Kaina- estás listo Midoriya? - preguntó desde su lado sabiendo lo nervioso que podía ponerse el peliverde con acercarse a estos presos

Izuku- un poco... - murmuró sintiendo un cosquilleo en sus dedos- la verdad tengo un poco de miedo...

Kaina- sólo trata de mantener la calma, que no vean tus verdaderas intenciones y mantente alerta de acuerdo? - habló con seriedad

Izuku- entendido... - murmuró tenso

Kaina- y Midoriya... - el chico le escuchó con calma- ten cuidado... - murmuró con algo de vergüenza sin saber bien por qué dijo eso

Izuku- claro... - susurró de vuelta sin saber si la mujer le había escuchado o no

Kaina- si algo pasa siempre puedes romperle la cara a otra persona- en su lado el peliverde se puso algo rojo avergonzado con la mujer

Izuku- Tsutsumi-san! - se quejó a la mujer que había logrado calmar un poco al chico

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El patio estaba bastante tenso, nadie era capaz de sentir esa presión que venía de ninguna parte, todos los presos estaban bastante inconscientes de lo que estaba sucediendo o mínimamente no les interesaba lo sucedido entre rumores, no se metían en los asuntos de los demás y eso daba ciertas ventajas.

- estas seguro que vendrá? - preguntó uno de los presos a su compañero que aseguraba demasiado

- seguro, es un mocoso que no tiene mucho en esta alcantarilla, no creo que sea tan difícil de manejar- soltó con arrogancia convenciendo a sus compañeros o por lo menos los hacía menos desconfiados

- y Lady Nagant no hará nada por llevarnos a su chico? - preguntó otro dejando el ambiente algo tenso

- vamos, sabemos que ella nunca ah hecho nada para fastidiarnos ni siquiera le interesa meterse en los asuntos de los demás... - respondió sin más aferrandose a hechos viejos

- eso hasta que apareció el niño- comentó con rabia el que parecía liderarlos- si en verdad viene ese niño lo mejor será que no le toquemos ni un sólo pelo por el momento... - entre todos se vieron seriamente antes de asentir

- jefe... - murmuró uno de ellos que hacía de guardia- allí viene... - las miradas se alzaron viendo al chico que se acercaba con las esposas muy fuertemente apretadas

- ven? Les dije que lo convencería... - sonrió orgulloso de su proeza

Izuku- hola... - dijo con algo de nerviosismo obvio por su posición

- hola chico, me alegro mucho de volver a verte- el hombre se acercó ignorando a los demás- veo que decidiste venir a ayudarnos...

Izuku- si, lo que dijiste en verdad me hizo reflexionar mucho... - comentó tratando de sonar natural aunque generaba dudas en los presos- me alegra que quieran mi ayuda- soltó con amabilidad dejando ver cuan tranquilo era

- ( este chico...) - uno de ellos miraba bastante aturdido al chico y el aura tan pura que parecía soltar

- ( es demasiado inocente...) - uno de los presos tuvo que frotar sus ojos tratando de no quedar ciego ante tanta luz que desprendía el peliverde

- dime chico te dijeron que hacemos? - preguntó el líder dudando del chico y sus intenciones

Izuku- no señor, sólo me dijeron que puedo ser de ayuda- explicó con la verdad pues el preso había dicho poco en su encuentro

- ya veo... - vio al tipo encargado de traerlo el cual sonrió orgulloso a su líder

Izuku- exactamente por qué me necesitan? - preguntó con toda la inocencia que podía reunir en un momento tan tenso

- por el momento digamos que apreciamos que te quitaras a un grandulón de en medio... - respondió el líder con seriedad

Izuku- en ese caso no fue nada- sonrió amable al jefe quien se sintió bastante incómodo por la inocencia aparente del chico

- si seguro... - murmuró el líder sin confiar mucho en el nuevo mocoso- ( algo anda mal...) - miró al patio creyendo que le estaban viendo pero no había ninguna mirada en ellos- hm...

Izuku- pasa algo? - preguntó al jefe un poco temeroso

- nada... - dijo sin más, quizá sólo estaba sobrepensando todo esto- bienvenido chico...

Izuku- muchas gracias - contestó con calma- ( eso estuvo cerca! Tsutsumi-san en que estabas pensando?!) - pensó tenso mientras sentía cómo la mujer le observaba desde el otro lado del patio bastante seria

Por su parte ella no iba a dejarle ir así sin más, era peligroso y el niño era demasiado bueno para dejarlo morir sin más con todos esos criminales y si bien no le gustaba meterse con nadie en la prisión, ese mocoso le apareció demasiado interesante para dejarlo por su cuenta, demasiada luz para un lugar tan oscuro y claro ella quería acaparar esa luz para si misma, protegiendo al chico de todo aunque sea casi imposible.

Kaina- yo te cubro niño... - murmuró desde una sombra simplemente mirando al peliverde y cómo actuaba con los presos- ten cuidado... - murmuró con seriedad ignorando el cariño que comenzaba a tener por el peliverde

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La vigilancia era una de las cosas más aburridas y que menos le interesaban a Bakugo de ser héroe, quedarse a la espera de que alguien haga cosas no era su estilo, quería reventar la cabeza del idiota traidor, había pensado en más de diez formas de vencerlo pero no, tenía que simplemente vigilarlo y era del todo aburrido...

Desde que Aizawa le dio la misión siempre mantenía a Aoyama en su punto de vista de una manera bastante discreta pero siempre atenta. No hacía mucho pero si se notaban cosas raras, ese supuesto brillo y excentricidad ocultaban algo. Su seguridad cubría la tensión y esa falsa alegría servía bien para evitar miradas indiscretas, era bueno eso debía admitirlo, no lo suficiente para engañarlo a él pero si lo suficiente para engañar a todos los otros tontos.

Kirishima- dios me muero de hambre... - saliendo de clases el grupo de Bakugo esperaba un gran banquete aprovechando al máximo posible el descanso que se les daba

Sero- yo también, creo que comería todo en la cafetería si fuera posible... - el no haber desayunado bien les hizo tener demasiada hambre

Katsuki- tsk... - bastante irritado salió queriendo algo de paz

Kaminari- te sientes bien? Últimamente a penas si te has resistido a algo... - el explosivo le fulminó con la mirada antes de ver a Aoyama alejarse bastante sospechoso- pasa algo?

Katsuki- nada,voy al baño - sin más se fue en la misma dirección que el rubio esquivo mientras comenzaba a grabar con su teléfono de manera bastante discreta- ( esta vez te tengo maldito fransesito...) - pensó irritado siguiendo al otro rubio

Si bien Aoyama podía mostrarse bastante seguro y tranquilo lo cierto es que estaba actuando erraticamente, bastante incómodo y tenso. Caminaba rápido entre estudiantes buscando un buen lugar para esconderse y comer en paz o por lo menos era la idea principal, en una academia tan absurdamente grande con tanta gente le era difícil encontrar el lugar idóneo para sentarse.

Vagó por un par de pasillos, subió y bajó las escaleras cómo loco antes de por fin encontrar un pequeño hueco entre las escaleras más cercanas al patio de atrás dónde estaban muchos estudiantes simplemente pasando el tiempo, un perfecto y escondido lugar para hacer algo totalmente ilegal por decirlo de alguna manera.

Aoyama- y ahora que querrán? - murmuró con miedo sacando su teléfono y mirando bastante preocupado la pantalla- ya les di todo... Por mi culpa Midoriya está en prisión... Qué más esperan? - dijo con pesar inconsciente de que le estaban grabando- perdón... Perdón... Perdón... - lloró en silencio viendo lo que querían esta vez de él

Katsuki- ( ya te tengo desgraciado...) - pensó con seriedad simplemente terminando la grabación