Prólogo: La Vida De Yoo Jeongyeon.
La vida de la joven Yoo era bastante tranquila. Sólo era ir y regresar del trabajo todos los días y aunque a algunos les pareciera aburrido, ella lo disfrutaba de sobremanera.
Trabajaba como bancaria día y noche. Llegaba a su casa y lo único que hacía era tomar un café caliente y ver series hasta quedar dormida en el sillón.
Ese mismo día se estaba alistando para ir a trabajar cuando sintonizó un canal de noticias.
– ¡Noticia de última hora! ¡Miss Bunny ha escapado de la prisión hace unos minutos, se dice que habría contactado con sus camaradas y ahora mismo su paradero es desconocido! Si tiene información de ella, llame a los números que aparecen en panta–.
La joven solo apagó el televisor y siguió abotonando su camisa blanca.- Jum, malditos delincuentes ¿No pueden trabajar en algo en vez de darle problemas a las personas con masa cerebral? Tsk.
Perezosa, tomó su mochila y salió de su casa. Jeongyeon miraba a los pájaros cantar y la mañana reluciente, nada podría salir mal.
En una hora llegó a su lugar de trabajo. Se sentó en uno de los puestos y esperó a que su turno iniciará. Cómo siempre, todos sólo miraban sus monitores con aburrimiento, por lo que Jeongyeon decidió ponerse a jugar buscaminas, el único juego que había ahí.
El día comenzó como cualquiera, Jeongyeon atendía a los clientes con rapidez y su eficacia la hacía disminuir la fila cada vez más rápido.
Hasta que un sonido de bala hizo que todos corrieran despavoridos, niños junto con sus madres buscaban refugio mientras que los hombres se tiraban al suelo y levantaban las manos. Jeongyeon sólo trago saliva, e iba a salir cuando su compañero, JongIn, salió.
- P-Por favor, no nos hagan daño... Llevense todo pero no nos hagan daño.- Jeongyeon sentía que su cuerpo temblaba y suspiró. Solo vio cuando el cuerpo de su compañero caía al suelo inerte y una sombra femenina aparecía en la puerta.
- Matenlos a todos.- Los hombres comenzaron a disparar a todos lados, Jeongyeon se ocultó en su cabina y solo escuchaba los impactos junto con los gritos y sollozos.
La cabeza le dolía pero solo se mantuvo ahí, hasta que la misma fémina que mandó matar a las personas la miró.
- Hey, tú.- Gritó, estaba sola y sus hombres solo tonteaban mientras sacaban el dinero de las billeteras de los muertos.- Ven aquí, no te mataré.
Jeongyeon decidió caminar hacia ella, de todas maneras iba a morir.
- Te ves bien... Y muy guapa...- La chica chasqueo los dedos y dos hombres tomaron a la joven bancaria por atrás, la chica se movía desesperadamente pero le pusieron un trapo blanco en la nariz y su vista se nubló.
- Se ve perfecta para Miss Bunny.- Dijo la chica, quien solo cargó el cuerpo hacia el carro.- Vámonos, la señorita Im nos esta buscando.
Un crimen más un crimen menos, la única pista de ese asalto era Yoo Jeongyeon.
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