- Así que... ¿Myoui y tú son algo así como... "Amigas con derecho"?.- Jeongyeon miraba a la joven Son con confusión en el rostro.

- Si... Digamos que hay un triangulo amoroso entre Mina, Miss Bunny y yo.- Chaeyoung miró a la joven que estaba junto a ella y sonrió.- Te recomiendo que no seas celosa... Ella tiene algo conmigo.

- Por mi puedes hacer lo que quieras con ella, yo solo quiero salir de aquí... Te juro que no quería terminar aquí... Mierda, ni siquiera se que hacer, no quiero dejar de ser normal.- Jeongyeon sintió una suave risa al lado suyo.

- Mira Kyung... Nosotros no decidimos que hacer con el destino, tal vez tenemos algo que cumplir pese a que nunca lo hubiéramos imaginado...- Yoo tragó un poco de saliva sin dejar de mirar a la joven Son.- Ni creas que yo quería cortar cabezas de personas que trabajaron conmigo hombro a hombro. Son cosas que pasan y simplemente lo tenemos que aceptar.

-... Está bien.- Jeongyeon solo suspiró y se tiró en los asientos del coche.- Pero... ¿Te gusta Miss Bunny?

- Sinceramente solo me gusta tener sexo con ella... A la que verdaderamente amo es a Mina...

- Pero... ¿Myoui lo sabe verdad?

- No... Ella no sabe nada así que solo cierra el hocico, si me entero que le dijiste algo te volaré la cabeza.- Esa amenaza hizo estremecer a la joven Yoo que simplemente se encogió en su asiento.

- Está bien.- Jeongyeon vio por la ventana un edificio gigante lleno de luces, simplemente se acostó pero sintió que el carro se paró.

- Bájate, ya llegamos.- Chaeyoung quitó los pestillos del carro y la miró.- El departamento es en el piso 17, literalmente es el único que existe ahí.

La joven Yoo asintió y salió casi corriendo del carro negro. Una vez entró hacia el lugar, vio que todo estaba muy bien decorado e iluminado, los lugares de espera estaban rellenos de lujosos muebles y alfombras que se veían demasiado caras.

- Buenas noches...? En qué le puedo atender, señor?.- Un mayordomo de traje lujoso se le acercó con una sonrisa. Jeongyeon cerró los ojos con fuerza y recordó todo lo que le dijo la mafiosa.

- Ehm... Buenas noches, estaba buscando el piso 17.- El mayordomo asintió y la guió hasta el ascensor, en donde Jeongyeon se dio cuenta que este piso estaba muy bien cuidado. El ascensor tenía un espejo en la parte de atrás, en donde la joven solo miró su nuevo pelo.- Joder ¿Dónde me vine a meter?

- ¡Décimo piso!.- Jeongyeon miró que una joven de ojos grandes se le acercó, automáticamente la joven se sintió Incómoda y removió un poco su corbata.

- Buenas noches, señor...- La joven de ojo grandes sonrió y Jeongyeon se sonrojó un poco por esa sonrisa. El ascensor anunció el piso número 16 y la joven se bajó.

- Dios... Que linda...- El suspiro que soltó Jeongyeon la dejó con una sonrisa boba en el rostro pero todo terminó cuando el ascensor se abrió en su destino y vio que sus cosas estaban en cajas marcadas con marcador negro.- ¿Qué ra-?

- Buenas noches, amor. Te estabas demorando y decidí hacer algunas sorpresas para ti.- Nayeon se acercó a su víctima y delineo sus labios con su pulgar.- Dios, ese traje te hace ver jodidamente candente.

- Y-Yo... G-Gracias...- La joven Yoo se separó un poco de la joven Nayeon y caminó por todo el departamento, mirando de un lado a otro los rincones bien adornados que tenía.- Supongo que te tendré que colaborar con algo de este lugar.

- Todo ya está pagado, cariño.- Nayeon se tiró en el sillón y miró a su "esposo".- Si en algún momento quieres pagarme solo tienes que tener un codón.

- Mire, señorita Im.- Jeongyeon la miró algo sería y suspiró.- Yo no quiero tener sexo con usted, si estoy aquí es solo porque estoy atada a usted por su mafia y que mi cabeza está prácticamente en sus manos.

- Deja de ser así de aburrida... Joder, de haberlo sabido me hubiera conseguido a otra persona...- Jeongyeon la miró con los ojos abiertos y se sentó al lado suyo.

- ¿Si consigo a alguien que me suplante... Podría irme?.- Nayeon la miró y sonrió.

- No.

- Tch.- Jeongyeon se volvió a levantar y se quitó el saco.- Iré a dormir, la veo mañana.

- Nos vamos a dormir, como no tengo ganas de pagar otra cama, tú vienes conmigo.- Nayeon se levantó y jaló de la corbata a la joven.- Y recuerda, eres Kim Kyungwhan, mi esposo.

- Está bien.- La joven Yoo caminó detrás de la mafiosa, tenía un mal presentimiento sobre dormir con ella.

Una vez llegaron al cuarto, Jeongyeon se metió en la bañera rápidamente. Ella solo se quería bañar rápidamente y pasar de una vez hacia el día siguiente. Comenzó quitándose la ropa, mientras miraba el espejo y su nuevo rostro, Kyungwhan era lo único que miraba ahí.

- Mis pechos... Son tan planos que no se notan, tengo un pene y mi cabello está corto... Mierda, no me veo como yo.- La joven limpió el espejo con sus dedos y miró para abajo.- Kim Kyungwhan.

- Te estás demorando bastante, Kyung.- Nayeon tocó la puerta de la chica pero la joven la jaló al baño.- ¿Q-?

- Yo no quiero pedirte mucho... Pero dime Jeongyeon, no me digas Kyungwhan, por favor.- Nayeon vio las lágrimas de la joven saliendo con rapidez.- Por... Favor... No quiero dejar de ser Jeongyeon, Yoo Jeongyeon.

Nayeon suspiró y la abrazó, su corazón se había ablandado con esas lágrimas lo que era muy raro para ella. Nadie la había convencido de algo.

- Está bien, cálmate ya Jeong.- Nayeon sonrió débilmente y miró el rostro de la. Joven.- No es tan difícil ser un hombre, sobretodo uno que se casó con una mafiosa...

- Solo quiero una vida tranquila, señorita... Nunca quise dinero ni fama, solo quería paz.- La joven Yoo sonrió un poco y limpió sus ojos.- Gracias... Por aceptar eso al menos.

Nayeon sonrió y acercó el rostro de Jeong al suyo. Al menos algo tenía que probar ¿No?

Jeongyeon solo miró sorprendida a la mafiosa, no podía ni moverse. Su primer beso fue con alguien que solo la había secuestrado...

Y se sentía condenadamente bien.

- Vamos a dormir, mañana tienes un día movido.- Nayeon dejó a la joven Yoo perpleja en el baño.

Así fue la primera noche que Jeongyeon se sintió como Kyungwhan, su nueva vida.