. 2017 .

Takemichi observaba con temor e incredibilidad a su amigo detective, negándose por completo a creer sus palabras que, para él, carecían de sentido común.

- Los miembros principales de la Tokyo Manji Gang, todos han sido asesinados -continuó Naoto- Shiba Hakkai, quemado hasta la muerte. Chifuyu Matsuno, asesinado a balazos. Ryuguji Ken, apuñalado. Mitsuya Takashi, estrangulado. Murakami Keina y Baji Keisuke, junto a su hija, fueron asesinados a balazos dentro de su casa, fue una emboscada. Hanemiya Kazutora y Haruki Hayashida también, al igual que los otros miembros. Todos han sido asesinados, incluso Kisaki.

- ¿Todos... están muertos? -murmuró hiperventilando- ¡No...! P-pero ¿por qué...? ¿¡Qué hay de Mikey-kun!?

- Prepárate para lo que vas a escuchar, Takemichi-kun -tomó aire- El criminal que está siendo buscado por los asesinatos en serie... ¡es Manjiro Sano!

En la cabeza del Hanagaki no cabía la posibilidad de que ese era el futuro que había creado ¿qué pasó? Había hecho todo correctamente, se había encargado de los Black Dragons y Kisaki estaba fuera de ToMan, todo iba tan bien ¿qué fue lo salió mal?

Antes de siquiera poder negarse entre lágrimas a esa cruel realidad, la puerta fue abierta abruptamente. Ambos se sobresaltaron al ver la puerta tirada en el suelo debido a la fuerza con la que fue golpeada, pero sus palabras quedaron atoradas cuando alguien ingresó al departamento.

Un joven de unos veintiocho años de cabello rosa y ojos celestes se abría paso con mirada desinteresada y gesto frío.

- Nana tenía razón, tú estarías en este lugar -habló fríamente al ver al Hanagaki.

- ¿Q-quien eres tú? -preguntó Takemichi.

- Me siento triste ¿Nana no te habló de mi? -sonrió sin gracia sentándose en el marco de la ventana- Soy Kiyoshi Murakami, hermano mayor de Keina.

- ¡¿He-hermano?! -dijo sorprendido.

- Si, Murakami Keina tenía dos hermanos mayores -mencionó Naoto como si no fuese importante mencionar a la familia de su amiga- Gina y Kiyoshi, ambos mayores que Keina.

- No sean ruidosos -gruñó despeinando sus cortos cabellos rosas- En fin, Nana me pidió que te entregara esto, Hanagaki.

- P-pero ella está...

- ¿Muerta? Si, lo sé, yo fui quien la encontró -lo interrumpió brusco lanzándole un sobre marrón al pecho- Esto estaba en su ropa el día de su muerte, tenía una nota con mi nombre y algunas indicaciones -dijo encendiendo un cigarro sin preocupación mientras se ponía de pie- Ya cumplí la voluntad de Nana, no quiero saber nada más con los bastardos que les quitaron la vida a mis hermanas.

Sin darles tiempo a decir algo, el pelirosa abandonó el departamento con calma, pero al momento de bajar las escaleras no pudo evitar desplomarse en uno de los escalones.

- Maldición -murmuró restregando sus ojos llorosos- ¿Por qué tuve que ser el único que quedara? ¿No se suponía que los tres nos mantendríamos juntos? ¿Por qué... me dejaron solo?

Mientras Kiyoshi sollozaba con dolor, el par de amigos veía con atención el sobre marrón, este tenía salpicaduras rojas y estaba algo rasgado, pero su contenido, el cual era una carta y otros documentos con fotos, se podía apreciar perfectamente.

"¡Hola Takemicchi! Hace mucho tiempo que nos vemos, creo que hace unos siete años tal vez, asi que estoy algo triste que nuestra última conversación sea por medio de una carta. Aun asi, espero que te encuentres bien, y lamento mucho todo lo que ha ocurrido en estos últimos años, quiero decirte que nada de lo que pasó fue tu culpa, de nadie. Por favor, no llores ni te rindas, tampoco te sientas mal por esto.

Lamentablemente, Mikey cambio por completo, se volvió un ser malvado que no dudó en arrebatarle la vida a sus amigos más cercanos. Te preguntarás ¿cómo Mikey puede asesinar a sangre fría a alguien? Pues, todo tiene su origen. En 2006, Emma falleció al ser atropellada a la salida de su secundaria por una motocicleta ¿el culpable? El bastardo de Kisaki junto a Hanma; luego en 2013, Shinichiro, su hermano mayor, fue asesinado junto a mi hermana Gina y sus dos hijos, mis sobrinos y los de Mikey.

Como podrás ver, que te arrebaten a tu familia fue un golpe bajo que Mikey no pudo soportar, algo que lo condujo a convertirse en lo que es hoy: el criminal más temido de Japón.

Por mi parte, la muerte de mi hermana y mis sobrinos también me rompió por completo, tenía tantas ganas de destruir Japón por haberme quitado a Gina y a dos niños de tan solo diez años que no tenían la culpa de nada. Sin embargo, no podía darme el lujo de llorar la muerte de mi hermana, mi cuñado, mis sobrinos o mi mejor amiga, tal vez consideré que mis lágrimas no eran importantes, pues debía encargarme de consolar a Yoshi y buscar la manera de ayudar a Manjiro.

Aún recuerdo cuando Keisuke me dijo que debía dejar de jugar a la psicóloga, que no era nadie para solucionarle los problemas a nadie y que debía enfocarme en mi, que yo era un ser humano más, no un mesías que venía a salvar a la gente. Tal vez tuve que hacerle caso, tal vez de esa manera nada de esto hubiera ocurrido... pero no podía ignorarlos, no cuando podía sentir la tristeza atacándolos.

Bueno, creo que me fui por las ramas. Supongo que esto era lo que te debía decir, puede que te sirva esta información junto a los documentos que recolecté con algo de ayuda de los chicos.

Me gustaría seguir ya que no quiero despedirme asi, pero mi bebé está llorando porque no ha visto a su papá en todo el día ¡Y sip! Soy mamá de una hermosa niña de tres meses, se llama Keiko Baji, me hubiera gustado que todos la conocieran, pero por las circunstancias solo ha conocido a su tío Kiyoshi.

Hasta que nos volvamos a ver, Takemichi, ya sea en esta vida o en otra. Te quiero, amigo mío"

Al terminar de leer la carta, los ojos azules del Hanagaki comenzaron a expulsar incontables lágrimas mientras buscaba que algo de aire ingrese a sus pulmones.

- Ka-kami-chan era mamá -murmuró cayendo de rodillas y abrazando la carta contra su pecho- Baji-kun y ella eran papás y fueron asesinados con su bebé... Naoto ¿cómo, cómo es que ellos...?

- Según el testimonio de Kiyoshi Murakami y la policía, se encontraron los tres cuerpos en el suelo de la habitación principal -comentó con pesadez, las imágenes de las fotografías sobre ese caso todavía lo perseguían, fue atroz la cantidad de balas que hallaron incrustados en los cuerpos- Parece ser que Baji Keisuke las intentaba proteger ya que su cuerpo estaba sobre los de ellas... y por como está relatada la carta, tal vez eso ha sido lo último que hizo Keina-san antes de morir, eso explica las pequeñas manchas de sangre en el sobre.

Takemichi mordió fuertemente su labio inferior y tomó con suavidad la foto que se sacaron antes de su regresión, donde la chica lo abrazaba por los hombros. Le dolía tanto saber la manera en la que murió su amiga, saber que sufrió tanto por la muerte de su familia y sus amigos y que nadie estuvo para ella, que tuvo que soportar el dolor de todos mientras que cargaba con el suyo propio.

Las palabras de la Keina perteneciente a la anterior línea de los Black Dragons hicieron eco en su cabeza. Nuevamente, ella fue el pilar que mantuvo a flote a todos, obligándose a perderse a si misma con tal de que los demás estén bien... ¿pero quién evitaba que ella se hunda? Nadie, ni siquiera él, algo que lo ponía mal debido a que sabía la situación de ella pero aun asi se quedó de brazos cruzados.

- Naoto... vamos a ver a Mikey-kun.

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. Febrero 2006 .

- ¿Cuándo va a salir?

- Te dije hace un segundo que en unos minutos.

- ¡No puedo!

Lancé un quejido frustrada e impaciente ante la respuesta de Keisuke y sostuve con delicadeza el pastel de chocolate entre mis manos, decorado con muchos garabatos, letras y no sé que más, cortesía de los chicos que quisieron meter mano en la decoración cuando les dije que no.

Aunque no podía culparlos por su entusiasmo, después de todo estábamos a unos minutos que Haruki saliera de la correccional luego de cumplir su condena limpiamente. Aunque debía haber salido en diciembre de 2005, pero debido al papeleo y más, se retrasó hasta principios de febrero de este año nuevo.

- Keicchan ¿puedo comer un poco? -preguntó acercándose sigilosamente.

- Ni lo sueñes, Mikey -alejé el pastel de sus manos colocando detrás de Keisuke, quien solo bostezó con sus manos dentro de los bolsillos de su pantalón- Cuando salga Pah puedes, todavía no.

- Mikey está cumpliendo un nuevo record de no comer -comentó Kazutora divertido apoyado en su motocicleta.

- No cantes victoria antes de tiempo -suspiró Mitsuya viendo como Manjiro me perseguía en círculos.

- ¡Mikey, fuera, shu shu! -dije escalando sobre la espalda de Draken- ¡Ken, haz algo!

Los guardias de la correccional veían como yo parecía un gato subida a un árbol que huye de un perro, y por mientras, los demás miembros fundadores hablaban de cualquier cosa, todos esperando a que Pah salga finalmente.

- Toma, Mikey -suspiró Draken entregándole un doroyaki, seguramente estaba cansado de que yo me aferrara a su cabeza como koala.

- ¡No quiero, quiero el pastel que preparó Keicchan! -refunfuñó infantilmente y cruzándose de brazos.

- ¡Ya te dije que luego, no seas...!

- ¿Qué ocurre aquí?

Al escuchar aquella voz, que interrumpió mi regaño, todos nosotros giramos rápidamente nuestras cabezas hacia la entrada de la correccional.

Ninguno podía formular una sola palabra, porque enfrente nuestro se encontraba Haruki con una gran sonrisa y sus ojos achinados sosteniendo un bolso negro.

- ¡Pah! -fui la primera en salir del trance, llamándolo con lágrimas en los ojos.

Al momento de bajarme de los hombros de Draken, sentí una gran ráfaga de viento que pasó a mi lado y me dio unas diez vueltas en el lugar, algo asi como una bailarina de ballet.

Cuando dejé de girar, completamente mareada, me asesoré que el pastel estuviera bien y luego miré a los muchachos con enojo. Pero al ver como todos habían saltado a Pachin para abrazarlo, mi furia se esfumó.

- ¡Pah! -pronunciaron juntos aferrados a él como garrapatas, menos Draken y Mitsuya, quienes solo sonreían felices.

- ¡Me asfixian! -se quejó rieron, pero aun asi correspondió el abrazo como pudo.

Una sonrisa apareció en mi rostro junto a algunas lágrimas que amenazaban con salir. Pero es que... la escena es tan hermosa, era una imagen que no se mostró en el manga debido que ellos ya no estaban juntos y nunca pudieron recibir a Pah, y ahora que la estoy presenciado en vivo y en directo no tengo palabras para expresar la felicidad que siento.

- ¿Tu no vas a saludarme, Kami? -me habló cuando se deshizo de los chicos, sonriéndome en grande y extendiendo sus brazos.

- Eres un tonto -dije entregándole el pastel a Mitsuya.

Sin dudarlo, corrí hasta Haruki y me lancé a sus brazos, escondiendo mi rostro en su cuello y apretando más el abrazo.

- Te-te extrañé tanto... -sollocé, siendo imposible no llorar- No hagas algo tan tonto como eso, nunca más.

- Lo prometo, Kami -dijo serio- Nunca más.

- ¡Mas te vale! -grité separándome del abrazo y apretando sus mejillas- ¡Si tú, o alguno de ustedes, hace algo asi, juro por mis hermanos que les patearé el trasero tan fuerte que desearán nuca haberme conocido!

- Uy si, que miedo -habló Mikey con la boca llena y manchas de chocolate en sus labios.

- ¡Takashi, te encargué que cuidaras el pastel!

- Lo siento, él fue más fuerte -se encogió de hombros con una sonrisa divertida.

- Kami preparó una bienvenida para ti -mencionó Kazutora abrazándolo por el cuello.

- Asi es, no perdamos tiempo o no quedará nada de comida -se unió Baji copiando la acción del Hanemiya.

- ¡Mikey, ven aquí, no te escapes, cobarde!

- ¡No se llama huir, se llama evadir golpes!

- ¡Es lo mismo!

- ¡Perdedora!

- ¡Cuando te atrape vas a ver, Manjiro!

- ¡Aquí te espero, Keicchan!

- ¡Ugh!

Nota: llore haciendo este cap, pero bueno, escribi la muerte de mis bebés pero despues la liberación de pah, soy cruel pero justa asjajajsjas