bodas. —Ricky ¿Qué tal si algo sale mal?
—No se preocupe amo, recuerde lo que hemos platicado, todo saldrá bien y en poco tiempo tendrá una familia.
—Si, lo sé. —Respondió mientras se sentaba, Ricky le sirvió una copa de vino.
—Gracias Ricky.
Se sirvió una copa para él también. —Brindemos por usted y Emilico, que tengan una buena vida en pareja. —Alzaron las copas y luego bebieron.

Ricky estuvo practicando sus gestos para cumplir su papel como rostro en día de la boda, quería expresar ante Emilico lo que su amo sentía con su cara. Llegó a su cuarto para descansar luego de hacer la misma rutina con Patrick, los dos eran muy unidos y deseaba lo mejor para él.
Se sentó en un lado de la cama y comenzó a aflojar su ropa, la puerta se abrió mostrando a Lou que llegaba.
Volteó su cabeza y fijó su mirada sobre su querida Lou. —¿Le dieron el obsequio a Emilico?
—Claro mi vida. —contestó Lou mientras se acercaba hacia él para subirse a la cama y abrazarlo por la espalda y besar su mejilla. —No sabes lo feliz que estaba. Entonces nuestra boda será luego de la de ellos ¿no?
—Claro, pronto también celebraremos nuestra boda.

Era un hermoso día, algunas chicas más cercanas a Emilico se estaban encargando de ayudarla a arreglarse.
Louise apartó a todas y junto a Lou como asistente, maquillaron y peinaron a Emilico, se miró al espejo, estaba hermosa cual flor de primavera. Patrick y ella habían esperado tanto por unir sus vidas y por fin ese día había llegado, no podía negar que estaba un poco nerviosa pues todo este tiempo estuvieron separados en diferentes habitaciones y hoy serían marido y mujer, su corazón latía un poco acelerado y con alegría, ¿Cómo sería su vida de ahora en adelante? Esperaba pasar un tiempo a solas con él antes de que llegara su primer bebé.

Patrick estaba junto a John, Shaun y Ricky, ser el rostro de Patrick sería su labor por el resto de sus días y estaba listo para afrontarlo ya que debían sacar la foto matrimonial y él ocuparía ese lugar. Shaun solo miraba a Ricky, le daba lo mismo si era Patrick o Ricky, era como si estuviese comprometido con ella, pasó igual en la boda de su amo, él tomó el lugar de John con Kate, pero en este caso ella mostró su rostro y no ocupó a Emilico.
Notó como Patrick estaba nervioso, John y Ricky le daban ánimos y lo alentaban, Shaun no aguantó y dijo. —¡Si se siente inseguro sería mejor que cancelara la boda! —Acto seguido, salió de la habitación dejando a todos congelados.
—Patrick no haga caso.
—Shaun tiene razón, pero he estado esperando tanto por este momento y ahora no sé cómo llevarlo, ella sigue siendo una joven muy dulce y temo lastimarla. —dijo mientras tomaba asiento en el sofá.
—Si es por lo de la noche de bodas pues debes relajar tu cuerpo e infundir seguridad en ella. Todo saldrá bien Patrick.
—Mi señor, sea delicado con ella, tómense su tiempo y disfruten juntos. Deje sus nervios ha esperado tanto por ese momento.

Patrick asintió y respiró profundo ya que pronto sería el momento además de la fiesta después de la boda, seguro llegaban agotados a la habitación, si, seguro no habría tiempo para consumar su matrimonio. John abandonó la habitación para buscar a Shaun. Ricky intentaba lucir bien por su amo ya que éste estaba más abatido por la noche de bodas que por cualquier cosa. El hollín se dispersaba y si continuaba así debían de eliminar el hollín del traje blanco con el removedor.

Shaun llegó al jardín donde estaba Kate con los preparativos, las sillas estaban en su sitio, las flores adornaban el lugar y desprendían pétalos al viento.
—¿Pasa algo Shaun?
Shaun no quería decir mucho pero su mirada lo decía, Kate sabía que aún no superaba que Emilico se hubiese comprometido con Patrick. Ella cambió el tema mostrando los arreglos del jardín del cual Edward se encargó en la semana. —¿No te parece bonito?
—S-si.
—Anima ese rostro Shaun, sé que puede ser difícil pero es tu amiga y querría que la apoyes en lo que haga.
—¿Cómo puedo arrancarla de acá? -llevó su mano al pecho y arrugó un poco la prenda superior.
—El tiempo lo cura todo, además tenemos chicas hermosas en la casa, eres libre de escoger a alguien, eres el rostro de mi esposo y aunque me gustes yo amo a John.
—Descuide por el momento lo puedo sobrellevar, sólo hasta que otra chica me guste de verdad.

John llegó al jardín, todo estaba listo. —Shaun, te busqué por todos lados.
—Lo lamento mi señor, necesitaba aire y ya que la ceremonia tendrá lugar aquí vine a ver cómo estaba quedando.
—Es maravilloso lo que mi linda esposa ha mandado a hacer.
—Te lo agradezco cariño. —Kate sonrió, luego sacó su reloj ya faltaba poco y venían llegando sombras y humanos a tomar asiento. —Patrick debe de estar aquí antes que Emilico.
John y Shaun irían a buscarlos y Kate fue por Emilico.

Kate abrió la puerta viendo a la novia que le colocaban el tocado con el velo, lucía hermosa. —Emilico ya falta poco ¿estas lista para ir con tu futuro esposo?
Ella se volteó al llamado y asintió, las demás chicas abandonaron la habitación y Kate tomó la mano de Emilico. —¿Nerviosa?
—Un poco, pero soy inmensamente feliz pues esperé mucho por este momento.

Luego de un rato Emilico tomó su ramo de rosas rosadas para encaminarse al jardín, las campanas sonaron, ella alzó la mirada, su anhelante corazón deseaba estar pronto con su amado, aquella dulce sombra. Sus pasos resonaban en el pasillo, cada vez más próxima a llegar, delante de ella estaba su caravana que la llevaría a su destino.
—Subamos, nos llevarán a partir de aquí.
Emilico asintió y entró, Kate acomodaba la cola del vestido para luego sentarse adelante de la rubia que durante el camino con su mano apartó la cortina y miró un poco el recorrido.

Patrick estaba impaciente por verla, Ricky solo miró la hora pero estaba más tranquilo que su amo, Lou estaba vigilando para que en cuanto las viera aproximarse la música comenzara a sonar para que la novia hiciera su entrada al altar. Una vez que llegaron, Kate corrió por el jardín para buscar a las chicas más cercanas a Emilico, como Lou, Belle y Rum. Patrick lo supo, ya estaba ahí y pronto la vería caminar por el pasillo, Ricky puso una mano en el hombro de su amo y sonrió.
Todas ayudaron a Emilico a bajar, tambaleó un poco pero todo bien, acomodaron el vestido para que pudiese caminar bien, Kate entregaría a la novia, Rum abrazo a su amiga feliz por ella.
—Te deseo felicidad Emilico.
—Gracias Rum.
—Emilico, sé feliz al lado de tu esposo y traigan a este mundo lindo retoñitos. —Dijo de manera alegre Belle.
—Claro, gracias.
—Emilico ¿lista?
—Si Lou, vamos Kate.
Las otras regresaron a sus puestos, Lou dio la señal para que empezara a tocar el piano, dos pequeñas se pararon en frente para dejar un rastro de flores; Kate llevó de la mano a Emilico todos voltearon a ver a la novia cuyo velo cubría delicadamente su rostro, la música empezó a sonar y expandirse por todo el jardín, Patrick la esperaba, para ambos el momento que ansiaron tantos años por fin llegaba.

Las miradas iban dirigidas a la hermosa novia, acaparó toda la atención, Patrick extendió la mano al igual que ella para tomarla. Kate dijo unas palabras al muchacho. —Te entrego este día a la persona más importante de mi vida, mi compañera, mi amiga y confidente, Emilico. Cuídala bien por favor.
—Claro Kate, la cuidaré y amaré el resto de mi vida. Ambos se giraron para escuchar lo que Edward tendría que decir ya que él los casaría, nunca estuvo de acuerdo con que dos seres distintos unieran sus vidas pero así lo decidió Kate.

Todos pasaban por diferentes emociones, algunas chicas lloraban, otros murmuraban podía haber de todo, incluso sombras en desacuerdo pero ahí estaban, escuchando todo lo que decía, Ricky se mantuvo como rostro de Patrick.
Edward se dirigió a Emilico primero para hacer la pregunta. —Emilico, ¿Aceptas a Patrick como tu esposo para amarlo y respetarlo, para estar en las buenas y en las malas, en la salud y la enfermedad, hasta que la muerte los separe?
Emilico miró a Patrick y con su corazón latiendo con emoción dijo. —Acepto.

Ahora se dirigió a Patrick que estaba algo ansioso. —Patrick ¿Aceptas a Emilico como tu esposa para amarla y respetarla, para estar en las buenas y en las malas, en la salud y la enfermedad, hasta que la muerte los separe?
Patrick había esperado tanto desde el día en que ella se convirtió en la dueña de su corazón y con toda seguridad poder decir. —Acepto.
Lou tenía a su cuidado los anillos la cual entregó a los novios, Patrick colocó el anillo en el dedo de su amada, ella de igual forma colocó el anillo, símbolo de su unión.
—Si alguien tiene algún inconveniente para que esta boda continúe, que hable ahora o calle para siempre.
Se podía escuchar los murmullos de los asistentes, Patrick y Emilico se tomaron de las manos por la tensión de que alguien saltara y se opusiera a su matrimonio; Kate y John sujetaron las muñecas de Shaun pero él se quedó perplejo de que pensaran de esa forma de él, la amaba pero era más importante la felicidad de ella y no iba a arruinar la boda por un acto egoísta.
—Me decepciona que piensen que voy a interrumpir. —Ambos lo soltaron y sonrieron avergonzados.
—Fue algo que pensamos. —Dijo Kate.

Edward viendo que nadie se interpuso continúo. —Por el poder que se me ha concedido, los declaro Marido y Mujer, Patrick puede besar a la novia.
Ambos se giraron para quedar uno frente al otro, él levantó el velo con cuidado viendo a su ahora esposa, dulce y hermosa, en este día tan especial ella lucía radiante, estaba un poco tímida, se acercaron para sellar su pacto con un beso, todos aplaudieron, las campanas sonaron y los invitados tiraron arroz a los recién casados.
La fiesta continuó al aire libre todos luciendo sus mejores trajes, Patrick y Emilico eran el centro de atención, John se acercó con Shaun para felicitarlos.
—Muchas felicidades a los dos por su matrimonio, prométame señor Patrick que cuidará bien de mi amiga.
—Quiero lo mejor para ella, descuida, la cuidaré mucho. -dijo Patrick, Emilico miró a su esposo y este asintió, muy feliz abrazó a Shaun.
—Gracias por tus buenos deseos, Shaun te quiero.
Correspondió el abrazo. —Yo también te quiero. —Se separaron.
—Kate quiere que sepan que su nueva habitación está disponible desde ya, es más amplia y perfecta para ustedes, decórenla como gusten y algunas pertenencias están a su disposición el resto llegará mañana por la tarde. -comentó John.

Louise desde su mesa estaba emocionada. —¡Se imaginan que pronto habrán pequeñas sombras corriendo por los jardines!
—Oh humanos. —comenta Lou.
—Lo que sea, serán bebés que Louise consentirá mucho. Por cierto Kate, ya nos debes a mis sobrinos.
—Oh pues no estoy preparada, me estoy enfocando en la casa y no puedo con un bebé en estos momentos.
—Ehh, ¿en serio? Claro que puedes, ahí tienes a Shaun para que te ayude, porque John puede cuidar a su bebé.
—No lo había pensado, pero no quiero en este momento.

Ricky y Emilico estaban por tomarse la foto, Oliver se encargaba de eso, la foto fue tomada. El rubio sonrió. —Emilico listo.
—Gracias Ricky. Oliver también quisiera una foto con mi esposo, quiero en ambas versiones.
—Adelante.
Patrick esta vez se puso al lado de su esposa, con Ricky era diferente pero en esta foto ella se aferró de él y recostó su cabeza sobre su hombro, Patrick posó su mano sobre la de ella, la segunda foto fue tomada.
Shirley y Rum sonrieron pues eran adorables juntos, Ollie, Oliver y ellas dos se encargarían de las fotos.

Camino al centro Aileen los detiene. —A los dos felicidades, nunca hubo un matrimonio entre sombra y humano, esto es realmente emocionante, ¿No Gerald?
—Así es, espero tengan una feliz vida juntos.
Ambos agradecieron, la música cambió ya que ellos al estar en el centro abrirían el baile, tomaron sus posiciones e iniciaron la danza, pronto se fueron uniendo de a poco las personas.
Rum estaba solo mirando como los demás estaban bailando, hasta que una mano en frente le ofrece bailar. —¿Me permite esta pieza hermosa joven?
Ella toda nerviosa no sabía que hacer ya que quién se lo proponía era Oliver, miró a Shirley.
—Anda, acepta yo bailaré con Ollie. —Dijo mientras se levantaba y tomaba la mano del Ollie.

Louise viendo que todos casi estaban bailando no se iba a quedar sentada llamó a Shaun.
—¿Desea algo señorita Louise?
—¡Sácame a bailar!
—Pero...
—No seas aburrido. —Lo tomó de la mano y lo llevó a la pista.

En otra mesa Matilda veía encantada a la pareja principal disfrutando su día especial, sostenía un pañuelo blanco de encaje pues verlos le dio mucho sentimentalismo. —Las bodas me hacen llorar, Oscar ¿a ti no?
—Un poco. —En realidad solo lo dijo por decir, estaba feliz por los novios él y Matilda siempre se llevaron bien así que le preguntó mientras le ofrece caballeroso su mano. —¿Bailas con Oscar, Matilda?
Emocionada toma su mano. —Ni se pregunta, encantada Matilda acepta.

El banquete casi se había terminado, Kate estaba pendiente del pastel que aún no lo traían y era lo que muchos esperaban. —¿Por dónde vienen? —Pregunto a través del comunicador en su oreja, su respuesta fue que vendría en unos minutos; John se acercó.
—Los invitados esperan el pastel. ¿Ya vienen?
—En unos minutos.
Pronto el pastel llegó, los primeros en recibirlo fueron Kate y John el cual al ver lo delicioso que se veía metió su dedo para tomar un poco de crema, Kate al ver su acción trata de intervenir con una leve palmada en la mano de John por su comportamiento. —¡John!
—¿Qué?... —Preguntó mientras probaba la crema.
—Avancen con el pastel, por favor. —Más que enojarse con su marido solo preguntó con entusiasmo. —¿Que tal estaba?
—Delicioso, John no tiene quejas. —Respondió John, Kate y él corrieron para ir con los invitados y más que nada los novios.

Todos estaban esperando probar el pastel de bodas, Kate notó ese particular brillo en los ojos de Emilico, sonrió pues los dulces eran su debilidad. Los llamó pues serían los primeros en partirlo y probarlo, tomó una pañoleta de seda blanca y ató las manos de ambos y les entregó el cuchillo, los dos muy felices y concentrados cortaron su primer trozo de pastel con ayuda de Kate lo pusieron en el plato, luego de desatarlos ambos tomaron dos tenedores y tomaron una porción para dárselo a probar el uno al otro, luego fue repartido a cada invitado, los pasteles de la casa siempre siendo los mejores.

Al rato Kate reunió a todas las que quisiesen contraer nupcias, muchas jóvenes se acercaron, Oliver se incluyó para tener doble oportunidad ya que deseaba que la chica que le gustaba fuese su prometida; Emilico les dio la espalda preparándose para lanzar el ramo, cuando lo tiró se abalanzaron sobre el y todos estaban atentos para ver quién lo tomó. Justo una mano se alza con el ramo, Mattie se lo ganó a todas las jóvenes casaderas, Matilda saltó y abrazó a Mattie ya que significaba que podía ser la siguiente y ambas podrían casarse.
Emilico felicitó a la chica por su gran atrapada, luego regresó con los demás para charlar, Lou y Ricky tenían programa su boda para dentro de unos pocos meses.

Todos estaban animados y la fiesta siguió hasta la noche; no parecía que los invitados necesitarán más la presencia de los recién casados, Patrick tomó de la mano a Emilico para llevarla consigo a otro sitio lejos de todos, debían cruzar al otro extremo para llegar al lugar.
Ellos corrieron por un sendero, Emilico sostenía la falda de su vestido para no tropezar, miró el cielo iluminado por la luna y las estrellas, hasta que llegaron a un árbol lugar donde hace mucho no pasaban.
—Solía venir cuando era más joven a jugar. —dijo Emilico mientras se acercaba a tocar el columpio, luego con un poco de esfuerzo se sentó y balanceó suavemente, Patrick recordó el día que lo construyó y varios años después, hoy, ambos estaban unidos en matrimonio frente al columpio de su niñez.

Caminó un poco más cerca del árbol y ahí estaba lo que grabó en la madera, sus iniciales. _Aún recuerdo que me tomó tiempo para que estuviera justo a tiempo para que lo vieras. —comentó acariciando las letras, ella se levantó para verlo junto a él.
—Estaremos unidos hasta que la muerte nos separe. Patrick ¿crees que en otra vida nos hubiésemos conocido?
—Claro, somos almas destinadas a estar juntas. —Él la abrazó por detrás mientras admiraban el cielo recordando su niñez y adolescencia. Se separó de ella y divertido se sentó en el columpio para balancearse, pero el tiempo había pasado y el objeto no era tan resistente como antes, la madera crujió partiéndose a la mitad y él cayó por lo que se quejó por el dolor ocasionado por el golpe, Emilico dejó escapar su risa, pero en seguida lo ayudó a ponerse de pie.
—Creo que deberíamos volver, hace frío y estoy cansada.
—De acuerdo, volvamos.

Una vez dentro de la mansión en el lado de los adultos, ambos recorrieron los pasillos y habitaciones para ir a la nueva pieza asignada, ella estaba descalza y cargaba sus zapatos en la mano; los demás seguramente no llegarían si no hasta el rato a descansar, el eco de sus risas resonaban, por fin dieron con su habitación, Patrick abrió la puerta y para entrar la cargó en sus brazos, era muy bonita, había un hermoso arreglo floral, la cama con sábanas blancas y pétalos de rosas adornándola, la dejó bajar para ir a cerrar la puerta, ella lanzó los zapatos, el día había sido agotador, se miró al espejo para poder retirar los broches del vestido con sus manos.
—¿Te ayudo? —preguntó Patrick viendo como batallaba un poco.
—Si, por favor. —Lentamente desabrochó la parte de atrás del vestido hasta cierto punto luego se apartó y fue a sentarse a la cama para retirar sus zapatos, mientras en su cabeza se libraba una batalla ya que una parte de él no quería tomarla esta noche y la otra parte la deseaba con todo su ser; no podía, ella era un ángel. Emilico viendo lo preocupado que estaba, caminó hacia él y se sentó a su lado mientras deshacía su peinado y dejaba caer su cabellera.

Sonrió, acercó su rostro mientras posaba su mano sobre la de él. —Tranquilo, sé lo que estás pensando mi amor, ¿sabes? estoy feliz de que seas tú quien esté a mi lado, que al despertar seamos la primera persona que veamos, te amo Patrick y estoy encantada de ser por fin tu esposa.
—Gracias, eres la persona que más amo, soy feliz también de ser tu esposo que te consentirá y cuidará como lo he venido haciendo.
Se acercaron lentamente para unir sus labios y formar un beso dulce que se tornó en uno pasional, esta sería su primera noche juntos, donde se entregarían el uno al otro llevados por un profundo y dulce amor.

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Continuará...

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