Capítulo 26: Daniel
—Bueno, nos vemos — dice Alex mientras corre camino a la agencia.
—Adiós — se despide Cristhel/Vanessa corriendo tras él.
—¿Por que corren? — pregunta una voz haciendo que nos espantemos.
Detrás de nosotros está Ryan sonriendo, no sé por que nos ignoro una semana pero por lo menos volvió a hablarnos, aunque solo lo hace cuando Alex y Cristhel no están.
—No tengo idea — dice Chase — Pero desde hace más de una semana Alex se aleja de ella y ella lo persigue.
—Y Daniel persigue a Cris — completa Ángel.
Ryan comienza a reír por la explicación de nuestros amigos. El padre de Chase se acerca a nosotros, pensé que por llevarnos con su hijo seria diferente con nosotros pero no, nos exige más.
—Buenas tardes jóvenes — nos saluda — Chase vamos, ¿alguien quiere que lo lleve a su casa?
La oferta es tentadora y aceptamos los tres, después de un largo día de clases, ¿quien quiere caminarr? Primero pasamos por la casa de Ryan y después por la mía.
—Aquí nos quedamos los dos, gracias — digo jalando a Ángel.
Chase y su padre se despiden y se van. Camino hacia mi casa con Ángel detrás de mí.
—¿Y cuando me dijiste que pasaría a tu casa? — pregunta.
—Lo siento pero necesito hablar contigo — digo abriendo la puerta.
Entramos y lo primero que siento es el olor de la comida de mamá, vamos a saludarla y ella se alegra de ver a Ángel, lo que me sorprende es ver que, Stephanny, la madre de Ángel, entra por la puerta trasera.
—Hola bebé — saluda a mi amigo.
—¿Que haces aquí? — pregunta saludando a su mamá.
—Tu padre va a tener una reunión y me dijo que va a llegar tarde, supuse que ibas a venir y por eso le dije a Cristina que comiéramos juntos.
Nuestras madres son amigas desde la preparatoria y siempre que pueden se ven, así conocí a Ángel desde bebé y somos casi hermanos, o primos dado que ellas se tratan como hermanas.
—Vamos a estar en mi cuarto — digo.
—Les avisamos cuando este la comida — dice mi mamá.
Camino hacia mi habitación y Ángel se va a la suya, después entra ya sin el uniforme de la escuela.
—¿De que querías hablar? — pregunta sentándose en mi cama.
—De lo que te dije anoche, creo que ya es hora de que resolvamos esto.
—¿Entonces que hacemos?
—Vamos a entrar a su casa a ver si tiene la zapatilla — explico.
—¿En la noche?
—No, ahora, ella no esta en su casa — digo sacando de mi mochila las cosas que llevo a la escuela.
—¿La has estado vigilando? — pregunta sin creerlo.
—Digamos que le se algo, y ya deja de hacerme preguntas ¿vienes o no?
—Pero la comida casi está lista — se queja.
—No vamos a tardar mucho... Eso espero.
—Esta bien, vamos — termina aceptando.
Salimos del cuarto en silencio, intentando no hacer ruido abro la puerta principal y salimos lentamente.
—¿A donde van? — pregunta alguien.
Ángel y yo saltamos del susto, volteo y veo a mi hermana parada junto a la puerta.
—A dar un paseo — digo intentando no hablar muy fuerte.
—Voy con ustedes — ofrece saliendo de la casa.
—¿Que no eras un vampiro? — pregunta Ángel.
Ella ríe y yo no entiendo el comentario de mi amigo.
—Karely, sabes que te quiero pero...
—Si no me llevas le digo a mamá que te estas escapando — amenaza interrumpiendo mis palabras.
—Bien, vamos — accedo.
Ella salta de felicidad y cierra la puerta sin hacer ruido. Caminamos en silencio hasta que llegamos a la parte trasera de la casa de nuestra sospechosa. Una barda cubierta de enredaderas se levanta frente a nosotros, camino hasta la esquina izquierda.
Me aseguro de que no se encuentre ninguna persona alrededor, como no hay nadie, me sumerjo entre las enredaderas para acceder a una puerta oculta, tecleo el código de seguridad y esta se desliza dejando ver más plantas del otro lado. Le hago una seña a mis cómplices para que entren y vuelvo a cerrar la puerta.
—¿Puertas secretas? — pregunta Ángel — ¿Que hacemos aquí? ¿Es la casa de Cristhel?, creí escuchar que la chica era Susana.
—Lo siento — es lo único que digo.
Corremos hacia la puerta trasera de la casa y esta cerrada. Busco por todos lados por si escondieron alguna llave extra. Veo que Karely se aleja caminando hacia el frente de la casa, Ángel se va hacia el otro lado.
No encuentro ninguna llave, veo que la puerta se abre y corro a esconderme.
—Que lento eres hermanito, cualquiera te ve en tu intento de fuga — dice mi hermana desde la puerta.
—¿Como entraste? — pregunto.
—Secreto profesional —dice sonriendo.
Entramos y nos unimos a Ángel que se encuentra en la recámara de Cristhel buscando la zapatilla.
—¿Por que Cris tiene dos mochilas? —pregunta Ángel.
—No creo que este ahí — digo viendo a mi amigo inspeccionar las mochilas.
—¿Que es esto? — pregunta Ángel viendo el interior — Definitivamente no son cosas de la escuela.
Me acerco y veo la mochila que Cristhel siempre carga. Ella me dijo una vez que ahí tenia distintos tipos de herramientas para poder resolver cualquier caso que se le presentara.
—¿Que es esto? — vuelve a preguntar.
Veo que saca unos lentes de la mochila y se los pone, sus ojos automáticamente cambian de color.
—Cielos, se supone que debería verlos a ustedes, pero en vez de eso veo una sala — informa Ángel.
—¿Una sala? —pregunta Karely viendo a Ángel.
—Si, oh espera, Ryan acaba de entrar viendo su celular y se sentó en el sillón.
Bueno ahora se que Cristhel si tiene los lentes que diseñe con mi padre, pero la pregunta es ¿por que se puede ver la casa de Ryan? Recuerdo que mi papá dijo que se podían conectar a cámaras, ¿pero por que a la casa de Ryan?
—Esto si es raro — dice Ángel quitándose los lentes — ¿Pero porqué ustedes no parecen tan sorprendidos?
—Ángel, se que somos amigos desde pequeños pero hay algo que no te he dicho — confieso.
—Me asustas Dan, ¿que es?
—Karely, Cristhel, Alex y yo...
—Tenemos autorización para contarle — me interrumpe Karely.
—No lo sé y no me interesa, es mi mejor amigo y llevo años ocultándoselo — le digo.
—Bien, no se de que hablan y creo que es algo de lo que no debo enterarme así que...
—Nosotros somos es...
Un sonido abajo interrumpe mi confesión, me acerco a la puerta y escucho paso en la planta baja.
—Creo que alguien vino — anuncio.
—¿Entonces no venimos a nada? —reclama Ángel — Solo hablamos en vez de buscar la zapatilla.
—¿Una zapatilla de cristal? —pregunta mi hermana.
Veo que ella se agacha y debajo de la cama saca la zapatilla.
—Lo siento pero yo no sabia a que habían venido.
Guardo la zapatilla en la mochila de Cristhel y abro la ventana de su habitación.
—Creo que podemos bajar por aquí —digo.
De la mochila de Cris, saco un gancho con una cuerda, lo sujeto a la ventana y lanzo la cuerda hacia a fuera.
—¿Esperas que bajemos por ahí? — dice Ángel.
Mi hermana sale por la ventana y comienza a bajar por la cuerda, hace una seña cuando llega al piso.
—Si ella puede tu también — le digo a Ángel.
Él sale del cuarto y lentamente baja por la cuerda, Karely lo ayuda a llegar a abajo y me avisa cuando es mi turno de bajar.
Escucho pasos en el pasillo que se acercan a la habitación, sin pensarlo tanto, bajo por la cuerda, cuando llego al suelo, jalo la cuerda para que el gancho caiga, lo tomo y corremos hacia la salida secreta.
Tecleo el código y Karely saca la cabeza para ver si no hay alguien pasando del otro lado, hace una seña de que está libre y Ángel sale, volteo para ver si Vanessa nos vio, pero lo único que veo es un auto negro estacionándose frente a la casa.
Termino de salir, cierro la entrada y corremos de regreso a mi casa. Ahora solo falta saber si esta zapatilla y la de Ryan son del mismo par.
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