Emergencia en el pueblo
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Las horas que había pasado diseñando y recolectando el material para hacer el obsequio que Aileen le pidió, ahora se encontraba armando meticulosamente el artefacto, Oliver, Ollie, Rum y Shirley se encontraban encerrados en la habitación.
—Esto estará listo en poco tiempo —dijo mientras colocaba un ave de oro en el objeto, un carrusel con música, las que se encargaban de elegir la melodía que tocaría eran Rum y Shirley.
—Necesito algunas piezas para armar la parte de arriba y ya no quedan, iré a buscarlas al laboratorio.
—Bien.
Shirley viendo oportunidad para que Rum quedara a solas dijo que iría por té, Rum intentó detenerla pero no pudo ya que su timidez no dejó que dijera algo. Así quedando solos pero ella se concentró en su trabajo con la melodía.
Él volteó a verla, su pequeña Rum siempre tan dedicada al trabajo, se levantó para acercarse. —¿Ya han decidido cual melodía estará en el carrusel?
—Ah, pues... si, bueno esta me parece hermosa.
—Me parece buena elección. —Intentó poner su mano sobre su hombro pero llaman a la puerta, Rum soltó el aire aliviada de que alguien la salvara. Oliver se incorporó. —Adelante.
Quién cruzó la puerta era Anna en compañía de Nancy, ambas viendo como tenía cercanía con Rum, sabían las intenciones que llevaba Oliver con la chica.
—Oliver Puedes hablar con Anna un momento.
—Claro, sin problemas.
Anna miró a Rum de arriba hacia abajo. —A solas. —Rum se sobresaltó y Oliver le pidió que esperara afuera un momento.
Quedaron los tres dentro y Rum dejó la puerta entre abierta, solo por curiosa queriendo escuchar.
—¿De que quiere hablar Anna con Oliver?
—Es claro que hasta ahora han sido buenos compañeros de trabajo, pero Anna siente algo más por Oliver que solo amistad.
—Anna... —Oliver se sorprendió con la declaración, no quería lastimarla ya que siempre se llevaron bien.
Al escuchar desde fuera Rum, se alegró, no tendría que lidiar más con él.
—Oliver, le gustas a Anna desde hace mucho y no se dio cuenta.
—No fue su intensión, nadie toma en cuenta a Oliver para tener una relación y Kate pareció buena elección y ahora hay otra chica.
—¡Oliver! ¡No me diga que esa humana de afuera!
—Pues si...
Rum esperaba que ella lo convenciera para que fuesen prometidos y ella quedara en libertad por fin. —¿En qué está pensando Oliver? ¿Qué no ve que no tiene nada que ofrecerle? —Rum y Oliver se preguntaban a que se refería, luego lo entendieron. —¿A Oliver le gustan las planitas? —Preguntó de manera dulce con un toque sensual, a la vez que pasaba su brazo bajo su busto solo para hacer notar su sobresaliente pecho y que se fijara en lo que se perdía.
Rum se miró, solo era una chica sin curvas tan prominentes, lo normal y sus palabras lastimaron un poco.
—Además es una mocosa aún que ni sabe que es lo que quiere en la vida, Anna lo tiene todo para hacer a Oliver feliz, solo piénsalo.
Rum cerró la puerta y se alejó para quedarse sentada como si no hubiese escuchado cada palabra de lo que dijo. Cuando salieron de la pieza, Anna le dio una mirada algo intimidante por medio de Nancy, ella solo no resistió y bajó la mirada.
Rum entró para seguir su trabajo e irse cuanto antes fingiendo que no le afectó, Oliver no sabía que hacer, él no miraba el cuerpo, bueno se contradecía un poco, Rum lucía encantadora a sus ojos, no le faltaba nada, era dulce y de lindos ojitos soñadores.
Su atención fue llamada al ver como caían discos de metal con las melodías al suelo, Rum estaba distraída y ya no podía trabajar como al principio. —Disculpe... —Dijo con la voz algo quebrada, se apresuró a ayudarla a recoger las piezas.
—No te preocupes, fue un accidente. —Oliver notó sus ojos más brillantes de lo usual, estaba reteniendo las lágrimas y supuso que escuchó la conversación. Una vez de pie dejaron las cosas en la mesa. —Rum, Oliver quiere decirte que no haga caso a lo que escuchó. Sigues siendo la prometida de Oliver.
—No, en realidad usted si puede y debe estar con la señorita Anna, como dije el otro día no soy nada especial ni la indicada.
Oliver viendo que ella tenía intenciones de abandonar la habitación la retiene. —No puede, Rum, Oliver no piensa dejarte ir por ningún motivo, te ama. —Oliver la tomó del mentón para que ella lo mirara solo a él. Se inclinó un poco para besar sus labios pero ella se hizo para atrás.
—P-perdón, nunca lo hice, no creo que pueda complacerlo.
—Descuida, Oliver pasa por lo mismo.
Rum se preguntaba si podría hacerlo, después de todo había decidido conocerlo y solo se habían dados unos cuantos besos en la mejilla. Se acercó para corresponder, la tomó de la cintura para acercarla y poder deleitarse con sus dulces besos, la puerta se abrió Shirley y Ollie miraron la escena y ellos se apartaron, Rum estaba avergonzada.
—Si querían un rato a solas podemos regresar al rato —dijo Ollie mientras acomodaba sus gafas.
—Claro, por nosotros ni se preocupen, no vimos nada —comentó Shirley a la vez que dejaba su taza de té y Ollie los materiales.
Para Oliver era su oportunidad de pasar mas rato con Rum y demostrarle cuanto la amaba.
En el pueblo los cuatro integrantes del equipo de socorro Bert, Suzie, Eve y Gil estaban en la clínica del lugar atendiendo a pacientes, los niños pequeños eran muy frágiles y lloraban mucho, lo que más les sorprendía era como crecían los bebés en el vientre de sus madres.
—¿Entonces Emilico y Kate estarán así? —Se preguntaba Eve a lo que los otros solo pensaron en como atender un parto ya que no había pasado ninguno y en caso de haberlo el primer grupo que iría sería Suzie y Bert y después Eve junto a Gil.
—Saliendo de aquí ¿vamos a pasear? Estar fuera es relajante y renueva las fuerzas —comenta Bert.
Suzie estaba acomodando los insumos en una repisa para tener todo a mano, el doctor había sido muy amable con ellos en darles habitaciones en su casa para poder estudiar y aprender todo sobre los humanos.
Gil asintió ya que quería recorrer el sitio pues recordaba cosas de su pasado.
Luego de un arduo día de trabajo, el doctor los esperaría en casa, comprendía que querían pasar un rato de distracciones en el sitio, los cuatro fueron a ver puestos ambulantes, espectáculos, y pasarla genial juntos pero siempre pensaban en sus amos que estaban en la mansión sin poder probar un poco de este mundo.
Viendo que ya era muy noche decidieron regresar a la casa, la esposa del doctor y su hijo los recibieron.
—Ya era hora la cena casi está servida, laven sus manos.
Los cuatro respondieron afirmativo, dejaron sus cosas en sus habitaciones, lavaron sus manos y bajaron para sentarse a la mesa.
La cena estuvo tranquila y con una conversación agradable, Eve se ofreció esta noche a ayudar con los platos.
Los tres subieron a prepararse para dormir, tomar un baño y cepillar sus dientes.
Suzie se acercó a la ventana para mirar el hermoso cielo, luego entró Eve.
—He terminado por hoy.
—Si, Eve ¿puedo hacerte una pregunta?
—La que quieras.
—¿Extrañas la mansión y a tu ama?
—Claro que si, la aprecio mucho, hemos estado tanto tiempo una cerca de la otra que es raro no tenerla a mi lado.
—Lo mismo me pasa, cuando vuelva quiero mostrarles mis conocimientos a mi señora.
Ambas se recostaron para descansar, seguro los chicos ya se habían dormido, la jornada como siempre dejaba agotados a todos.
Cuando todo parecía pacífico un hombre toca la puerta con insistencia y gritaba llamando al doctor, despertaron todos, la esposa fue quien abrió para atender la emergencia, el hijo de la señora al recibir instrucciones de pasar el mensaje corrió donde su padre que se encontraba alistando todo.
—El señor dice que su vecina está en labor.
—Venga avísales a Suzie y a Bert para que me acompañen.
De inmediato fue a avisarle, ellos estaban a medio cambiar para salir de emergencia.
Eve y Gil les desearon suerte con su primer parto.
Se fueron en una carreta tirada con dos caballos a todo lo que daba. —Será la primera vez que traen un niño al mundo ¿no es emocionante?
Les explicó que al llegar necesitarían agua caliente, muchas sábanas limpias. Ambos se miraron con algo de nervios pero debían afrontar las cosas con valentía, estaban para ayudar a los demás.
Una vez que entraron se pusieron manos a la obra, desinfectando todo, ordenando las cobijas y el agua a la mano.
—Que bueno que llegaron... no sé que hubiese hecho yo sola, mi marido llega hasta mañana por trabajo y se me adelantó.
—No se preocupe, además es su primer bebé su marido llegará a casa y esto será un regalo sorpresa.
Suzie tomó una toalla para secar el rostro de su paciente mientras el doctor daba su clase en directo para que ambos aprendieran. Midió con su reloj el tiempo de cada contracción, aún faltaba para que el bebé llegara al mundo.
Los dos estaban asustados, pero emocionados por ver a la criatura nacer, conforme pasaban los minutos se iban haciendo más y más fuertes los dolores.
—Es más constante.
—Bien muchacho, se acerca más el momento del alumbramiento.
Pronto se encontraron a punto de recibir al bebé, entre gritos y lágrimas pronto nació y su llanto inundó la habitación.
—¡Es una niña! —Pronuncia el doctor la envolvió y se la entregó por un momento a la feliz madre.
Suzie se encargó luego de limpiar a la bebé y vestirla, era la primera vez que cargaba a uno, Bert se acercó para mirarla.
—A que es encantadora, ¿Qué nombre le pondrá?
—Sally, suena bonito ¿no?
—Claro señora, muy bonito. —Bert acarició su pequeña mejilla, luego se la pasaron a su madre.
Abandonaron la casa cuando todo fue limpiado y recogido, una noche difícil para los tres, regresaron a casa cuando el sol se asomaba por las verdes colinas, pronto ambos contaron su experiencia con su primer parto emocionando a Eve y Gil.
Dentro de la mansión los nuevos niños aún esperaban salir de esa habitación, Emilico y Angie se encontraban ajustando los vestuarios que tendrían una vez fueran parte de la familia. Ya quedaban menos morfos en el lugar y cada uno tenía aquel que más apegado estaba.
—¿Para que los necesitamos? Me lo he estado preguntando. —Amy no se quería quedar con la duda clavada.
Emilico sonrió. —Somos un equipo en este lugar, tendrán el privilegio de estudiar y tener sus propias aficiones.
—¿y en qué nos beneficia tener un monstruo de mascota? —Continúa Amy, los otros niños miran a las mayores.
—Un compañero de vida, serán amigos y compartirán muchos momentos. —Contestó Angie, claro teniendo siempre su rostro revelado pues los menores no conocían el último paso para pasar, que las hadas tomaran su forma.
—Este es el que siempre duerme a mi lado, se sienta conmigo cuando leo. Incluso ya me parece algo tierno se puede decir. —Comenta Jules.
—Mi cosa no se que es se llama Samie, hacemos juego ¿no?
—Claro que si. —Responde Emilico, luego mira a Amy ya que podía entender que no le gustaba la idea de interactuar con un ser extraño y cabía la posibilidad de que los llegara a odiar como algunos en el pasado. —Por favor, son seres inofensivos hasta cierto punto, espero que los cuiden mucho.
Los tres niños la miraron, tratarían de cuidar a las extrañas criaturas de las que se rumoraban asesinaban y robaban los rostros de sus víctimas, hace días cayeron en cuenta de que era una realidad las historias que contaban a los niños para asustarlos y que se durmieran temprano y ahora ellos convivían con ellos.
Nuevamente quedaron a merced de los morfos, no había mucho que hacer y Amy tenía uno muy apegada a ella.
—No se que nombre ponerle. —Comentó Jules, justo en ese momento otro morfo se desplomó, pasaban hasta la tarde para que viniesen a limpiar. Samantha corrió para intentar reanimarlo pero fue en vano.
—No es justo ¿porqué no puedo cuidarlos a todos?
—Vamos Samantha, sabes que quedará solo uno para cada quién, no es que quiera tener que cargar con monstruo para todos lados.
—¡¿Cómo puedes ser así?! también es un ser vivo y su único delito ha sido comer tus manzanas de la mañana y querer abrazarte todo el día.
—Seguro me quiere comer a la menor oportunidad.
Jules los había estudiado, solo deambulaban con curiosidad, soltaban cenizas diminutas y eran algo torpes.
Por la tarde, el morfo de Samantha fue tomando forma, pero no se dieron cuenta de ello ya que habían decidido dormir un rato. La puerta se abrió con cuidado, Sophie vino a ver como estaban los niños con los morfos.
—Que bueno que ya hay un nuevo nacimiento de una sombra. —Ordenó que las sacaran de ahí para trasladarlas a la siguiente etapa donde la sombra sería educada como noble.
La dejaron sobre la cama junto a su sombra que apenas tomaba forma.
—No puedo creer que me toque cubrir a la profesora. Al menos el morfo no se separa de su humana. Pronto tendrá la apariencia deseada. —Tomó los registro y anotó algunas cosas.
Samantha al sentir que la tocaban en la cara despertó y dio un brinco al ver que no estaba en la habitación de antes y ahora tenía un ser raro en frente.
—Ah veo que despertaste.
—¡S-si! —Nerviosa volteó en dirección de la voz masculina que le hablaba.
—Ahora mismo te doy la bienvenida a ti y a tu compañera, pronto estarán en la casa, antes quiero pedirte que por favor le ayudes a tu sombra, aún está aprendiendo y serás su modelo a seguir.
—¿Una sombra? ¿A dónde se fue mi querida Samie?
—Samie, como la llamaste, será tu compañera, tendrán una rutina antes de que vayan a convivir con los demás miembros de la familia.
Shaun en ese momento suplía a la profesora, como era tarde hora de la cena una pequeña mesa para dos estaba servida, Samantha le enseñaba a su sombra a comer correctamente, parecía un trabajo duro, pero siempre la animaba, Shaun estaba en el baño dejando el pijama de ambas en una cesta, al salir vio como la nueva sombra había dejado comida regada por todos lados.
—Traté pero aún le cuesta.
—Descuida, todos aprendemos de a poco, ahora vamos al baño.
Las llevó dentro y le explicó lo que debía hacer, luego salió para ir a llamar a alguien que le ayudara con la limpieza.
Luego después del baño se encontraba peinando los cabellos de color negro de Samantha y esta a su vez a su sombra.
—¿Usted tiene hijos?
—No.
—¿Quisiera tener?
—Claro que si. Bien ya quedaste, es hora de dormir, mañana tienen clases.
Samantha muy curiosa pregunta. —¿Usted también tiene una sombra?
—Si, de hecho iré a verlo al salir de aquí. Y recuerda el beso de las buenas noches hace que crezcan más rápido.
—Claro —dice mientras se subía a la cama, Shaun tuvo que ayudar a Samie, luego las cubrió con la manta. —que descansen. —Shaun apagó la luz y se retiró.
—Que agradable. —Pensó Samantha de Shaun ya que fue muy amable y paciente.
Shaun estuvo con su amo y con Kate para cenar los tres juntos en la habitación.
—Entonces mi señor, ¿Cuándo se disculpará con la señorita Louise?
—¡Ni hablar! Louise siempre habla de más.
—Pero a usted si se le pasó.
—John, cariño, todos somos amigos, nos conocemos desde hace años, Louise merece una disculpa, ella solo bromeaba. Hazlo por mi ¿si?
Dio un gran suspiro, no podía negarse a la petición de su amada Kate y a los sermones de Shaun. — Bien, lo haré. —Ahora más calmado pensó que si exageró con lo que le dijo.
—Yo me retiro, tengo cosas que hacer. —Besó la mejilla de su amo. —Buenas noches a los dos.
Shaun pasó a la biblioteca había algunos leyendo entre ellos resaltaba Louise que muy enfocada leía una historia de amor. Fue a uno de los libreros a buscar un libro en específico, ella alzó la mirada y lo vio de espalda ojeando que libro se iba a llevar, tomó el suyo y se acercó a él.
—Shaun...—le llamó bajo, él se sobresaltó y le miró.
—Buenas noches señorita, ¿leyendo algo interesante?
—Si, supongo que si. —respondió con algo de tristeza en su tono de voz y él solo tomaba su libro para leer en su pieza. —¿Quieres hablar con Louise un ratito? Aún es temprano.
Aceptó y ambos abandonaron la biblioteca para caminar, Shaun mencionó lo del pleito pero ella ya no estaba enfadada. —Solo un poco triste, Louise siempre es imprudente, pero no lo decía en serio, John se lo tomó literal. Además Louise le tiene un poquito de envidia a Kate por que será mamá, aunque ya hubiese tenido uno antes, que hubiera empezado temprano como Emilico .
—Yo solo pienso que Emilico es aún muy joven para tener uno.
—Nah, está en buena edad, tiene más energía, es fuerte.
—Lou pronto dará la noticia que será mamá ahora que está casada.
—Que eso no ocurra, ella tiene un cuerpazo estupendo, refleja a Louise.
Pronto llegaron a la habitación de ella y lo invitó a pasar, cerró tras de sí, Shaun pensó que no debió entrar.
Pudo notar que no estaba cómodo. —Tranquilo Shaun, Louise no busca otra noche de aventura, solo quiere compañía.
Él volvió a respirar con normalidad, tomó asiento mientras ella preparaba un poco de té.
Ricky iba como todas la noches a darle el beso de las buenas noches a Patrick, iba a tocar la puerta escucha las voces de Patrick y Emilico.
—"Di mi nombre" —Pidió ella a lo que Patrick lo dijo.
—"Emilico"
—"Ahora diré el tuyo, Pa-trick" —Ricky escuchó la pequeña risa de la rubia y se preguntaba si estarían haciendo algo importante dentro ya que no quería interrumpir, debía hacerlo tocó y abrió la puerta, Emilico y Patrick estaban en la cama sentados jugueteando entre ellos.
—Ricky...
—Si toqué
—Ya sabemos. —contestó Patrick a la vez que miraba a Emilico
—Solo venía a darle el beso de buenas noches mi señor. —Se acercó y besó la mejilla. —¿Qué estaban haciendo?
Emilico terminó por explicar que había tejido patitos representativos para su familia. —Este es Patrick y esta soy yo. —Puso una pareja de patos sobre la mesa. —Los estaba terminando y acabamos por tener una batalla.
Ricky se sintió un poco avergonzado por pensar en que podrían estar haciendo otras cosas. —Ah, te han quedado muy bonitos.
—Hará a nuestro primer hijo también. —comenta Patrick, Emilico lo abraza y le da un beso en la mejilla.
—Mi Patico, te amo.
Ricky les deseó las buenas noches viendo como se estaban comportando y no quería molestar a la feliz pareja.
Cuando abandonó la habitación, Patrick miró a su esposa con ternura, ella sonrió, su corazón se aceleró por tenerlo a centímetros de su rostro. —Te amo mi jardín de flores. —Dijo para lanzarse y besar sus dulces labios por unos momentos.
Ella sonrió y luego le dijo. —Patrick ¿me complaces?
—Lo que pidas, Patrick hará tus deseos realidad.
—Tengo antojo de comer tartas de fresa, mi amor las que haces ¿si?
—Pero acabamos de cenar hace un rato.
—Ya lo sé pero no querrás que nuestro bebé tenga hambre.
Patrick se puso de pie y le pidió que esperara ya que iría a preparar unas cuantas a la cocina.
En otra parte Louise y Shaun habían platicado de muchas cosas referente a sus vidas, ella se encontraba ahora dándole un masaje de hombros para la tensión presumiendo de manos suaves y delicadas, no pudo evitar querer besarlo se acercó hacia su mejilla y lo besó, Shaun sintió como su cuerpo instintivamente iba subiendo de temperatura. —Shaun eres un bombón y quiero comerte... —Justo la puerta se abre.
—Siento la demora.
Louise al escuchar que Lou entró se apartó de golpe de Shaun y este a su vez se levantó casi tropezando de la cama. —¡Lou! ¿Q-qué haces aquí?
—El beso de las buenas noches... —Lou miró a Shaun que saludó tímidamente con su mano.
—"Pude sentirlo, conozco a mi ama a la perfección, sabía cuando ocultaba las cosas, estaba nerviosa era obvio llevo años siendo su rostro, no diré nada pero estoy segura que algo se traen." —Lou se dirige con ella para besar su mejilla. —Buenas noches mi querida señorita Louise, Shaun.
—Buenas noches Lou.
Lou ya se iba. —Aprovecho para irme también.
—¡¿Qué?!... — se alarmó de que él se fuera a su habitación y luego miró a Lou. —Claro, si buenas noches.
Louise cerró la puerta, se llevó una mano al corazón que latía a mil. —¿Qué pasa? Louise no debería sentirse así, él es solo un simple humano. Louise merece una sombra como ella... misma categoría. Si ¿no?
Afuera Lou miró a Shaun que estaba un poco tenso. —¿Interrumpí algo?
—No, para nada, nos encontramos en la biblioteca, charlamos en la habitación y yo iba a leer mi libro cuando llegara a la mía.
—¿Y el libro?
Se dio cuenta que lo dejó sobre la mesa ya que ella le ofreció un masaje. —¡Diablos!
—Sospechoso. Excusas Shaun, un joven no visita la habitación de una dama solo para conversar.
—Claro que si.
Lou recordó lo que comentó Ricky ya que su rostro estaba pálido, no dejó de pensar y su ama confesó haber estado con un muchacho. — Shaun somos amigos, dime la verdad ¿están saliendo mi ama y tú?
—Yo pues la verdad...— Estaba atrapado, Ricky lo sabía pero no dijo nada.
—Solo dilo, no me enojaré, es más ella ha estado muy feliz.
—Bien, no estamos saliendo, sé que no me considera como partido, tampoco siento algo por ella, es más una relación de amigos.
—Que desilusión, pensé que ella y tú se habían enamorado en secreto.
—No, nada de eso, si quieres pregúntale a ella, no es cómodo hablar de esto con mi amiga.
—De acuerdo. —Lou se despidió de Shaun, luego hablaría serio con su ama que andaba jugando con él solo para su beneficio.
Han pasado varios días, Kate se encontraba siendo atendida. —¿Cómo has estado Kate? —Pregunta Elizabeth mientras revisa el latido del corazón.
—Pues perfecta, solo nauseas en la mañana y leves mareos.
—Liz, pásame las vitaminas.
De la vitrina sacó un frasco con píldoras y se las entregó con recomendación de tomar dos en la semana.
Estaba pensativa de que su bebé estuviera media vida en su vientre como ella lo hizo con su madre y que lo mismo pasara con Emilico. —Fue una mala idea y ahora estoy esperando un hijo.
De regreso miraba el suelo cabizbaja, no dejaba de darle vueltas al asunto ¿Qué hacer si eso pasaba? —"La voz de Emilico escuché, cuando volteé estaba ella sonriendo, solíamos ser muy unidas, me seguía a todas partes, ahora estamos bajo el mismo techo pero solo nos vemos en momentos del día."
—Kate ¿pasa algo? Estás desanimada. —"Siempre tan intuitiva, sabe lo que me está pasando, he podido confiarle mis temores con este bebé."
—Emilico, tengo miedo de pasar lo mismo que mi madre, cincuenta años embarazada, también me preocupas.
—Entiendo, nos haremos compañía, ¿no es fantástico? No se preocupe, seguramente no será mucho tiempo. Un año o dos no importa estaré esperando paciente a que nuestros bebés nazcan.
Kate comenzó a derramar lágrimas. —Emilico...— La rubia solo la abrazó tratando de confortarla, todo estaría bien y lo afrontarían juntas.
Lou pasó mirando la escena, le pareció tierno verlas juntas, siguió su ruta para no interrumpirlas, debía ir con su ama había estado pensando que decir desde que lo supo incluso Ricky le dijo que intentara convencerla para que desistiera de llevar la relación que tenían, pero más que separarlos quería que su ama fuese feliz.
Cuando llegó a la habitación tocó y entró, Louise saltó de su sillón dejando la novela a un lado.
—¡Lou, que bueno es verte! Deberíamos ir a hacer un poco de ejercicio más tarde.
—Si, pero vengo a verla a usted y a platicar.
—¿Platicar?
—Si, le di vueltas todos estos días, no puedo seguir fingiendo que no lo sé.
El hollín comenzó a subir, Louise trató de negarse pero Lou la conocía demasiado bien.
—¿Es que acaso le da vergüenza que sepan que está con un humano?
—¡No, para nada! No creas eso, Shaun es dulce e inteligente, pero en lo nuestro no hay amor, solo es un acuerdo para tener la compañía uno del otro.
Lou se cruzó de brazos, no estaba conforme con lo que hacía su ama. —Tarde o temprano uno de los dos terminará enamorado, ¿Qué pasará si alguno encuentra otra persona? Se lastimarían.
—Louise no se preocupa, Shaun a la única que ve es a Emilico.
—Hay muchas mujeres que piensan que es un joven interesante, quizás pronto encuentre a alguien; además la señora Kate tiene sentimientos por él.
—¡¿Qué?! ¿Cómo sabes tantas cosas?
—Soy observadora o estoy en el sitio equivocado y acabo escuchando los chismes de la casa. —Lou se paseó por la habitación. —Ella ama el rostro de su marido y pienso en que si el destino no los hubiese guiado a la casa ellos se hubiesen conocido en otras circunstancias y al tener los mismos rasgos de personalidad y que coincidieran en edad eso los habría unido.
—N-no es como si afectara a Louise, joder Lou, podemos tener algo sin amarnos.
—Claro, bien, no tocaré más el tema, pueden seguir jugando el uno con el otro. —Lou solo miró como de a montón el techo y algunas cosas cercanas estaban llenas de hollín, era obvio que si le afectó. —Necesitará llamar a una sirvienta. —Dijo mientras señalaba el sitio, una vez que ella se fue, Louise se dejó caer de rodillas al suelo, mientras llevaba su mano al pecho.
—Ay ¿Qué es este dolor? Por favor Louise cálmate. No es amor ¿verdad?
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Continuará...
FELICES FIESTAS
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