2. La cita
Jungkook
Kim Taehyung y yo llegamos literalmente al mismo minuto a la puerta del restaurante.
Apenas lo veo, me quedo maravillado: Su cabello negro porta unos rulos recién salidos de peluquería. Su cabello es brillante y a la distancia aparenta ser muy suave. Lo tiene muy bien cuidado. Taehyung usa una chaqueta de jean negra que le queda perfecta con esa remera blanca. Sus pantalones son de jean negro y rasgados, por lo que sus piernas quedaba estilizadas y largas...
Bueno, es bastante alto.
Taehyung se acerca hasta donde estoy y me saluda con una amplia sonrisa; sus ojos castaños resplandecen debajo de la luz del restaurante.
— Hola, Jungkook — dice él animado, jamás creí que su voz fuertes tan gruesa y profunda.
Es perfecto.
— Hola... — lo saludo con un movimiento de cabeza. Vaya, creo que él estaba esperando que lo abrazara o algo así. — Deberíamos pasar.
Taehyung y yo nos dirigimos a una mesa contra la ventana. El se sienta frente a mi y me sonrie, aún con los ojos brillantes.
Dejo mi bolsa con mi plato y mis cubiertos en mis rodillas. Me da pánico explicarle esto, pero de lo contrario ¿Cómo se supone que deba llevarme a la boca otro tenedor y otra vaso en dónde alguna otra persona también comió? Sé que limpian las cosas, pero los gérmenes se quedan pegados a la superficie, el detergente no es suficiente para limpiarlo por completo.
— ¿Qué tal, Jungkook? Te noto algo... Tenso.
Vaya, así que estoy con esa cara.
— Taehyung, debo contarte algo antes de que pidamos la comida.
— Claro, dime. — ofrece él mientras apoya su codo en la mesa y la barbilla en la palma de su mano. Es bellísimos, más hermoso de lo que una foto pudiera haberme mostrado.
Con un suspiro, levantó mis manos y dejó que vea mis guantes de látex blancos.
— No espero que me comprendas ni mucho menos me entiendas, solo espero que me respetes... — le digo bajando mis manos a mi regazo una vez él vio los guantes. — Tengo fobia a los gérmenes y a la suciedad. Para mí estar aquí supone una tortura, así que traje mis cubiertos y mi plato de casa.
Saco de la bolsa para mostrarle lo que traje y él se me queda viendo raro, luego inclina la cabeza ya que el mozo viene a pedirnos lo que queremos comer.
— Bueno... — dice Taehyung rascándose la nuca. — supongo que mientras comamos estará bien.
Él parece algo incómodo.
Como todos con los que he salido.
El mozo se acerca a nosotros y nos encargamos de pedir una pizza...
Comida hecha por alguien más. ¿Se habrán lavado las manos antes de tocar la masa, la levadura, el queso, el tomate? ¿Habrán desinfectado la mesada en dónde ponen los ingredientes?
Nunca lo sabré, pero no hay manera en la que yo pueda traer una pizza hecha por mi a un restaurante. He echarían a patadas.
— Espere... Yo traje mis utensilios, ¿Podría usarlos?
El mozo se me queda viendo con la extrañeza más rara de todas.
— ¿Disculpe? — dice él volviendo a la mesa.
— Mis cubiertos están desinfectados, tengo que comer con esto. No quiero comer en otro plato que no sea el mío.
El mesero hace una mueca, me mira mal y luego me niega con la cabeza.
¿Y ahora como se supone que vaya a comer aquí?
Hago una mueca de asco... Me da asco. ¡Ni siquiera se si esta silla está limpia!
— Jungkook... Si sirve de algo, aquí lavan los platos. Ya he venido antes y tienen a varias personas trabajando en la parte de limpieza.
Le niego con la cabeza.
— No. Es imposible quitar los gérmenes con solo una pasada de esponja y ya. ¿Acaso crees que se toman los segundos necesarios para desinfectar correctamente? Pues yo creo que no. Aquí tienen que hacer su trabajo rápidamente para no retrasar a los mozos y así, los clientes no se enfadarán por recibir un pedido de comida atrasado.
Taehyung se me queda mirando con la boca abierta por mi extensa exploción.
— ¿Dices que tienes misofobia?
— Así es. — por muy mal que me parezca, me veo obligado a guardar otra vez mis cosas en la bolsa. La dejo colgado de la parte de atrás de la silla. — todo está sucio. De hecho nuestros mismos cuerpos están llenos de gérmenes. Por eso me baño dos veces al día... En verano hasta tres, detesto sudar, me tapa los poros y no deja que la piel respire correctamente.
Taehyung asiente con la cabeza y se remueve muy incómodo en el asiento.
— ¿Que tal ha ido tu día? — le pregunto para cambiar de tema. No quiero asustarlo con mi personalidad obsesiva.
Taehyung me sonrie a medias.
— El trabajo es un poco agotador.
— Oh... Cuando hablamos por Tinder olvide preguntar sobre tu trabajo. Yo trabajo en casa, soy editor de textos de una editorial. Tengo algunos libros publicados también.
— ¿De verdad? Debe ser lindo.
— Adoro escribir. Sobre todo porque no necesito salir de casa, ni mucho menos estar con otras personas que estén contaminado el mismo lugar en dónde yo estoy. Antes trabajaba en la oficina, pero dejé de soportarlo cuando uno de mis compañeros comenzó a fumar, en ese entonces yo usaba barbijo, no quería respirar el mismo aire que los demás, pero eso fue el colmo.
Taehyung asiente con la cabeza y no deja de mirarme con una rara expresión. Lo sé... Debo cerrar la boca.
— Yo soy secretario — comenta él mientras el mozo viene a servirnos los vasos y las botellas de vidrio con Coca-Cola. — tengo que hacer muchos encargos para ahorrarle tiempo a mi director. Me pagan bien, pero no tengo descanso, apenas los domingos y los miércoles por las tardes.
— Bueno, en cuanto te entreguen un sueldo digno para sustentar un departamento, yo creo que es pasable.
— Tienes razón. — dice él con una sonrisa. Se sirve su coca cola y yo no me muevo. — Esto... ¿No vas a beber nada?
— No sé si pueda tomar de este vaso. No es mío, alguien más bebió aquí. ¿Que tal si esa persona tiene hepatitis o un resfrío? El germen se puso haber quedado pegado, es repugnantes. — le enseño a Taehyung el fondo del vaso. — ¿Lo notas? Se ve borroso porque no está bien lavado.
Taehyung mira el vaso.
— Quizás está gastado, Jungkook.
— Lo dudo.
El mozo trae la pizza y le pido una vez más que me deje comer en mi plato, después de estar cinco minutos discutiendo, logro que me deje comer con mis cosas.
— ¿Estás más tranquilo así? — pregunta Taehyung mientras come. Su cara no deja de hacer muevas raras cada vez me mira las manos con guantes.
— Así es. — como tranquilamente aunque asustado y esperando que la pizza no contenga suciedad. — ¿Te gusta leer, Taehyung?
— La verdad es que no. — él se alza de hombros — prefiero gastar lo tiempo libre viendo una película o yendo a bailar.
— A mí también me gusta bailar.
— ¿Que tipo de música te gusta?
Me quedo pensando por un momento.
— Escucho música clásica, pero puedo bailar de todo. Aprendí por videos de internet en casa.
— Supongo que jamás fuiste a aprender a una academia de baile ¿No?
— Cuando era pequeño... Cuándo aún no le tenía miedo a los gérmenes.
No pude evitar sonar algo triste, Taehyung me sonrie con amargura.
— De todas maneras — le digo mientras bebo un poco de Coca-Cola y termino de comer mi primera porción de pizza — estoy acostumbrado a aprender solo, sin que nadie me enseñe.
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