Sigue Tu Camino.
— ¡Dahyun! Que sorpresa bebe.- Momo abrazo a Dahyun por la cintura, haciendo que la coreana se exaltara.— Nayeon me soltó, al parecer Jeongyeon ha sido enjuiciada.
— Justo eso estaba viendo.- Dahyun sonrió al sentir los besos de su novia en el cuello.— Es un buen momento para atacarla, ha de estar débil.
Momo dejó de besar y miró a Dahyun como cachorro.— Ya no sigamos con esto amor, vamos a seguir con nuestra vida por favor.
— ¿Por qué dices eso? No eres Momo.- Dahyun apretó su mano y tomó el cuchillo con fuerza.— No eres Momo ¿Verdad?
— Si soy yo cariño, tranquila.- Momo sintió un puntazo en el estómago y se separó rápidamente.— D-Dahyun...
— ¡No eres Momo! ¡MOMO NUNCA ME DIRÍA ESO!.- Dahyun se acercó rápidamente a una Momo sorprendida y comenzó a acuchillar el estómago de Momo.— Ella me diría que me apoyaría.
— D-D-Dahyun... Dahyun... Soy yo.- Momo no sentía nada en el cuerpo, cada puntazo le hacía ver más borroso.
La mano de Momo acarició la cara de Dahyun antes de caer al suelo y la coreana vio la carnicería que hizo. Con una mano en la boca, Dahyun corrió lejos de ese departamento. El lugar donde había terminado con la vida del amor de su vida.
Pov Jeongyeon.
— ¡Dahyun!.- Se me acercó con un ceño fruncido que me hizo asustar levemente.— Yo ya... Ya no quiero volver a estar secuestrada, si quieres no le diré nada a nadie.
— No quiero matarte Jeongyeon, solo que considero que eres una persona tan rara que no me tienes asco.- Miré bien su rostro, estaba lleno de moretones y sangre fresca.
— ¿A-Acabas de matar a alguien?.- Tenía miedo pero mis piernas no respondían.
— Solo me defendí de unos idiotas. Están por ahí tirados, así que no te preocupes.- Dahyun suspiró y se acostó en la pared, justo a mi lado. El olor de cigarro y alcohol llenó mis fosas nasales.
— P-Podemos ir a mi departamento si quieres, para que te bañes...- Ella me miró enojada, yo solo me tense pero no retiré mi oferta. Al final, solo suspiró y asintió.
— Muy bien, de todas maneras esta será mi última noche caminando.- Mordí mis labios nerviosa pero solo comencé a caminar siendo seguida por Dahyun.
Pensé que me iba a acuchillar pero solo caminó tranquila y sin decir nada sarcástico o irónico.
— Pasa por favor.- Soyeon nos abrió la puerta. Primero me miró esperando una respuesta y yo solo le señalé la casa.
"Hablamos adentro" Susurré.
Dahyun se sentó en el piso, al parecer se sentía Incómoda con esa ropa sucia y olorosa. Yo traje una toalla y comencé a secar su cabeza lentamente.
— Es bastante tarde Dahyun, puedes quedarte a dormir si eso deseas.- Ella negó y yo solo suspiré, Soyeon la miraba con algo de miedo, era normal debido a que Dahyun estaba sumamente lastimada.
Kim la miró, Soyeon se petrifico pero nadie esperaba la sonrisa de Dahyun al verla.
— Me recuerda a Momo, siempre era así de tímida.- Mordí mi lengua, quería preguntar pero también quería mi paz.
— Vamos a comer Ramen, Dahyun. Te serviré un poco.- Caminé a la cocina y encendí el agua para calentar, era bastante cómodo el silencio pero Soyeon se veía curiosa.
— ¿Momo murió?.- Dahyun la vio, estaba a punto de salir corriendo a sujetar a Dahyun pero simplemente asintió.
— Si, yo la maté.
Soyeon la miró como si hubiera visto a un muerto. Le quitó la capucha de la cabeza y ahí estaban los moretones que vi.
— P-Pero ¿Tú la amaste?.- Soyeon estaba cruzando el límite pero no me podía mover aunque quisiera, mis piernas estaban atascadas en el piso.
— La amo aún, por eso voy a encontrarme con ella esta noche.- Soyeon asintió, pero se quedó a su lado, como te quedarías cuando ves a un perro moribundo.
El agua comenzó a revolotear y yo apagué la calentadora. Saqué 3 bolsas de ramen instantáneo y los preparé, Dahyun seguía mirando a Soyeon con amabilidad y Soyeon le explicaba sobre sus clases de mañana.
— Listo.- Susurré y dejé los platos en la mesa donde estábamos todas sentadas. Dahyun me miró y yo le sonreí un poco.— Come Dahyun, debes tener hambre.
— Está bien.- Dahyun tomó un bocado y comenzó a comer. Soyeon le pasó todo, entre sal y condimentos para que estuviera cómoda, la policía le miró con confusión pero ella sonrió.
— Te debe doler mucho, así que mejor te ayudo.- Dahyun sonrió y siguió comiendo, mientras Soyeon la miraba tratando de saber que necesitaba.
— Me encantan los ramen nocturnos, siempre llenan mi estómago hasta mañana.- Soyeon asintió por lo que dije.
— Además haces un buen desayuno, por eso siempre estoy despierta.- Acaricié la cabeza de Soyeon y sonreí.
— He de suponer que ya no sigues con Nayeon.- Dahyun me señaló con los palitos y yo solo suspiré.
— Es complicado, muy complicado.- Dahyun suspiró y limpió su boca con el papel de la mesa.
— Nunca había visto a Nayeon tan preocupada por alguien, incluso se atrevió a mandar a toda su flota, cuando fácilmente podría ser una trampa.- Dahyun me dio un caramelo de su bolsillo, yo lo tomé y lo miré fijamente.— En serio que la tienes loquita.
— Ella m engañó cuando estuve en la cárcel, nunca fue a verme ni menos a dejarme algo.- Mis palabras salieron con odio pero parecía más tranquila de lo que sentía.
— Normal en Miss Bunny, siempre es así de alma libre, nunca confíes en una mafiosa.
— Le dije que me acosté con Hwasa, una mujer que conocí en la prisión y se fue, ni siquiera trató de contactarme, no da ganas ni de intentar algo ¿Sabes?.- Dahyun rió
— Debes de entender que Nayeon nunca luchó por nadie, siempre lucharon por ella.- Dahyun sorbio los fideos sin dejar de mirarme.
— Aún así, debería intentarlo.- La puerta sonó por lo que me levanté a abrir, mi sorpresa fue grande al encontrar una sudada Nayeon con el buzo que se compró para hacer ejercicio.— Nay...
— Jeong... Dios, pensé que trabajaría hasta tarde y no saqué el carro... Así que... Vine corriendo hasta aquí, encima no me dejaron pasar hasta minutos después...- Se notaba cansada, sonreí un poco y le abrí completamente la puerta.— Tengo una invitada, es Dahyun.
— ¿Te hizo algo?.- Nayeon estaba por balear a Dahyun, yo solo negué y la empujé hacia la casa, no quería que se resfriara.
Soyeon la miró como si vieras a un criminal mientras que Dahyun agitó la mano lentamente. Nayeon saludó a Soyeon con un beso y a Dahyun, con una patada en las piernas.
— No te metas con Jeongyeon. No va a funcionar...- Dahyun sonrió y negó con la cabeza.
— Sabes que los penes no son los míos, además que Jeongyeon solo te follaria aquí.- Me sonrojé con fuerza pero Nayeon no se inmutó.
— Más te vale, además sigo algo molesta por los problemas que hiciste con Tzuyu y el cuartel de cadetes, aunque es tema de otro día.
— Ya no hay otro día, Nayeon. Te contaré todo pero siéntate.- Nayeon se sentó a mi lado pero yo me levanté y fui a por una toalla, su cabello chorreaba agua.— Bien, empezaré diciendo que Siwon me caía muy bien.
— Tan bien que lo traumatizaste.- Nayeon y su ironía.
— Tch, no es eso. Era un buen chico y siempre me apoyó en mis estupideces, como robar comida o molestar a los presos.- Dahyun sonrió.— Sólo que... Una noche, ellos comenzaron a hablar.
Iba a preguntar pero Nayeon solo tomó mi mano, haciéndome callar.
— Decían... Te harán daño, te harán daño Dahyun.- Kim se veía bastante asustada, eso me sorprendió ya que nunca la vi con ese rostro y menos cuando estaba con Nayeon, la que era su peor enemiga.— Y no pude contenerme... Los asesiné de la peor manera, con un bisturí del área médica. Siwon lo vio todo en cámara lenta, como los destrozaba con cada tajo y como la sangre cubría el campo verde de entrenamiento. Ni siquiera me acuerdo que dije, pero Siwon se tiró al suelo y comenzó a llorar tratando de unir la cabeza de uno de los chicos. Al final tuve que inventarme una historia y mi padre me apoyó, pero ahora mi padre solo quiere que sea una policía mal pagada, por eso mi único escape era Momo pero como verás, está muerta.
Nayeon asintió, algo sorprendida pero seguía manteniendo esa compostura tranquila que vi en las oficinas
— Entonces ¿Planeas suicidarte?.- Dahyun asintió pero sonrió un poco.
— Mi padre me dijo que hay dos infiltrados en la base militar, hoy iré y los mataré, aprovecharé para fingir mi muerte heroica.- Nayeon sonrió, era un plan descabellado pensar en la muerte así de sencillo, como si tuviera un retroceso.
O es eso lo que la hace tan sencilla, la muerte no tiene retroceso.
— Entonces te deseo la mejor de las suertes Kim, no olvides llevarte a la tumba tus secretos, porque no diré nada.- Dahyun asintió pero luego miró a Soyeon que la miraba con pena.
— Hey, no me mires así, es como si vieras a un perro muriendo.- Soyeon la abrazó y Dahyun derramó una lágrima, iba a levantarme para traerle papel cuando Nayeon solo tomó mi mano y me sonrió.
Dahyun solo se sentía solo en su enfermedad mental.
Dahyun solo quería vivir pero su padre nunca la ayudó genuinamente.
Y ahora, tenía frente a mi a la futura heroína nacional de Corea.
Jalé a Nayeon hacia la cocina y le entregué mis pantalones de dormir junto con mi polo más ancho.
— Te vas a resfriar Nay.- Nayeon asintió y me robó un pequeño beso, que no puedo negar que me encantó.
— Me tienes que escuchar después de todo esto, Jeongyeon, o te volaré los sesos.- Hizo una seña con las manos de una pistola y fingió dispararme, yo solo sonreí y besé su frente.
— Lo sé, te esperaré en mi cuarto.- Nayeon entró al baño y yo fui con Dahyun que se seguía aferrando a la pequeña Soyeon. Sonreí un poco, al final de cuentas, Dahyun solo estaba sola y se sentía así, indefensa ante todo.
[°]
Recibí a Nayeon, quien ha llevaba la ropa, mientras estaba jugando en mi celular. Soyeon se había ido a dormir hace un buen tiempo y, pese a que le rogó a Dahyun quedarse, Kim sólo se disculpó y le prometió una sorpresa antes de partir. Ahora mismo, Dahyun debe estar viajando a la base militar para empezar su misión suicida.
— Veo que no sabías que Dahyun tenía esquizofrenia.- Nayeon se secaba el cabello con la toalla que le dí. Yo negué con la cabeza y pause el juego.
— Pensé que solo adoraba matar, nunca imaginé que tenía voces adentro suyo.- Nayeon asintió, es como si conociera a otra persona.
— Es normal, su padre debió pensar lo mismo y por eso, solo cubrió sus crímenes antes de pensar en la verdadera salud de su hija única. Ahora va a morir como héroe pero... Su padre nunca sabrá nada de lo que su hija carece y sufre, es triste si lo piensas en general.- Asentí. No sabía cómo la había pasado Dahyun este año y medio pero por lo que vi y lo que me contó, no lo pasó para nada bonito.
— Al menos estará con Momo, a menos que se vaya al infierno por todos sus crímenes.- Me acosté en la cama y deje el celular al lado mío.— ¿De qué querías hablar Nayeon?
— De qué te amo y quiero casarme contigo.-Levanté mi cuerpo de la cama, sorprendida.— Sé que soy una inmadura y no voy a justificarme porque nada justifica lo que te hice, pero de verdad quiero intentarlo contigo.- Ella se acercó a mi y se rascó la nuca nerviosa.— Te amo más que nada, Jeongyeon. Y se que lo digo mucho pero en serio lo hago, soy una irresponsable buena para nada pero quiero cambiar contigo, quiero ser mejor por ti, ya no quiero vivir una vida despreocupada de la gente, quiero vivir una vida con Jeongyeon.
Estaba llorando, es lo que estuve esperando. Sabía que Nayeon no era la más madura ni mucho menos era la mujer perfecta para mí. Ambas cometimos errores pero sigo amándola como antes, amo a esa Nayeon llena de defectos cautivadores.
— Entonces... ¿Dices que harás cualquier cosa Nay?.- Miré sus ojos llenos de esperanza, ella asintió al momento rápidamente.— Entonces solo prométeme algo.- Tomé su mano y la jalé conmigo.— Quédate conmigo y digamos nuestros caminos juntas.
Nayeon asintió llorando y nos abrazamos con fuerza. Amaba sentir su calor pero más amaba que ahora todo sería diferente, todo se comenzaba a solucionar de la mejor manera.
Pero aún tenía algunos temas pendientes que ver.
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