La Maldad se Viste de Inocencia
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Esa mañana Ricky despertó algo cansado ya que pudo tomar una dosis de llanto nocturno y que se trasnochó un poco ayudando a calmarlo, Emilico ya estaba algo acostumbrada, solo debía esperar que su hijo se adaptara y le tomaría algo de tiempo.
—Quién pudiese verlo ahora durmiendo sin que nadie lo interrumpa.
—Así es todas las mañanas.
Kate toca la puerta y luego entra en compañía de Shaun. —Buen día a los dos, les dejaré esto a ustedes, pregunten por esta dirección para llegar. —Kate les dejó varios papeles en una carpeta. —Nosotros nos iremos al rato, quizás estaremos aquí en unos días.
Emilico se acerca a Kate para abrazarla y darle sus buenos deseos para que le fuera bien en el viaje, luego abraza a Shaun, hace mucho él no recibía un afecto de su parte ya que andaban algo distanciados. —Por favor, cuida a Kate y a Hope, te las encargo.
—No te preocupes Emilico, estarán bien cuidadas, Patrick tú cuídalos también.
—Claro, es mi deber.
Kate, Shaun, junto a Camille y la bebé partieron esa mañana, además otro carruaje estaría a disposición de Emilico y Ricky.
Ambos se prepararon para la salida del día, mientras Ricky se ponía su ropa Emilico estaba frente al tocador para maquillarse, pronto su cansado rostro se llenó de luz con aplicar los productos para tener un aspecto fresco y natural, era sorprendente para él lo que un poco de maquillaje llegaba a hacer en las chicas. Cuando intentó peinarse como siempre tuvo algo de dificultad ya que Patrick se encargaba de hacerle un peinado recogido todos los días y a veces ella misma, pero hoy no era su día y se le hacía un embrollo.
—¿Quieres mi ayuda? —Pregunta Ricky viendo como no podía con el cabello.
—No es necesario ya lo hago en un momento.
—¿Segura? Mira que soy bueno peinando. —Se dirigió hacia ella y tomó el peine y el cepillo de sus manos para intentar reproducir el peinado que realizaba su amo, Emilico miró a través del espejo el proceso, así lucía su marido al peinarla todas las mañanas.
No tomó mucho en peinarla y en poco tiempo ya estaba lista, ella simplemente terminó de colocar un accesorio para adornar. —Muchas gracias, se te da muy bien hacer esto. —Dijo mientras se admiraba fascinada en el espejo.
—Por supuesto, estoy preparado para hacer cualquier trabajo. Ahora terminemos de arreglarnos ya que iremos a visitar a mi familia.
Emilico solo tomó el bolso de su bebé y se lo entregó a Ricky, guardó su monedero en el bolsillo de su vestido y tomó a Matthew.
Un carruaje les esperaba afuera ya que les llevaría a donde ellos dispusieran, se acomodaron dentro y luego partieron, Ricky se asomó por la ventanita que daba hacia el cochero para darle instrucciones de como llegar a casa.
Durante el viaje Emilico entretuvo a su pequeño con un muñeco mientras le hacía la voz, el niño solo batallaba para agarrar el juguete.
El carruaje se detuvo, Ricky sintió nostalgia y alegría, por fin estaba en casa, Emilico por fin conocía la casa de su amigo, la familia de él al escuchar el sonido del carruaje y los relinchos de los caballos salieron a ver, justo ven a su hijo llegar en tan lujoso carro como todo un señor, él mientras sostenía a Matthew en uno de sus brazos y ofrecía su mano libre a Emilico para bajar.
La familia miró con desconcierto a la chica y al bebé en brazos que les acompañaba, Emilico tuvo el primer contacto visual con la familia, hizo una leve reverencia a modo de saludo y un leve sonrojo se hizo notorio en sus mejillas.
Su padre se acercó para saludarlo. —Patrick hijo, cuanto tiempo.
—Si, padre, me da gusto de verlo.
El hombre miró a Emilico la cual se puso algo tensa. —Vaya y ¿esta encantadora jovencita?
Patrick se apresuró a presentarla. —Ella es Emilico y este pequeño de aquí es Matthew. —Ricky no sabía como decirles que ella solo era una amiga.
Tanto la madre y el padre miraron al bebé que su hijo sostenía, mismo tono de cabello, los ojos de un tono similar. —¿Somos abuelos?
Para ambos era incómodo y no querían arruinar la ilusión de ellos los cuales les invitaron en seguida a pasar dentro.
Delante de Emilico la señora puso una taza de té y unos emparedados para acompañar, ella agradeció, la señora estaba extrañada pues estaba segura de que su hijo estaba apegado a su amiga Louise en la niñez que podría jurar que terminarían juntos. Ante sus ojos Emilico era una chica dulce y amable pero no era el partido que esperaba para su hijo.
En la mansión, Patrick abrió los ojos y se llevo una pequeña sorpresa al ver a John en frente.
—¡Buen día bello durmiente!
—¡¿Desde cuando está John aquí?! —Preguntó mientras se incorporaba.
—Hace unos quince minutos, vaya pareciera que no has dormido en mucho tiempo.
—Descanso lo que puedo, soy un padre responsable, debo al menos estar al cien para cuando Emilico y Matthew retornen. —Patrick tomó un peine para desenredar su cabello y ponerlo en orden, John ve lo que estaba acomodado en la mesa sin destapar y husmea el desayuno.
—O sea tu retoño no te deja dormir de noche por eso ahora que no está duermes todo lo que puedes. ¿No es así?
—Si, es agotador, pero le hace falta, Patrick deseó desde muy joven convertirse en padre junto a la chica que ama. Aún si toca sacrificar las horas de sueño por unos años. Patrick se irá a bañar, por favor, John mantenga las manos alejadas de los alimentos de Patrick.
John rápidamente se apartó y levantó las manos en señal de que no estaba haciendo algo con ellas. —De acuerdo.
Ambos se sentían un poco abandonados y las extrañaban a ellas y a sus hijos, estarían una semana solos al mando de la casa. Louise había ido a la oficina por John a poner la queja pero no se encontraba y ahora estaba impaciente por que llegara a ejercer el trabajo de Kate, Lou intentaba calmarla para que no se lo tomara personal con la sirvienta. Estuvieron sentadas un buen rato hasta que John y Patrick entraron por la puerta.
Louise saltó del asiento para hacer su queja. —¡Al fin! John, Louise necesita poner una denuncia contra una de las criadas.
John caminó a tomar asiento, Patrick de igual manera. —Bueno, John escucha, puedes hablar. —Dijo mientras tomaba un lápiz y una hoja para tomar apuntes.
—La nueva chica que hace la limpieza en la habitación de mi Lou, está metiéndole cosas a la cabeza con respecto a la fidelidad de Ricky.
John asintió, en la hoja solo habían dibujos que hizo en vez de apuntar, Patrick se puso de pie ya que involucraba a su compañero, Lou solo bajó un poco la cabeza.
—¿Qué pasa con Ricky?
Louise explicó lo que comentó la chica en la mañana sobre él y Emilico. —Ella dijo que Emilico seguro se interesaría en él en este viaje ya que se tratarían como esposos y compartirían la cama.
—Ese es el trato, actuarían como un matrimonio y tanto Patrick como John sabemos que deben compartir la cama, pero hay límites establecidos, además están los bebés, Emilico y Kate estarán más al pendiente de ellos que estar pensando en tener romances con los rostros de sus maridos. —A pesar de parecer distraído, John habló recordándoles a los presentes los términos establecidos en los viajes fuera de la mansión.
—Si, si. Además Ricky ama incondicionalmente a Lou. —Pronunció Patrick.
La mencionada habló. —Eso lo tengo presente, además Shaun está con mi señorita Louise, Ricky ve a Emilico como su hermana, no hay que desconfiar, pero no me agradó como la chica de la limpieza habló así de mi marido.
—John ¿puedes hacer algo? ¿La mandamos al calabozo? —Preguntó con entusiasmo Louise ya que en verdad quería que le dieran una reprimenda.
John suspiró y pensó ya que la chica debía tener un motivo por el cual habló de esa manera de Ricky y Emilico. —En este caso solo puedo dar una amonestación, Kate decidirá si la reasignará.
Louise estaba fastidiada, tan fácil era tomar el puesto de otra e intercambiarlas o mandarla a encerrar, al menos la chica estaba en la mira y mantendría su boca callada en presencia de Lou.
En otra parte de la mansión Oliver estaba acompañando a Rum a dar un paseo, ella sostenía una delicada rosa roja. Se pararon un momento a hablar, mientras a lo lejos unas chicas observaban la escena.
Oliver se despidió con un beso en la mejilla y se retiró, Rum sonrió tiernamente y se despidió con la mano.
Desde el otro lado había presenciado todo, Matilda, Mattie, Laurel y Lulu, esta en especial frunció el ceño y dijo que ya volvía, se aproximó a Rum y esta se sobresaltó.
—¡Que susto!
—¡Oye, dime! ¿Qué es lo que pasa entre ese monigote y tú? —Dijo a la vez que la sujetaba de los hombros exigiendo que le respondiera.
—P-pues e-estamos s-s-saliendo, no todos lo saben ya que esperamos el momento y que nuestra relación vaya al siguiente nivel para decirlo a todos.
—¿Crees que es un buen partido? No me da confianza ese sujeto, de chica a chica, escucha mi consejo, no te involucres con alguien como él, no veo buenas intensiones y eres muy ingenua.
—Quiere decir que ¿solo está jugando conmigo?
—Si, cuando obtenga lo que quiere posiblemente se busque a otra. —Rum se quedó pensativa a cerca de Anna y él, algunas veces se reunían para pasar el rato. Lulu analizando a su amiga preguntó. —¿Acaso tú y él ya estuvieron juntos?
Las otras tres tras acercarse escucharon la incómoda pregunta. —No la bombardees con preguntas íntimas. —Comenta Matilda, Rum se sonroja y niega que eso haya pasado.
—Menos mal, por favor ten cuidado, el amo Oliver no es de mi entera confianza y me parece un peligro.
—Lulu si ella quiere estar con Oliver déjala o ¿es que él te gusta también?
—¡No! ¿Qué clase de pregunta es esa?
—Matilda solo dice, ¿Qué opinas Laurel?
—Pues que si quiere estar con él, solo se cuide.
Para no ver tan cabizbaja a Rum decidieron invitarla a tomar el té.
Mientras en la oficina estaba John amonestando a la sirvienta. —John no entiende los motivos por el cual dijiste algo tan imprudente, no debe ser John quien te imponga un castigo, cuando vuelva Kate será informada, por el momento tienes prohibido hacer la limpieza en la habitación de Lou y Ricky. Kate decidirá si te asignarán a otra habitación.
La chica no quería dejar de ver a su bello ángel, se arrodilló e imploró. —Perdóneme mi señor, no volverá a pasar, es solo que ver la relación con la que sus rostros y sus esposas interactúan entre si, me trajo ese pensamiento, no me lo tome a mal señor, ellos solo fingen ¿no es así? No tiene que preocuparse de que en público ellos se comporten como si fueran ustedes en el matrimonio.
Elaine era astuta para implantar un poco de inseguridad en personas devotas a sus parejas. John en este caso recordó la admiración de Kate hacia Shaun, es como si ambos fueran idénticos, inteligentes, fue difícil conquistarla y llamar su atención.
Ella se puso de pie viendo como había dado en el clavo, sonrió y pronto volvió a poner un rostro de preocupación e inocencia. —¿Mi Lord? ¿está todo bien?
John pensativo solo dijo —Puedes retirarte.
—Con permiso. —La chica hace una reverencia y se va, cuando abre la puerta se encuentra con Patrick, Louise y Lou. Con pesar pide disculpas por el daño ocasionado y se retira.
Ellos ingresan para saber que hizo con ella pero John estaba arrojando hollín, su ropa y objetos cercanos estaban manchados.
—¡John! ¿Qué sucedió? ¿Por qué estás así? —Pregunta Patrick viendo como estaba su amigo.
John frustrado se agarró con las manos el cabello pensando en lo que dijo ella. —¿Y si tiene razón? A John le costó ganarse a Kate, ella admiraba más a Shaun.
—¡Y estaba enamorada de él!
—¡¿Qué?!
—¡Señorita Louise, por favor!
—Es la verdad, aunque supongo que ya lo habrá superado ahora que Louise es la novia de Shaun.
Más hollín salió de él, Patrick asustado trató de calmar la situación. —¿No ven lo que ocurre? Ella lo está haciendo nuevamente, pero ahora con John, está jugando con sus mentes y les hace dudar. Por mi lado estoy confiando en Emilico y en Ricky, Patrick no puede dejarse manipular de una niña que tiene malas intensiones.
—Yo solo quiero a mi Ricky de vuelta a mi lado, estoy deseando que ya se termine la semana.
En el pueblo, en específico la casa de Ricky, ellos tenían pronto que marcharse, Emilico había tomado la habitación de su amigo para cambiar a su hijo y que estuviese más cómodo para continuar su viaje, cuando en eso la madre de él ingresa a la pieza. —Es muy precioso mi nieto.
—¿Verdad que si? —dijo Emilico con una sonrisa algo forzada pues se sentía incómoda al mentirle de que el pequeño era su nieto.
—Cuando los vi llegar me sorprendió mucho conocer a la chica con la que se casó.
—¿Ah si? ¿Por qué?
—Cuando asistía al colegio había una niña que siempre andaba con él, ella muy hermosa y delicada siempre, se movía con elegancia.
Ricky solo se asoma y detiene tras el marco de la puerta para no interrumpir la conversación.
Emilico pensó en Lou de inmediato, había mucha razón, ella siempre admiró la belleza de su amiga.
—Siempre pensé que ella y mi hijo se casarían, es que no sabes él andaba muy enamorado de ella, por eso me sorprende que dejara escapar a una chica como ella y se buscara otra chica.
—¿Qué me quiere decir? ¿No soy suficiente?... —Preguntó sin alzar la voz y algo triste.
—No te lo tomes a mal querida, no lo dije con esa intensión.
—Perdón pero creo que sí, tal vez no sea lo que esperaba, hable con su hijo entonces. —Con pesar tomó sus cosas y a Matthew en brazos para dirigirse a la puerta y ver a Ricky algo avergonzado por lo que comentó su mamá. —¿Podemos irnos? —Pidió mientras siguió su camino.
Él miró a su madre con reproche, un buen rato se había echado a perder, fue tras la rubia y la llamó por su nombre.
—Emilico, que nombre más extraño para una chica. —Pensó la mujer.
Antes de irse ambos se despidieron tratando de no mostrarse incómodos con el padre.
Una vez de camino a la siguiente parada, Ricky se disculpó. —Lamento que hayas tenido esa conversación con mi madre.
—Está bien, estoy acostumbrada. No suelo ser del agrado de muchos.
Ricky se sintió mal por ella y su pasado. —Escucha, somos como una familia, además mi señor te ama demasiado y siempre habrá personas que te aprecien y te quieran.
—Muchas gracias, en serio. —De alguna manera sus palabras le animaron.
Durante el viaje el bebé iba tranquilo, pronto llegaron a un campo en donde se iniciaba la construcción de una casa enorme.
—Por fin llegamos. —Dijo el conductor ya que en el camino tomaron indicaciones de los lugareños.
—¿Y esto? —Ricky se preguntó asombrado al igual que Emilico, luego recordó el sobre que le dieron en la mañana, ambos vieron el contenido, aquellos papeles eran los títulos de terreno que les pertenecían ahora a ellos.
—Esta belleza tendrá varias habitaciones, ustedes son los nuevos propietarios ¿no es así?
Se presentaron, el hombre vio que eran una pareja con una familia en crecimiento. — Así que ¿planean tener más hijos?
—Por supuesto, nuestro sueño es tener cuatro pequeños correteando por los futuros jardines. —Comenta Ricky, provocando un leve sonrojo en Emilico pues no habían ella y Patrick planeado aún tener al segundo.
Apartados de los trabajadores de la obra y viendo el proceso, ella mira a Ricky. —¿Cuatro?
—¿No es lo que querían?
—Al principio si, pero creo que con dos basta, pensé que sería sencillo pero no puedo con tantos.
—Pero es el sueño de mi señor, bueno, dos está bien. Pásame al niño. — Emilico se lo pasó y se fue a descansar un rato. —Matty esto será tuyo, muy pronto correrás por los hermosos prados, ya verás las flores que plantaremos entre todos.
Matthew lo miró sin comprender pero sonrió, Ricky miró al cielo. —Espero que nosotros también tengamos un bebé.
Era de tarde, a eso de las cinco cuando Shaun, Kate, Camille y Hope llegaron a su destino, fue agotador. —¿Estás bien Kate?
—S-si, no falta mucho además Hope necesita descansar, mira su carita quiere llorar.
—Solo dijo eso pues Hope estaba arrugando la cara algo incómoda y pronto empezó con su llanto, se apresuraron a llegar a la casa de su infancia.
De la chimenea salía humo, Kate sonrió y tocó, Shaun y Camille traían las cosas y estaban agotados al igual que Kate, pronto la puerta se abrió dejando ver a una sombra conocida.
—Ya era hora, estuvo pesado el viaje puedo ver. Les ayudo.
—Te lo agradecemos tanto, Maryrose.
—No hay de que, queridos. —Le dio una mirada a la inquieta y ruidosa bebé. —¡Kate! ¿y esta pequeña rosita?
—Hope, mi pequeña hija.
En eso se acerca una persona muy querida para Kate, —Maryrose ¿Quién ha llegado? —Preguntó ya que Rosemary estaba fuera de casa, Kate envió carta y era una sorpresa la visita.
Cuando la señora vio a Kate se sorprendió y alegró tanto de verla, Kate le entregó a Hope a Rosemary y fue con su abuela para abrazarla.
—Kate ¿es posible? Mi niña está de visita.
—Si y además he traído compañía. —Se aparta dejando ver a sus acompañantes, para nada era secreto de que se hubiese casado, pero hasta el momento la mujer no conocía en persona al marido de Kate y menos a su hija.
—¿Cómo le va? —Saludó Shaun, mientras Camille sonrió e hizo una reverencia.
Kate se apresuró a presentarlos. —Camille me ayuda con mi hija.
—Que linda jovencita...—Ante lo que dijo Kate se quedó sorprendida, y ve en los brazos de Maryrose a la niña. —¿Cuándo y Cómo?
—Lo mantuve en secreto, quería traerla de sorpresa, su nombre es Hope.
La señora se acercó para ver a la niña con más detalle, le trajo el recuerdo de cuando Kate era solo una bebé. Pero viendo con detenimiento a Shaun era igual a él.
—¿Entonces él es tu esposo?
Ambos se miraron y negaron. —Solo el rostro, mi señor es algo particular y sobre toda las cosas ama demasiado a Kate.
No tardaron en acomodarse para descansar Kate había mandado en los últimos años a reformar la casa, así que las habitaciones fueron asignadas para las visitas. Kate estaba feliz de estar en casa, Shaun dejó las cosas en el armario y Kate puso a su niña sobre la cama.
Rosemary llegó justo para realizar la cena, con una sonrisa en su rostro saludó a Maryrose y a Emily que estaban poniendo la mesa.
—Vaya, han puesto más platos ¿tenemos visitas?
—Si, Kate llegó de visita en compañía de Shaun, su hija y Camille.
—Que sorpresa, me tardé por que en el mercado no dejaban de alagarme los caballeros. —Comentó Rosemary mientras se colocaba el delantal.
—No es para menos si eres bellísima ¿no es cierto doña Emily?
—Así es cariño, eres muy hermosa. Quizás encuentres un buen partido uno de estos días.
Rosemary sonrió. —Que cosas dice, no estoy interesada en ello, además soy feliz así. —dijo mientras miraba a Maryrose la cual si todos pudiesen verla notarían su rubor. —Ya tengo a alguien importante en mi vida.
En ese momento Camille las ve haciendo la cena y se ofrece a ayudar para terminar más rápido.
Afuera de la casa había una gata con tres gatitos esperando en la puerta maullando, avisando que estaban ahí, Maryrose sale con un tazón para ellos, Kate se acerca. —Que lindos son.
—Si, un día nos llegó esta gatita, notamos que estaba engordando y tuvo a sus bebés, los cuidamos desde entonces.
—Mishu, mishu, mishu. —Cuando acercó su mano los gatitos se hicieron hacia atrás y erizaron su pelaje, Maryrose se rio por ello.
—¿Quieres llevarte alguno?
—¿Puedo?
—Claro.
Kate pensó en llevar uno de los gatitos para regalar a Emilico y escogió a uno de color negro.
Luego se reunieron todos para la cena y conversar de varias cosas, por lo mismo Kate propuso que volvieran a la mansión, solo si querían además ese lugar seguía siendo una prisión para las sombras sin fusionar.
En la mansión, Patrick estaba preocupado por John, si pasaba alguien por ahí podría sentir las pesadas vibras que salían de la habitación, todo el interior estaba recubierto de mucho hollín, ya hasta por las paredes trepaban las cenizas. John solo estaba sumido en depresión por enterarse de los sentimientos ocultos de Kate hacia Shaun. Su mente lo traicionaba y empezaba a imaginar cosas entre los dos que pudiesen ocurrir.
Si Aquella misma noche Kate se fue a descansar en una cama separada de la de Shaun, ya que la compartiría con Hope.
—Por que tu Hope eres lo más bonito que me ha dado John. —Dijo en medio de la noche solo para ellas, mientras sonreía y veía a su pequeña dormir tan plácidamente a su lado.
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Continuará...
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