16. Confianza
Taehyung.
Jungkook está tan solo desde tan pequeño. Sus palabras provocan que el corazón se me haga trizas. No puedo imaginarlo solo, sin padres y sufriendo una fobia que lo dejaría aislado del mundo durante tantos años.
No quiero que Jungkook siga sufriendo por toda la mala suerte que tuvo. Lo trataron mal, y no debían hacerlo. El destino le arrebató a las únicas personas en las cuales él confiaba plenamente.
Debió de ser mas que duro pasar por todo eso, estando solo y teniendo miedo.
Nadie le pudo dar un abrazo para hacerlo sentir mejor. Nadie pudo tocarlo ni demostrarle cariño para que él entendiera que no estaba solo.
Y sin embargo, así pasó diez años de su vida. Estando en secundaria sin amigos y trabajando desde su casa, sin compañeros de trabajo con los que pueda ir a hacer un After Office o a cenar afuera o hacer bromas.
Jungkook es un alma solitaria y cada cosa que dice me rompe el corazón. Siempre dice "después de todo estoy acostumbrado a hacer las cosas por mi mismo".
No voy a permitir que el destino le siga haciendo mal.
— ¿Te gustaría conocer a mis amigos, amor? — le pregunto una vez termino de comer uno de los muffins.
—¿A tus amigos? ¿para qué?
Me alzo de hombros.
—Para que no estés tan solo. Lamento ser tan sincero, pero me duele verte así. Estás sufriendo y no puedo permitir que sigas así, amor.
Jungkook me sonríe con tristeza.
—Es normal para mí. — me lastima que diga eso, me duele... me hace mal. — aparte, te tengo a ti ¿Qué más puedo pedir? No sé cómo relacionarme con las personas sin parecer un bicho raro.
—No eres un bicho raro. Podríamos ir a divertirnos a un árcade o a pasar una tarde en el cine.
—Pero contigo puedo hacer todas esas cosas. No quiero conocer gente. Me asusta. Estoy bien contigo.
—Mmm... quizás en un futuro lejano podría presentarte a mis amigos más cercanos.
— Supongo, pero ahora estoy bien contigo.
Le sonrío. Aun así no puedo soportarlo. Si él dice que está bien tendré que confiar en eso.
Debo respetarlo.
— Oye Tae... — Jungkook empieza a hablar pero de pronto suena mi teléfono.
—Espera, tengo una notificación del mail.
Abro mi correo y me pongo a leer la nota que me envía mi superior.
Apenas termino de leer lo que dice, me rio. Suelto tal carcajada que Jungkook se asusta.
—Estoy despedido. — digo sin poder creérmelo.
—¡¿Qué?!
— Así parece. "Mis servicios ya no son requeridos"... vaya.
— ¡Eso es muy injusto!
— Tranquilo, tengo ahorros desde que trabajo aquí.
—¿cuantos años has trabajado ahí?
—Desde que tengo veinte, así que son cinco años. También tengo dólares, podría cambiarlos y vivir un tiempo con eso, pagar la renta y esas cosas.
—Yo puedo darte dinero si lo necesitas. Tengo bastante por si acaso.
—Descuida, amor. Conseguiré algo que me pague bien... al fin y al cabo me trataban bastante mal aquí. ¿Qué tal me veo como camarero?
Jungkook se queda pensando por un momento y me sonríe.
—Te verías muy sexy. — dice con las mejillas rojas como un tomate.
—Uh... ¿te gustaría verme con un delantal rojo? — levanto mis cejas con gracia y Jungkook se rie. Amo ver sus dientes, tan blancos y perfectos. Lo hacen ver chiquito y tierno.
—Es posible...— susurra rojo.
Apoyo mis codos sobre la mesa, intrigado.
— ¿Tienes alguna fantasía?
— ¿P-porque me preguntas eso?
—Pura curiosidad.
—No tengo.
— Mm... tus ojitos mienten.
Jungkook suspira y mira hacia otro lado, avergonzado.
—Sabes que no puedo pensar ese tipo de cosas. Suena asqueroso.
—Pronto lo verás con normalidad.
—¿Tú crees?
—Bueno... — me revuelvo el cabello hacia atrás y dejo a Jungkook embobado — tu cuerpo no puede escapar a la necesidad, así que sí, seguro podrás muy pronto. ¿Qué te gustaria que te hicera?
Jungkook se rie.
—Aunque yo no tuviera esta fobia no te lo diría.
—Vamos, dime... debe haber algo que te gustaría intentar.
—¡No hay nada! — dice sin dejar de reírse.
— Vamos, puedes decirme.
Jungkook se pone rojito y se muerde el labio, pronto quiere retorcerse las manos pero no lo dejo. Él susurra:
—Te vas a reír...
—No, amor.
Él mira hacia otro lado, creo que todavía está más rojo.
— Es algo bastante sucio.
—¡Qué ironía! cuéntalo, luego yo te contaré una de las mías.
Jungkook sigue mordiéndose el labios.
— Es un poco feo admitirlo, pero me gustaría que... que me... esposaras a una silla y me dieras placer hasta que no pueda más.
—Oh, dios... Cuenta conmigo para eso. ¿Qué más?
—Mm... creo que se llama la tortura del orgasmo.
— Creo que sí. ¿algo así como que te estas por venir y paras?
—Eso... — él todavía está rojo como un tomate.
— Bueno, cuando estés completamente bien de tu fobia, te prometo que te haré lo que tu quieras. — le guiño el ojo y como otro muffin. — Esto está súper rico, quiero cuarenta más. Voy a terminar rodando si sigo así.
Veo a Jungkook sonreír, justo así. así me gusta.
—¿Y tu...? — no se anima a preguntarlo.
Lo suelto sin rodeos.
— Siempre me he imaginado hacerlo en mi auto. Arriesgándome a que un policía nos meta una multa.
— Vaya...
— Lo sé, soy todo un riesgo. — termino de comer y bebo un poco de té — También pienso que me gustaría verte en ropa interior, ahora mismo.
—Que sucio eres.
—Lo sé. ¿pero me quieres igual?
—Claro que si.
Ambos nos reímos.
—Creo que compartir esta clase de cosas nos acerca un poquito más. — dice él con una sonrisita — me gusta confiar en ti.
— No puedo estar más de acuerdo, mi amor.
Jungkook sonríe y noto que los ojos se le ponen brillosos. ¿Acaso va a llorar?
— ¿Que sucede, amor?
— Es que... Pasó tanto tiempo desde que alguien me tuvo mucho cariño.
— ¿Te incómoda que te demuestre afecto?
— Lo contrario.
Le sonrío.
Me muevo hacia el sillón y Jungkook me sigue. Le indico que se siente en mis piernas y eso hace, luego de pensarlo por un momento, cada una de sus piernas está a mis costados.
— ¿Te resultaría asqueroso besarme durante un largo rato? — pregunto tomándolo de las caderas.
— Acabamos de comer, Taehyung. No voy a besarte.
Jungkook me abraza y así se queda.
Esto es mejor de lo que pedí. Tenerlo así me transmite tanta felicidad que siento que voy a reventar.
— Te quiero, Jungkook.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro