Capitulo 42⛓️
Kindsey
No había podido llorar.
Sentía el tiempo pasar el doble de rápido, sentía que no podía procesar con claridad los momentos que ya habían pasado.
Recuerdo cuando le dije a Yaca que se fuera, recuerdo haber abrazado a Zabdiel y recuerdo como golpee a Jay Tyson.
¿Pero en qué orden fue que paso?
Parpadeo para volver a la realidad y me concentró en el sonido de mis tacones por el asfalto mientras caminamos.
A mi lado están Nika y Nicholas, delante de nosotros va Aurora Williams caminando a paso firme, aún cuando su rostro esta rojo por contener el llanto.
Al frente de todos van los hermanos Williams y conjuntamente con su padre cargan el ataúd.
Veo las heridas en su rostro.
En los últimos días he entendido más a esa familia de lo que jamás lo había hecho, he entendido a Zabdiel más de lo que jamás me había propuesto hacerlo.
Había perdido a su hermana menor.
Escucho el llanto y no puedo evitar estrecharlo más entre mis brazos.
Ya no era el Zabdiel que vi llegar hace meses a mi casa, su chispa de enojo y desafío no estaba.
En realidad, parecía vacío.
Y eso me recordaba los viejos años.
Ver a los hermanos llevar el ataúd hizo que una fuerte opresión se mostrara en mi pecho, mi cuerpo se tenso completamente.
Kindsey.
Parpadee.
No otra vez.
Cuando llegamos al lugar donde la sepultaran no puedo evitar que mis ojos comiencen a picar e inhaló profundamente para poder controlarme.
Veo a Zafiro y Jimmy quedarse a un lado de Aurora y los demás reyes, mientras nosotros los príncipes estamos alejados de ellos.
Sin embargo aún los veo, analizo las cosas que han hecho, por lo menos de las que me he enterado y me pregunto si esas decisiones tomare yo cuando sea reina.
Cuando los Williams se colocan a nuestro lado, no puedo evitar repasarlos. Se ven tan... Dolidos todos.
Nika se va de mi lado para ir hacia Joel y Nick se mantiene quieto en su lugar, repasando los alrededores con la mirada.
Camino por detrás de las personas para llegar hacia el castaño y aunque no me ve sé que siente mi presencia, aún cuando no demuestra nada.
Tomo una de sus manos que caían a su costado y apreté, él me devolvió el apretón.
Era todo lo que podía darle de mi.
Aún cuando no quería que fuera así.
Veo como bajan el ataúd, se escuchan llantos y pequeños lamentos, la tensión del lugar y el silencio pesado hacen que me sienta mareada.
Kindsey.
Cerré los ojos.
Adiós, Domenica, fuiste una buena cuñada, aún cuando no lo sabías me ayudaste mucho.
La opresión de mi pecho no se va y creo que ya es hora de que me vaya.
Nika
No he podido deshacerme del peso en mi pecho y el nudo en mi garganta.
En mi mente pasaba una y otra vez el momento cuando me entere de la muerte de Domi domi, aún no podía creerlo.
Intentaba ser un pilar para Joel, no lo dejaría caer en este proceso, pero cada vez que lo veía mi corazón se hacía más pequeño.
Él iniciaba su relación con su hermana, ese cariño y apoyo se estaba dando.
Y se los arrebataron de forma cruel.
Domenica había escapado de su casa para llegar a la misión, por lo que nos había dicho la reina Williams, Dom había dicho que saldría con sus amigas pero Aurora no le dio la autorización, pues sabía que nosotros iríamos y no quería que su hija corriera peligro en la calle, y aunque la castaña había aceptado las palabras de su madre más tarde la reina se dio cuenta que Domenica no estaba en su habitación.
Pero nadie creyó que podría ir e intentar ser de ayuda.
Había oído a Zabdiel murmurar un par de veces que había sido su culpa, por no haber dejado que la niña fuera a misiones, así fueran de menores rangos.
Él creía que ella quería demostrarnos lo fuerte que se había convertido.
Pero ella ya era fuerte, con el solo hecho de que era una princesa del narcotráfico, era mucho más fuerte de lo que ella creía.
Pero fue a la misión y la abatieron.
Ver su cuerpo herido y frío me hizo querer golpear algo, quería que se levantara y dijera que todo era una broma de mal gusto, necesitaba verla pedirme consejos de vida y quería tener de vuelta sus ojos azules creyendo que soy la más sabia por saber de confecciones y ropa.
Pero Domi domi se había ido.
Y no sabía cuando comenzaría a sanar eso.
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