Tortura.
Pov: Jeongyeon.
Mi cuerpo seguía doliendome como el infierno pero al menos podía caminar normalmente.
Nayeon había salido de la casa hace como 1 hora y yo no sabía que hacer, estaba entre cocinar algo o simplemente dormir. Estaba bastante aburrida mirando televisión u observando a los transeuntes desde el balcón.
— Hola Jeongyeon.- Chaeyoung se apareció atrás mio. Me asusté y retrocedí rápidamente.— Ay, no doy tanto miedo, no seas exagerada.
— Apareciste de la nada, Chaeyoung. Bueno, de todas maneras no me podía defender, ahora mismo soy como un tamal.- Esuuché la suave risa de Son y me volví a acercar.— Pensé que iban a ir a Estados Unidos, Mina me contó que quería una luna de miel reconciliadora.
— Si fuímos, pero el destino nos mandó un regalito.- Su cara confiada me decía algo.
— Déjame adivinar, encontraste a alguien para extorsionar a Dahyun y ahora quieres dejarla acá porque quieres tener tiempo a solas con Mina.
— Vaya ¿Estás segura que no me conoces desde pequeña? Es precisamente lo que quiero hacer.- Chaeyoung rió y me abrazó.— Mina y yo estamos mejorando en nuestra relación, ahora ya no solo tenemos sexo. Al menos nuestras pláticas son más de 3 palabras.
— Eso es bueno Chaeyoung, me alegro por ti.- Sinceramente, esperaba que le vaya bien.
— Oh hola Jeongie.- Esa voz era de Mina, se veía bastante cansada pero seguía bien arreglada.— Pensé que estarías en la cama, por tus dolores.
— Eh... Si estaba en cama pero me aburrí y decidí mirar a los transeuntes. Se ven como puntos.- Mina sonrió, se veía más calmada que la vez que nos conocimos.
— Cof.- Chaeyoung toció falsamente y se acercó a la japonesa, errollando su cintura con su mano.— Veo que andan muy comunicativas.
— S-Si, siempre hemos sido así. Además Mina se ve confiable.- No quería decirle que después del casi trio que tuvimos, le tengo más confianza.
— Ay Chaeyoung, sabes que las personas después del sexo tienen más confianza.- Mi cuerpo se tensó, no quería ver a Chaeyoung pero yo podía ver su mirada fija en mi.
— Si amor, pero no restrieguen eso en mi cara.- Me esperaba un puño en la cara, pero no que se portara tan pasiva.
— E-Espera ¿No vas a golpearme?.- Aunque sea quería un insulto, al menos sabría que Chaeyoung está bien.
— Tengo muchas ganas, pero en ese entonces yo me acostaba con tu esposa así que, no tengo que reclamarle nada a ninguna de las dos.- Es razonable, además ninguna tenía una relación seria, sino sería un problema mayor.
De la nada, escuché gritos de la habitación del sótano, como si alguien estuviera buscando salir de ahí a como de lugar, aunque muriera en el proceso.
— ¿Trajeron a otra chica para órganos o es para trata de blancas?.- No sé desde cuando estos temas me parecían tan sencillos pero era mejor que tener miedo a cada momento de mi vida.
— Es Hirai Momo, la pareja de Kim Dahyun.- Ese nombre... siempre resuena en mi cabeza. Cuando Dahyun me estaba matando, ese nombre se repetía junto con palabras como masacre, Siwon o militar. Como andaba mirando el túnel, no le presté mucha atención.
— ¿Puedo ir a verla?.- Chaeyoung me miró, tratando de advertirme con la mirada pero solo la ignoré. Sabía que era peligroso pero esos gritos me estaban estresando.
— Puedes ir, pero si te intenta hacer algo, voy a tener que torturarla antes de que llegue tu esposa.- Chaeyoung caminó hasta el sillón y se acostó ahí. Mina me miró y sonrió.
— Cualquier cosa, nos llamas Jeong. Vamos a descansar un momento por aquí.
Asentí y solo me fuí a la puerta. Me daba algo de miedo ver sangre o dedos cortados por lo que suspiré antes de tomar la perilla.
— Muy bien, tú puedes Jeongyeon.- Giré la perilla y lo que encontré fue un cuarto normal, solo que una chica de pelo negro estaba sentada y mordiendo la venda.— Tranquila, mira no te voy a hacer nada, solo quiero preguntarte algo...
Quité su venda de la boca y ella me escupió en el rostro. Cerré mi ojo derecho, el lado donde había caido la saliva, y suspiré, si Nayeon hubiera visto eso la hubiera matado.
— ¡Solo déjame ir maldito! ¿Es qué acaso no saben leer los gritos o qué?.- La miré, al parecer su miedo lo controlaba con rabia.
— No te voy a hacer nada, soy Yoo Jeongyeon. E sun gusto vovler a verte, aunque bueno, no fue algo grato la manera en la que nos conocimos.- Sus ojos cambiaron a uno de miedo absoluto.
— P-Pero si... Dahyun me dijo que tú moriste...
— Digamos que me rescataron en el último momento, así que... Sigo viva.- Esperaba un insulto pero simplemente se calmó y comenzó a temblar.
— ¿E-Escuchaste todo... Lo que dijo?.- Se veía como un gatito, me daba algo de pena pero conociendo el tipo de persona que es su novia, no me podía confiar.
— Si escuché, y lo recuerdo pero solo quiero que me digas algo.- Momo asintió, estaba a punto de decirle mi pregunta cuando la puerta se abrió de golpe. Voltee y me encontré con mi hermosa esposa, Nayeon.— Hola amor, estaba preguntándole cosas a Momo.
— Vete Jeong, este no es tu asunto.- Negué con la cabeza y sonreí mientras la miraba fijamente.
— Sé algunas cosas de ellas Miss, no recuerdo mucho pero si lo necesario.- Los ojos de Nayeon no notaban furia, solo tenía miedo. Tomé sus manos, tratando de transmitirle confianza.
No querpia que Nayeon me protegiera, quería que ambas siguieramos juntas y protegiendonos mutuamente. Im me jaló de la habitación, cerró la puerta y se abalanzó a mis labios.
Correspondí como pude, su beso estaba cargado de emoción. Cuando nos separamos ella acarició mi rostro con sus pulgares y suspiró.— No hagas que besarte sea díficil, Yonie. Te extrañé toda la mañana y solo quería estar contigo mirando películas.
— Te amo Nayeon, tranquila. Además, esa tal Hirai Momo solo quiere saber que sabemos de Dahyun. Hagámoslo juntas ¿Vale? Dame una oportunidad más, no va a pasar lo mismo que pasó con Dahyun.- La abracé por la cintura y pegué mi nariz con la suya, sentí como su cuerpo se relajaba y se pegó más a mi.— Tranquila Nay, te prepararé la cena de hoy por hacerte preocupar.
— Está bien Jeong, pero solo quiero que te cuides mucho ¿Vale? No quiero volver a verte moribunda.- Nayeon me dio un último beso y volvimos a entrar, Momo parecía curiosa y solo me acerqué a ella con una sonrisa.
— Mira, no quiero lastimarte. Ni siquiera sabía tu cara hasta ahora así que no creas que te tengo odio.- Ella asintió, se notaba bastante pensativa.— Solo quiero que me confirmes algo.
— Si te digo la verdad ¿Me vas a liberar?.- Momo se veía bastante dispuesta a colaborar por lo que no quise mentirle.
— Solo voy a darte cuidados más humanos, digamos que no soy lider de aquí.- Nayeon se acercó a mi y tomó mi mano, creo que anda algo celosa de que Momo me mirara como perrito a punto de ser atropellado.
— E-Esta bien...- Momo tomó un suspiro.— Dahyun siempre tuvo un comportamiento raro... Siempre se queda mirando a las personas con algo de odio y yo siempre la termino jalando para que no haga una tontería. Un día, mientras estabamos en un parque, quiso patear a un niño que rocio su pantalón nuevo, la alejé y le reclamé sobre eso, ella solo me dijo que su mente siempre divaga en el día de la masacre.
— ¿Día de la masacre?.- Nayeon levantó su ceja con curiosidad. Yo tampoco sabía a que se refería pero solo suspiré.
— E-Eso no lo sé...- Estaba mintiendo, lo sabía. Nayeon se acercó a ella y le pateó las piernas con fuerza.
— Si lo sabes... Tengo a un espía que me estuvo contando todo lo que hacían, par de miserables.- Momo tembló, yo tomé el hombre de Nayeon tratando de calmarla.
— Momo, di la verdad por favor. No quiero hacerte daño ni menos recurrir a métodos como los de Dahyun.- Momo me miró con esperanza y se volvió a incorporar en la silla.
— E-Ella odia bastante a las personas, tiene ese toque coqueto que las engatusa y luego las atrapa, como una trampa de osos.- Momo mordió sus labios, parecía querer llorar.— Eso hizo conmigo, un día trato de matarme pero la pude distraer y convencerla de no hacerlo... Pero ella lo ha confundido todo...
— Eso es algo raro...
— Lo sé, pensé que Dahyun no me llegaría a amar o algo así.- Momo movió un poco sus manos.— Cuando no me mató, me logré escapar. Días pasaron y yo volví a mi trabajo, todo marchaba con normalidad pero Dahyun apareció y me estaba buscando en el bar.
Chaeyoung entró en ese momento, traía varios papeles en las manos y se veía bastante seria. Incluso estaba usando lentes para poder leer.
— Eso explica tu renuncia tan repentina.- Mencionó Nayeon, yo solo miré a Momo con pena. Tal vez ella simplemente quiso escapar y no pudo hacerlo.
— S-Si... Al final, ella me encontró en mi departamento y me contó todo... Creo que trataba que confiara en ella. Me explicó todo y como su padre había manipulado todo para que ella saliera de la academía militar invicta de todos sus delitos.
— Creo que eso es suficiente, Satán traerá algo después.- Nayeon y Chaeyoung salieron y yo me quedé mirando a Momo.
— Mira... Te traeré algo de comida ¿Tienes algún antojo ahora?
— Jokbal, por favor.- Me miró con algo de esperanza, sonreí un poco por eso.
— Ahora te lo traigo ¿Vale?.- Salí de la habitació cerrando la puerta. Mi sorpresa fue ver a Jihyo tomando una copa de vino mientras me miraba.— Buenas tardes, señorita Jihyo.
— Solo dime Jihyo, eres el esposo de mi mejor amiga ¿No es así?.- Sonaba muy bien ser la esposa de Nayeon.— Mira, vayamos al grano. No te encariñes mucho con un rehén, vas a salir lastimado.
— Momo no va a salir de aquí, además que no va a escaparse. Es un cuarto sin ventanas y la única salida es la puerta de metal.- Seguí mi camino sin dejar de sentir la mirada de Jihyo en mi nuca.
[o]
Le había dado el Jokbal a Momo, se veía bastante agradecida conmigo.
Aunque tuve que ayudarle a comer pero ahora solo dormía en su silla. De alguna manera, Momo me hace acordar a mi, las dos nos enamoramos de locas críminales y no las podemos dejar ir. La diferencia es que Nayeon tiene todas las de ganar en este caso.
Un ruido me despertó, ahí estaba Nayeon con una sonrisa confiada.
— Ven Kyung, acaba de llegar Satán.- Asentí y me levanté, no quería dejar a Momo sola pero al menos tendía algo de luz.
Cuando salí, todos estaban en una pequeña reunión. Incluso Chaeyoung llevaba un traje negro y Mina tenía un vestido pegado.
— ¿Hoy se celebra algo?.- No sabía si era el cumpleaños de alguien, al menos podría preguntar.
— Vamos a asaltar un banco Jeong y quiero que estes como chofér en uno de los carros de huida.- Tragué saliva, quería hacerlo pero aún mi cuerpo no está bien.— Quiero comprobar que me eres leal.
— Nayeon, sabes que nunca te delataría. Sino me hubiera quedado con Dahyun desde el principio.- Mi mano temblaba, tenía mucho miedo ya que si me descubrían, mínimo pasaría toda mi vida en la cárcel.
— Jihyo me dijo que estabas ayudando a esa rehén.- Jihyo volteó la mirada cuando la miré, maldición.
— Nayeon, nunca me fugaría con nadie. Soy feliz aquí y lo sabes, debería de confiar en mi. Simplemente tengo pena por ella porque anda sola y seguro tiene mucho miedo ahora...
— A callar Jeongyeon, está decidido.- Mi frustración aumentó pero solo miré para abajo, me sentía bastante triste porque no confié en mi.
— Bien.
Me dirigí a mi habitación y de Nayeon y suspuse que había un traje ahí. Alguien había la puerta después de mi, se trataba de Nayeon.
— Jeongyeon, me vas a explicar que demonios te pasa... Estás ayudando a una rehén...
— Ella está tan confundida como yo, Nayeon. Cuando yo llegué, sentía tanto miedo y desesperación pero me lo callé.- Me quité el polo y tomé la camisa que había.— Por eso quiero que se sienta algo cómoda aquí, además debe pensar que su novia no la quiere.
— Pues es muy diferente, yo si te di todo y Dahyun solo la ha tratado de perro. Dudo que la ame.- Miré a Nayeon con tristeza, quería llorar por toda la decepción que sentía.
En una relación, la base de todo, es la confianza, yo confiaba plenamente en Nayeon pero ella, al parecer, no.
— Terminemos Nayeon.
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