Al primer rayo del sol
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—¡Que hermosas están las flores! —Pronunció Emilico mientras acercaba su rostro para sentir el aroma delicado de una rosa blanca.
El lugar en el que estaba se sentía algo solitario, eso creía hasta que escuchó unos pasos tras de ella.
—¿Estás feliz?...
Abrió los ojos al escuchar una voz familiar, al voltear la vio. —Margaret... —Dijo suave, aquella sombra estaba enojada, lo percibía por el hollín que emanaba de sí.
—¡Deberías mostrar más respeto ante Margaret!
—¡¿Qué?! no fue mi intensión... —Emilico estaba sorprendida, ¿Por qué estaba frente a ella?
—Margaret te hizo una pregunta ¡Contesta!
Emilico era feliz con todos a su lado, estaba esperando un bebé de Patrick, si, Patrick ese chico del que estuvo enamorada Margaret en el pasado. No podía decirle que era inmensamente feliz a su lado ya que no quería lastimarla.
—Margaret sabe que le arrebataste el amor de su vida ¡te detesta con todo su ser!
—¡No fue mi intensión! —Pronto la chica se acercó y la empujó, Emilico cayó y recordó que no debía tener ese tipo de accidentes o podría estar en peligro la vida de su bebé, pero al volver y mirarse tenía otra vez la estatura y apariencia de una niña y no mostraba signos de ser adulta y estar embarazada en ese momento, era como estar un momento en el pasado.
—¡¡¡Margaret no te perdona que le hayas quitado a Patrick!!! Lo quería solo para ella, él es la sombra más pura y con un alma hermosa, debía estar con Margaret...
Emilico sentía culpa ahora al ver las lágrimas caer del rostro de Margaret.
—No quiero que esté triste, además él se enamorara de mí y no de su merced.
—¡Claro que Patrick ama a Margaret, pero te metiste entre nosotros!... Margaret te odia... —Frase que se escuchaba una y otra vez atormentando su mente.
Abrumada por su sueño despertó agitada y algo sudada, solo podía escuchar el sonido del reloj de su habitación, miró a Patrick el cual le daba la espalda y aún dormía, posó su mano sobre su vientre y empezó a cuestionarse si debía estar con Patrick. —Tal vez él hubiese estado mejor con alguien como ella.
Estaba tan distraída que Patrick despertó y se dio cuenta que algo le pasaba solo con verla así de triste, pensativa y muy agitada.
Se incorporó para brindarle apoyo pues le preocupaba su bienestar y la de su bebé. —¿Pasa algo mi amor? ¿Te sientes bien?
Emilico sintió los brazos de él rodeándola para confortarla, secó sus apenas visibles lágrimas. —Solo tuve un mal sueño.
—¿Tan malo fue? mira como te ha dejado. Te traeré agua para que descanses un poco más, aún no sale el sol.
Que lindo era con ella, todo el amor que le daba, no había un día en que él le dijera cuan importante era en su vida.
Tomó un pañuelo y secó el sudor de su rostro, luego le dio a beber el agua. Se volvieron a acostar, Patrick viendo que estaba más tranquila besó su mejilla provocando una leve sonrisa en su esposa, ella quería estar con él y que nadie lo apartara de su lado, su anillo decía que estaban unidos y solo los separaría la muerte.
—Descansa, aún es muy temprano. —La rodeó con su brazo y su mano libre la posó sobre su panza, justo su bebé se mueve haciendo que ambos se sorprendan. —¡Qué fuerza! Seguro es como tú mi Emilico, se nota que será como su mamá.
—También será como tú, tan talentoso y dulce. No puedo esperar a que nazca. —Ambos ansiaban que ese día llegara, por el momento disfrutarían esta etapa juntos. —Perdón Margaret, prometo hacerlo feliz. —Pensó mientras se acurrucaba a su lado.
Para estar preparados para la llegada de los bebés Louise organizó sesiones de ejercicio para las futuras madres.
—Es una maravillosa idea ¿no creen? Pasar todo el día sentadas o acostadas no les sentará bien, necesitan ponerse en forma para mantener el ritmo cuando lleguen los bebés.
Kate le susurró a Emilico. —¿De cuando acá Louise sabe del tema?
—¿Instinto? Nos hace falta estirar de vez en cuando.
Louise las miró hablando bajo. —Oigan presten atención, nos pondremos a ello. —Fijó su mirada. —Y ustedes dos flojos, también les tengo su rutina, se sentirán más a gusto con sus cuerpos, hacer ejercicio es salud y vitalidad, notarán la diferencia. ¡A calentar idiotas!
Patrick y John se miraron, no era habitual que entrenaran como lo hacía Benjamin y llegar a ponerse como él. Shaun solo se reía, no hacía mal entrenar un poco. —Yo igual lo haré con usted mi amo.
Ricky no quería dejar solo a su amo y se unió a él, mientras Louise y Lou se encargaban de Kate y Emilico con ejercicios más suaves.
Finalizada la primera sesión ellas se sentían renovadas. —Esto definitivamente me hacía falta, me siento más ligera. —comentó Emilico mientras alzaba sus brazos para estirarlos, Kate asintió, salir de la agobiante rutina era bueno de vez en cuando.
En cambio John y Patrick sentían sus cuerpos pesados y adoloridos.
—Ni que estuviese difícil, Louise les puso rutinas leves para principiantes.
—Ya verá como en poco tiempo y con algo de disciplina dejarán de quejarse. —Comenta Shaun haciendo que Louise sonriera, era cierto le costó al principio y ahora estaba en forma y con una increíble agilidad y fuerza.
Los grupos se separaron para ir a descansar, Patrick al llegar a la habitación y ver su cama se tiró de cara, Ricky fue en su ayuda, Emilico debía descansar un poco así que se sentó en el cómodo sofá.
Ricky le puso paños con agua fría sobre la espalda baja de su amo, Emilico miró a su marido y sonrió, no estaba acostumbrado a hacer mucho esfuerzo, siempre fue tranquilo y se cansaba muy rápido, él no estaría acostumbrado a la vida de trabajo arduo de un aldeano común.
—Gracias Ricky... —Pronto Patrick se quedó dormido.
Ricky viendo que su amo estaba descansando miró a Emilico. —Igual estás cansada y más porque llevas al bebé. ¿Deseas comer algo? Me encargaré de pedirlo si gustas.
—Gracias, que amable.
Ricky sabía que cualquier bebé que esperara Emilico tendría algo de él y realmente esperaba que naciera con un rostro.
Mientras Emilico comía de lo que su amigo ordenó le surgió una pregunta. —Ricky tú que eres tan culto, sabes de casualidad ¿Cómo nacen los bebés? es que no sé cómo saldrá de aquí.
Era algo incómodo para él pero lo sabía. —Por nada estás haciendo los ejercicios, te ayudarán en el momento de traer a tu hijo al mundo, aunque si te complicas tendrán que abrirte la panza. —Dijo para asustarla. — Sonrió viendo el miedo en sus ojos. —Bueno realmente tendrás que soportar dolor, no sé que tanto, así que ponte a practicar tu respiración para el momento, ya lo sabrás cuando llegue el día.
Eso quedó dando vueltas en su mente, "dolor" que tan intenso debía ser, no sabía que hacer, su bebé estaba creciendo más y más cada día, sus pies se hincharon por el peso, la espalda le dolía, Patrick siempre le consentía y le hablaba a su hijo para que se familiarizara con su voz, no veía el día del alumbramiento.
Cómo era invierno le venía muy bien a ambas ya que sentían calor con el embarazo. —John no puede creer que ustedes no se abriguen tanto, hace un frío que te congelas. —Comentó mientras tiritaba aún con una bufanda abrigando su cuello.
—Me siento fresca, si me pusiera más ropa moriría de calor.
—Un embarazo humano dura nueve meses y un poco más ¿será que Emilico pronto dará a luz?
—Quién sabe, esperemos que si estaría de parto este mismo mes. —Kate temía que pasara como sucedió con ella, cincuenta años hasta que nació. —El bebé de Emilico y yo no tenemos nada en común.
—¿Cómo?
—Me entiendo yo misma John y creo que también Shaun y Emilico lo saben muy bien.
Shaun alejado de su amo y secuestrado por Louise estaba sentado sobre la cama mientras ella lo retocaba con su peine, le encantaba tenerlo solo para ella ya que él era dulce y no como John, le gustaba tener dominio sobre él. —Oye cariño, salgamos al jardín hace un día hermoso y quiero pintar un cuadro.
—Claro, pero cielito, quisiera comentarte algo que he estado pensando.
Louise terminó de peinarlo, asintió esperando que dijera algo y mientras él se decidía a hablar se puso a buscar su lienzo y caja de pintura.
Shaun no sabía como decir que más adelante quería formar una familia pero ella desde principio dejó en claro que no planeaba ser madre, no era el mejor momento para hablarlo y solo tomó una bufanda. —Te hará falta esto. —Abrigó su cuello mientras sonreía.
—¡Qué dulce! ¿Me ayudas con la pintura?
—Será un placer, hay un bello paisaje invernal que desea estar plasmado en el lienzo por sus manos.
Ambos salieron de la habitación animados, Edward en compañía solo los miró, chasqueó la lengua con molestia, terminó por ir a su oficina. —Más sombras y humanos se están juntando, Kate acabará con el legado del Gran bisabuelo las sombras debían ser unos con los humanos, creando seres majestuosos y poderosos.
—Si, pero ahora mismo deseo ver que saldrá de dos seres diferentes. —Comenta Aileen haciendo molestar a Edward, este tomó asiento delante de su escritorio. —No te molestes.
—¿No tienes algo más que hacer?
—¿Qué tu si? Estás molesto diario, te saldrán arrugas ¿tu mujer no te consciente? —Preguntó ella mientras jugueteaba con algún objeto del escritorio.
—Por su puesto, si estoy molesto es por todo esto, ahora Kate también trae una criatura en el vientre.
Aileen comentó de los obsequios que le estaba preparando a los niños. —En vez de lloriquear deberías prepararte para ser su tutor, hay tanto que mostrarles a los pequeños humanitos.
—Kate de seguro tendrá tutores seleccionados para ellos, pero puedo insistir para educarlos.
La puerta se abrió dejando ver a una sombra, Sarah caminó con seguridad. —Así que estabas aquí. —Le dio un vistazo a Aileen que estaba sentada sobre el escritorio, la cual se miró a sí misma con mucha comodidad al lado de su compañero. —Sarah.
—Aileen.
—Ya me retiro, los dejo para que platiquen. —Se baja y se retira, le molestaba que siempre se entrometiera en las conversaciones que tenía con él. —"Que intensa es"
Una vez solos Sarah se acerca a Edward. —No me gusta que estés siempre con ella a solas.
—Solo hablábamos de los bebés que tendrán Kate y Emilico.
—Ah cierto, Kate será madre en unos meses y Emilico pronto.
Edward ansiaba conocer lo que traería al mundo Emilico si sería una sombra o un simple humano.
Mientras en la habitación de la mencionada estaba siendo acondicionada con una cuna frente de la cama para el bebé.
—Listo, la cuna ya está preparada para su llegada. —Comenta Rum ya que se había encargado poner las sábanas.
—Te lo agradezco tanto. —Emilico con un brazo sostiene su pancita para levantarse, su amiga la ayuda.
Patrick terminaba de acomodar las cosas que necesitarían para atender a su hijo o hija.
—En verdad Rum, gracias por ayudarla, ha estado muy agotada este mes, ya no entra en sus zapatos por eso descansa aquí hasta el día del nacimiento.
Emilico sonrió mientras alzaba un poco su falda para mostrar que andaba solo con calcetines.
—Que adorable. —Su amiga la hacía reír y esperaba que el final de su embarazo fuera con normalidad. —Cuenten conmigo para lo que necesiten ¿Si?
Patrick estos días estaba más alerta por ella, igual que todos; no sabía si este sería el mes o el siguiente, había estado más tiempo a su lado cuidando a su amada familia. Aquella noche Emilico no podía dormir, si su bebé tomaba aquellas horas para patear y moverse, miró como tranquilamente Patrick si podía descansar. —Si que eres intranquilo de noche. —Posó sus manos para sentirlo. —Todos te estamos esperando con ansias, por favor nace pronto, te quiero conocer.
Justo eran las tres cuando sintió un poco de hambre. —Que lío, no quiero despertarlo.
Su estómago clamaba por comida así que si ella no dormía él tampoco ahora. —Patrick...— Lo llamó varias veces de forma amable, como no respondía alzó más su voz que al instante lo hizo despertarse asustado .
—¡¿Pasa algo?! ¡¿Ya viene el bebé?!
—No... pero tengo antojos... recuerda que no es para mi, es para el bebé que tiene hambre.
—Si.—Patrick se levanta un poco tropezado comenzando a buscar en el cajón de su mesa de noche. —¿Dónde dejaste la llave de la cocina?
—La tengo yo aquí. —Se la entregó y de paso le dijo lo que quería de comer.
Ahora se encontraba caminando para llegar a la cocina, dio un largo bostezo y agradecía que hoy no fuese la noche, cuando llegó e iba a introducir la llave se percató que la puerta estaba abierta y había luz en el interior. Dentro estaba John también algo adormilado vigilando la estufa mientras calentaba agua.
—¿Tú también John?
—¿Q-qué? Ah hola Patrick. ¿Emilico también tiene antojos nocturnos?
—Si, vengo a prepararle lo que me pidió.
Ambos estuvieron preparando los platillos y mientras esperaban a que estuviesen listos Patrick propuso que fuesen a comer a la habitación para que Kate y Emilico se hicieran compañía.
John entusiasmado fue a decirle a Kate para que así los esperara con Emi.
Ambas conversaron mientras llegaban sus esposos con los alimentos, Kate estaba emocionada por que ya faltaba poco para el nacimiento. —Teóricamente si tu bebé es humano nacerá como todos los demás pero si no pues creo que tardará.
—Pues quiero que nazca pronto, además envidio a Patrick, él si puede dormir yo tengo que ir cada momento al baño, me duelen los pies y la espalda, no encuentro posición para dormir y es de noche cuando más inquieto se pone, me hace feliz que cuando le canto se queda dormido y me lo imagino en mis brazos meciéndolo y que nuestras miradas se encuentren.
—Que bonito, yo quiero poder enseñarle todo lo que sé, irnos de paseo pero pienso en John y me duele que no pueda salir de la Mansión por que los de fuera nos consideran monstruos.
—Lo solucionaremos.
Los dos llegaron con el carrito de alimentos listos para servirlos en la mesa.
—Hermosas damas, les traemos sus ordenes. —Dice John mientras muestra los platos aún cubiertos.
—En un momento les serviremos. —Le sigue Patrick.
Ambos acomodaron todos los platos para que pudiesen comer su merienda nocturna.
—Con permiso Patrick y Emilico, John se echará un sueñito en su cama. —John se acomoda sobre el suave colchón y se abriga.
—Pobre no aguanta nada, yo soy la que cargo con esto y míralo, tan dejado de todo.
Emilico se echó a reír. —¿Cómo era posible que estuviesen más agotados que ellas? Si tenían que llevar un bebé dentro y ya les costaba, ahora ellos siendo los padres.
Mientras ellas comían, Patrick se recostó en la cama, cuando terminaron no quisieron levantarlos. —¿Vienes conmigo a dormir Emilico?
—Claro, cómo en los viejos tiempos.
Ordenaron los platos antes de abandonar la habitación y Kate se encargó de ayudar a Emilico, pronto estuvieron una al lado de la otra buscando la manera de acomodarse.
—Kate, toma mi mano por favor... Tengo miedo.
De inmediato obedeció, cualquier madre primeriza estaría asustada y con un montón de sentimientos encontrados sin saber que hacer. —Tranquila, estaré contigo cuando pase, eres lo más preciado que tiene Kate.
—Igualmente, no la dejaré sola el día que nazca su bebé.
Kate se incorporó un poco para besar la cabeza de Emilico, aunque no lo dijera también tenía temor por como sería traer al mundo a un bebé y qué haría después.
Ha pasado el mes y el bebé no había nacido, Kate ya estaba preocupada ya que significaba que podría alargarse el periodo de gestación. —¿Y eso significa...? —Pregunta Louise.
—Significa que puede pasar lo mismo que pasó con mi madre.
Shaun estaba preocupado por Emi, si ya sufría en estos meses no imaginaba una vida.
—Entonces ¿tu mi amor? —Preguntó John a Kate.
—Probablemente también. Era un riesgo que quería tomar, aún tenemos este mes tal vez sea un poco tardado y guardo la esperanza que Emilico tenga pronto a su bebé.
—Louise por eso no quiere tener hijos.
—Cariño, los hijos son una bendición y quiero tenerlos. —Shaun por fin pudo decir lo que guardaba en sus adentros.
Louise no dijo nada, no quería todavía tanta responsabilidad.
Ricky pensaba en su amo, él y Lou son humanos, no había problemas. Lou por su lado quería darle un descendiente al hombre que amaba.
—Creo que está bien que esperemos, no hay que alarmarse ¿si? —Dijo Lou, solo esperarían otro poco.
Todos los presentes abandonaron la oficina de Kate, Lou vería a Ricky después ya que estaría un rato con su ama, fueron a una sala apartada. Lou se abrazó a sí misma mientras caminaba de manera lenta y dejaba salir su tristeza desde sus adentros reflejándolos en su bello rostro .
—Lou ¿Qué tienes?
La chica suspiró. —Si Emilico tiene a su bebé este mes, usted puede considerar más adelante permitirse darle un hijo a Shaun, bueno cuando se casen.
—Ay Lou los niños dan lata, ahora un bebé...
—Nosotros también fuimos niños, nos gustaba explorar, descubrir cada pequeña cosa que nos encontráramos, dimos lata a los adultos, es parte de todo niño jugar, llorar de forma incontrolada, hacer berrinches o reír a carcajadas.
—Pero es que no deseo ser madre, quiero ser la tía que los va a consentir.
—Le diré que al principio luego de haberme casado solo quería estar con Ricky, solos los dos, que fuera nuestro tiempo de hacer lo que quisiéramos pero lo empecé a intentar después de tres meses y hasta ahora nada.
—¿Y qué dice él de esto?
—Que no me preocupe, las cosas pasan cuando deben pasar. Además el bebé de Emilico puede tener algunos rasgos y sería como si ella le estuviese dando un hijo.
—Te complicas mucho, yo lo vería como hijo indirecto, cuando llore tú se lo devuelves a la madre.
—Quiero ser mamá también, eso es todo. —Lou pensó que su ama no lo entendería, después de todo las Sombras no tenían hijos y solo les importaba ellas. —Ahora ¿Cómo se reproducen los morfos? —Se cuestionó a sí misma.
Emilico no estuvo presente en la reunión para que no se alarmara por el atraso, ella estaba en su habitación algo desanimada por no poder salir como acostumbraba, había asistido a sus revisiones y acudido a sus sesiones de ejercicio pero estaba algo agotada estos días, le preocupaba que ya había pasado fecha límite para tener a su hijo. Aún se encontraba en pijamas para mayor comodidad, caminó un poco con sus calcetas puestas, sus manos acariciaban recurrente su espalda y trataba de estirarse.
Patrick salió del baño. —El baño está listo, ¿quieres tomar una ducha?
—Si, tal vez el agua me alivie este dolor de espalda.
—¿Aún no se te calma?
—No. —Patrick se acercó y pasó su mano una y otra vez para tratar de aliviar un poco su dolor en la espalda baja. —Gracias mi amor, hoy estoy más incómoda que de costumbre, tu masaje es de mucha ayuda.
Ambos fueron al baño, se encargó de retirar la bata de lana dejando solo el camisón de seda. —Estás preciosa.
—¿En serio? Es que ya sabes como me siento, mira mis ojeras, el cabello de a poco se me cae.
—Tranquila amor, entiendo que es agotador para tí, pero para Patrick sigues siendo hermosa además esto pasará, Patrick te cuidará a ti y a nuestro bebé. Luego del baño te daré un masaje ¿si?
—Bien. —Dijo, sus palabras le alentaban pues no se sentía como cuando no estaba esperando un bebé, había mucha diferencia y recordó que ambos acordaron en tener al menos cuatro y con el primero estaba pasándola difícil.
Luego del baño se recostó en la cama tratando de buscar un poco de alivio, Patrick masajeó sus pies, ella se quedó dormida, no era fácil llevar un bebé procedente de una Sombra.
Sólo descansó una hora ya que despertó con molestias.
Patrick estaba preocupado al igual que ella, decidió buscar ayuda en la sala de socorro, de turno estaba Bertran, Bert y Elizabeth junto a Liz.
—Estamos preparados para atenderlos, Bert y Liz vayan a hacer un chequeo a Emilico.
—¡Si! —Respondieron al unísono, tomaron su equipo para examinar y se fueron con Patrick.
Kate los vio corriendo a la habitación, se preocupó por lo que estuviese pasando además le prometió estar a su lado, entró a la habitación exigiendo respuestas a lo que ocurría. —Patrick puedes decirme ¿Qué está pasando?
—Hoy ha estado un poco más incómoda que otros días así que estoy esperando un diagnóstico.
Kate de inmediato fue con Emilico para tomar su mano en lo que era examinada.
Todo indicaba a que iniciaría labor muy pronto y debería descansar lo más que pudiera ya que no sería fácil.
—Llevo el informe a sala, estaremos acondicionando una habitación para ella. —Comenta Liz.
—Cuando rompa fuente vengan de inmediato, enviaremos una silla de ruedas en un rato para que la puedan trasladar.
Patrick no sabía si estar feliz o preocupado, tanto él como Kate la estarían vigilando, debía alimentarse y descansar bien.
Pero el dolor iba y venía en su espalda y parte baja.
—Gracias a Dios tu bebé nacerá pronto, estaba tan asustada de que no llegara nunca este momento.
—Asustada estoy yo, no sé que es lo que tengo que hacer.
—Patrick supone que los del equipo de socorro te darán indicaciones.
Estuvieron tratando de atenderla y brindarle apoyo, estaban ahí para ella, Emilico estaba pensando en los nombres que habían elegido, hizo un poco de todo para calmar su ansiedad aguardando a que llegara el momento, siendo de noche y habiendo pasado su día entero esperando a que se rompiera la fuente, ya era hora de dormir y para los noctámbulos reunirse.
—Quizás no es el momento.
—Bien, necesito ir a descansar, Patrick cualquier cosa nos llamas, estaré pendiente con los demás, ahora mismo diré la información a nuestros amigos, John debe estar preocupado.
—Ve con cuidado Kate, procura descansar. —Cuando Patrick cerró la puerta miró a Emilico. —Dulce y encantadora futura mamá.
—Ay patrick. —un leve rubor se hizo presente en sus mejillas. —Cámbiate y ven a dormir, yo iré al baño mientras.
—De acuerdo.
Ya estando listos para descansar, Patrick se acerca a ella y acaricia su pancita ya quería conocer a su hijo, pero le preocupaba lo que ella pudiese sufrir al traerlo al mundo. —Sabes, desearía que todo ese sufrimiento fuera para Patrick, no soporta que lo tengas que aguantar todo, Patrick no ha hecho nada.
—Con que nos ames y cuides es más que suficiente, estoy feliz de poder crear una vida, además ambos lo hicimos con mucho amor.
Los dos se desearon buenas noches, Patrick con facilidad se quedó dormido pero ella sufría en silencio intentando dar su mejor rostro todo el día, afortunadamente su dolor cesó y trató de dormir.
Era de madrugada cuando ella despertó sobresaltada al sentir un poco de dolor en la parte baja y mucha sed, se puso de pie sin despertarlo para servirse un poco de agua e ir al baño nuevamente, justo cuando iba a beber, siente un intenso dolor dejando caer el vaso quebrándose al instante en el suelo, sostuvo su panza mientras pegaba un quejido de dolor, Patrick despertó por el sonido y miró a su esposa en ese estado.
—Mi amor creo que rompí fuente. — Levantó su bata un poco, sus piernas estaban mojadas, Patrick entró en pánico, ¿Qué tenía que hacer primero? Ella solo trataba de controlar la respiración y ahora comprendía las lecciones que aprendió, pero hacerlo de verdad costaba un montón.
Pronto estuvo instalada en una habitación preparada para recibir al bebé, todos los demás estaban afuera esperando emocionados tener noticias del nacimiento, solo Kate y Patrick entraron para acompañarla.
Louise estaba emocionada ya que sería tía y quería saber que nacía de una sombra y una humana.
—Mi señor ha esperado tanto por este momento, estoy muy feliz por él.
—Quisiera poder ayudar a Emilico en este momento. —Lou miró a Rum la cual asintió, ambas querían colaborar.
Dentro de la habitación la pobre estaba tratando de no quejarse cada que le daba una contracción.
—Buenas noches Emilico, nosotros atenderemos tu parto. —dijo Evelyn en compañía de Eve y Gilbert.
—¿Y Gil? —Preguntó Kate.
—Se disculpa, aún no supera el trauma que pasó.
—Pero se supone que fue para aprender.
—Estamos preparados para afrontarlo nosotros.
Patrick estaba ansioso, le ofreció su mano a ella y cada que le daba una contracción apretaba con una fuerza que casi lo hacía querer gritar, no imaginaba lo fuerte que podían llegar a ser en ese estado, Emilico solo respiraba cuando tenía contracciones, Eve se encargaba de vigilarla, Kate con un paño secaba su sudor.
—Ay Patrick, mi vida ¿Te hice daño?
—Tranquila amor, Patrick puede resistir.
Los minutos pasaban pero aún no estaba lista, la mantuvieron en revisión, al cabo de un rato entraron Rum y Lou ofreciéndose para ayudar y darle todos sus ánimos a su amiga, desde hace rato cada que la escuchaban gritar los de fuera se preocupaban ya que no imaginaban lo que debía estar soportando.
—Aun falta que dilate más, esto será un poco más doloroso. —dijo Eve, Evelyn estaba anotando todo con gran esmero ya que no siempre nacían bebés en la mansión.
—¿Aún más? Es que ya me duele demasiado... —Miró a Kate en busca de apoyo.
—No te preocupes pronto tendrás a tu bebé en brazos, solo resiste ¿si?
Patrick ya tenía la mano muy lastimada, Gilbert le pidió que mejor esperara afuera, ya le avisarían cuando naciera, no quería dejarla sola pero sabía que quedaba en buenas manos, se despidieron con un beso y le dio ánimos.
Casi amanecía, para Patrick era angustiante haber esperado tres horas y justo cuando los primeros rayos de sol se asomaban Emilico ya estaba dando a luz. Sus fuertes gritos se escucharon en toda la sala de la enfermería, por fin sintió alivio, estaba agotada pero escuchar el llanto de su bebé le alegró el corazón, Gilbert anunció el nacimiento de un varón, lo puso de inmediato sobre el pecho de su madre para encargarse de cortar el cordón umbilical, era tan pequeño, Emilico lo abrazó aún sin poder creerlo, estaba temblando de la emoción y los nervios, Eve y Evelyn se encargarían de él para atenderlo.
Las chicas no dejaban de admirarlo, su piel blanca, mejillas rosadas y un lindo cabello rubio claro.
Las felicitaciones no se hicieron esperar a la nueva mamá.
Afuera estaban todos felices por escuchar el llanto del bebé, a Patrick se le bajó la presión y se desmayó de la emoción, tantas cosas en un gran acontecimiento, lo tuvieron que llevar a otra sala para que reaccionara, Ricky al ejercer el papel de rostro todos estos años también sentía lo que él, quería ver pronto al bebé.
—No resistió, pobre Patrick.
—John igual se desmayaría si estuviese en su lugar. —Comenta Louise. —Louise quiere conocer al bebé, nunca ha visto uno.
—Tendremos que esperar para conocerlo. —Dice Shaun, que aunque lo ocultaba estaba impaciente por saber de su amiga y el bebé.
Kate emocionada salió para anunciar el nacimiento. —¡Es un niño encantador!
—¡¿QUÉ?!
—Basta de tonterías John, terminó la apuesta, ¿Dónde está Patrick?
John algo desanimado respondió. —El torpe se desmayó cuando escuchó el llanto de su hijo.
—Si lo ven, le dicen que pase, iré con Emilico nuevamente. —Kate se dio la vuelta para regresar corriendo a la habitación.
Todos dentro se estaban esforzando para atender y dejar a Emilico más cómoda. —¿Cómo te sientes? —Preguntó Kate mientras tomaba un paño húmedo y refrescaba el rostro y cuello de Emilico.
—Exhausta pero muy feliz ¿Dónde está Patrick? Quiero que venga para que conozca a su hijo.
—Ya vendrá, se emocionó de más y terminó por desmayarse.
—Ay no ¿Estará bien?
—Seguramente.
Lou y Rum estaban mirando al pequeño ya listo para entregar a su madre, estaba más calmado.
—Cosita, que pequeñito. —Comenta Lou mientras Eve sonríe, fue una noche de mucho trabajo.
—Así que este niño nació como humano después de todo. —Dijo para sí misma Rum, aún no se veía como una madre en el futuro y menos si estaría al lado de Oliver con sus altibajos emocionales referente a él.
En otra sala estaba Patrick recuperándose en compañía de Ricky y Gil que lo auxilió en ese momento.
—¿Está mejor señor Patrick? —Pregunta Gil mientras guardaba el alcohol que había utilizado para reanimarlo.
—Si... Una pregunta ¿porqué no estabas presente? A Patrick le hubiese gustado que ayudaras a traer a su bebé al mundo.
—No merezco atender a su bebé, no me siento digno.
Patrick miró a Ricky, ambos no entendían que había pasado en el pueblo pero le animaron a que lo intentara.
—Por favor necesitamos de su sabiduría, en el futuro vendrán más niños que le necesitarán. Gracias por la ayuda, ven Ricky.
—S-si.
Aún tambaleándose y que sus manos temblaran salió mirando a los que quedaron fuera, todos le dijeron que le esperaban dentro, mientras iba le gritaron felicitaciones. Ricky iba detrás de su señor también ansiando conocer al bebé; Patrick al ver a su esposa sosteniendo a su bebé se emocionó, corrió para abrazarla y besarla.
Ella sonrió tiernamente. —Patrick mi vida, te presento a nuestro hijo.
Patrick sonrió, Ricky mostró el alegre rostro de su señor, ambos miraron aquel pequeño y dulce rostro del bebé mientras reposaba en los brazos de Emilico. —¿Patrick puede cargarlo?
—Si, tómalo con cuidado. —Se lo entregó, Patrick no podía creerlo, era un pequeño angelito tan frágil e indefenso.
Todos los presentes salieron de la sala para dejar solo a los nuevos padres tener un momento a solas.
Kate estaba más sensible pues ella era la siguiente, Lou quería pronto poder darle a Ricky la noticia y Rum solo estaba feliz por su amiga, para el resto solo esperaban conocer al niño.
—Las visitas se harán a las diez de la mañana y a las tres, por favor vayan a descansar. —Pide Evelyn ya que el bebé estaría ahí para cuando lo fueran a conocer.
Kate y John llegaron para descansar un poco antes de comenzar el día. —John ya anímate, te empecinaste en apostar la casa, somos un equipo y en un futuro no importa si es mi hijo o el de Emilico ambos serán educados para que aprendan a llevar este sitio.
—Pero John quería ganar.
Kate suspiró. —Había una clara desventaja de todos modos. Ahora solo centrémonos en nuestra familia.
—De acuerdo...—Posó su mano sobre Kate para sentir a su bebé. —¿Estará cómodo ahí?
—¿Qué pregunta es esa? Claro que si, soy su refugio antes de que llegue a este mundo. Aunque viendo como sufría mi Emilico dando a luz ahora que soy la siguiente tengo también mucho miedo.
—Lo sé, estaré apoyándote para que traigas a nuestro hijo al mundo.
Patrick no se movió de esa habitación para cuidar a Emilico y a su hijo, no dejaba de admirarlo con curiosidad, ver su rostro, el cual pensó que no tendría, pero ahí estaba sonriente algunas veces y exigente demandando atenciones o que le alimentaran.
Emilico debía pasar ahí unos días antes de volver a la habitación.
El anuncio se dio por la mañana a todos por parte de Kate.
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Continuará...
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