Capitulo 27⛓️
Kindsey
Bostezo al levantarme de la cama para ir al baño, luego de lavarme los dientes y darme una ducha algo larga para relajarme, salí directo al armario donde se encontraba toda la ropa que había traído en el viaje.
Elegí un estraple negro que me llegaba hasta el final de mis senos, también unos shorts color café que tenían un cinturón, además de un blazers blanco y unas botas altas que llegan a mis rodillas.
Las estilistas entraron y mientras una arreglaba mi cabello, la otra me maquillaba.
Como hoy Jimmy debía dar una entrevista, con toda la familia, aclaro, aunque Zafiro y yo solo debíamos estar de decoración ahí a menos que preguntaran algo específicamente a nosotras, pero luego de la entrevista podía hacer lo que se me diera la gana por lo que iba bien preparada.
Los accesorios fueron unas argollas de oro puro, un anillo que contenía veinticuatro diamantes y era en forma de corona, además de una bolsa de mano blanca con dorado.
Mire mi telefono, precisamente el chat con Nicholas y el mensaje que le envie ayer en la noche ni siquiera se marcaba como leído, fruncí el ceño de manera frustrante, ya se las vería conmigo si no habia hecho lo que le indique en el mensaje.
Salí de la habitación con un hombre siguiendo mis pasos hasta llegar a la recepción donde otros dos hombres me esperaban por lo que con las miradas de las personas en mi, salí de allí.
Uno de los hombres me informo que mis padres me esperaban ya en el salón donde sería la gran entrevista, solo fueron pocos minutos de viaje para llegar, al bajar del auto muchas cámaras me apuntaron y pronto me hicieron preguntas que rara vez entendía, luche para no poner mala cara.
Pero como mi esfuerzo no fue verdadero, no logré el objetivo, así que si, puse mala cara, ya vería los periodicos y revistas haciendo de esto algo más grande "La hija del empresario Jimmy Mattei es una mimada con pocos modales" entre al salón restando importancia, mire donde había una tarima al final con tres asientos detrás de un larga mesa, y frente a ella estaban con unas treinta sillas perfectamente ordenadas.
Los hombres me guiaron a la tarima y me senté en la silla de la esquina izquierda, saque mi teléfono y descubrí un mensaje nuevo, al leerlo, inconscientemente sonreí.
Sentí como alguien se sentaba en la silla de la otra esquina, dejando la última silla en medio de nosotros, levanté la mirada inmediatamente y al ver a Jimmy solo pude decir.
—¿Podemos hablar? —mi voz sonó dura, como cada vez que hablaba y ya, sin la sonrisa.
Mi padre, me miró con una ceja alzada, seguro estaba dudando de mi, nada raro.
—¿De? —inquirió.
Puse cara de fastidio.
—¿En serio crees que te lo diré aquí? ¿Frente a... Ellos? —señaló con mi dedo toda las personas que se encontraban caminando de allá para acá, alzó una ceja en dirección a mi, mostrando lo fastidioso que estaba con la situación.
—O me lo dices aquí, o no lo dices —me reta, sus palabras simples hacen que me hierva la sangre y mi ceño se frunza con molestia.
¿Él quería jugar?
Pues juguemos.
Forme una sonrisa falsa en mis labios antes de hablar.
—Quiero que anules el trato con Mateo Williams —no lo dije tan alto, pero supe que algunos habían escuchado cuando la mirada de mi padre se endurece y eso me da satisfacción.
Nadie debe enterarse que Jimmy y Mateo Williams tienen un trato que no ha salido a la luz, crearía mucha polémica y lo que ellos necesitan es que cuando se tome la decisión de quien se casara con quién, sea por "amor" y no porque dos mafiosos quieren unir lazos casando a sus hijos.
Sigo mirándolo y en cuanto el posa sus ojos en mi, mi sonrisa se agranda al ver la furia en sus ojos azules, pero por solo un momento, sus ojos me recordaron a alguien, alguien que también tenía sus ojos en ese tono.
—Vamos a la oficina —me ordena levantándose y caminando, hago lo mismo recordándome que si quiero que acepte anular el trato no debo ser así.
¡Que ilusa! ¿De verdad crees que vaya a aceptar anular un trato de hace 19 años solo porque su hija se lo pidió?
No cuesta nada intentarlo.
Cuesta tiempo, querida, tiempo que no debemos perder, no entiendo para que haces esto si sabemos que igual se negara, podrías estar con Nika planeando.
Nika me había escrito muchas horas después de mis llamadas, decía que todo estaba bien y que luego me contaría lo que sucedió.
Aunque mi consciencia tenía razón, yo no era conocida por hacerle caso a los demás, por lo que olvidando mis pensamientos, seguí a Jimmy a la oficina de la que hablaba y al entrar el se sentó, dejándome de pie, junto a la puerta.
—¿Cuál fue tu intención al decir eso frente a las demás personas? —cuestionó de manera fría, pero eso no me afectó en nada.
—¿Por qué siempre le tratas de ver un trasfondo a las cosas? —respondí en su lugar.
—Kindsey... —hablo en advertencia.
Rodé los ojos, colocándome seria.
—Tú fuiste el que no quiso hablar en privado, si alguna persona escucho lo que dije, es tu culpa —aseguré— Además, lo matas y ya, ¿Qué tan difícil podría ser pegarle un tiro a alguien?
Su mirada seguía igual, dura e indescifrable.
—Eres insensata... —me acusó a lo que respondí encogiendome de hombros— Ahora, hablando del tema que sacaste allá fuera, la respuesta es no.
¿No te lo había dicho, ya? Porque creo que sí.
Alce una ceja, retándolo.
—No necesitas del apoyo de ellos, podemos ser más poderosos sin que haya algún tipo de matrimonio —le aseguro.
—Este trato lo hicimos hace 19 años, Kindsey, ¿Cómo pretendes que porque tú vengas a pedirlo yo anularé un trato que no puede ser anulado?
Soy tu hija.
—¿Y porque no, eh? —lo confronto.
Él me fulmina con la mirada por mi forma de hablar pero no me arrepiento.
—Este trato no es sólo eso, es una alianza, y eso no lo romperé cuando nos traerá muchísimas recompensas, además es uno de mis mejores socios y amigos, no romperé un trato así con él.
Ahora mis dos cejas se elevan para decir.
—¿Y por qué con él? Que yo recuerde el trato iba con todos ¿Cierto? ¿Por qué anulaste todos esos matrimonios preparados?
Claro que sabía las respuestas a esas preguntas, por eso las hacía con tanto odio.
—No hables de ese tema, Kindsey —me amenaza.
—¿De qué no quieres que hable? —le pregunto— ¿No quieres que hable de que anulaste el trato porque ella se fue? —las palabras costaron un poco en salir pero me obligué a decirlas— ¿Porque murio al no haberla rescatado antes?
Su mirada ya no era dura, la frialdad hizo que mi mirada demostrara mas mi odio hacia el.
—No anulare el trato —se toco sus sienes luego de darme la respuesta— Ahora, sal de aquí, Kindsey.
Y no me quedo otra opción, salí de ahí.
Zabdiel
—¿Dejaste que Kindsey te llevara? ¡No te despediste! —hable por la línea mientras veía los distintos cuchillos que estaban sobre la mesa de la habitación.
Se escucho la risita divertida de Dom.
—¡Ya dije que lo sentía! —volvió a reír — Te prometo que lo compensare, te haré galletas para la próxima vez que vengas.
Suspiro y miro los papeles a un lado de todos los cuchillos.
—No sé cuando iré a casa, Dom.
Había llegado mi horario de clases de la academia, lo que me aseguraba solo dos cosas.
Pronto iniciaríamos a estudiar de manera presencial, y ya se acercaba el fin de los seis meses en casa Mattei antes del matrimonio.
Podía sentir la tensión en el aire, aún cuando Kindsey no estaba por aquí.
El suspiro de mi hermana me trajo de vuelta a la realidad.
—Lo sé, pero pronto nos veremos en la academia ¿no? Aunque yo estaré estudiando idiomas, ¿los idiomas y las finanzas combinan? No lo creo —más risas de su parte— Te lo juro que me súper agrada Kindsey, quisiera que fuera mi hermana.
—Hey, hey —no pude evitar detenerla — ¿hermana? ¿En serio?
El toque en la puerta me distrajo.
—Oye, tengo que dejarte —murmuro mientras me levanto e inicio mi camino hacia la puerta, que suena con golpes más insistentes.
—Oh bueno, hablamos luego —hubo una pausa corta— Te quiero.
Sonreí.
—También te quiero, pequeña.
Colgué justo en el momento en que abrí la puerta y me encontré a Joel con la mano alzada, a punto de volver a tocar.
—¿Qué...? —inicie pero no me dejo hablar cuando se adentro en la habitación, tomando mi brazo y llevándome con él.
—¿Lo haz visto? —su voz se escuchaba seria, sin ningún trasfondo, pero su rostro parecía extraño, como angustiado.
—¿Ver qué? ¿Qué paso? —mi pulso inicio su carrera y espere mientras mi hermano se decidía en hablar— Joel ¡habla ya!
—No lo haz visto, entonces —se dio media vuelta e inicio a caminar por la habitación dando vueltas, con las manos en su cabello y la respiración medio agitada.
—¿Qué paso? —no respondió, por lo que me acerque a él y lo detuve poniendo las manos sobre sus hombros y haciendo que me mirara— ¿Qué paso?
—Ya lo anunciaron.
Fruncí el ceño, sin entender a qué se refería.
—¿Anunciar qué?
Saco su teléfono y sin más me lo mostró.
"En la más reciente entrevista con el magnate Jimmy Mattei, luego de la celebración por la nueva sede de su empresa, se nos fue anunciado de forma especial que la heredera Mattei, Kindsey Mattei, esta comprometida"
"Aún no sabemos quién es el afortunado, pero se van creando teorías interesantes, ¿qué piensas tú sobre esto? ¿Quién crees que es el prometido de la gran Kindsey Mattei?"
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