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» Capítulo 22

Takemichi observaba maravillado su nuevo uniforme de la pandilla, y luego de las palabras de Peyan se consideraba un afortunado, pues Mitsuya se había en encargado de confeccionar personalmente las prendas.

Incluso se le llenaron los ojos de lágrimas al saber que esto era una muestra de agradecimiento por haber salvado a dos de sus más grandes amigos. Sus esfuerzos no fueron en vano.

Antes de siquiera poder decir algo, los varones presentes se sobresaltaron ligeramente al oír la puerta abrirse junto a varias voces que resonaban con palpable alegría.

- ¡Buenos días, chicas! Wow, estas prendas están asombrosas, Yosuda-chan. Qué bonita falda ¿tú la hiciste, Akira-chan? La chaqueta de cuero está genial, Nori-chan ¿Quieres que sea tu modelo para el vestido que piensas hacer, Kaori-chan? Claro, con gusto acepto, solo hay que...

- Kami -la interrumpió Mitsuya al verla conversar con todas sus estudiantes, Keina suele distraerse mucho y se pone a hablar hasta que no la interrumpen.

- ¡Takashi! -sonrió acercándose luego de despedirse de las chicas- ¡Ustedes también están aquí, Takemicchi, Peyan!

- Ho-hola, Kami-chan -saludó, pensando en que su amigo Yamagashi tenía razón sobre Keina, pues la chica vaya donde vaya le agrada a todos.

- ¿Qué te trae por aquí? -preguntó el pelilila- Pensé que tenías entrenamiento hoy.

- El entrenamiento en una hora, asi que tengo tiempo -rio sentándose en la silla de enfrente- Quería hablar contigo sobre algo, pero veo que tienes invitados.

- ¡No te preocupes, Kami-san! -habló Peyan nervioso, aun no tenía el valor para verla a la cara- N-nosotros ya nos retiramos.

- Si -asintió Takemichi- Muchas gracias por el uniforme, Mitsuya-kun, juro cuidarlo con mi vida. Nos vemos.

- ¿Es asi? Entonces tengan cuidado -sonrió agitando su mano- Nos vemos en la reunión de mañana, no hagan desastres ¿si?

La mirada celeste brillante de la chica se mantuvo estática en ambos varones hasta que se fueron del salón, permitiéndose asi girar hacia su gran amigo con una sonrisa gatuna.

- Takashi -canturreo, y el chico supo que algo se tramaba- Necesito que hagas algo por mi.

- ¿Qué será esta vez? -suspiró rendido.

- Quiero que hagas mi traje para la próxima competencia -soltó con seriedad.

Ante el pedido, Mitsuya se sorprendió y no pudo evitar hacer una mueca.

- No, lo siento Kami, pero ya hablamos de esto -se negó- Tus trajes son cosas serias, no puedes dejarme a cargo tal trabajo. No estoy capacitado para hacer algo que tu llevarás puesto, mucho menos si es algo tan importante como lo es un traje de patinaje. Si algo sale mal, quedarás en vergüenza frente a todo Japón.

Keina sabia las razones por la cual su amigo se negaba a confeccionar su ropa de patinaje, y también sabía sus miedos. Pero esta vez no se dejaría vencer tan fácil como hace dos años cuando se lo pidió por primera vez, confiaba plenamente en las maravillosas manos de él.

- Mitsuya Takashi -pronunció con seriedad, sorprendiendo al chico por su tono y mirada- He venido a aquí no como Kami, tu amiga, sino como Murakami Keina, la patinadora juvenil que tiene la medalla de oro en las nacionales y que representará a Japón en los Juegos Olímpicos.

- ¿Q-qué...? -soltó aturdido, jamás la había odio tan fría y profesional. Y eso quería decir que iba en serio.

Por su parte, Keina se mantenía impasible, pero internamente Keina lloraba y golpeaba repetidamente su cabeza contra una pared. Odiaba hablarle tan fríamente a su tierno amigo, pero debía hacerlo si quería conseguir lo que quería.

- Quiero solicitar tu servicio de costurero y diseñador -dijo ella- He oído que eres asombroso en tu trabajo, asi que no pude evitar venir.

- Keina, tú...

- El 25 de febrero de 2006 será la competencia, ese día yo debutaré en los Juegos Olímpicos en representación de Japón -continúo cruzando sus piernas- Vine con tres meses de anticipación ¿crees que puedas hacerlo en ese tiempo?

- No he dicho que si.

- Tampoco creas que quiero que lo hagas gratis -lo ignoró por completo sacando algo de su mochila para luego colocarlo sobre la mesa, mostrando un cheque con su firma y el monto de dinero- Te daré un anticipo de ciento cincuenta mil yenes, cuando finalices tu trabajo de daré la otra mitad.

- ¡¿Qué?! -se puso de pie sobresaltado- ¡¿Me darás eso solo por un traje?!

- ¿Es muy poco? -chasqueó la lengua- Sabía que tuve que poner más, no mereces menos.

- N-no, es-es demasiado dinero -dijo aturdido.

- ¿En serio? Mi anterior diseñadora pedía el doble, pero sabía que tú no aceptarías si aumentaba el costo.

Mitsuya miró con asombro el cheque sobre la mesa, nunca en su vida había visto tanto dinero, ni siquiera juntando las deudas de su madre sumaban esos números.

- Aun cuando para ti esto es demasiado, es lo que estoy dispuesta a pagar por tu trabajo -dijo la pelirosa extendiéndole el cheque con su dedo- Y si crees que tu labor cuesta más, por favor dímelo, aumentaré las cifras. Asi que ¿qué dices? ¿aceptas trabajar conmigo?

El varón tragó saliva, indeciso, era una oferta asombrosa y sentía mucha tentación luego de ver al cheque, con solo la mitad de ese monto podría ayudar a pagar las cuentas de su madre, incluso sobraría; no quiere imaginarse lo que hará con el resto del dinero.

También tenía miedo, claro que si, hacer un traje para Keina era un trabajo sumamente importante, después de todo la ojiceleste era una patinadora conocida nacionalmente y pronto sería alabada a nivel mundial, no podía hacer un traje mediocre que podría dejarla en ridículo frente al público. Se odiaría por siempre si hace algo que pueda arruinar la vida profesional de su preciosa amiga.

Aunque esta solicitud también era una ventaja para él, pues se quiere formarse como un renombrado diseñador de modas. Tal vez este es el primer paso a su sueño, pues hacerle un traje a alguien famoso como Keina era una gran oportunidad, que si bien no lo hará conocido mundialmente, la gente lo tendrá en sus mentes luego de ver su obra.

- Está bien -accedió luego pensar en los pros y contras.

- ¡Gracias Dios! -expresó levantando sus brazos al cielo, dejando de lado su postura profesional para desplomarse en el asiento- ¡¿Cómo puedes quedarte callado tanto tiempo?! ¡Pensé que me dirías que no, ya estaba por utilizar mi plan B!

Keina se puso de pie y fue al encuentro con su amigo, abrazándolo con fuerzas.

- ¿Cuál era tu plan? -preguntó divertido, dándole unas caricias en la cabeza.

- Chantajearte con tus hermanas -confesó con un pequeño rubor de vergüenza- Si les decía sobre esto, estaba segura que Luna-chan y Mana-chan te obligarían a hacerlo.

- Eso fue bajo -bromeó golpeándola suavemente en la nuca.

La Murakami hizo un puchero culpable, pero luego sonrió en grande al recordar que si obtuvo lo que quiso.

- Gracias por todo, Takashi -dijo separándose, pero sus manos quedaron afirmadas en los brazos de él- Estoy segura que harás un trabajo asombroso, confió en ti.

Él abrió sus ojos con impresión, sintiendo como estos brillaban con un sentimiento inexplicable y su corazón se calentaba al oírla.

Keina tenía el don para hacer que la gente caiga en sus manos, y ella nunca se daba cuenta del peso de sus lindas palabras.

- Prometo esforzarme por hacer un traje digno de ti, Kami -sonrió.

- ¡Estoy segura que lo harás! -amplio su sonrisa, pero luego recordó algo asi que tomó su pequeña mochila blanca y sacó un reproductor de música con unos audífonos- Esta es la canción que utilizaré en la competencia, si gustas, puedes escucharla para inspirarte.

- Lo tomaré en cuenta -asintió recibiendo el aparato.

- ¡Estoy emocionada por ver tu magnífica obra de arte!

- Ni siquiera he tomado tus medidas, Kami.

- No importa, será genial de todos modos ¿cómo tienes planeado hacerlo?

- No seas impaciente.

- ¡Takashi!

⭑✦⭑

Mientras esperaba junto a Ken a que la estrella de ese día llegara, pensaba con calma los acontecimientos de hace unas semanas. Me sentía extremadamente feliz de haber cumplido con éxito mi misión de salvar a Keisuke, se me llenaba el pecho de alegría de recordar que se pudo impedir su trágica muerte.

Sin embargo, no podía evitar estar tensionada o ansiosa casi todos los días, pensando que podrían atacarme en cualquier momento. No podía relajarme, debo estar alerta y cuidarme la espalda más que nadie, después de todo casi muero gracias a las ideas de Kisaki, eso significa que sigo siendo un objetivo de él y puedo ser eliminada si asi lo quiere.

Sin poder evitarlo, mi sonrisa se contrajo de molestia de solo pensar en eso.

Te odio, Kisaki Tetta... ¡Ugh, es que encima se apellida asi! Si hubiera nacido en Latinoamérica sería víctima de burlas hasta que muera, pero como estamos en Japón ese apellido es normal asi que no puedo burlarme libremente de él.

- ¡No te queda del todo! -rió Draken sacándome de mis pensamientos.

- ¡Lo sé! -sonrió Takemichi avergonzado- ¡Se siente como si alguien me hubiera vestido!

- ¡Bienvenido a la pandilla Tokyo Manji Gang! -sonreí en grande alzando mis brazos al cielo, olvidando mis maldiciones hacia ese tipo.

- ¡Si! -hizo una reverencia de noventa grados- ¡Muchas gracias!

- Ahora ¡empieza la reunión! -anunció Draken- Esta reunión va a ser importante para ustedes, asi que prepárense.

- A la orden -canturreé.

Dándole una sonrisa traviesa a Takemichi, hice un gesto con mi dedo para que me siguiera. Como él era un miembro común, no pudo colocarse a mi lado en la primera hilera, pero eso pronto cambiaría.

Mientras ajustaba mi chaqueta del uniforme, pude percibir como el santuario quedaba en silencio tenso al momento de llegar el presidente.

Sin embargo, no venía solo. Cubriendo sus dos laterales, caminaban en sintonía Baji y Hanma.

- La reunión de hoy será un viaje agitado -dije en un suspiro colocando mis manos entrelazadas detrás mío.

- ¡Estamos aquí para concluir la Batalla de Halloween! -anunció Ken a mi lado.

- La Batalla de Halloween -comenzó Mikey- 300 de Valhalla contra 150 de ToMan, a pesar de la aplastante desventaja cada uno de ustedes sostuvo lo suyo y reclamó nuestra victoria. Shuji Hanma, vice comandante de la pandilla que derrotamos, tiene un mensaje para ustedes.

- Aqui, Shuji Hanma de Valhalla -se presentó vagamente- Valhalla nunca tuvo un líder, asi que como consecuencia de nuestra derrota, nos uniremos bajo el estandarte de ToMan ¡Ahora Valhalla está afiliada con la pandilla Tokyo Manji!

Aun sabiendo que esto estaba algo mal, no pude evitar que mis labios se curvaran al oír los gritos de celebración de mis chicos, pues estaban felices de saber que nuestra pandilla se expandía mucho más.

- ¡ToMan, ToMan! -gritaban alzando sus puños.

- ¡Alguien ayudó a unir nuestras dos pandillas, es gracias a él que esto esté sucediendo! -continuó- ¡Por favor, da un paso adelante Kisaki Tetta!

Al ver de reojo como pasaba a mi lado, mi enojo apareció, pues yo fui quien unificó ambas bandas ese día de la pelea, pero al parecer él se llevará todo el crédito. Por fuera me mantenía tranquila, pero internamente había una Keina chibi quemando a un Kisaki atado a un poste de madera.

- Hay otras cosas más de la que hablar -dijo Mikey- Es algo de lo cual no me incumbe decir, asi que te dejo el resto.

- Aqui Baji Keisuke -habló por primera vez en toda la noche, dando un paso al frente y manteniendo su expresión seria- Valhalla perdió y como consecuencia tuvo que unirse a ToMan, lo que significa que yo también. No les pediré que me perdonen por dejarlos, porque sinceramente no me arrepiento, pero tampoco permitiré que las cosas continúen como si nada hubiera pasado ya que ustedes también la pasaron mal por mi egoísmo, es por ello que no volveré a mi puesto de capitán de la primera división y continuaré como un miembro común de ToMan.

Las exclamaciones no tardaron en aparecer, algunos estaban de acuerdo y otros no, pues es bien sabido lo querido que es Keisuke a pesar de que antes se fue de ToMan.

- Pero no se alarmen, la división no se quedará sin capitán -bufó con una mueca irritada, parece que le molestó escucharlos gritar- Hablé con Mikey y Chifuyu, el vice capitán del primer escuadrón, y entre los tres llegamos a un acuerdo de nombrar a otro líder, pues Chifuyu consideró que era una gran responsabilidad liderar la división. Es por eso que ahora se nombrará a quien ocupará el cargo, alguien confiable y leal, alguien que no dudó en poner el pecho para proteger a los suyos y que salvó la vida de Keina a costa de la suya ¿no creen que alguien asi merece el puesto?

- Esto será emocionante -sonreí gatuna acercándome a los pies de las escaleras, donde le di la espalda a Baji.

- ¡Hanagaki Takemichi, te nombro capitán de la primera división! -anunció Keisuke sorprendiendo a todos, mucho más al mencionado- Nuestro líder, Keina, Chifuyu y yo hemos decidido dejar esta responsabilidad a ti.

- Takemicchi -hablé con una sonrisa- Te estoy eternamente agradecida, si no fuese por ti yo no sé en donde estaría ahora mismo. Te debo la vida y tienes toda mi confianza, Hanagaki Takemichi, y sinceramente no veo a nadie más usando ese puesto -sin vacilar, hice una reverencia hacia él- Gracias por salvarme.

Sabía el peso de mis palabras, sabía que si yo decía aquello todos lo aceptarían sin dudarlo.

- ¡Hanagaki Takemichi! -pronunció Mikey- ¡Levanta la cabeza y danos tu respuesta!

- ¡Daré lo mejor! -gritó con lágrimas en los ojos.

- Oye ¿y ahora por qué lloras? -bufó Draken con una sonrisa- No tiene nada de disciplina.

- Ah, Dios -suspiró sonriente Mitsuya- Ahora tendré que rehacer el bordado.

- Levantaste demasiado la cabeza, idiota -murmuró Mikey- ¡Una última cosa antes de que se retiren! Keicchan ¿lo dices tú?

- Algo me dice que tienes flojera de hablar -comenté divertida a su lado para luego aplaudir y asi llamar la atención- ¡Chicos, aquí! No es tan importante, pero es bueno que lo sepan. Como bien sabrán, 300 miembros de Valhalla ahora le pertenecen a ToMan, por lo que hemos decidido junto a Mikey y Ken que todos ellos serán distribuidos equitativamente en todos los escuadrones, eso significa que a partir de ahora cada división tendrá 75 miembros. Esto ya ha sido hablado con sus capitanes, asi que espero que puedan aceptarlos a pesar de la antigua enemistad ¿si? -sonreí- Me haría feliz que entre todos nos llevemos bien y guiemos a nuestros compañeros.

- ¡Si, señor! -gritaron con una gran sonrisa.

- ¡Muy bien! -reí entrelazando mi brazo con el de Baji- ¡Ahora síganme todos, iremos a cenar a lo de la abuela Naho! Como ganaron la pelea, es hora de que yo cumpla con mi parte ¡Además, celebraremos el nombramiento del nuevo capitán!

- ¡Si! -celebró Mikey- ¡Me estaba muriendo de hambre!

- K-kami-chan ¿pagarás la comida de 150 personas? -preguntó Takemichi.

- Si -dije simple- Todos se lo merecen, además esto no es nada para mi y la abuela Naho siempre nos hace descuento cuando vamos.

- ¡Kami, Kami, Kami! -gritaron los miembros con alegría.

- ¡Kami, Kami, Kami! -repetí siguiéndolos.

Risas se escaparon de mi garganta cuando Baji me alzó y en un movimiento me colocó sobre sus hombros para si seguir los gritos de celebración y que todos nos sigan hacia el restaurante, aunque luego iremos en las motocicletas, pero bueno.

Estos momentos son los que me hacen seguir adelante por ellos.






Nota: doble capitulo por el atraso, disfruteeeeen <3

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