Ya es algo tarde, la mayoría de los locales están cerrados. ¡Si!, en su interior celebra que no tuviera que esperar más.

Sigilosamente va hasta la panadería, una vez frente a ella, baja de su espalda su maleta. La abre y saca lo que ocupará, tijeras y cinta.

Con mucho cuidado despega la cartulina del cristal. La enrolla y después levanta la que ella cargaba minutos atrás.

Coloca un nuevo cartel para promocionar las nuevas piezas de pan. Mira orgullosa su trabajo y toma una fotografía, entonces recoge sus cosas y se marcha.

Solo le falta colocar dos carteles más antes de irse a casa. Mientras camina al cibercafé recibe una llamada.

Responde apenas ve el nombre, es su compañera de habitación.

-Hola. -Saluda.

-Joohyun, ¿puedo pedirte un favor?

-Claro. -Deja de caminar, pudo darse cuenta que la chica estaba llorando.

-Bajo mi cama hay una caja, es... basura, ¿podrías tirarla en el deposito?

-Claro, apenas llegue lo haré, pero tú, ¿estás bien? ¿Por qué lloras?

-Se terminó. Ahora si es para siempre, fui a verlo y lo encontré con alguien más.

-¿Dónde estás? Iré a hacerte compañía, no puedo dejarte llorar sola.

-Gracias Joohyun, realmente te quiero a mi lado en estos momentos, pero también necesito un abrazo reconfortante de mi madre. Voy de camino a casa, pedí unos días libres en el trabajo.

-Tomate el tiempo que necesites. Y si necesitas algo no dudes en llamarme, estoy para ti las 20 horas del día.

-Porque las otras cuatro son para tus misiones nocturnas. -Puede escuchar una ligera risa.

-O para dormir. Por favor avísame cuando llegues, sino no dormiré tranquila.

-Claro. Adiós y gracias por el favor.

-De nada, cuídate.

Cuelga, guarda su celular y comienza a caminar nuevamente. Unas cuadras después, pasa al lado de una patrulla de policía. Al mirarla, ve a un oficial durmiendo.

Lo primero que puede pensar es como es posible que un oficial esté durmiendo durante su turno, es posible que un delincuente pase frente a sus narices y él no se de cuenta.

Pero después, su lado humano la hace pensar que posiblemente este doblando turno o que por alguna razón no pudo dormir antes.

Así que, va hasta una tienda de 24/7 para comprar un café y una mantecada. Poco después vuelve a donde la patrulla.

Con un poco de dificultad toca la ventanilla que está abajo hasta la mitad, logrando así despertar al oficial, quien rápidamente se quita la gorra que cubría sus ojos. Se da cuenta que es joven.

-Siga trayendo seguridad a la ciudad, fighting~

Le entrega las cosas. Él la mira confundido, sostiene las cosas que la chica le tiende boquiabierto.

Joohyun no espera respuesta, hace una pequeña reverencia y continúa con su camino.

Llega al lugar y repite el mismo proceso que con la panadería.

Básicamente, las misiones nocturnas que Bae Joohyun realiza casi todas las noches es sustituir carteles no muy vistosos por unos realizados por ella misma.

Esa idea surgió cuando pasó un día por un pequeño comedor, se dio cuenta de que había un pequeño y no muy llamativo cartel que anunciaba la búsqueda de empleados y cuando entró a comer ahí, se dio cuenta de que por ser muy pequeño era ignorado.

Así que decidió hacer uno nuevo, espero a que fuera de noche para sustituir al otro.

Días después regreso al comedor y se dio cuenta de que había funcionado.

Entonces comenzó a hacer lo mismo con más letreros.

Ya ha pasado casi un año desde eso y nadie lo sabe aún, ni su compañera de habitación.

Es algo que guarda solo para ella misma.

. . .

Joohyun vive en una casa compartida, un par de abuelos rentan las habitaciones de su gran hogar a estudiantes o cualquier persona que lo necesitara, la mayoría de los cuartos son muy amplios. Es por eso que se comparten.

Al llegar va directamente a su habitación, ya es tarde y no hay nadie despierto.

Después de despojarse de su chaqueta y demás accesorios, va hacia la cama de su compañera. Busca bajo de ella la dichosa caja. Al no tener tapa puede ver lo que hay dentro.

Esa caja es de recuerdos, hay muchos papeles que puede identificar como cartas. Algunas fotos sueltas y dos pequeños álbumes. Saca una rosa amarilla de plástico que está siendo aplastada por una caja de colores bastante peculiar.

Al final coloca la flor encima de todo.

Joohyun quiere hacer lo que Seulgi le había pedido, pero algo dentro de ella le dice que no la deseche.

Ella había dicho que ya era fin, pero por lo que Joohyun sabe, el amor entre ella y ese chico es bastante grande. Realmente no sabe mucho, sólo que comenzaron su relación en el último año de preparatoria, duraron más de tres años, pero después se dieron un tiempo, no dejaron de encontrarse a pesar de haber terminado.

Seulgi no le ha dicho más y ella no ha querido preguntarle por más detalles. Eso es lo único que Joohyun no sabe de su compañera.

Concluye que lo mejor es guardarla ella, por si en el futuro las cosas cambiaban.

Considera ocultarla en su armario, pero es demasiado probable que fuera encontrada ya que a veces comparten ropa.

Entonces sale de la habitación cargando la caja, va hasta el ático, ahí cada huésped tiene asignado un pequeño rincón. Joohyun prácticamente no tiene nada ahí, más que unos pocos documentos de su trabajo.

Deja las cosas ahí y regresa a su habitación, se prepara para dormir.

Siente el vacío en la cama frente a la suya. Envía un mensaje a su compañera y cierra los ojos para obligarse a dormir.

Primer capítulo de este nuevo proyecto, espero que también sea de su agrado.