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11. Abrazo

Jungkook.

A la semana, Taehyung me envió un mensaje.

Está viniendo para mí casa.

¿Por qué quiere verme? ¿Para restregarme en la cara todo lo que me ha dicho? Si es así no quiero verlo.

¿Por qué rayos me gusta un idiota?

Solo quiero que las cosas estén bien, quiero dejar de ser así. Ahora que tengo una oportunidad para cambiar y a alguien que me presta atención, la estoy desperdiciando.

¿Qué voy a hacer con mi vida? Siento que todo me agobia. No sé qué me sucede.

Suspiro pesadamente y termino de escribir un capítulo de mi nueva novela. Se supone que mi editorial me pidió algo romántico y cómico, para un público juvenil y con un lenguaje no muy complicado.

Se supone que es algo sencillo. Pero estuve toda la semana borrando el primer capitulo. No tengo ideas, no estoy concentrado y no quiero escribir. Tampoco tengo muchas ganas de corregir los manuscritos de otras personas y ver cómo lo hacen mejor que yo. No quiero hacer nada, simplemente estoy cansado.

Dejo mi novela en la página cinco y creo que es un buen logro. A veces sigo los consejos de Stephen King, que aconseja escribir dos mil palabras obligatorias al día. Pero hoy creo que no he llegado ni a mil quinientas. Solo hice algunas correcciones y aún así la novela me sigue pareciendo súper aburrida.

El timbre de casa suena y me quito los lentes. Voy y abro la puerta con la peor cara del mundo, aún así me obligo a poner media sonrisa.

—Hola, Kookie. — dice él sosteniendo una bolsa. Creo que trajo Sushi.

—Hola.

Me volteo y vuelvo a mi escritorio. Por el rabillo del ojo veo que Taehyung se queda parado en la entrada, sin moverse.

—¿No vas a desinfectar mi ropa?

—Pasa. Me da igual. — susurro algo irritado. — lava tus manos.

Taehyung me obedece y yo no puedo parar de verlo caminar. Veo la mugre, todo lo oscuro de sus zapatos mientras camina por lo casa. Esa mugre se expande, pero yo sé que no está ahí. Sus zapatos están sucios del suelo como los de todas las personas, pero yo veo esas manchas oscuras, como si fuera polvo u hollín.

Solo yo puedo verlo. Y me da asco, repulsión.

Pero sé que no está ahí, mi mente crea esa imagen y a veces lo veo por todos lados. Es horroroso.

—Traje salmón, arroz y sushi. — dice Taehyung cuando se acerca hasta donde estoy yo. —¿Estás escribiendo?

—Deje de escribir hace un momento.

—¿Qué escribes?

—Una novela. — digo como si él fuera idiota.

Taehyung me sonríe y se sienta en la mesa.

Está ensuciando todo.

O quizás no está ensuciando nada.

— ¿Que quieres comer primero?

—¿Por qué estás aquí?

—Para verte y cenar juntos. — me sonríe desenvolviendo la comida.

—¿Y haces como si nada?

Taehyung deja la comida en dónde está y me mira fijamente.

—Supongo que todavía estás molesto.

—No me hablaste en toda la semana. Creía que te habías cansado de mi. ¿Qué esperabas?

—Lo siento, estuve ocupado. Mi jefe estuvo enfermo y tuve que ocuparme yo solo de todo. ¿Sigues celoso por lo del otro día?

—Sí. Pero estoy molesto. Ya te lo dije. No puedo abrazarte, ni besarte y apenas puedo tomar tu mano. ¿En serio te parece lindo? Yo creo que sí empezamos una relación te irás corriendo espantado a buscar a otro que te dé algo que yo no puedo darte.

Taehyung tuerce su mueca en un puchero.

—Ven. — susurra apartando un poco su silla. No sé qué quiere y tampoco quiero aproximarme a él, pero mis pies se mueven como si tuvieran vida propia y ya me encuentro parado a su lado.

Taehyung golpea sus muslos con una mano, indicándome que me siente sobre sus piernas.

—No me voy a sentar en tus piernas sucias.

—Me compré estos pantalones ayer y hoy vine en mi auto. Mi auto está limpio, por ende mi ropa también. Ven aquí, bebé.

Contento una exclamación cuando lo oigo llamarme así.

Con las manos echas un puño me siento sobre él.

—Caramba, ¿Qué comes? Estás pesado, no me lo esperába. — pregunta riendo. Sus manos pasan por mi cintura y se siente tan cálido que me dan ganas de llorar. Antes Taehyung se lavó las manos, todo está bien.

Está bien.

El truco es que no me importe. Puedo resistir al menos cinco minutos así, no más. Tendré que lavar mi ropa luego.

— Tienes que saber que de momento eres la única persona en la cual estoy interesado. — me dice apretándome un poco más la cintura. — lamento si te dije algo que no te haya gustado. Soy un tonto, debería entenderte más. Lo siento, bebé.

Quisiera poder abrazarlo, poner mi brazo sobre sus hombros para sujetarme. Quisiera poder besarlo.

Pero no puedo hacer nada de eso. Y como no puedo, me levanto y me encierro en el baño.

Abro el grifo y me lavo las manos con fuerza y mucho jabón, mucho. 

Froto mis manos con fuerza una contra la otra. No veo que la suciedad se vaya, sigue ahí. Lo veo y es incómodo.  

De pronto empiezo a llorar y dejo que el agua corra para tapar los sonidos de mis sollozos. Aun así, eso no quita que Taehyung venga y abra la puerta. Él cierra el grifo y me toma las manos. 

—No lo hagas. Vas a contagiarte mi mugre. 

—No tienes nada, bebé. 

—Sí, si tengo. Y es todo un problema. — susurro sin dejar de llorar. 

Él me mira con una mueca dolida y me sostiene las manos con fuerza. 

—Ven aquí. — dice abriendo sus brazos. 

Lo observo. Todo esta sucio, incluido yo. 

Pero ahora lo que más necesito es estar con alguien. Hace diez años que no toco a ninguna persona a mi alrededor. 

¿Cuán sucio puede estar? ¿Qué tanto me puede pasar?

—Estoy limpio. Me vale hoy por la mañana.— susurra sin dejar de sostener sus brazos a la altura de su pecho. Me está esperando. 

Aprieto mis manos en un puño y me acerco a él, dando pequeños pasos. Con mi cabeza toco su pecho y sus brazos me envuelven en un abrazo fuerte y cálido. 

Aun así, no tengo la valentía suficiente para abrazarlo también. 

Y no ser capaz de darle cariño, me quema por dentro... me lastima. 

Si sigo así él perderá el interés en mí. Me abandonará como lo han hecho todos los demás y me quedaré solo. Pero yo sé lo que es estar solo, lo he estado durante toda mi vida. Aun así... ¿quiero seguir estando solo y dolido?

No. No quiero. 

Taehyung me abraza con más fuerza y desde aquí puedo oír los latidos de su corazón. Su pecho está tan cálido que no quiero despegarme. ¿Es posible que esto este sucediendo? ¿de verdad me está tocando? 

Lloro aun más fuerte que antes. No entiendo porqué me estoy dejando llevar. Sea lo que sea, se siente bien, estar en brazos de alguien más. Cariño. 

Lentamente subo mis manos por su espalda y me aferro a su chaqueta. Taehyung se mueve un poco y mi cabeza queda sobre su hombro de costado. Puedo ver nuestro reflejo en el espejo. 

Nos vemos bien juntos, definitivamente. 



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