Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

» Capítulo 37

Objetivamente, me encontraba en la peor de las desventajas. Es decir, soy la única de Kaizen que está presente mientras que la mayoria de Brahman y Rokuhara me rodeaba; no digo que sea débil (aunque si), pero cualquiera que sea atacado por más de 500 personas quedará muy mal.

Y la situación me molestaba, a pesar de que ya predecia algo parecido.

No es secreto que mi familia es la más importante de Japón después de la imperial y que tenemos dinero hasta hartarnos, pero pensar que yo sería codiciada por estos tipos como un objeto para obtener poder era algo que seguía sorprendiendome.

Bueno... para que mentir si a mi parte narcisista y egocéntrica le gusta.

- Lengua muy afilada para una niña, me recuerdas a alguien -habló Takeomi con enojo sacándome de mis pensamientos- ¿Cierto... Senju?

Tras decir esas palabras, desde la zona de Brahman salió volando un paraguas en dirección a Minami, quien no tardó en golpear el objeto, el cual cayó justo en mis pies.

Con tranquilidad, observé como alguien cubierto por el uniforme de Brahman saltaba y atacaba al brasilero para posteriormente caer en el suelo.

- El paraguas -dijo firme en mi dirección.

-¿Me hablas a mi? -pregunté señalandome.

- Si, dame el paraguas -repitió.

Ladee mi cabeza con frialdad para luego sonreír cálidamente mientras me hincaba en el suelo y tomaba con firmeza el objeto.

- Keisuke y los chicos se enojaran si me resfrío, asi que gracias por el detalle.

Cada cosa que decía o hacia era un sorpresa y molestia para todos, pero creo que esta acción fue el detonante para definitivamente caerle mal a todos los de Brahman. Porque en vez de entregarle el paraguas a su líder, lo abrí y me cubrí de la lluvia con el.

- ¿Por qué haces esa cara? -pregunté en tono burlón sin borrar mi sonrisa- ¿No te gusta la lluvia, Kawaragi?

Nuestros ojos hicieron contacto cuando subió la cabeza para verme, pues se estaba ocultando tras la capucha de su uniforme.

Al fin te veo en persona, pequeña Senju...Y ahora que lo pienso, me copiaste el color de pelo... Bueno, pero el mío es un tono más fuerte y lindo.

- ¡Así está mejor! -gritó Minami con emoción- ¡Decidamoslo ahora, Kaizen, Brahman! ¡El que quede de pie será quien gobierne Japón!

Estuve a punto de negarme y sugerir otro día para pelear cuando el sonido de dos caños de escape hicieron presencia, provocando en mi una gran sonrisa al conocer ese ruido a la perfección.

Gritos adoloridos de varones, tanto de Brahman como de Rokuhara, resonaron al mismo tiempo en que se movían para evitar ser golpeados por el metal; y es que yo también estaría igual que ellos si aparecen de la nada motocicletas atropellando a quien esté frente suyo.

Tras unos segundos de caos, los vehículos de dos ruedas derraparon en frente a mi de manera protectora, uno resguardando mi lateral derecho mientras que el otro mi izquierda.

- ¿500 contra 1? Que bastardos de mierda.

- Pero ya estamos aquí, así que ahora estamos parejos ¿Qué dices, Izana-nii? Yo me encargo de la mitad, tú de la otra.

- De acuerdo, pero después no quiero escuchar que me pidas ayuda.

- ¡Oye!

Suspiré con una gran sonrisa al ver a los hermanos Sano discutir como siempre— Me alegra que llegaran bien, tenía miedo que les ocurriera algo bajo la lluvia.

- ¿Te olvidas con quién hablas, Keicchan? -sonrió Manjiro bajandose de la moto- Somos los mejores conduciendo.

- Cállate, casi te caes a penas salimos de casa -dijo Izana copiando su acción.

- ¡Keicchan, dile algo!

- ¡Izana Kurokawa y Manjiro Sano, los más fuertes de Kaizen! -gritó Minami antes de que yo pudiera hablar- ¡Había escuchado cosas asombrosas sobre ustedes, pero estoy decepcionado! ¡¿Quien diría que andarían como perros tras la falda de una mujer?!

Mi sonrisa cálida, destinada solo para mis niños, rápidamente se enfrió ante sus palabras. Cuánto me cagaba escuchar que desvalorizen a mis muchachos solo porque yo, una niña, los lidere.

- ¿Heh? ¿Y tú eres? -preguntó Mikey bostezando.

- Creo que ese era Tarado no sé cuanto -respondió el albino con el mismo desinterés- Y ese de ahí es Kawasaki, supongo. No los conozco.

Creo que juntarse mucho con Manjiro le está afectando...

Sus comentarios solo habían provocado aún más a los demás, se notaba en el aire la sed de sangre por parte de ambas pandillas; pero ese no era el problema, confío plenamente en las habilidades de pelea de los Sano, sabía que ellos dos podían enfrentarse a todos estos, pero sinceramente no quería estar metida en un lío de esta magnitud, tampoco quería ser una carga para ellos.

Y por primera vez desde que llegué a este mundo estoy aliviada de escuchar el sonido de las sirenas policiales.

- Tsk, maldición -susurró Minami- ¡Todos, vamos de aquí!

- ¡Nosotras también nos vamos! -habló Takeomi.

- Para nada fue un gusto conocerlos -dije fuerte y divertida- La ley llegó y no quiero problemas legales, así que si desean, pelearemos en un mes ¿de acuerdo? Bueno, bye.

Sin darles tiempo a opinar, subí a la motocicleta de Mikey para posteriormente irnos de ahí, y mientras nos alejabamos, crucé miradas con ambos líderes restantes; y solo el brillo de mis orbes celestes les dió a entender mi mensaje.

Me pregunto ¿aún no conocen su lugar?

Soy la "emperatriz" de este lugar, me gané ese título con acciones y no por verme bonita. Un simple idiota sin cerebro y una princesita no eran suficiente para derrotarme.

Y eso lo demostraré el día de la batalla final.  Destruiré a Rokuhara Tandai y Brahman y me convertiré en la gobernante de Kanto junto a mis muchachos.

No mentiré, me hubiese encantado ser amiga de Senju y South, pero ese pensamiento era de Xiomara, una adolescente disfrutando un manga sin pensar mucho en la trama; no de Keina, alguien dentro de una realidad verdadera.

Minami era un sanguinario que solo sigue su impulso de golpear y asesinar sin pensar en el otro y dudo demasiado de si tiene sentimientos. No puedo permitir que alguien como él se acerque a mi, a mi familia, a mi pareja y amigos.

Y Senju es una niña de quince años que tontamente es aconsejada por su hermano mayor (un idiota de porquería), conduciendo a Brahman a hacer contratos sucios parecidos a los de la Yakuza. No me haré amiga o siquiera una conocida de alguien que ya tiene la mente manchada con el mundo de la mafia, y me importa una mierda si en sus tratos no involucra mujeres o niños, así empiezan y ya después no hay quien los detenga ¿no empezó así la Toman de una línea alterna?

Las tres deidades somos pandillas con ideologías similares, pero a diferencia de los otros dos, yo no involucraré a Kaizen con tratos sucios. Evitaré a toda costa que mis niños caigan de ese lado lleno de sangre, tal vez yo misma haga alguna jugada tramposa, pero no me interesa si eso protege sus bonitas vidas.

Hablando de cosas bonitas... ¿Keisuke estará en casa?

⸻⭑✦⭑⸻

- ¿¡Quien demonios es el puto imbécil malnacido que sale con esta lluvia y encima viene a molestarme?!

Un chillido escapó de mi boca al momento en que la puerta se abrió de golpe, mostrandome a mi hermoso novio con el ceño fruncido de enojo.

- Hola a-amorcito...

- ...

El rostro de Baji no cambio ni un poco tras verme, en cambio, me cerró la puerta en la cara sin siquiera saludarme.

- ¡Bebé! -lloriquee golpeando la puerta para que me abra- ¡Cariño, no se que hice, pero si te he fallado te pido perdón!

Temazoooo.

Iba a seguir mis súplicas cuando nuevamente apareció, pero está vez con dos toallas en mano. Y sin siquiera decirme algo, me cubrió con ellas con suma delicadeza para posteriormente tomarme al estilo nupcial.

Oh... ¡Kya, es tan tierno! ¡Te amo tanto mi caballero!

- La próxima que vengas, dime e iré yo a buscarte -dijo ingresando al baño- Puedes enfermarte si sigues así.

Yo solo asentí como boba sin prestarle atención a sus palabras, estaba muy cómoda en sus brazotes y con su tierno comportamiento que solo pensaba en eso. Aunque rápidamente salí de mi burbuja cuando me dejó en el suelo del baño

- Mooooo -hice un puchero- Y yo que quería que me...

- Date un baño con agua caliente -me interrumpió conociendo lo que iba a decir- Te traeré ropa seca, así que deja la tuya en el cesto.

- Si, mi rey.

Baji suspiró y antes de irse me dejó unas palmadas en la cabeza.

¿Piensa que soy un perro? Pues si, de él.

- ¡Keina!

Reí divertida al escucharlo avergonzando desde su habitación, pero dejé eso de lado para sacarme toda mi ropa y dejarla en el cesto. Y por inercia llevé mi mano hacia mi cuello, justo donde Minami me agarró. Estaba aliviada que no me dejara marca, pero si sigo molesta.

El primer hombre que me ahorca y no es Keisuke, puta madre.

- Keina, te dejo la ropa aquí en la puerta. Báñate y ven a tomar algo caliente.

- ¿No te quieres bañ...?

- No, báñate sola.

Chasquee la lengua decepcionada, ya me conoce así que responde de manera automática a todas mis provocaciones.

En fin, para no hacerlo esperar, terminé rápidamente mi ducha para luego colocarme la ropa de mi novio, la cual consistía en un poleron azul eléctrico con una bermuda gris y un boxer; agradezco que la bermuda tenga un cordón para atar o sino se me caería.

- Llegó por quien llorabas, bebé -dije saliendo del baño y abrazando a Baji por la espalda- ¿Qué estás preparando?

- Chocolatada -respondió dándose vuelta con dos tazas en mano- No me molesta que vengas a casa, pero no salgas con esta lluvia, podría pasarte algo -dijo entregándole una taza y dándome un beso en la frente.

Me sentí culpable, pero no podía decirle que casi me agarro de los pelos con dos líderes de pandilla y que vine a su casita como consulto para mí.

Así que solo le sonreí inocentemente y me fui a sentar al sillón junto a él,  acurrucandome entre sus piernas para beber aquella bebida dulce y caliente mientras veíamos una de sus series favoritas.

Al terminar la chocolatada, dejamos las tazas sobre la mesa ratonera y nos acostamos en el sillón, yo en todo momento escondida entre sus brazos y sobre su pecho.

- ¿Ryoko-san está trabajando? -pregunté en un susurro, habíamos apagado la televisión y no quería arruinar el ambiente.

- Si, seguro venga mañana, con la lluvia no creo que pueda venir ahora -respondió acariciando mi pelo ya seco.

Asentí comprendiendo y nos volvimos a quedar en silencio, escuchando de fondo las gotas caer y nuestras respiraciones en sincronización.

Mis párpados comenzaron a caer, señal de que el sueño se estaba apoderando de mi ¿y como no? Si Keisuke seguía haciéndome mimos en el pelo.

- No te aguantes -dijo conociendome- Mañana tienes entrenamiento y reunión con Kaizen, asi que duérmete.

- ¿Pero y tú? -bostece acurrucandome aún más.

- Me dormiré cuando tú lo hagas -me dió un pequeño beso en la coronilla.

Sonreí con un diminuto sonrojo ante la muestra tierna de cariño. Cuánto necesitaba y amaba estar a su lado.

- Hasta mañana, amorcito.

- Hasta mañana, preciosa.

































Nota: les dejo otro capítulo como regalito de bondad

Mentira, es porque seguro me desaparezco otra vez y no sé cuándo pueda escribí jejeje

Disfruten mientras puedan 😈

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro