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Capítulo 4 "Un favor es un favor"

Narradora:
Era la hora de cena y todas ya habíamos comido, Rapunzel y Anna hablaban hasta por los poros mientras las otras hermanas reían, las que seguían eran Tooth y Marinette, sin embargo no habían hablado para nada.
—¿Les pasa algo chicas? —preguntó Mérida mientras tomaba su limonada.
—¿Eh, qué dices?
—Sabes a qué me refiero Tooth, algo les pasa, no han hablado para nada —respondió de nuevo la hermana de cabello rizado.
—Mamá y papá no están, pueden contar lo que sea aquí y lo saben —ahora la que hablaba era Anna, mientras las demás reían.
—Está bien, vamos a mi cuarto —respondió la de ojos púrpuras, todas la siguieron ya con la pijama puesta.
—Ahora que estamos aquí y no hay ni una sola alma, ¿qué fue lo qué pasó? —preguntó Elsa preocupada, ¿por qué se dan con tantos rodeos? Pensaba ansiosa.
—Pasó algo con los Frosts... —murmurró Marinette mientras miraba al suelo fijamente.
—Ay, no seas exagerada Marinette, deja de darle demasiada importancia al asunto, lo que pasó chicas fue... uh —al ver la cara de sus hermana, decidió que talvez decirles que el idiota de Aster Frost las había llevado a casa no sería la mejor de las ideas—, pasó que uno de los Frost nos trajo a la casa.

Eso fue dejarles caer un vaso de agua fría a las hermanas Arendelle, ¿de verdad uno de los Frost se había atrevido a ver a una de ellas?
—No me digan que fue el idiota de Jack.
—O Hiccup.
—O Hans.
—O Kristoff.
—O Eugene.
—Fue nada más y nada menos que Aster Frost —rieron las chicas al ver cómo sus hermanas mencionaban los nombres de todos los chicos de la familia enemiga.
—Espera, ¿Tooth y Aster en un mismo carro? No me digas que no se insultaron Marinette —preguntó la hermana conocida como Astrid, todas esperaron expectantes.
—Ni siquiera se hablaron —respondió y todas quedaron sorprendidas.
—Estoy orgullosa de tu paciencia Tooth, eh —la que hablaba con calma era Elsa—, pero nos hizo un gran favor de haberlas traído y no haber dejado que se quedaran mojándose en la lluvia, y más con todo lo que traía Marinette.
Todas concordaron, excepto Tooth— ¡Ay por favor! Yo hubiera hecho eso por cualquiera —todas encarnaron la ceja, eso no era del todo cierto—, menos por los Frost —rió con sinceridad.
—Escúchenme, Marinette y Toothiana, los Arendelle somos personas respetables y que cumplimos con nuestra palabra, eh, así que... Aster Frost les hizo un favor, ahora ustedes le deben uno, ¡las dos! —exclamó Elsa en modo de regaño, Marinette y Tooth no podían creer lo que escuchaban, y las otras hermanas no podían aguantar la risa.
—¿Qué? No, Elsa no podemos deberle nada a esos imbéciles —rió nerviosa Marinette.
—Ya lo dijo la señora de la casa niñas, ahora le deben un favor a Aster —dijo seria Mérida, aunque luego se carcajeó.
—Mañana le preguntarán cómo le pueden regresar el favor a Aster y se lo cumplirán sin importar cuán ridículo sea —les exigió Astrid mientras bostezaba.
—Pero-
—Ningún pero, es más, vamos a dormir señoritas —respondieron Rapunzel y Anna al unísono, y fueron las primeras en abandonar la habitación, le siguieron Elsa, Mérida y Astrid.
—Así que... mañana buscaremos a Aster antes de sus clases —murmurró la de ojos celestes.
—No lo creo, deberíamos mentirles a las chicas.
—¿Si sabes que se enterarán de una manera u otra, cierto Tooth?
—Cállate sabelotodo, y vete a dormir, lo necesitamos bastante para lo que nos tocará hacer mañana —se despidió la morena de la de pijama rosada.

Narra Mérida:
Tomaba un café junto a Elsa y Rapunzel mientras hablábamos en voz baja sobre lo sucedido, ¿cómo uno de los hermanos Frost se había portado amable con ellas?
—¿Se imaginan a Tooth y Marinette en la limosina de los Frost? —preguntó Punz tomando un sorbo de jugo de naranja, Elsa y yo comenzamos a reír.
—Yo aún no me lo creo completamente —respondí con una sonrisa.
—Pero aún así, le deben el favor a Aster, me pareció que su acción fue de buena fé —ahora la que hablaba era Elsa mientras recogía su cabello en una cola alta.
—Cierto, fue algo amable —le di la razón a ella.

Luego de eso bajaron nuestras otras hermanas, Anna con una falda verde y un crop top blanco, Astrid con una blusa color turquesa y un overol color crema, Marinette con un pantalón rosa hasta la cintura y una blusa de manga larga del mismo color y por último llegó Tooth, con un precioso vestido color esmeralda.
—¡Buenos días mamá, papá! —gritó Astrid mientras bajaba con elegancia las escaleras.
—Mamá y papá salieron temprano —grité mientras le respondía—, y apúrense que los choferes tienen libre hoy porque yo misma quiero llevarlas —tomé otro sorbo a mi café y Elsa me sonrió cómplice.
—Yo estoy de acuerdo con Mér, nos haría bien algo de tiempo de calidad fuera de la casa —respondió Elsa con simpleza.
—¿Y no tendrá nada que ver con que tenemos que hablar con Aster Frost ya que nos obligaron a decirle que "le debemos un favor"? —preguntó Tooth haciendo señas exageradas con la mano.
—¡Tienes toda la razón Tooth! Es exactamente por eso que quiero llevarlas —respondí mientras tomaba lo último que quedaba de mi café—. Bueno señoritas, nos iremos ahora mismo porque no pienso llegar tarde a mi clase de derecho constitucional.

Todas recogimos nuestros platos mientras platicábamos de varias cosas, luego salimos disparadas hacia mi carro, Elsa iba de copiloto mientras yo conducía y todas iban atrás, escuchamos un poco de música y de nuevo volvimos al tema de los Frost estando cerca de la universidad.
—Así que... ¿qué es lo que les dirán? —preguntó Rapunzel con una sonrisa juguetona plasmada en el rostro.
—Creo que deberían comenzar como "Aster, te amamos, eres el amor de nuestras vidas, cásate con nosotras" —respondió Anna mientras soltaba una carcajada—, vamos Toothie, sabemos que lo odias, es una pequeña broma nada más.
—Realmente lo odio —rió mientras volteaba los ojos—, y no sé qué le diremos... solo sé que surgirá algún tema de conversación, ¿no?
—¿Lo harán ahora?
—No lo sé Astrid, creo que sí, entre más rápido salgamos del problema muchísimo mejor.
—Bien, ya llegamos señoritas —anuncié mientras paraba el carro y recogía mi maletín del baúl, mis hermanas seguían en el carro, excepto Elsa—, ojalá no estén esperando a que les abra la puerta, no sean perezosas —Astrid y Anna abrieron las puertas de mala gana—. Eh, otra cosa chicas, acompañaré a Tooth, Elsa y Marinette a su facultad, no estoy segura si hoy podré salir temprano, así que le dejaré a Elsa las llaves —confirmé mientras le daba las llaves de mi bebé a Elsa, la cual miraba con superioridad a todas.
—¡Yo estoy al cuidado de ustedes! Pobres si llegan tarde, yo las esperaré máximo 15 minutos eh.
—Cállate Elsa.
—Está bien chicas, ahora solo hay que desearles suerte a nuestras queridas y preciadas hermanitas —respondió Punzie mientras abrazaba a Tooth y Marinette—, ¡adiós!

Caminamos hacia el edificio que utilizaban los estudiantes de diseño gráfico, es decir Elsa. Veía cómo el idiota de Jackson Frost iba por el mismo camino que nosotras, acompañado de algunos de sus hermanos, ¡entre ellos Hiccup "el idiota mayor" y Aster!
—¿Escuchan eso chicos? Son unas personas indeseables que se acercan a nosotros, ¿qué hacen aquí las "reinas" de Manhattan? —preguntó el peliblanco con una sonrisa juguetona, nosotras volteamos los ojos en señal de molestia.
—Te recuerdo que yo también estudio aquí, imbécil —respondió Elsa con simpleza mientras se despedía de nosotras con un beso en la mejilla.
—Adiós chicos —se despidió Jack de Hiccup, Aster y Eugene, los cuales nos dedicaron una mala cara.
—Bien chicas, es su momento de hacer lo correcto —dije mientras me acomodaba la blusa de botones y las empujaba hacia el de cabello gris y ojos verdes—, ¿qué tal Aster?
—¿Qué hacen hablándome?
—Ellas necesitan decirte algo, así que... apúrense.
—Eh, yo, ah —comenzó Mari mientras se miraba las manos, algo que hacía cuando estaba nerviosa.
—Escucha, Frost, queríamos agradecerte por habernos llevado a nuestra casa ayer —respondió Tooth mientras le tendía una sonrisa sincera, ¿qué está pasando aquí, eh?—, y las Arendelle somos personas muy agradecidas, por lo tanto, tú nos hiciste un gran favor, ahora te debemos uno, y si no lo quieres podrías decirlo ahorita gran idiota.
—¿Huh? Las Arendelle me deben un favor, me siento tan halagado —dijo en forma sarcástica, y acercándose de forma intimidante hacia Tooth, estando muy cerca de ella la vio fijamente a los ojos.
—Sí, Aster, ¿serías tan amable en decirnos qué necesitas? —preguntó Marinette aún sin verlo a los ojos.
—Escucha Frost, ya es bastante humillante para mis hermanas hablarte para agradecerte, pero eso a que sigas molestándolas son dos cosas distintas —comencé defendiendo a mis hermanas mientras las alejaba de Aster poco a poco—, te daremos hasta mañana para que les digas qué necesitas, pasa un bonito día —ahora las tres nos dirigíamos hacia el edificio de Marinette.
—Gracias por intervenir, Mér... en realidad no sabía qué hacer —admitió la morena a mi lado mientras se avergonzaba.
—No hay de qué, ahora, adiós Marinette —sonreí dándole un beso en la mejilla.
—Ahora cuéntame, ¿qué te pasa? —le pregunté a mi hermana mientras la miraba con preocupación—, nunca te dejas intimidar por nadie, ni siquiera cuando aquel ladrón nos pidió las tarjetas de crédito, ¿pero te dejaste vencer por Aster Frost?
—No me dejé intimidar por él Mérida, solamente sentí impotencia al deberle algo, ¿sí? —respondió malhumorada mientras caminaba más rápido, ya estábamos cerca de odontología, por lo tanto decidí dejarla ahí y despedirme únicamente con la mano.

Era un viaje un poco largo hasta la facultad de derecho, pero llegué a tiempo para mi primer clase, ahí se encontraba mi mejor amiga Violeta, su aliento siempre olía a fresa, ¿y para qué negarlo? Era realmente hermosa, mucho más que yo.
—Casi llega tarde señorita Arendelle.
—No volverá a pasar licenciado, lo prometo —respondí mientras le sonreía tímidamente.
—¿Mérida Arendelle vestida con una falda? Eso si es algo nuevo —dijo una chica con el cabello amarrado en una cola alta.
—Cállate Violeta, me gustó y me pareció un conjunto precioso para hoy que estoy de buen humor, y tú —piqué su frente—, no vas a arruinarlo cariño.
—Está bien Mér, recuerda que hoy llegaré a tu casa para comenzar a armar el caso, ¿de acuerdo? ¿acaso traes algún perfume nuevo? Ya no apestas a zorrillo.
—"5th avenue" de Elizabeth Arden —contesté con una sonrisa—, mi madre lo compró para mí hace un tiempo y no me había atrevido a utilizarlo, y la que apesta a zorrillo eres tú.
—Te queda bien, ahora habrá que poner atención porque el licenciado Andrews nos ve con mala cara —dijo volteando hacia la pizarra sonriendo.
Conocer a Violeta Wells era de las mejores cosas que me habían pasado en estos 18 años, ¿la parte mala? Su novio psicópata, Will me odiaba con todo su corazón, ¡incluso siendo yo la que los había presentado!, no sé qué me pasó por la mente al pensar que él sería suficiente para ella.

Narra Hans:
Estaba prestando atención a mi clase cuando algo llamó mi atención, ahí estaban algunos de los estudiantes de diseño de modas, entre ellos mi hermano Adrien.
—Buen día doctor Crown, ¿ya le dijo a los alumnos lo que harán? —preguntó un profesor mientras entraba con algunos alumnos.
—Aún no, pero lo haré ya mismo. Chicos, algunos de los profesores nos reunimos para que algunos de nuestros mejores alumnos tengan algunos puntos extras, ¿comprendido? Los dejaré con el profesor Castrat para que les explique las instrucciones.
—Buen día jóvenes, veo que esto los toma por sorpresa, pero no se preocupen, no necesitamos a todos, simplemente a dos personas —comenzó el señor de bigote mientras sacaba una pequeña lista—, Hans Frost y Felipe Rose —terminó con una sonrisa— los demás seguirán acá como en clases normales, ¿sí? Ustedes dos, conmigo, y traigan sus mochilas y objetos personales.
—¿Y bien, a qué le debemos el placer de estar aquí? —preguntó Felipe mientras me miraba.
—No tengo ni idea.
—Bien, chicos, necesito nada más a Adrien Frost, Marinette Arendelle, Aurora Hell y Scott Trainor —aquellos cuatro se vieron con una mirada de odio y de superioridad—, ¿qué? Son los mejores de mis estudiantes y ustedes no pueden negarse. Ahora, lo que haremos es ir por los demás estudiantes, para luego ya poder decirles por qué están aquí, ¿de acuerdo? Vamos —terminó su oración mientras los otros estudiantes se iban y nos guiaba hacia otro lado.

Llegamos al edificio de diseño gráfico, ¿qué hacíamos aquí? De repente salieron cuatro chicos, un par de chicos de cabello blanco y el otro par con el cabello color negro.
—Un placer tenerlos con nosotros —volvió a hablar el profesor—, señorita Arendelle, señor Frost, señorita Greenhouse y señor Vort, ya les diremos de que se trata todo esto.
Luego fuimos al edificio en donde se encontraban las personas que querían seguir modelaje, y yo seguía pensando en qué endemoniado plan nos querían meter los maestros, de ahí salieron Astrid Arendelle, y otras tres chicas, ¿de verdad tenía que estar ella con nosotros?
—¿No se suponía que solo querían a los mejores estudiantes? —espeté al ver cómo de los 7 hermanas Arendelle, ya habían tres con nosotros— Al menos veo qué hay algunas personas que no se lo merecen.
—Entre esas personas estás tú, Hans —respondió la de overol azul viéndome a los ojos con desprecio.
—Bien chicos cálmense, les diré de que se trata todo esto. Existe una competencia en la que quiero que participen mis mejores alumnos, ellos conocen esta carrera mejor que sus compañeros, y de verdad me haría bastante ilusión que los ayudaran. Los puntos y el reconocimiento se lo darán a todo el equipo, y ustedes ganarán puntos por ayudarlos en este pequeño proyecto.
—Perdón, ¿dijo equipos? —preguntó Felipe mientras lo observaba con una cara de desagrado.
—Definitivamente lo dije caballero, ahora que estamos todos, los dividiré en grupos —sacó un papel y un bolígrafo mientras—. Bien, escuchen bien quiénes están en sus equipos, los capitanes del primer grupo serán Marinette Arendelle, y Adrien Frost, los animales que inspirarán sus diseños serán escogidos por Hans Frost, estudiante de veterinaria, los fotógrafos serán Elsa Arendelle y Jack Frost, y por último las personas que modelarán sus diseños serán Astrid Arendelle y Millie Collins. Los capitanes del segundo equipo serán Aurora Hell y Scott Trainor, los animales serán escogidos por Felipe Rose, sus fotógrafos serán Teresa Greenhouse e Isaac Vort, y sus modelos serán Mary Thompson y Gabriela Rousseau. Les daré un pequeño tiempo para que se pongan de acuerdo, es decir, todo el día —rió mientras se iba.

Todo se sumergió inmediatamente en un silencio bastante incómodo, la única que no parecía darse cuenta era la chica Collins, quien ofreció ir a un puesto de café cerca de la entrada de la universidad.
—Bien, se nota hasta en el aire que todos ustedes no se caen bien, ¿o me equivoco? —ninguno hizo nada— Ahora somos un equipo, debemos ayudar a Marinette y Adrien.
—Ustedes no son santos de nuestra devoción ni nada que se le parezca, pero me parece que Millie tiene razón —respondió Marinette mientras nos miraba, y evita mirar a Adrien—, Adrien, tenemos que hacerlo, ¡sabes que esto nos beneficiará más!
Mi hermano se mordió el labio antes de comenzar a hablar— Creo que Marinette tiene razón. Aparte, ahora tenemos un enemigo común, ¿no les parece?
—¿A qué te refieres? —pregunté desentendido, ¿qué enemigo?
—¿No es obvio? Odiamos a los chicos que nos pusieron como rivales —mencionó la de pantalón rosa mientras tomaba una pequeña galleta de la cesta.
—Pues yo no odio a Felipe.
—Créeme, lo odiarás, y yo también tengo un cierto problema con Teresa Greenhouse, me parece insoportable.
—La anciana tiene razón Hans, Isaac y ella solamente se la pasan tomando fotos de ellos besándose, y es asqueroso, sería mejor si lo hiciera conmigo —sonrió con astucia mi pálido hermano.
—¿Me están diciendo que todos ustedes tienen un problema con las personas que les pusieron de rivales? —pregunté incrédulo, a lo que todos asintieron lentamente.
—Todos los del otro equipo son más fastidiosos que ustedes, Frost —respondió Astrid mientras hicimos un corto contacto visual.
—Pues si hay alguien que mis hermanos odien más que a ustedes, los ayudaré a derrotarlos —reí con inseguridad, no sabía si de verdad podremos derrotarlos.
—Veo que todos están reunidos, aquí están nuestros animales para que no nos copien, ya que sus diseños son una completa basura —dijo una chica de cabello rubio y un vestido morado, Aurora si no falla mi memoria.
—Tú eres la completa basura, no insultes a los demás solo porque no te sientes conforme contigo misma —le contestó Astrid, eso sí que me sorprendió, y al parecer no solo a mí.
—Pero si habla la modelo, ¿huh? ¿Quién es la que habla de no estar conforme consigo misma si tiene que recurrir a una carrera como modelaje para sentirse bien?
—Para que sepas, corazón, no te debo ninguna explicación, pero ahí te va, estudio modelaje porque me gusta mi cuerpo y no porque necesite aprobación social sobre mi cuerpo. Ahora vete, que te recuerdo que tienes que hacer unas telas bonitas para que tus diseños queden aunque sea un poquito a la altura de los de Marinette y Adrien, adiós —terminó mientras agarraba el papel que nos dio, la chica se fue con una mirada de odio.
—Definitivamente ahora sí los aplastaremos —respondió Jack—, bien, aunque ustedes sean las mujeres más odiosas del mundo no merecen insultos tan bajos.
—¿Cuáles son los animales que han escogido?
—Jaguar, serpiente, zorro y focas, Hans.
—Eso es bastante cruel, de eso están hechas la mayoría de prendas de piel.
—Se me ocurre algo, podríamos hacerlo como un safari Adrien, ¿qué te parece? —preguntó Marinette mientras se emocionaba, Adrien le sonrió de vuelta.
—Me encanta, podríamos hacerlo inspirado en África, apúrate a escoger algunos animales, idiota —me dijo Adrien haciéndome señas para que me apurara.
—Eh, uh, escojamos al león, siendo el rey de la selva, la jirafa, la cebra y... uh, podríamos poner los colores de algún ave, el guacamayo azul por ejemplo —todos sonrieron en cuanto terminé.
—Me fascina, Jack y yo podríamos hacer una sesión de fotos con distintos fondos y todo —mencionó Elsa mientras tocaba el hombro de mi hermana, e inmediatamente lo retiró y se apartó de su lado, ambos sonrieron tímidamente, aunque Jack le dedicó una mirada de asco.
—No seas grosero —le susurré—, solo cometió un error al tocarte el hombro, no te tocó cerca de la entrepierna.

Pasamos bastantes horas en la cafetería, Jack, Elsa y yo tratábamos de platicar mientras Millie y Astrid ayudaban con los diseños a Marinette y Adrien.
—Así que... ¿veterinaria, huh?
—Me encantan los animales Arendelle, son las criaturas más puras que existen en el mundo —respondí con simpleza.
—Pues a mí me encanta captar los momentos para vivirlos por siempre en una fotografía.
—Eres igualita a Jack —reí, ganándome una mala mirada por parte de ambos, definitivamente Jack iba a contarles a todos cuando regresemos a casa.
—No vuelvas a decir ese insulto frente a mí, Hans —me dijo Jack pegándome un puñetazo en el brazo, eso dolió bastante pero no iba a darle el gusto a Jack de saber que me había gustado.
—¿Por qué nos odian tanto? —preguntó Elsa mientras miraba hacia otro lado.
—Por la misma razón por la que ustedes nos odian, simplemente no podemos existir en el mismo estado, ustedes tienen empresas que hacen la competencia a las nuestras, y son unas pequeñas presumidas.
—Sí, y ustedes son unos pretenciosos —respondió mientras ambos volteábamos los ojos—, simplemente nos odiamos desde siempre, y así deberá de quedarse.
—Supongo... supongo que tienes razón —me dio una pequeña sonrisa mientras se dirigía a pedir otro café, me daba un poco de pena contestarle groseramente, pero a fin de cuentas es una Arendelle.

Por fin terminaron las clases y Adrien y Marinette se despedían con un estrechamiento de manos y una sonrisa, Elsa se adelantó, parece ofendida por el comportamiento de Jack, la verdad es que ha sido bastante grosero, luego hablaré con él, y Astrid se despedía con un la mano junto a Millie, dejándome solo con mis hermanos.
—¿Quieren ir un rato al parque? —pregunté mientras me levantaba de la silla, mis hermanos asintieron sonrientes, y me percaté que había un libro en el asiento de al lado, "Astrid Arendelle" aparecía con brillantina dorada— Al parecer tendremos que parar en la mansión de las Arendelle.
—Mañana se lo darás Hans, vamos al parque, quiero ir a comer un poco de helado.
—Cállate Adrien, ya te ayudé con tus diseñitos, ahora ayúdame con esto.

Narra Anna:
Estuvimos esperando a Elsa por 2o minutos, ¿acaso se recordaba de sus propias palabras? "No las espero más de 15 minutos", Rapunzel, Tooth y yo comenzábamos a impacientarnos.
—¿Cuándo nos llega nuestro Frost? —preguntó Punzie mientras le daba una sonrisa juguetona a Tooth—, a propósito Tooth, ¿qué tal les fue con Aster?
—Aún no decide qué es el favor que quiere, pero ya se le ocurrirá algo, ¿no?
—Supondremos que sí, Tooth, con tal de que no les pida su virginidad —me carcajeé al igual que Rapunzel mientras a Tooth se le escapaba una que otra risa.
—¿Qué hicieron hoy? ¿Confirmamos que a todas nos tocó pura teoría? —pregunté mientras levantaba la mano, Rapunzel y Tooth imitaron mi acción. Al poco tiempo llegó Mérida con una sonrisa, que se detuvo al vernos— Ni siquiera la dueña del carro nos puede ayudar porque le dejó las llaves a Elsa, ¡una completa genia!
—¿Acaso la señorita no se ha dignado a venir? —preguntó incrédula mientras las tres asentíamos.
—Tocará esperarlas —al poco rato llegaron las dos rubias y la azabache.
—Lo siento demasiado, demasiado, demasiado —repitió mi hermana mientras todos nos reíamos de sus caras sudadas, ¿dónde habían estado?—, pero les tenemos un gran chisme del cual ustedes serían de mucha ayuda.
—Comenzamos a escuchar, pero quiero que nos lleves a comer un helado —le di una condición, la cual aceptó.

Luego de pedir los helados, nos quedamos un rato en la mesa que Mérida había apartado mientras nosotras íbamos a pedir nuestros helados.
—¿Así que están emparejadas con los Frost? —pregunté incrédula—, ya solo faltamos Rapunzel, Mérida y yo de enredarnos con uno de esos mal nacidos.
—Aunque no lo creas, ahora tenemos un enemigo en común, ¡hay una chica insoportable que es compañera de Marinette! —respondió Astrid lamiendo su helado de vainilla repetidamente.
—Así que haremos una sesión de fotos junto a Jack con fondo de África, con el cual nos ayudarás tú Rapunzel, Astrid y Millie desfilarán los modelos que harán Mari y Adrien naturalmente, y serán inspirados en los animales que escogió Hans —explicó Elsa comiendo su banana hawaiana.
—Bien, todas ayudaremos en lo que nos sea posible —respondí con la boca llena.

Llegamos a la casa un poco después de la hora de almorzar, y comenzamos a hacer tareas, la mía consistía en hacer postres, al poco tiempo escuchamos el timbre.
—¡Yo voy! No te preocupes, Eva —respondí mientras me dirigía a la puerta—, ¿Violeta? Pasa adelante —dije mientras la saludaba con un abrazo.
—Vengo a armar un caso con Mérida, Ann —respondió con una sonrisa la morena—, ¿puedo subir?
—Claro que sí, Violeta, ¡pasa adelante que ésta es tu casa!
La chica subió al siguiente nivel, y yo me quedé en la cocina nuevamente preparando mi famoso pan de banano, y volvió a sonar el timbre.
—¿Ustedes no se cansan de recibir visitas? —grité malhumorada—, ¡Timothée Collins! Hace años que no te veo, lo que se resume en una semana, ¿se puede saber el motivo de tu visita? —reí mientras recibía a aquel chico alto y pecoso que se mostraba frente a mi puerta.
—¡Anna Arendelle! Pues vine por Elsa, saldremos un rato a tomar algunas fotos al lago en donde se pone el atardecer —me sonrió.
—Ya bajo, Timothée, solo déjame ir por mi cámara —gritó mi hermana, al mismo tiempo que bajaba con una larga falda celeste y una blusa de manga corta blanca.
—Se mira hermosa, ¿verdad? —pregunté pícara.
—Todas las Arendelle son hermosas, ¡pero bien sabes que no me gusta ninguna de ustedes! —rió el de ojos verdes mientras me daba un pequeño golpe.
—Es cierto, para Timothée no hay mujer más hermosa que su hermana Millie —respondió mi hermana mientras salía junto a Timothée y se despedía de mí.
—Bien, avísame cuando vayas a llegar, que me quedaré hasta tarde haciendo postres —y me devolví a la cocina, dispuesta a escuchar música a todo el volumen mientras bailaba y cocinaba.

Narradora:
Al mismo tiempo una escena similar ocurría en la casa de los Frost, quienes discutían con sus hermanos las tareas que tenían sus hermanos con las Arendelle.
—Bien, supongo que está completamente bien, con tal de que no falten a nuestro juramento —respondió el de barba de chivo mientras comía una dona, los demás asintieron.
—¿Y adivinen quiénes nos deben un favor? —preguntó Aster mientras mordía una manzana— Las mismísimas Tooth y Marinette Arendelle —respondió a su misma pregunta.
—Wow, ¿y qué clase de favor? —preguntó Jack con una sonrisita pícara.
—Eh, no seas puerco Jack, les pediré ayuda con un resumen —respondió con simpleza—, y hablando de literatura, saldré con Hope.
—¿Hope Mikaelson? —preguntó Hiccup con una sonrisa— hace mucho que no viene a esta casa, dile que venga más seguido, la última vez que la vimos fue el domingo pasado —todos rieron.
—Claro que sí, y ella y yo quedamos en hacer unos poemas hoy en el lago para tener más inspiración, y es más, ahora voy por ella —dijo ya terminando su manzana.
En cuanto escucharon el timbre supieron que era ella, pequeña, castaña y pecosa eran sus cualidades más destacables—¡Hola, ya llegué!
—Se supondría que yo iría por ti —mencionó el de cabello gris mientras la saludaba con un beso en la mejilla, y ella repitió esta acción con todos los hermanos—, pero bueno, ¡adiós chicos!
—Eh chicos, antes que nada, lleven este libro a casa de las Arendelle, lo dejaron en la cafetería —dijo Hans mientras les entregaba un libro.
—Tranquilo Hans, yo se los llevaré y de paso les cobraré el favor —dijo Aster antes de salir de la mansión junto a la pecosa a su lado.

Mientras Hope y Aster caminaban hacia el lago, Elsa y Timothée también lo hacían, ese lago tiene la mejor vista hacia el amanecer y atardecer. Entre risas y anécdotas que salían de la nada, las cuatro personas se encontraron en ese precioso lugar.
—Aster Frost —saludó Elsa con una cordialidad bastante fría.
—Elsa Arendelle —le respondió de la misma manera el chico y todo el ambiente se volvió bastante incómodo, todos lo notaban claramente.
—Yo soy Hope Mikaelson, un gusto Elsa, ¿y...? —preguntó esperando la respuesta de aquel chico bien parecido.
—Timothée Collins —respondió mientras le sonreía abiertamente.
—Escucha Elsa, no queremos interrumpir tu cita ni nada por el estilo, simplemente queríamos tomar un poco de inspiración para nuestros poemas —contestó el de cabello gris—, y Hans me dijo que tu hermana dejó este libro en la cafetería.
—Haremos esto, nosotros también necesitamos inspiración para unas fotografías que necesitamos tomar, y podremos charlar un poco para ayudarnos entre todos, ¿no? —respondió la de falda celeste— Aquí solo seremos Aster y Elsa, sin apellidos, ¿trato? —preguntó con nervios mientras veía a uno de sus rivales también nervioso.
—Está bien, Elsa.
Ambos sonrieron tímidamente, mientras que sus acompañantes se lanzaban una que otra miradita.
—¿Así que eres algo de Tom Mikaelson? —preguntó Elsa mientras se sentaba en uno de los troncos que estaban cerca de ahí.
—Efectivamente, es mi hermano —rió.
—Deberías conocer a mi hermana, es fanática de tu hermano —dijo el de cabello rizado mientras la miraba con una sonrisa.
—Pues me encantaría conocer a ambos hermanos —sonrió tímidamente mientras agarraba su cabello en un pequeño chongo, y eso le había parecido un detalle encantador al de ojos verdes.
—Hope, ¿te gustaría ir por allá conmigo? —preguntó el pecoso con timidez, al ver la cara de Aster se arrepintió de hacerlo preguntado.
—Ve, Hope, pero te quiero vestida para cuando tengamos que regresar a tu casa —los otros rieron al ver cómo ambos chicos se sonrojaban y se dirigían más hacia el lago.

Mientras Aster y Elsa comenzaban a platicar del por qué de sus diferencias, Timothée y Hope platicaban animadamente.
—¿Cómo se llama tu hermana? —preguntó la castaña mientras abrazaba sus piernas, sentía cómo le llegaba la brisa suavemente.
—Millie Collins, estudia para modelaje —respondió.
—Mañana iré personalmente a conocerla. ¿De dónde vienen?
—Somos de Francia, pero nos mudamos aquí cuando nací —rió—, aunque sé hablar francés fluidamente.
—Me encantaría hablar francés... y de paso, ¿no sientes un poco de calor? —preguntó mientras se quitaba el suéter celeste que traía, dejando ver una blusa blanca sin mangas, lo que le daba un aspecto cómodo.
—Yo también pero nada más tengo este suéter para cubrirme —rió, fue un poco tonto de su parte pensar que iba a llover.
—¿Podrías cuidarme mis cosas? Solo iré a ver un poco más cerca el lago —dijo la chica mientras le sonreía y se cubría un poco la cara para verle el rostro al joven que la acompañaba, él asintió, pero luego se paró de forma repentina y la acompañó—. Veo que te gustaría ver el lago más de cerca también.
—En verdad era a ti —murmuró, comenzó a sonrojarse al ver cómo había sonado eso—, me refiero a que ¿te molestaría que te tomara algunas fotos? —preguntó mientras enseñaba tímidamente su cámara, la chica se ruborizó y le sonrió.
—Nunca me han tomado fotos, pero si así ayudaré a tu educación estoy de acuerdo, ¿cómo se supone que modele? —preguntó con ingenuidad.
—Solo... déjate llevar y yo veré cómo tomar las fotos —dijo mientras le tomaba una foto desprevenida, comenzó a hacer acciones raras com bailar o poses extremadamente exageradas—, cuando conozcas a mi hermana, ella te enseñará todas las poses posibles —rió.
—¿Puedes tomarme una sonriendo? Me gustaría verme con una cámara profesional, es decir, me han tomado varias fotos pero esto es un poco más íntimo —sonrió con pena y el chico pensó en lo tierno que sonaba eso.
Sacó la foto, y observó el montón de pecas reflejadas en su rostro al igual que esos preciosos ojos que miraban con dulzura a la cámara.
—¡Hope! Me llamó Tom, quiere saber si terminaste tu poema —gritó Aster desde otro punto del lugar, y la chica cayó en cuenta que ni siquiera había puesto el título.
—Uh... dile que sí, que ya tengo la base.
—Perdóname por haberte quitado el tiempo —se disculpaba el pelinegro, ella había sido la modelo de sus fotos y él ni siquiera le había ayudado con su poema—, pero si necesitas ayuda con alguna otra cosa, avísame, este es mi número —rió con nervios al entregárselo.
—Me encantaría Timmy, algún día saldremos nuevamente —se despidió con la mano mientras recogía sus cosas y se largaba directamente con el de cabello gris.
—¿Timothée Collins, huh? Quien te viera niña, al menos regresaste con ropa —sonrió Aster mientras regresaban a la casa.
—Cállate Aster, te recuerdo que tú estabas hablando animadamente con una de tus enemigas mortales —rió con malicia.
—Sí, bueno... no puedes decirle nada a mis hermanos, condenada.

Elsa y Timothée seguían en el lago, ellos podrían quedarse otro rato de no ser porque comenzó a llover de manera escandalosa, Timothée se alegró al recordar que traía un suéter para la lluvia, y un paraguas.
—Al menos lograste tomarle fotos a algo que no fuera un árbol, o una roca, o un gusano como tuve que hacerlo yo. No, señoras y señores Timothée Collins utilizó a la mismísima Hope Mikaelson para que fuera modelo en su pequeña sesión de fotos —rió Elsa mientras hacía un dichoso "uh".
—Cállate Elsa, que tú no te quedas atrás.
—No, Aster no me resulta tan atractivo como-
—Espera, ¿acaso te parece atractivo uno de los Frost? —preguntó el rizado incrédulo.
—No, olvida lo que iba a decir Tim, es más, ya llegamos a mi casa, ahora vete y avísame cuando llegues a tu casa —se despidió sonrojada de él mientras el chico solamente reía y llamaba a alguien por teléfono.
—¿Millie? Sí, ¿podrías venir a recogerme? Estoy afuera de la mansión de las Arendelle, ¡no adivinarás a quién conocí hoy! ¿Recuerdas a Tom Mikaelson? Sí, tu "novio" jugador de baseball, bien, conocí a su hermana y ¡prometió conocerte mañana hermanita!

Ese día la mayoría de las Arendelle y de los Frost se fue con un gran pensamiento en la mente, ¿y si los Frost/las Arendelle no son tan malos después de todo? Así como Hans lo había dicho, siempre se habían odiado y así tenía que mantenerse por ser rivales, ¿pero en realidad había una razón válida para odiarse?
Nah, nadie deja su odio y orgullo por un día bueno que tuvieron con sus enemigos, y menos si son las familias más adineradas del país.

POR FIN ACTUALICÉ ESTA NOVELA, ya llevaba ratos de no hacerlo, pero estos días he estado super inspirada gracias a cierta personita 🦔💓 Miludiva
La cual hace que mis noches sean mejores, al igual que escribir estas novelas con demasiado cariño tanto para ustedes como para mi 🌺🌞, hace unos días (AYER) estaba pensando lo lindo que era que he estado en esta plataforma por hace ya unos 4 o 5 añitos, y me puse emocional al ver pues lo que he logrado con ayuda de todos ustedes, así que... solo me encantaría que recordaran cuánto los amo y los adoro, y que cada comentario que ponen realmente ayuda y hace sentir mejor a las personas, en este caso a mí🌞💖🌼
Pregunta del capítulo: si pudieran ser parte de una de las familias, ¿serían parte de la familia Arendelle o de la familia Frost? 🌊🍋
—Lulu Banana 🍌🍋☀️✨
"La vida no tiene que ser perfecta para ser extraordinaria"

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