El Artista
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Durante el amanecer Emilico se trajo consigo a Matt para cambiarlo y darle de comer; el sol ya había salido por completo, Patrick abrió los ojos con una hermosa vista de su familia a su lado, al menos estaban durmiendo plácidamente los dos, dio una suave caricia a la espalda de su hijo, ahora de mañana es un poco perezoso luego de llorar en la madrugada.
Al rato Emilico ya estaba despierta, ambos dejaron a su hijo en la cama mientras se daban los buenos días acompañado de un beso. —Me harás falta cariño —dijo ella a la vez que tomaba las manos de su esposo y las balanceaba de lado a lado.
—No te preocupes, Ricky ocupará el lugar de Patrick.
—No es lo mismo, no hay tanta confianza. —Ella lo abrazó. —Te amo Patrick.
—Patrick igual, mi jardín de flores. —Luego del abrazo se separaron y él viendo que su hijo necesitaba despertar fue a la cama y lo llamó. —Venga Matthew, anoche nos desvelamos hora de despertar. —El pequeño despertó pero con un rostro disgustado. —Perdona, pero ya es de día. —Patrick lo tomó para llevarlo a la ventana para que tomara los primeros rayos del sol, Emilico sonrió, su pequeño había heredado la actitud de su padre.
Emilico avisó que entraría primero al baño Patrick estuvo de acuerdo ya que él se encargaría luego de bañar a Matt. Una sirvienta tocó a la puerta, al ingresar se sobresaltó al verlo, él ahora estaba extrañado pues su rostro no le era familiar. —¿Eres nueva?
—Si, de la selección de la semana pasada, disculpe me asignaron aquí y aún no me acostumbro.—Patrick comprende. —Dijo mientras dejaba a Matthew en la cuna.
Ella aún no se acostumbraba a las sombras, le causaban algo de miedo pues creció con las historias que contaban los aldeanos y en el ala de los adultos algunas eran algo hostiles.
—Me presento, me llamo Elaine y estoy a sus servicios. El desayuno vendrá en breve, empezaré a limpiar.
—Patrick agradece, mi esposa se está duchando, de seguro ya la conoces, Emilico es su nombre.
La chica recordó el día que ingresó y los que la recibieron, una hermosa joven de cabellos dorados se presentó con ese nombre.
—No sé mucho de lo que sucede aquí, muchas sombras que conocí lucen como humanos ¿usted y su esposa también?
—En mi caso soy solo una sombra y mi rostro lo representa alguien más, mi esposa es humana.
No imaginaba que un humano pudiese sentir algo por un ser diferente, lo sabía muy bien, eran monstruos, siguió con la limpieza hasta que llegó el desayuno y lo sirvió, miró dentro de la cuna, un bebé nació de esa relación tan rara a su parecer.
Justo tocan a la puerta y esta se abre, Ricky solo avisaba que iba a entrar. —¡Buenos días mi señor! —Patrick correspondió el saludo, más Elaine vio un ángel cruzar la puerta, hizo una leve reverencia.
—Llegas en buen momento Ricky, le decía a la señorita sobre nosotros, Elaine él es mi rostro.
La chica se puso nerviosa, estaba encantada de conocerlo, era muy distinto de su amo sombra, pero tenía que asociarlos como uno. —Espero que haga un buen trabajo en la habitación de mi señor, siempre ando supervisando, cuando hacía la labor me esmeraba en cada detalle. —Ricky de forma altiva supervisó algún mueble al azar para verificar que la superficie estuviese sin algún rastro de hollín.
—No se preocupe, estoy dando lo mejor de mi y mi trabajo.
—Eso espero niña, ahora, señor, ¿prepararon lo necesario para el viaje?
—Si, solo falta preparar al niño.
—Me retiro, tengo asuntos que atender.
Ricky abandonó la habitación, Patrick buscó las cosas de su hijo, mientras Elaine se preguntaba si Ricky ya tenía novia. No debía pensar en los nobles, ella es solo una sirvienta, pero tal vez con su belleza y juventud podría llamar la atención de él.
Emilico sale del cuarto de baño ya lista, sonrió al ver a la nueva chica esta simplemente hace una leve inclinación.
—Ya he terminado, con su permiso me retiro.
Ella se va dejándolos a los tres, Emilico solo dice que ya está la tina lista para el baño de Matthew, Patrick toma al niño y se lo lleva mientras ella termina de acomodar cosas en la maleta para su hijo.
La nueva chica de la limpieza estaba soñando con Ricky pues nunca notó el anillo de bodas en su dedo, también era ignorante a todo lo relacionado a las sombras y sus rostros, ¿Por qué unos eran seres completos y otros no? Así como Ricky y su sombra. —No creo poder llevar todo esto, este lugar es aterrador con los amos sombras. —Otra habitación que debía atender era la de Lou y Ricky. Tocó para luego entrar, sus ojos se iluminaron por la belleza y gracia de Lou, la cual recientemente había salido de bañarse y solo la cubría una bata de baño.
—¿Eres nueva? No te había visto.
—Buen día señorita, si, acabo de ingresar hace poco y hoy es mi primera ronda de aseo.
Elaine iba a servir los alimentos pero Lou se lo impidió. —No querida, no es necesario, tú ocúpate de la limpieza, me ocuparé de esto.
Se asombró por su amabilidad, aunque eso era lo que le correspondía hacer. Comenzó con la cama, en este caso no tenía que cambiar las sábanas aún ya que no había hollín sobre estas, la tendió y luego perfumó, barrió el piso, pasó un paño por los muebles, justo mira una fotografía de ella y Ricky, toma el marco en sus manos temblorosas, luego volteó a mirar a Lou que paciente esperaba a su marido sentada en la mesa, pudo ver el anillo que adornaba su dedo. Él no estaba disponible. Dejó el marco en su sitio y le habló con una sonrisa forzada. —Mi señora, he conocido a su esposo hace un rato, es muy amable por cierto.
—Eh, si lo es, hoy se va de viaje y estaré sola una semana.
—¿Cómo es eso posible mi señora? Imaginaba que los acompañaría.
—Es el rostro de Patrick y tiene que acompañar a mi amiga ocupando el lugar y hacer el papel de marido.
Elaine vio la oportunidad para meter un poco de dudas en Lou con respecto a la fidelidad de Ricky. —¿Entonces fingirán besos y abrazos ante los demás? Disculpe mi pregunta... ¿pero eso no le molesta?
Lou quedó desconcertada no lo había pensado. —No creo que eso se incluya en ese rol.
—Su amiga es humana, está casada con la sombra de su marido, no la hace vulnerable a que pase algo, su esposo es muy apuesto y al ser humana ella vea en él lo que no tiene el amo Patrick, sería como convivir con alguien igual.
Lou no dijo nada, Elaine sonrió y como ya había terminado la limpieza se retiraba, se encontró al abrir la puerta a Ricky que iba a entrar. —Ya me retiro, suerte en su viaje.
—Umm, gracias.
Una vez que quedaron solos Lou le llama para desayunar, Emilico y Ricky se veían solo como amigos, ninguno le haría daño.
El tren estaba cargado con el equipaje, Kate llevaría consigo a Camille como niñera de la pequeña Hope; las despedidas no se hicieron esperar pues estarían separados una semana, Patrick y John se despidieron de sus esposas e hijos, Louise de Shaun, Lou con el comentario de la chica del aseo estaba por la nubes, solo respondió algo exaltada cuando Ricky se acercó para llamar su atención.
—¡Lou, amor!
—Si... —Dudó un momento, pero decidió confiar en ellos. —Ricky, te cuidas, te echaré de menos.—Igual. —Ricky tomó las manos de ella y la hizo acercarse para despedirse con un cálido beso, ella no quería alejarse de él pero eran ordenes de Kate y por trabajo a beneficio de la casa.
Emilico tomó la manito de Matthew para que se despidiera de Patrick. —Dile tatai a papá. —Patrick felizmente devolvió el saludo.
Pronto partieron en el tren, Emilico se asomó por la ventana mientras sostenía a su hijo, Kate miró el itinerario que Shaun tenía en las manos, luego volteó a ver a Hope que sonrió en ese momento, le brindó su dedo el cual fue sujetado por ella.
Ricky también tenía una agenda y justo esa mañana fue con Kate para decirle que iba a ir a su casa para visitar a su familia.
Al llegar había dos carruajes que les llevaría a su hospedaje, Shaun, Kate, Hope y Camille se fueron en el primero. Ricky, Emilico y Matthew en el segundo.
El paisaje era adorable con los verdes campos, Ricky llamó la atención de Emilico. —A partir de ahora, me llamarás por mi antiguo nombre, Patrick.
—Lo tengo claro.
—Iremos a visitar a mi familia y Kate me pidió llevarte a un lugar, ya veremos como llegar.
Emilico estaba ahora algo ansiosa por la visita a la casa de él, no sabía como actuar con la familia de su amigo ya que estaban interpretando un matrimonio falso ante todos.
Al llegar al hospedaje la señora los recibió con alegría, sus ojos se posaron en Ricky, al fin lo tenía presente y los bebés. —Emilico, su marido es muy apuesto aún más que en las fotos.
Ricky se sonrojó de inmediato y se presentó cordialmente. —Soy Patrick, mucho gusto, es agradable estar aquí junto a mi familia y amigos.
—Kate y Emilico son muy afortunada, además de sus retoños que encantadores. —Se acercó para conocer a los bebés. —John, tu hija es igual a ti, contrario al pequeño Matthew que se parece más a su madre. ¿Pero que hacemos aquí? Deben descansar un rato y acomodarse, pasen, sus habitaciones están listas.
Los ayudantes llevaron el equipaje, Shaun y Ricky se encargaban del registro, la señora con gusto las llevó a sus habitaciones y les dio sus llaves. Ambos se dirigieron arriba para ir a desempacar.
Los dos se separaron, Ricky abrió la puerta, Emilico ya estaba colgando su ropa en el armario dejándole espacio correspondiente para sus pertenencias.
—Ordena tu ropa por favor, nos reuniremos en un par de horas con Kate y John.
—De acuerdo.
No tuvo opción además no quería obedecer a Emilico pero lo hizo, rápidamente sacó sus cosas y las acomodó, mientras Emilico tomaba al niño en brazos y lo llevaba cerca de la ventana para tomar asiento y darle de comer.
Luego de ordenar sus cosas, se sacó los zapatos y se recostó sobre la cama, miró en dirección a Emilico, la cual lucía feliz con su hijo mientras le hacía mimos mientras lo alimentaba. Se imaginó a Lou siendo madre, quería también ser padre, no ahora si no más adelante, pero como iba pintando las cosas...
Emilico le miró y se alarmó al ver su rostro triste y sus ojos aguados en lágrimas, sin querer Ricky dejó salir sus sentimientos.
Unos minutos después, estaba algo ruborizado por haberse dejado ver débil, según él.
—¿Quieres hablar de ello? —preguntó mientras daba suaves palmaditas en la espalda para sacar el aire a su hijo y se sentaba al lado de Ricky el cual solo se encogió de hombros ya que no quería decir nada.
—No tiene importancia.
—¿Seguro?
—Si, está todo bien. —Secó sus lágrimas y trató de alegrar su semblante. —¿Me lo prestas? —Prepara sus brazos para tomarlo, Emilico le pasa al niño. —Hola pequeñín.
Ella podía ver las mismas interacciones de Patrick en Ricky, sonrió y lo dejó un rato con su hijo mientras se levantaba para sentarse a la mesa y ver el itinerario, como había una jarra de agua se sirvió un poco. En la habitación de enfrente Hope estaba algo intranquila, Kate no la podía calmar, Camille no estaba ya que se encontraba en hora de descanso porque al rato se haría cargo de cuidar al los dos bebés.
—¿Tendrá hambre?
Kate no tenía tanta experiencia si solo llevaba poco tiempo con ella, además seguro querría tomar la siesta luego. —Dormirá un poco así Camille puede estar un rato tranquila. — Con su voz la calmó un poco y notó como sus pulmones se habían desarrollado y fortalecido desde su nacimiento hasta ahora por la forma en que lloraba; se acomodó para alimentarla.
—Los bebés comen muchas veces al día solo porque es alimento líquido, lo digieren muy deprisa.
—Lo sé, es muy cansado, luego los cambios de pañales, al menos se despierta un par de veces en la noche, tú si puedes descansar con plenitud.
—Si, aunque también pienso en Emilico, su hijo llora toda la noche, bueno es parte de ser madre o padre. —Shaun con su dedo tocó la mejilla de Hope, luego se fue por un paño para que Kate limpiara los restos de leche cerca de la boca de Hope.
Un poco después ya estaban listos para salir a hacer los recados, Camille se quedaría a cuidar a los bebés.
—Hope y Matthew están durmiendo, nosotros nos vamos. —Dice Kate mientras termina de atar el lazo de su sombrero.
—No se preocupen estaré muy al pendiente de los dos.
Emilico sonrió confiándole a su hijo mientras ellos iban a hacer el mandado. Salieron del hospedaje, se dividirían para ir a los diferentes lugares y luego se reunirían en un punto de encuentro.
Un hombre fascinado por el lugar y las historias que se contaban se fijó en la Mansión y el misterio que encerraba. —Que belleza de lugar, es tan majestuosa, digna de una obra de arte. —Se preparó con su caballete, un banco y su maletín con su material de arte y el lienzo.
Algunos curiosos se acercaron a ver al hombre de ropas elegantes, Kate y Shaun pasaron justo por ahí y solo dieron un vistazo; les pareció interesante pero estaban algo ocupados para pararse y ver lo que haría.
Para iniciar midió con su lápiz antes de plasmar un boceto, con sumo cuidado hizo el dibujo y sus detalles.
Emilico y Ricky estuvieron en la sastrería con los pedidos de la casa, se fijaron en los materiales para los vestuarios de los nobles de la mansión.
Al salir del lugar fueron a recorrer tiendas. —Estaba pensando en comprar unos zapatos para mi amorcito.
—¿No tiene ya muchos?
—Si, pero me encantaría llevarle unas botas, me tienes que ayudar calzan igual si te sientes cómodos él también lo estará.
—Bien, de acuerdo, también le compraré algo a Lou en la zapatería me tienes que ayudar de la misma manera, además ha estado algo desanimada estos días y quiero verla sonreír. —Ella lo miró y él se arrepintió de lo que dijo.
—¿Pasa algo con Lou? Estás actuando extraño desde hace rato.
—Olvídalo son cosas entre nosotros.
Emilico solo le dijo que podía confiar en ella si necesitaban apoyo, Ricky era alguien que se guardaba todo dentro pero podía explotar emocionalmente, para levantar su animo fueron a diferentes tiendas para comprar.
Shaun y Kate también terminaron sus recados, ambos se sentaron a descansar mañana saldrían de la isla hollín y dejarían a Emilico y a Ricky ahí.
—Ricky irá a ver a su familia mañana ¿No quieres ver a la tuya?
—Tal vez luego.
—Sabes, tengo unos terrenos en un lugar apartado, cerca corre un río tiene buena ubicación, me gustaría construir unas casas para nosotros.
—¿Cómo revelar a la gente que muchos de los que viven en la mansión son sombras?
Kate se levantó pensativa, de alguna forma se integrarían ya que muchos estaban infiltrados entre las personas y los niños que estaban viviendo ayudarían de gran manera a la futura aceptación de otros seres. —No tengo idea pero algo se me ocurrirá. ¿Ahora quieres visitar las tiendas? Seguramente Louise querrá algunos vestidos nuevos y accesorios.
—De acuerdo, no está mal pasear y olvidar las responsabilidades, a ver que encuentro para ella.
Había muchos sitios a los que ir, siempre alguien les ofrecía artículos, decidieron ir a una tienda con elegantes vestidos.
—Estos nos llegaron hace tres días, es nuestra nueva colección, a su esposa le sentaría muy bien este.
Kate tocó la tela, Shaun solo miraba en busca de algo glamuroso para Louise. Les dejaron que vieran los atuendos. —Ciertamente no somos de la misma medida Louise es más hermosa y tiene un bonito cuerpo, está mejor desarrollada y es mas alta que yo.
—Pues cada una tiene lo suyo no tiene que compararse, lleve un vestido, me encargaré de escoger uno para Louise.
Ellos hablaban mientras la dependienta estaba en el mostrador esperando a que se decidieran, Kate dijo que se llevaría dos vestidos. —Me llevaré estos.
—Ya se los envuelvo. —Los puso en cajas y ató unos listones, Kate hizo el pago correspondiente, salieron del local ya que debían reunirse con Emilico y Ricky.
Justo llegaron al punto los otros dos llegaron igual con compras. —Veo que se lo pasaron bien.
—Si, compramos regalitos para Patrick y Lou. —Comenta Emilico mientras mostraba las cosas.
—¿Regresamos al hospedaje? —Pregunta Shaun, los otros tres asienten.
De camino estaba el pintor que vieron Kate y Shaun anteriormente, Emilico emocionada por ver la mansión en el lienzo se acercó, los otros fueron detrás.
—Es un bello cuadro de la mansión.
—Si, es un paisaje inspirador, me encanta la estructura de ese inmenso lugar. Escuché que los nobles de ese lugar no vienen a menudo, entiendo, vivir en la comodidad nadie deja los lujos tan fácil para mezclarse con el pueblo.
—En realidad si lo hacemos, estamos pendientes de lo que pase fuera de la mansión. —Se pronunció Kate, el hombre los observó a los cuatro, se distinguían del resto por sus atuendos.
—Además todos provenimos de este y otros pueblos cercanos. —Comentó Ricky, el señor no comprendía como podían ser parte de la casa si los aldeanos solo entraban a trabajar.
—Es una larga historia. —Dijo Shaun. —Mi esposa es la dueña de la mansión, herencia familiar.
—Interesante, vengo de visita, vivo en Londres, Inglaterra, este lugar llama mucho la atención, es inspirador, he llegado al sitio adecuado. —Y poniéndose de pie se presenta con título de Duque. Por un momento pensaron que solo les tomaba el pelo pero de igual forma la ropa que cargaba era de alguien de posición. —Duque Gerald a sus servicios.
Ellos se presentaron, Kate fascinada con su pintura de la mansión pensó en invitarlo a casa. Justo se hospedaba en el mismo sitio que ellos, Kate le pidió encontrarse luego de la cena, él con gusto aceptó.
Camille estaba algo desesperada ya que los dos pequeños no habían parado de llorar desde que despertaron, hasta cambio de pañal les hizo pero nada los tranquilizaba. Emilico y Kate tomaron en brazo a sus retoños para apaciguarlos ya que necesitaban de sus madres.
Rato después de que Kate lograra que su hija se calmara la dejó sobre la cuna, Shaun pensativo habló sobre el hombre que conocieron. —¿Y de que quiere hablar con el Duque?
—Quiero invitarlo a la casa, es una buena oportunidad de interactuar con gente de fuera, además quiero una pintura familiar.
—Perdone pero no confío en alguien como él, temo por la reacción de ese hombre con los integrantes de la mansión, además tenemos buenos artistas en la casa no hay necesidad de llevar a nadie para hacer algo que es común.
—Quiero tomar el riesgo, asumiré la responsabilidad de todo lo que ocurra ¿si?
En la otra habitación Ricky presenció el llanto del hijo de su amo y estaba preparándose para pasar la noche en vela, Emilico se dirigió a él y le pidió que lo disculpara si esa noche no conciliaba el sueño.
—No te disculpes, los bebés suelen necesitar atención diaria, lo comprendo, no pasa nada si no duermo estoy acostumbrado.
—Me tranquiliza oír eso, espero que al menos se mantenga solo despierto, generalmente pide que lo sostenga en brazos muy a menudo por la noche.
Emilico trató de entretener a su hijo con los juguetes que trajo consigo para que al menos se cansara y durmiera de noche.
Ellos cenaron en la habitación ya que los niños no debían quedarse mucho tiempo solos, Kate miró a Hope tan indefensa, el tiempo pasaría rápido y ella sería más independiente.
Luego de la cena como tal Kate se preparó para bajar y reunirse con el Duque, aunque Shaun estaba preocupado por los riesgos pero Kate siempre trataría de hacer lo que su mente pensaba aún si le trajera alguna tragedia.
Bajó para reunirse. —Buenas noches. —Saludó con elegancia, él de inmediato se puso de pie, estaba deslumbrante, ella ofreció su mano y él la tomó para depositar un pequeño beso, luego le hizo sentarse.
—Dirá usted mi Lady ¿en que le puedo servir?
—Voy a proponerle que pinte un retrato de mi familia, deseo poder conservar un recuerdo, por eso quiero invitarlo cordialmente a la Mansión.
El hombre parpadeó varias veces, se había ganado la confianza de la joven Kate.
—Gracias por su confianza, haré mi mejor trabajo. No sabía que fuera madre.
Kate sonrió. —Si, soy madre de una pequeña princesa.
—Estamos iguales, tengo una hija preciosa, puedo decir que Emilico me recordó a ella, con esa misma vibra angelical, mi pobre hija pasó la mayor parte de su vida separada de mi, perdí a mi esposa, solo la tengo a ella y a mi nieto, ahora mismo está de visita en Australia el lugar de su infancia.
—¿Su hija no tiene esposo?
—El murió, fue asesinado injustamente por desgracia.
—Que triste, su vida si que ha sido algo trágica. Yo casi muero junto a mi pequeña, se me complicó en el parto, gracias a Dios y a los asistentes de medicina de la casa por salvarnos.
—Que fortuna por ustedes, las bellas flores no se marchitan nunca.
—Una cosa más, al entrar a la casa pido guarde discreción, tal vez a los demás les moleste su presencia y espero que comprenda que los habitantes de la casa son algo diferentes del resto.
El Duque se preguntaba que tan especiales eran aquellos nobles de la mansión, tal vez eran excéntricos y selectivos con los visitantes, por eso casi nadie llegaba al lugar. —No se preocupe, seré discreto.
Ya se aproximaba la hora de dormir, Ricky estaba vigilando a Matthew mientras Emilico usaba el cuarto de baño. —¿Extrañas a papá? ¿si? ¿Quién extraña a papá? —Le preguntó de manera juguetona mientras le hacía leve cosquillas en la barriga, el bebé solo reía, luego se detuvo y suspiró. —Si tan solo comprendieras que soy el rostro de tu padre. ¿Cómo terminó enamorado de Emilico si la despreciamos entre los dos? Vamos que me arrepiento de haberla tratado mal, siendo que al principio no fue así, que arrogante fui luego de entrar a la casa a trabajar.
Emilico terminó de prepararse, Ricky se puso de pie y fue a la puerta, cuando se abrió se asustó al verla sin maquillaje, no dijo nada por las ojeras que cargaba.
—¿Pasa algo?
—N-no, nada, p-procura descansar más ¿si?
—Claro. Permiso. —Fue a dejar sus cosas y él entró al baño.
Luego de prepararse para dormir, Ricky se sentó en la cama para acomodarse, la cuna estaba cerca de Emilico, al menos estaba quieto y no había indicios de que lloraría en ese momento ya que lo entretuvieron en la tarde.
—Parece que pronto se adaptará a dormir de noche, solo debo satisfacer sus necesidades y estará tranquilo. —Dijo Emilico suavemente mientras daba un último vistazo dentro de la cuna, luego se acomodó dentro de la manta. —Buenas noches.
—Buenas noches Emilico.
Ella se quedó dormida pronto, él solo se preguntaba que estaría haciendo su amo en ese momento. —Seguro estará durmiendo a gusto.
Y era cierto lo que decía Ricky, lo conocía bien, Patrick estaba invernando que de seguro cuando se levantara tendría las arrugas de las sábanas marcadas sobre la piel pero no se le notaría.
Era extraño que estuviese desvelado ahora pero la razón era clara, no compartía la cama con Lou, para Emilico era fácil ya que estaba agotada pero una vez que se acostumbró a las caricias, besos y conversaciones íntimas con Lou le era complicado conciliar el sueño.
En la habitación próxima una suave melodía envolvía el lugar, Kate susurraba a Shaun para no molestar a su hija. —Mañana iremos a mi casa, debemos hacer un largo viaje.
—Saldremos luego del desayuno. Estoy listo, aunque me da pena que no vaya mi señor con usted a todos lados, merece libertad.
—Por eso trato de que más personas se relacionen con las sombras.
—Entiendo, confío en el proceso y lo que usted dictamine. Buenas noches.
—Que descanses. —Cada uno se dispuso a dormir por su lado.
El sol se asomaba por detrás de las colinas, el ambiente estaba frío, Lou se despertó, luego se incorporó, dio un gran bostezo y se estiró, en la noche le hizo falta sentir a Ricky a su lado y que al despertar pudiesen estar juntos como en algunas mañanas llenas de pasión. Se fue a refrescar y ponerse guapa para estar con su ama y hacerse compañía.
La rutina diaria de limpieza comenzaba, Lou se miró al espejo mientras con su mano acomodaba su cabello, en eso tocan la puerta. —Adelante.
La misma chica nueva entró deseándole los buenos días, Lou con una sonrisa correspondió el saludo.
Comenzó ordenando todo, aunque la habitación estaba casi ordenada no había mucho que hacer.
Louise sintiendo abandono se dirigía con Lou, cuando llegó justo a la puerta y estaba dispuesta a entrar escucha la conversación.
—Algunos hombres buscan diversión cuando se cansan de lo mismo todos los días, la señorita Emilico es muy bella y también busca experimentar con la forma humana de su esposo.
—No lo creo, por favor no digas eso, además Emilico es mi amiga, no me haría algo tan horrible.
—¿No? Discúlpeme pero yo creo que... —La puerta se abre provocando una fuerte ventisca, Louise entró.
—A ver niña, en primer lugar deja de meterle cizaña a Lou sobre la fidelidad del idiota de Ricky, él no sería capaz de engañarla de esa manera, en segunda, se trabaja en silencio, tercero Louise no te quiere cerca de esta habitación, que ya Louise se encargará de que te cambien por otra chica. —Dijo mientras abrazaba de manera protectora a Lou, la chica estaba molesta, las detestaba por interponerse en su camino de ganarse a Ricky, su bello ángel.
Se retiró, Lou le agradeció a Louise por defenderla.
—Ya mi amor, no llores, eres el precioso rostro de Louise, Ricky y tú se aman mucho, Louise está segura de que ninguna chica podrá ocupar tu lugar en su corazón.
— Lo sé. ¿Quiere ir a desayunar al comedor?
—Claro, estarán Shirley y Rum para conversar.
Ambas se dirigieron al comedor para distraerse del mal momento; algunos buscaban pasar el rato en compañía mientras tomaban el desayuno.
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Continuará...
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Nota: Ah no se crean, voy escribiendo el capítulo 26 de este fanfic, estoy al pendiente de los capítulos del manga; que me sorprendió los últimos acontecimientos y creo que voy ajustándolos a mi historia a mi modo, ya sé, esto puede terminar muy mal en el manga. Cosas que no nos imaginamos, bueno muchas teorías hay.
Chao, cuídense y beban mucha awita.
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