Besos Y Más Besos.
Pov Jeongyeon.
- Nay... Eon, calmante un poco por favor.- Estaba tirada en la cama con el cuerpo de una mafiosa encima, además que estaba lamiendo y besando mi cuello.- E-En serio... Sabes que el cuello es mi punto más... Débil...
- Lo sé... Por eso estoy aquí...- Sentía sus labios delinear mi cuello lentamente y su respiración caliente contra mi piel. Creo que en toda la mañana no hicimos más que tener sexo desenfrenado, Nayeon se había quitado la ropa apenas llegó y empezó el show.
- Pero... E-Estoy muy cansada...- Nayeon solo se rió y siguió con sus caricias, a este punto ya sentía que me iba a desmayar por tanto ejercicio.- Por favor... Te cocinaré algo o si quieres podemos intentar algo... después...
- La segunda opción me interesa...- Se levantó y besó mis labios rápidamente.- Iré a bañarme, tú deberías de hacer lo mismo si no quieres estar pegajosa.
- B-Bien... Te espero.- Nayeon se fue al baño y yo miré mi entrepierna, seguía parado el muy desgraciado. No tenía ninguna razón para no sentirme excitada, por lo que solo suspiré y me puse el bóxer.
La tarde en este departamento siempre era cálida, podías ver el sol bajar mientras tomabas agua o un vino.
Repentinamente, la puerta sonó. Me puse unos crocks que habían por ahí y me fui a la puerta con ganas de que se vaya el tipo que molestaba.
- Buenas tardes, aquí no-.- Al ver bien a la visita, se trataba de la linda chica de ojos grandes. Mi corazón se aceleró y seguí mirando sus facciones.- Buenas tardes... Señorita...
- Buenas tardes señor.- Agradezco al mundo que mi voz sea ronca y que tenga la bata que me dio Nayeon.- Solo venía a regalarle unas galletas, ya que somos nuevos vecinos. Tenemos que llevarnos bien ¿No?
Vaya, es un ángel. Sonreí y recibí las galletas.
- Disculpa, no había pensado en un detalle. Te daré uno apenas salga del trabajo mañana.- Ella rió y solo me miró.
- No se preocupe, yo... Quiero hablar con alguien como recompensa.- Miré sus ojos, se veían algo... Extraños.- Escuché que usted es esposo de la mafiosa más grande de Corea... Quería hablar un rato con ella.
Demonios, en este momento solo quiero entrar al baño a gritar. Aparte de que Nayeon no es mi esposa por afinidad, la única chica que quiero conquistar piensa que estoy con esposa.
- Ella está haciendo algunas cosas... Tal vez podrías venir en unas dos horas...- Ella asintió y se fue. Yo solo estaba pensado en que demonios le diría ahora.
¿Es una chica que me gusta? ¿Vino a saludarnos? ¿Quiere regalarnos algo más que esas galletas? Estoy bastante confundida.
- No sabía que te gustaba estar con la puerta abierta Jeong.- Me sobresaltó la voz de Nayeon, pero sólo cerré la puerta y la miré nuevamente.
- Vino una chica para regalarnos galletas... Además quiere hablar contigo y le dije que en dos horas vuelva.- Cerré los ojos con fuerza pero el grito nunca llegó, cuando volví a ver a Nayeon, tenía una cara pensativa lo que me hizo analizar la situación.
Sonaba bastante raro viniendo de mí, porque soy una persona asocial y que no es la más amigable.
- Bien, la aceptaremos pero si en algún momento se porta mal, la mato.- Me estremeció esa última frase, sabía que era capaz de hacer eso.
-Mientras no lo hagas frente a mi, soy feliz.- Me dirigí al baño sin esperar su respuesta.
La ducha fue relajante, estar acostada todo el día y luego hacer física no le había hecho bien a mis músculos.
El agua que recorría mi cuerpo me hizo pensar en todo esto, ahora mismo estaba durmiendo con una mafiosa, había tenido un casi trío y soy presidente de un banco gigante. Ciertamente, mis padres hubieran estado orgullosos, claro si siguieran aquí.
¿Alguien me estará buscando? ¿Siquiera le importó a alguien?
Creo que, el hecho de que siga viviendo en este departamento y siguiendo con lujos, significa que nadie me está buscando.
[°]
Ya habían pasado las 2 horas y Nayeon no se separaba de mi. Estábamos acostadas en el sofá, mirando una película que ya perdí el hilo desde hace mucho. Nayeon solo se acurrucaba y no dejaba de decir cosas extrañas.
Incluso me contó de la tal Kim Dahyun, la chica que la traicionó. Al parecer, ambas se criaron juntas, es solo que la moral de Dahyun pudo más y la obligó a denunciar todos los actos de Nayeon con la policía.
Encima, Kim era parte de la policía.
- Uhm... Tu cuello huele muy bien... Creo que es mi champú.- Nayeon volvió a besar mi cuello y yo estaba tratando de dormir cuando la puerta sonó.
- Demonios... Iré a abrir Nay.- Me levanté del sofá y abrí la puerta, encontrándome con esa chica de ojos grandes, Jihyo.- Ah buenas noches señorita, pensé que no iba a venir.
- Buenas noches señor, vengo a por la platica que me prometió.- Jihyo pasó y tenía una bolsa bastante grande.
- Déjame ayudarte ¿Vale?.- Tomé las bolsas, eran bastantes pesadas como para ser un postre o un regalo sencillo.
Estaba por ver las bolsas cuando escuché los gritos de Nayeon. Solté las bolsas y regresé corriendo a la sala donde solo las encontré sonriendo una a la otra.
- ¡Jihyo! Pensé que nunca te volvería a ver.- Nayeon abrazaba efusivamente a Jihyo con una sonrisa que nunca la vi usar conmigo.
- Nay, tampoco pensé en volver a verte.- Jihyo también la abrazó con fuerza. Ambas parecían conocerse y me hicieron sentir mal por estar interesada en Jihyo.
- ¿Qué te trae por aquí? No te veía... Desde que Chou te dejó...- Nayeon parecía Incómoda de decir esa frase, más exacto, el apellido Chou.
- Nada, solo estuve usando el dinero del asalto antes de que te encarcelaran en varios departamentos. Por ejemplo, mi cuarto está arriba tuyo.- Jihyo sonrió mientras que Nayeon se notaba emocionada.
- Eso es genial, además de que podremos hacer más de esas fiestas locas.- Nayeon pareció notar mi presencia, cosa que de verdad no quería.- Es cierto, él es mi esposo Kyungwhan.
- H-Hola.- No sabía cómo comportarme, sin embargo Jihyo solo me asintió y miró las bolsas que dejé en la salida.- Iré por ellas... Ahora vuelvo...
Salí casi corriendo de la sala y tomé las bolsas. Iba a pasar pero algo me hizo detenerme.
-... Ese tal Kyungwhan, es el único sobreviviente del golpe al banco... ¿Verdad?.- No escuché nada pero supuse que Nayeon asintió por el suspiro preocupado de Jihyo.- Dahyun lo está buscando... Ayer la vi junto con una peli negra alta y de buen cuerpo...
- Así que esa perra sigue tras mis pasos...- Escuché las carcajadas de Nayeon y me asusté.- Bien... Si quiere a Kyung, le daremos a Kyung...
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