extra II
. 2004 .
"Apuesta perdida"
- En ingles cuando describes algo, el adjetivo va antes que el sujeto, por ejemplo "black hair" o "pretty boy" ... como tú, lindote.
Keina sonrió ligeramente divertida al ver a Baji borrar con enojo la hoja de ejercicios. Como siempre, y sin problemas, la pelirosa lo estaba ayudando en las tareas y dudas que tenía, aprovechando el recreo largo para que Baji pudiera tener su tarea de inglés completa.
La ojiceleste se deleitaba con la perfecta vista de su favorito concentrado cuando la puerta de su salón fue abierta abruptamente, provocando que ella se sobresalte cual gato y luego mire con enojo al causante de su distracción.
- ¡Desagradable, es este chico! ¡Baji Keisuke, sin duda es él!
Keina observó como ingresaban unos tres tipos con uniforme de pandilla y tapabocas, haciendo que, inconscientemente, se estremezca al sentir la sed de sangre y la hostilidad proveniente de ellos.
Siento que ya viví esto... o leí.
- ¿En serio este es uno de los líderes de la ToMan? –preguntó uno acercándose- Normalmente es alguien genial, pero solo es un tipo ordinario.
- ¿Y ella no es parte de la ToMan también? –agregó su compañero.
- Dijeron que había una chica de pelo rosa junto a él, asi que la información es correcta.
Dos pares de orbes, celeste y marrón, brillaron con frialdad ante esas palabras. Era obvio que los estaban buscando para acabarlos y dar un golpe a la Tokyo Manji, pero nunca pensaron que se atreverían a asaltar la secundaria.
Con una seña silenciosa que fue captada al instante, Keina se puso de pie al mismo tiempo en que Baji se posicionaba su lado, justo un poco más adelante que ella.
- ¡No tengan miedo! ¡Cree lo que te dicen los altos mandos, además somos tres con armas contra uno y una niña! –gritó uno- ¡Incluso nosotros podemos matar a estos mocosos!
Tras decir aquello, un bate se dirigió hacia su cabeza. Baji elevó su puño para defenderse, no iba a permitir que lo golpeen. Pero en un pestañeo, la imagen de dos bellas mujeres apareció para recordarle el motivo por el cual se esforzaba tanto en sus estudios y se vestía como un nerd, provocando que a mitad de camino detenga su puño.
Esperó con impotencia que el bate lo golpeara, sin embargo, nunca llegó. Sus ojos color café se abrieron de asombro al ver como un puñetazo se estrellaba con suma fuerza en la mejilla de su atacante, provocando que este caiga al suelo de trasero.
Sin saberlo, o simplemente ignorándolo, su rostro estaba ruborizado tal cual un tomate y su corazón palpitaba rápidamente luego verla golpear a ese tipo.
- ¡¿Quién mierda te crees para querer tocarlo?! ¡Ni siquiera yo he podido! –gritó Keina completamente enojada, dándole una patada en la mandíbula para terminar noqueándolo- ¡Jodidas basuras de la humanidad, estos jóvenes de hoy en día que no le tienen miedo a nada! ¡Voy a hacer que sus ancestros estén decepcionados de compartir genes con ustedes, malparidos!
Sin darles tiempo a reaccionar, tomó el objeto más cercano a ella, siendo nada más y nada menos que una silla. Ambos hombres se congelaron en su lugar, pensando en que ella no era capaz de usarla.
Error.
La Murakami no titubeo en balancearla hacia adelante contra uno de ellos, causando que este impacte contra el pizarrón y se deslice hasta el piso, y no paso un segundo para que ella encaje su pie en mitad de su rostro, fracturando su nariz.
- ¿¡Tú también quieres?! –le preguntó al restante, sin quitar su pie de la cara sangrante. Y como no le contestó, se enojó aún más- ¡¿Acaso eres sordomudo, hijo de puta?! ¡Te hice una pregunta, responde si no quieres que te castre en este momento!
- ¡N-no! –respondió soltando el bate y levantando sus manos a modo de rendición ¡la información era errónea, le dijeron que ella era débil!
Keina lo miró fríamente mientras se acercaba a él, tomándolo sorpresivamente por el cuello del uniforme. Antes que dijera algo, le dio una fuerte cachetada, seguida de otra... y otra.
- ¡Si nos vienes a atacar, por lo menos ten la suficiente determinación para seguir hasta el final, cobarde de porquería! –lo soltó, dejándolo caer en el suelo. Estuvo a punto de darse vuelta, pero se devolvió y lo pateo en las costillas- ¡Ni para eso sirves!
Baji se quedó estático en su lugar, muy nervioso si se lo preguntan. En todo un año que venía conociéndola, jamás la había visto tan molesta, no, en realidad nunca la ha visto asi. Ella siempre parecía un perrito alegre que no se quedaba quieto, ladraba por doquier y parecía desprender arcoíris cuando caminaba, pero en ese transcurso de tiempo no hubo rastro alguno de "esa" Keina.
Aun asi se tragó todo pensamiento y nerviosismo para tomar su mano con delicadeza, la cual tenía ligeramente dañada sus nudillos. Ambos se quedaron en silencio, una porque se había sonrojado hasta la coronilla ante el toque y el otro porque no sabía cómo describir lo que estaba sintiendo en ese momento.
- ¿Por qué te metiste? –preguntó viéndola a los ojos- Sabes que eso fue muy peligroso.
- Primero, no iba a permitir que te lastimaran, mucho menos tu bonita cara –respondió con naturalidad, como si no acabara de noquear a tres tipos- Y segundo, sé lo importante que es tu reputación y tus notas, no podía dejar que eso se arruine.
Baji estuvo a punto de regañarla, pero lo interrumpieron cuando dos estudiantes ingresaron al salón abruptamente.
- ¡Baji-san, Kami-san! –gritó Chifuyu.
- ¡Keisuke-kun, Keina-chan! –habló al mismo tiempo Ryusei.
Por su estado, tanto Baji como Keina supieron que habían estado peleando muy arduamente.
- Oh... ya derrotaron a estos –dijo Ryusei rascándose la mejilla.
- Supimos que venían a buscarlos, asi que corrimos hasta aquí –suspiró el Matsuno cansado- Pero esos bastardos estorbaron todo el camino.
- Ahora todo está bien, no se preocupen –sonrió la chica con un aura rosa rodeándola, estaba muy contenta de que Baji todavía no soltara su mano.
Aunque rápidamente se decepcionó, pues él se dio cuenta de sus intenciones y la terminó por soltar.
- Eres malo.
- Cállate, estoy enojado contigo.
- ¿¡Qué!? ¿¡Qué hice?!
- ...
- ¡Cariño!
⸻⭑✦⭑⸻
Luego de aquella inesperada intrusión por parte de la pandilla Killer Bee, Keina se encargó de que no castigaran al trio de varones gracias a su argumento de que "esos delincuentes querían lastimarme por mi familia, asi por favor, no los regañe, ellos solo me defendieron". Razón por la cual ahora Chifuyu y Baji, iban en dirección a sus casas. Sin embargo, a pedido del pelinegro, se desviaron hacia un parque.
- Baji-san... ¿por qué estás tan enojado? –preguntó Chifuyu- Acaso... ¿Kami-san es el motivo?
- ¡Claro que lo es! –gruñó pateando un contenedor de basura- Es una maldita imprudente que no duda en meterse en problemas sin importarle su salud ¡Mierda, es tan molesta que ya no la soporto!
- ¿Entonces por qué no la aleja? Si tanto le molesta...
- ¡Porque odio cuando está lejos! –lanzó su bolso al césped, pues habían llegado al parque.
- ¿Hah? –soltó confundido por la contradicción.
- ¡Si, bueno, no sé qué sucede realmente! ¡Quiero que se vaya y no se me acerque, pero también quiero que se sienta a mi lado a hablarme como siempre! –declaró sentándose en un columpio, debía quedarse quieto o golpearía a alguien- ¡Pero eso también me irrita! ¡Joder, Chifuyu, es que nunca se calla!
- Lo entiendo, a mi también me irrita cuando no cierran la boca.
- ¡Pero después se calla, y puta que odio cuando lo hace! –apretó con fuerzas las cadenas que sostenían el columpio- ¡Porque su voz me calma de alguna manera, pero también quiero ponerle una cinta adhesiva en la boca!
Chifuyu observó bien a su capitán, luego de escucharlo atentamente, podía comprender el punto al que quería llegar y al que Baji se negaba aceptar. Sus mangas shojo al fin sirven para algo.
- ¡Y luego están sus sonrisas! –volvió a decir, poniéndose de pie y caminando de un lado a otro con expresión molesta mientras despeinaba sus cabellos- ¡Siempre me sonríe tan linda, se sonroja y dice puras estupideces sobre lo perfecto que soy! ¡Y cuando le digo que se detenga, sigue con más ganas! ¡Y me enoja que eso no me enoje!
- Debe ser molesto.
- ¡Claro que lo es! ¡Todo de ella lo es! ¡Su suave voz, sus brillantes ojos, su estúpidamente bonito pelo de chicle, su risa encantadora, su inteligente, su imprudencia, su talento en todo lo que hace! ¡Todo! ¿¡Es que soy el único que la ha visto!?
- No, yo también la veo. Todos los días, en realidad.
Ante su respuesta, Baji detuvo su caminar abruptamente y lo observó aún más enojado– ¿Y por qué la ves? No la veas. Cuida esos ojos, Chifuyu.
El rubio se encogió en su lugar y cerró la boca, asintiendo frenéticamente. Ambos quedaron en silencio, uno por temor y el otro porque debía acomodar sus ideas y sentimientos.
- Baji-san... –decidió hablar, viendo como el pelinegro se volvía a sentar en el columpio.
- ¿Qué? –soltó brusco.
- ¿Le gusta Kami-san?
Keisuke quedó estático ante la repentina pregunta, e inmediatamente su rostro se pintó de rojo debido a la vergüenza, tanto que parecia salirle humo por la cabeza. Quiso maldecir a Chifuyu por preguntar algo tan tonto, pero no encontró su voz cuando a su mente llegó la imagen de ella defendiéndolo de esos pandilleros sin temor a salir lastimada.
Su boca se abría y se cerraba como pez, el sonrojo no se bajaba para nada y sentía que el corazón se le saldría del pecho de solo recordarla. Jamás en su vida se había sentido tan... tan asi.
Ocultó su rostro entre sus manos, pareciéndole tonto querer borrar la tonta sonrisa que apareció en él. Ya de nada servía negar lo innegable.
- Maldición... Si, si me gusta.
Keina había cumplido su misión de enamorarlo y él no fue capaz de impedirlo.
Nota: extra donde Baji se da cuenta que le gusta nuestra Keina <3
Y si, ella tuvo que soltarle unos putazos a alguien para que le caiga el agua al tanque
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