La policía llegó minutos después, el lugar parecía un pantano lleno de sangre y cuerpos inertes. Ni los niños se habían salvado, todos estaban muertos.

- Mierda... Seguro fue esa mafia... Si que necesitaban recuperarse después de haber perdido a su jefa.

- Hoy se escapó, tal vez por eso hicieron este golpe... ¡Demonios! ¡Yo le dije a Park que tenía que resguardar los bancos y restaurantes!.

- Ya cálmate.- Pidió el policía quien, con lentitud se acercó a un cuerpo y miró los casquillos de bala.- Llama a los forenses de una vez, necesitamos ver si hay una pista.

- Si señor.

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Jeongyeon fue abriendo los ojos poco a poco, su vista estaba nublada y su labio temblaba un poco. Después de unos momentos, se enfocó en un punto blanco y despertó completamente.

- Uh... ¿Dónde estoy?.- Quiso moverse pero sus manos y piernas estaban fuertemente amarradas a la silla en la que estaba sentada.- ¿Qué demonios...?

- Veo que ya despertaste, te demoraste mucho, ya son las 2 de la tarde.- La voz femenina que venía desde un rincón la hizo abrir los ojos de un tiro.

- ¿D-D-Dónde estoy? ¿Qué rayos... Q-Quién es?.- La voz rió y Jeongyeon solo miró hacia abajo en busca de una compuerta o algo para salir.

- Uhm... Mi nombre en Señorita Bunny, la mafiosa más poderosa de este lado del charco.- Jeongyeon mentiría si dijera que la joven no tenía un buen cuerpo. Esa sonrisa llena de maldad y su corto vestido la hacían una mujer hermosa por más raro que sea.- Y mis "amigos" me dijeron que te habían encontrado para que seas mi sugar baby.

Jeongyeon sintió como el dedo índice de la chica recorría su rostro con lentitud, la joven bancaria solo soltó un suspiro lleno de terror.

- P-Por favor déjame ir. No tengo familia ni siquiera amigos, no tengo a nadie que contarle de esto, por favor...- La mafiosa solo rió y se sentó en ella.

- Con más razón... Mierda, pese a vestir ese estúpido pantalón de abuela te ves malditamente sexy.- La mafiosa levantó el mentón de la joven y comenzó a inspeccionar su rostro.- Y también tienes un rostro hermoso... Y encima siento como tu, no pequeño, amigo se comienza a levantar ¿Acaso eres masoquista?.

-N-No...- Jeongyeon se sonrojó con fuerza y ladeo la mirada.

- Tch, lo único que me molesta es tu timidez.- Se levantó y le tiró un fajo de billetes.- Te contaré una triste historia. El banco donde trabajas era mío pero una tal Kim Dahyun me descubrió y reveló a la policía, pasaron 5 años y de mi cadena perpetua mis soldados me sacaron.

-  Y-Yo...

- Mira, se que tú no aspiras a nada más que ser una bancaria de cuarta pero ahora serás la presidente de ese banco.- Jeongyeon tragó saliva y miró incrédula a la mafiosa.- Si me desobedeces una sola vez, te reventaré la cabeza con una bala.

- P-Pero yo no sé nada.- Jeongyeon temblaba y juraba que si no estuviera erecta se abría orinado de miedo.

- Por eso solo me harás caso a mi, serás como la nueva versión de Im Nayeon.- Ups, la mafiosa reveló su nombre real.- Ahora, tu cabello largo no nos ayudará, necesito que parezcas un chico.

- Y-Yo no quiero hacer esto... Por favor.- Jeongyeon seguía suplicando, Nayeon solo se le acercó y besó los labios de la joven Yoo.

- No te preocupes, solo durará toda tu vida.- Nayeon rió con fuerza y comenzó con su trabajo.

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- Pareces un idol kpop.- El cabello de Jeongyeon estaba tirado en el suelo, la joven bancaria sólo suspiró con algo de rabia pero no decía nada.- Bien, ahora empecemos con lo técnico, te llamas Kim Kyungwhan, eres mi esposo y como yo soy una exconvicta tú saliste a cuidar de la empresa.

- Pero si el señor Choi está encargado del banco.- Su voz había tomado algo de fuerza pero seguía nerviosa.

- Justo mientras dormías, una linda bala le cayó en la espalda.- Jeongyeon abrió los ojos de par en par y miró a la joven mafiosa.- No me culpes, no quería colaborar con nosotros, incluso dijo que nos iba a denunciar, vaya tarado.

- Jefa, aquí está el listado de los empleados asesinados.- Una joven pequeña le tiró una papel a miss Bunny.

- Muchas gracias Chaeng, saludame a Mina.- La sonrisa de Nayeon era muy rara, parecía que asustaba pero a la vez era dulce.

- Claro.- La sonrisa de la joven desapareció entre las sombras.

- Ahora solo hay que ver personas que trabajen ahí, los medios están que te buscan.- Nayeon le mostró una foto del reportaje y Jeongyeon solo suspiró.- Tch, alégrate si quiera.

- Ahora soy parte de tu mafia... Prácticamente soy una delincuente ahora.- Jeongyeon sintió como Nayeon se sentaba en su regazo y soltaba unos suspiros.

- Pero eres mi esposa, al menos tendrás sexo con una mafiosa.- La joven de dientes prominentes comenzó a lamer su oreja con lentitud.- ¿No es cierto amor? Es tu fantasía, te encanta que te tenga amarrada en esta silla.

Jeongyeon maldijo que su pene comience a crecer. Al parecer acaba de descubrir un nuevo fetiche.

- Uhm... Creo que tengo que traer un condón, siento que te vas a venir en cualquier momento.- Nayeon soltó una risa y se levantó del regazo de la joven de pelo corto.

- No entiendo porque elegiste a una bancaria cualquiera en vez de un actor amateur, ellos hubieran aceptado sin chistar.

- Ese es el problema, no se hubieran quejado y tal vez podrían hablar de eso, no quiero matar a nadie... Por ahora.- La pistola que llevaba en las manos volvió a apuntar a la joven Yoo.- No temblar ia si escucho que hablas de esto con alguien más ¿Entendiste?

- Supongo que si... Pero necesito un cuarto aquí aunque sea, no creo que me dejes ir a mi departamento.

- ¿Un empresario millonario viviendo en esa casucha sucia? ¿Estás loca?. Vas a vivir en mi antiguo departamento en Itaewon, además que vivirás conmigo.

- Pero... Tú debes tener varios amantes, no quiero escuchar ruidos raros en plena noche...-Jeongyeon recibió una bofetada suave.

- No soy una promiscua, Yoo. No te confundas, que las películas son diferentes a la realidad.- Nayeon solo rió y salió de la habitación.- Me voy Kim Kyungwhan, vuelvo más tarde amor.

Jeongyeon sabía que tenía que cooperar o sus días con vida estaban contados.

- Joder.